La deuda social con los jóvenes indígenas

Por: | 20 de abril de 2012

De tan previsible puede que no sea noticia. Los jóvenes indígenas de Latinoamérica, los descendientes de los más antiguos pobladores de la región, reciben menos educación formal y están menos insertados en el mercado laboral que sus colegas de la misma edad que no pertenecen a esas etnias. Así lo confirma un informe que a finales de 2011 publicó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y que se titula Salud de la población joven indígena en América Latina. Este reporte indagaba en la situación socioeconómica de los jóvenes de los pueblos originarios para comprender las causas de sus condiciones sanitarias peores que las del resto de la población. Pocas horas después de que ayer se celebrara el Día del Aborigen Americano, es una buena oportunidad para indagar sobre la deuda social para con él.

 

La educación es un factor clave para la distribución del ingreso. El analfabetismo, consecuencia de la falta de instrucción escolar, afecta sobre todo a los jóvenes indígenas de 15 a 24 años de Guatemala, Paraguay y Venezuela. Allí entre 20% y 30% no sabe leer ni escribir. En Brasil, Costa Rica, Honduras y México el analfabetismo de este sector de la población oscila entre el 10% y el 20%. En Argentina, Chile, Ecuador, Bolivia y Perú los jóvenes indígenas analfabetos representan menos del 10% del total. En todos los países, con la excepción de Nicaragua, es mayor la proporción de jóvenes indígenas que no saben leer ni escribir que la de los no indígenas.

Los programas de alfabetización y de extensión de la cobertura de la educación primaria han llevado a que entre los jóvenes indígenas haya una proporción menor de analfabetos que entre sus padres y abuelos. Claro que esos programas han sido aún más efectivos para enseñar a leer y a escribir a las nuevas generaciones de otras etnias. Esto se percibe en Argentina, Brasil, Costa Rica, Guatemala, México, Paraguay y Venezuela. A su vez, las jóvenes se encuentran en una situación aún peor que los varones, en particular las costarricenses, panameñas, paraguayas y venezolanas.

Los jóvenes indígenas suelen estudiar menos años que los que no lo son. En Guatemala pasan por la escuela menos de cuatro años de media, una cantidad de tiempo que no permite al alumno escribir ni leer en forma correcta. En Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Venezuela cursan entre cuatro y seis años. En México y Nicaragua, de seis a ocho y en Argentina, Chile, Bolivia y Perú, más de ocho. En materia de años de escolaridad, los argentinos y nicaragüenses indígenas no están muy por debajo de los que no lo son, mientras que los panameños y los paraguayos son los que más sufren la desigualdad étnica.

En cuanto a la inserción laboral, el 47,1% de los jóvenes indígenas trabaja o busca empleo, mientras que el 57,2% de los que no lo son se encuentra en la misma situación. Esta diferencia puede estar explicada en parte porque los censos poblaciones a veces no registran como trabajadores a aquellos que se encuentran empleados en unidades productivas familiares.

Los adolescentes de 15 a 19 años de los pueblos originarios suelen comenzar a trabajar antes que el resto. Sin distinción de etnias, las jóvenes están menos insertadas en el mercado de trabajo que los varones, pero en el caso de las indígenas las estadísticas suelen desconocer sus actividades productivas tradicionales. Es en Costa Rica, Guatemala y Honduras donde las jóvenes de los pueblos originarios se hallan menos integradas al mundo laboral.

 

“Investigaciones recientes muestran una evidente relación entre los niveles de escolaridad de los jóvenes y su inserción en el mercado del trabajo”, recuerda el documenta de la CEPAL. “En consecuencia, si se toma en consideración que los indígenas tienen menos años de estudio que los no indígenas, su participación en la actividad económica se ve restringida a los empleos de menor calidad, de más bajos ingresos y con menor protección social. Más aun, en contextos modernos, esta situación de detrimento expone a los jóvenes a los empleos de mayor peligro”, advierte la organización que dirige Alicia Bárcena.

La CEPAL también señala que “el mayor acceso a la educación formal alcanzado por los jóvenes indígenas en el marco de modelos de aprendizaje homogeneizantes bien podría entrar en contradicción con sus derechos colectivos como miembros de pueblos diferenciados culturalmente”. Por eso la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) establece que los programas educacionales deben responder a las necesidades particulares de los pueblos indígenas y tener en cuenta su historia, sus conocimientos y técnicas, sus sistemas de valores y todas sus demás aspiraciones sociales, económicas y culturales.

Hay 6 Comentarios

España no cometió ningun genocidio en America.Fueron los CRIOLLOS, ahora latinoamericanos aquellos que lo llevaron a cabo y sometieron a todo tipo de abusos a los indigenas.De hecho la Corona era el único garante de los derechos indigenas y tras la indepencia, y la eliminación de esta autoridad, en muchisimos paises empezaron campañas de "blanqueamiento de la raza". Vease los casos de ARG,CHI,URU,PER...etc. Si hay que pedir disculpas, deben ser los blancos de latinoamerica quienes deben pedirlas.

