El comercio justo busca seducir a los latinoamericanos

Por: | 12 de mayo de 2012

El comercio justo, el movimiento para que se retribuya de forma adecuada al productor, enfrenta en Latinoamérica una realidad ambigua. Por un lado, caen las ventas de artesanías porque los países ricos, que constituyen su principal mercado, atraviesan crisis y los consumidores tienden a ahorrar y a gastar lo necesario. Por el otro, la conciencia por los diversos valores que promueve el comercio justo crece y por eso aumentan las ventas de alimentos, es decir, lo básico en el mundo desarrollado y además comienzan a sensibilizarse los consumidores latinoamericanos. Es decir, hoy, día mundial del comercio justo, los productores tienen motivos para festejar, pese a que su camino parece cuesta arriba. Así lo expone en una entrevista telefónica desde Asunción la presidenta del capítulo regional de la Asociación Internacional de Comercio Justo (WFTO, según sus siglas en inglés), Gabriela Frers, que además dirige la asociación civil paraguaya Estación A.

 

Pregunta. ¿Cómo está el comercio justo en Latinoamérica?

Respuesta. El comercio justo se mantiene y se fortalece a pesar de la crisis mundial, porque aún hay repercusiones negativas de la crisis de 2008 y 2009. Se siente la crisis en la producción artesanal, pero hay crecimiento en las ventas de alimentos.

P. ¿Por qué cae la venta de artesanías?

R. Porque la artesanía no es un elemento de primera necesidad. La alimentación, sí. La gente elige productos de mayor necesidad, antes que regalos. Se da ese fenómeno y por eso nosotros buscamos nuevas estrategias. Nos ponemos más exigencias de calidad. También hay nuevas campañas para promover la identidad cultural de los productos. Siempre un producto tiene identidad, pero a veces no se la trasmite. También debemos mejorar en calidad e innovación. A veces se confunde identidad con productos que no pueden cambiar, pero a veces se innova con la técnica de cada pueblo.

P. Usted se refiere a la crisis mundial, pero en realidad son los países desarrollados los que aún están en problemas. ¿El comercio justo latinoamericano sigue dependiendo mucho de sus exportaciones al Norte?

R. Una de las estrategias que queremos desarrollar es el comercio Sur-Sur y los mercados locales. El Sur-Sur tiene problemas aduaneros, mismo en el Mercosur no es fácil comerciar. Por eso apostamos más al mercado local. En este sentido vemos una mejoría porque hay más interés de los gobiernos. Por ejemplo, ayer en Bolivia, el Gobierno y las organizaciones de comercio justo organizaron un encuentro. En Brasil hay un sistema nacional de comercio justo desde hace dos años. Allí, los movimientos de economía solidaria y los de comercio justo están trabajando juntos.

P. ¿En qué consiste el sistema brasileño de comercio justo?

R. Allí se define cómo implementar el comercio justo a nivel nacional, los principios, los estándares, con las características del país. Es una iniciativa del Gobierno con la participación de la sociedad civil. También hay apoyo desde políticas públicas para la economía solidaria y el comercio justo. Nuestros emprendimientos tienen características distintas que las empresas. Es diferente la distribución de las ganancias y se da prioridad a las personas y el medio ambiente, antes que la renta monetaria. En Ecuador también hay apoyo estatal con créditos y subsidios.

P. ¿Por qué suben las ventas de alimentos?

R. Suben porque crece la conciencia de elegir mejor dónde invertir el dinero. Hay muchas campañas de concienciación, sobre todo en los países del Norte. La gente dice: “Quiero ayudar con el comercio justo, voy a ahorrar en artesanía, pero como”.

 

P. ¿Y Latinoamérica no consume más ahora que lleva casi una década de crecimiento?

R. Es que en Europa llevan 50 años de campañas. Acá éramos solo proveedores y en los últimos años empezamos a consumir. Donde no se difunde mucho se consume menos. En Paraguay, por ejemplo, estamos lejos todavía de una buena difusión del concepto.

P. ¿Cuáles son los alimentos que vende Latinoamérica con certificación de comercio justo?

R. Los tradicionales son el café, el azúcar y el cacao. Por ejemplo, en Paraguay es el azúcar.

P. A veces se denuncia a multinacionales que abusan de esos certificados de comercio justo, pero en realidad no cumplen con los criterios.

