Un informe de la Universidad de La Plata (Argentina) advierte que en Latinoamérica, pese a que mejoró el nivel educativo de la fuerza laboral entre 1990 y 2010, los salarios de los que tienen formación secundaria completa cayeron en ambas décadas y los de los estudios terciarios bajaron en los 2000 después de crecer en los 90. A partir del análisis de 16 países de la región, el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de La Plata señala que hay muchos factores que explican esta evolución, distintos en cada economía, pero algunos de ellos son el auge reciente de los precios de las materias primas, que “podrían favorecer a los trabajadores no calificados (sin educación terciaria), la difusión de la tecnología, que llevó a que ya no se distinga demasiado aquel profesional que la domine, y el hecho de que las habilidades aprendidas por las personas más formadas no siempre son las que requiere el mercado, y de ahí que muchas empresas se encuentren con dificultades para satisfacer su demanda laboral.
La desigualdad social y la remuneración real (ajustada por inflación) de los trabajadores calificados comenzaron a reducirse en la década pasada en forma consistente en la mayoría de los países latinoamericanos, con lo que se rompió con una tendencia inversa de los 20 años anteriores, entre los 80 con crisis macroeconómicas y los 90 con reformas neoliberales. En la década del 90, las privatizaciones, la liberalización comercial y otras reformas estructurales, como las llaman los organismos multilaterales, impulsaron un cambio tecnológico que fue acompañado por una demanda de trabajadores más calificados, según la investigación del CEDLAS.
El aumento de la cantidad de personas con al menos educación secundaria, que creció del 40% de la fuerza laboral en 1990 al 60% en 2010, explica solo una parte de las variaciones salariales. Tampoco las subidas del sueldo mínimo son la causa fundamental en los cambios en la nómina, sobre todo en un continente con tantos trabajadores informales, según señalan los autores del documento, Leonardo Gasparini (CEDLAS), Sebastián Galiani (Universidad Washington en St. Louis), Guillermo Cruces (CEDLAS) y Pablo Acosta (Banco Mundial).
Los salarios de los trabajadores calificados subieron 1,8% anual en la década del 90 y bajaron 2,8% anual en los 2000. En cambio, los de las personas sin calificación cayeron 0,6% en los 90 y 1% en la década siguiente.
En cuanto a los trabajadores calificados, la mejora salarial de los 90 se registró en casi todos los países analizados, con las excepciones de Brasil, donde empeoró la remuneración, y de Honduras, donde se mantuvo estancada. La caída de los 2000 se registró en los 16 países evaluados, aunque la merma apenas se registró en Costa Rica, un país que ha desarrollado mucho el sector de tecnologías de la información, y El Salvador, que es uno de los países que más progresó en las últimas dos décadas en la cantidad de años de educación que reciben sus ciudadanos, a la par de Brasil, Chile, Ecuador y México. Pero el secreto del nivel del sueldo no está en la oferta sino en la demanda, según este estudio del CEDLAS.
La oferta relativa de trabajadores calificados aumentó 3,4% anual tanto en los 90 como en los 2000. Sin embargo, la demanda relativa creció en la década del 90 entre 6,9% y 8,6% y disminuyó entre 2,3% y 5,1% entre 2000 y 2010.
La remuneración de las personas que no completaron la escuela secundaria cayó en la mayoría de los países en los 90, con las salvedades de Argentina, Chile y Perú, donde aumentó, y de Venezuela, donde se mantuvo sin cambios. En los 2000, subió solo en Costa Rica, Honduras y Uruguay, mientras que casi no cambió en Argentina y Nicaragua.
La oferta de mano de obra no calificada aumentó en los 90 2,8% anual y en los 2000, 3,4%. La demanda también se elevó: entre 1% y 1,6% entre 1990 y 2000 y entre 0,4% y 1,4% en la última década.
Pese a las peores remuneraciones, en los 2000 ha habido más trabajo. Y como el empleo dignifica, esto puede explicar la mayor satisfacción de los ciudadanos con su situación económica y con sus gobernantes. Si en los 90, el empleo de graduados terciarios crecía al 0,64% anual, en los 2000 se elevó al 0,69%. Los puestos de trabajo entre los de escuela secundaria completa pasaron de incrementarse de una década a otra de 0,26% (con la excepción de Costa Rica, Nicaragua y Panamá, donde caían) a 0,39% (con la salvedad de México). En cambio, el empleo entre los que no completaron el nivel medio cayó 0,9% anual en los 90 y 1,08% en los 2000.
Hay 2 Comentarios
Primero hay que ver lo que es mejor educación. Hoy en día la educación no pasa por su mejor momento, la han descuidado bastante; lo que sí es cierto es que tener una educación buena hace que los jóvenes salgan más preparados y con mayores opciones, otra cosa es que el estado tenga puestos de empleo suficientes para dar empleo a esos jóvenes
Publicado por: iahorro | 01/01/2012 11:20:04
Muy cierto su artículo.Hay muchos factores con respecto a educación y remuneración. Muchos empresarios observan que personas jóvenes que han contratado, si bien aprobaron las condiciones de ingreso, saben computación,etc. no saben redactar cartas aún las mas sencillas.Tienen una letra ilegibe y realmente no tienen interés por mejorar.Luego,si les prohiben el uso de las calculadoras ,no saben realizar un simple cálculo de interés simple ...
Publicado por: Beatriz Basenji | 30/12/2011 8:48:20