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En lo personal, considero que habría sido más preciso reemplazar al término "indígena" por el de "pobres" (en lo económico) o "carenciados". Sobre todo si se alude a los países del extremo sur del continente, ya que el problema de fondo no es racial propiamente dicho, sino de CASTAS SOCIALES que no suelen discriminar si el "humilde" o indigente es rubio de ojos azules, para tratarlo de "cabecita negra" y demás epítetos despectivos hacia los más desposeídos, cual si fueran "indígenas" (recordemos que el término surgió de "indigente" o "gente sin nada"; por la desnudez con que vestían y simpleza de sus pertenencias y modo de vida).
De entre tales marginadores sociales, los más vergonzantes son los auténticos aborígenes (ab-origen: Que reniegan de sus orígenes), al estilo de muchos políticos mestizos con descendientes de auténticos nativos americanos, que se las dan de "europeos", al estilo de lo que (tradicionalmente, hoy ya no tanto) en Bolivia hacían algunos collas que lograban buena posición para asumirse cambás, o algunos negros adinerados que menosprecian a los de su propia raza, cual blancos racistas. O judíos "kapos" en la Segunda Guerra Mundial, que hacían de "perros guardianes" de los nazis ante sus propios correligionarios y, con frecuencia, eran más bestiales y pervertidos que los alemanes. (Detalle que públicamente los judíos prefieren ignorar o hacerse los desentendidos, como los del Vaticano con los pederastas y demás abominables entre los suyos).
El detalle que tanto escandalizó a casi todo el mundo respecto de cómo habían reglamentado e institucionalizado al sistema de castas en la India, es bastante paradójico cuando se reconoce hasta qué punto, en el resto del planeta, también solían regirse por castas (pero más hipócritamente), como los matrimonios concertados por la aristocracia y monarquías mismas. O entre hijos de muy adinerados, completamente desentendidos de si hay amor sincero o siquiera compatibilidad de pareja. Si aún hoy todavía hay progenitores/as que aseveran a sus hijos/as "no tiene tu nivel" o "no es de buena familia" (sólo por no ser adinerados o de "clase acomodada" en influencias sociales).
Mientras no terminemos con esa aberración conceptual discriminatoria de castas (o estrato sociales) por cuestiones de poderío económico e influencia social (que es producto de espíritus vulgares con mentalidad mediocre, por pésima educación, al margen de títulos universitarios y doctorados), de poco servirá hablar de sectores muy específicos como el de los nativos.

“Por fin hay una diplomacia que refleja la riqueza, la pluralidad, la diversidad de nuestra Nación. La representación diplomática del Ecuador se pinta de colores”, destacó el presidente de la República Rafael Correa, durante la posesión de 70 diplomáticos a la Cancillería.

Un total de 35 hombres y 35 mujeres, quienes forman parte de diversas nacionalidades: indígenas, afroecuatorianos, montubios y mestizos, forman parte de la “nueva era” en la diplomacia del Ecuador, tal y como lo manifestó el Primer Mandatario.

“¡Qué diferencia de país! Esa diplomacia que existía llega a su fin y ahora llega la diplomacia nueva, ¡para esa Patria Nueva compatriotas!”, dijo.

José Pijal Alvear, quichua cayambi de la comunidad Eugenio Espejo de Cajas del cantón Otavalo, provincia de Imbabura, manifestó que su sueño siempre fue llegar a ser un diplomático. “Antes era imposible por las trabas complejas. Estamos orgullosos de ser indígenas y jamás abandonaremos nuestras identidades culturales”.

De su parte, Martha Santillán, ciudadana kichwa de la Sierra ecuatoriana, afirmó que “se ha demostrado que como pueblos y nacionalidades estamos en las mismas condiciones y capacidades”.

Sostuvo también que, anteriormente, “no existían este tipo de oportunidades”. Un criterio compartido por, Cosme Batallas, afroecuatoriano originario del cantón Lita, provincia de Imbabura, quien recordó que el proceso le costó muchas noches de insomnio y sacrificio para llegar a donde está. “Los resultados son la recompensa de todo eso”, concluyó Batallas.

Todo este nuevo cuerpo diplomático inició el proceso con 613 postulantes que accedieron a un concurso de mérito y oposición, desde diciembre de 2011.

“Aquí está el fruto de un transparente concurso, hombres y mujeres preparados con títulos académicos de tercer y cuarto nivel que emprenderán el futuro, rompiendo viejos esquemas y prejuicios. Antes solo la aristocracia podía pertenecer a la diplomacia. Nunca más nadie deberá cambiarse el apellido o su identidad para ser parte del Servicio Exterior ecuatoriano”, aseveró el Canciller Ricardo Patiño, quien a su vez informó que los nuevos 70 diplomáticos iniciarán estudios de especialización a través de una Maestría en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN).

Saludos desde Ecuador.

Los goviernos de los paises de Centro y Sur de America y Caribe, dicen proteger a los indigenas y las encuestas dicen lo contrario Capitaneados por politicas del Imperio Español no apoyan sus lenguas de origen, mas bien es costumbre ya despreciar la lengua que su Abuelita les enseño, y esto se lo devemos al Genocidio ejercido por España, que no termina en cuanto los Goviernos no tomen con seriedad el promover la enseñanza obligatoria de sus lengua de origen y respetarlas. Pues podemos ser mas cultos si hablamos dos lenguas y la nuestra es buena . Quechua ,Aimara, Gallego Vasco, Catalan Etc .

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Sobre el blog

Novedades, tendencias y debates sobre el devenir de la economía y el desarrollo de Latinoamérica y los latinoamericanos.

Sobre el autor

Alejandro Rebossio es periodista. Su especialidad es la economía y trabaja en la corresponsalía de El País en Buenos Aires. Coautor del libro Estoy verde. Dólar, una pasión argentina (Aguilar) y Vaca Muerta (Planeta) junto con Alejandro Bercovich.

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