R. Sí, hay empresas que certifican un producto, pero tienen 100 y quieren limpiar su nombre con uno solo. Así confunden al consumidor. No es correcto. No es justo. Pero no hay mucho acuerdo en nuestras organizaciones sobre qué es lo más adecuado: si se debe permitir que una empresa certifique solo un producto. Algunos dicen que ésta es una manera de concienciar a cierta gente. Otros dicen que no es correcto dar el sello de comercio justo si una empresa tiene un 90% de comercio injusto. Usan el comercio justo para hacer marketing. Hubo un caso de Nestlé que generó mucha controversia porque había certificado un producto con comercio justo y el resto, no. La WFTO está desarrollando ahora un sello que certifica que toda una organización está dentro del comercio justo, todos sus productos.

P. ¿Cuántos productores participan del comercio justo en Latinoamérica?

R. La WFTO está en 14 países, con 52 organizaciones. En nuestra organización hay 60.000 personas aproximadamente. Pero también hay otras redes de comercio justo.

R. ¿Tiene motivos para festejar hoy?

P. Sí, que sigue creciendo, que hay personas que encuentran en el comercio justo respuesta a sus necesidades, que hay más conciencia de los compradores, que se desarrollan más los mercados locales. Está habiendo más políticas públicas, pero tenemos que incidir más a nivel local e internacional.

 

P. A veces se ve que a los productos del comercio justo se les hace cuesta arriba prosperar en una economía latinoamericana atravesada por el capitalismo, la falsificación y el contrabando.

R. Hay contrabando, hay productos chinos que vienen y son mucho más baratos. Tenemos muchas dificultades, pero queremos pagar bien a los productores. Ésta es en sí una dificultad, pero de eso se trata el camino que elegimos. No me gusta decir que es una lucha sino un trabajo cotidiano, hay que estar muy convencido para dedicarse a esto. A veces decaemos, pero es parte del proceso.

P. Dado que no son más baratos, ¿apuntan a las clases altas o medias?

R. No siempre. Una ONG de Chile le vendía al Gobierno. El consumidor tiene que tener medianamente un poder adquisitivo, pero también es una cuestión de crear conciencia. Los mercados locales se alimentan con la gente de la comunidad que compra en la feria en lugar del supermercado. Es un cambio disponible para todos. Es una cuestión de darse cuenta. Podés elegir algo mejor, dar tu aporte a un mundo mejor. Además, la cuestión ambiental es otro de nuestros principios. En las acciones cotidianas se puede reciclar o reducir el consumo de agua, no importa la plata (el dinero) que tengas. 

Hay 4 Comentarios

Claro que la alimentación es el principal objetivo del gobierno mientras que lo reste sus precio puesto bolsillos, vaya tela!, donde vamos amigos latinos donde vamos...

Supongo que ya habreis visto esto. Yo lo encontré el otro día por la red y precisamente hoy lo comenté con un compañero que también había dado con ello. ¿Qué es? podeis judgarlos vosotros mismo. Es un movimiento social...una reivindicación...un grupo de personas...no importa lo que sea exactamente lo realmente interesante es lo que les une. Para los que trabajamos en algo relacionado con la tecnología, esta gente ha venido a alumbrar nuestro camino, pues le han dado una nueva visión a todo este mundo. Bajo su lema "la emoción nos pertenece" muestran cómo la tecnología es capaz de emocionarnos. Yo he visto sus videos y la verdad, se me ponen los pelos de punta. Inlcuso en twitter, ya hay varios personajes famosos que hablan de ello. Os dejo la web y no dejeis de verla porque es realmente interesante!

http://www.nospertenece.com/

Coincido bastante con el comentarista anterior (alfFB).El "comercio justo" por cómo está implementado y accionan, es más una estrategia comercial con noble intención y argumento de base, pero de alcance irrisorio en su práctica.
Tiene más de idealismo utópico que de pragmatismo.

Una vez más hay que recordar que "comercio justo" es una etiqueta de marketing, que no tiene lógica económica vender más caro que los competidores y que en realidad la idea del comercio justo está al servicio de los que se dedican a él, al igual que el dinero gastado en ong's es dinero gastado en terapia ocupacional para los miembros de las ong's.

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Sobre el blog

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Sobre el autor

Alejandro Rebossio es periodista. Su especialidad es la economía y trabaja en la corresponsalía de El País en Buenos Aires. Coautor del libro Estoy verde. Dólar, una pasión argentina (Aguilar) y Vaca Muerta (Planeta) junto con Alejandro Bercovich.

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