Las latinoamericanas más jóvenes, con un desempleo demasiado alto

Por: | 23 de mayo de 2012

Es desilusionante que a un parado le cuenten que en su país el desempleo es bajo. Nada más frustrante que pensar que la culpa de la falta de trabajo pueda ser uno mismo. En los medios de comunicación las agencias de estadística anuncian que Latinoamérica tiene el menor paro en 21 años (6,8%), pero eso no significa que se haya alcanzado el pleno empleo (que en general se sitúa en el 4%). Muchos analistas no se resignan a aceptar que el desempleo haya bajado hasta un nivel estructural que ya no se puede reducir. Sería aceptar que ciertas personas no pueden trabajar.

 

El reto de muchos gobiernos latinoamericanos radica en cómo incorporar a esos parados al mundo laboral. Bajar el desempleo de los actuales niveles tal vez sea tan difícil que lo que ya se ha logrado en esta materia. Lo primero que hay que hacer es identificar en qué segmentos sociales el paro aún continúa siendo alto y para ello puede ser útil una herramienta que creó el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales de la Universidad de La Plata, Argentina. Se trata de gráficos interactivos que muestra la evolución del desempleo según las edades y los niveles educativos en los últimos diez años en siete países latinoamericanos. Allí están los datos desagregados más actualizados y sirven para identificar el colectivo más vulnerable de cada país.

En Argentina en 2010 el paro había caído al 7,4% (en la actualidad es del 7,1%). Sin embargo, entre las mujeres de 15 a 24 años con estudios secundarios completos o incompletos el desempleo llegaba al 25,1%.

En Brasil el desempleo había subido al 8,3% en 2009 (ahora está en el 6,2%). Entre las mujeres de 15 a 24 años con primaria completa o incompleta, el índice subía al 25,5%.

En Costa Rica el indicador general llegaba al 7,8% en 2009 (7,7% en 2011). El 33% de las mujeres de 15 a 24 años con estudios primarios completos o incompletos alcanzaba el 33%.

El desempleo de El Salvador era del 7% en 2010. En cambio, el 21,8% de las jóvenes de 15 a 24 años con el nivel medio completo o incompleto no hallaba trabajo.

 

En Paraguay el paro era del 5,7% en 2010. Por el contrario, las mujeres de 15 a 24 años con educación superior completa o incompleta sufrían un desempleo del 18,5%.

En Perú, ese mismo colectivo de jóvenes era el que más padecía la falta de trabajo: 12,6%, frente a un 3,6% del nivel general en 2010. En Uruguay, el desempleo del 6,8% de hace dos años (ahora es del 5,3%) contrastaba con el 29,9% de las mujeres de la misma edad con primaria completa o incompleta.

Queda claro entonces que las mujeres jóvenes constituyen un reto a la hora de diseñar políticas de empleo que reduzcan la inequidad.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) difundió el pasado lunes un informe sobre la situación mundial del empleo juvenil. Destacó que en Latinoamérica y otras regiones en desarrollo los jóvenes consiguieron más trabajo en 2011, a diferencia de lo que ocurre en el mundo rico. El paro juvenil latinoamericano bajó a 14,3% el año pasado, un nivel que aún es más alto que el previo a la crisis mundial de 2008/2009 y que, según la OIT, costará reducir dado que la región está creciendo menos.

Los jóvenes latinoamericanos encuentran dificultades para comenzar proyectos laborales propios. Solo 12,8% de ellos son emprendedores, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Uno de sus principales obstáculos radica en la falta de financiamiento, pero también sufren carencias en cuanto a formación, experiencia, habilidades, ahorro e información sobre vacantes de trabajo. Sin embargo, programas de apoyo a los emprendedores en Argentina y Perú han dado buenos frutos, según la OIT. En Latinoamérica varias iniciativas se han iniciado para resolver el problema de los jóvenes que no estudian ni trabajan.

 

Latinoamérica, el África subshariana, Oriente Medio y otras regiones de Asia sufren de una elevada proporción de jóvenes que solo pasaron por la escuela primaria. No obstante, en algunos países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y México son los de estudios secundarios los que más sufren el paro. 

Hay 6 Comentarios

Bueno haber una cosa, el echo de que los países latinos americanos tenga una taza tan baja en desempleo no quiere decir que estén bien, dado que veamos los suelto que ahora están teniendo y calculamos los de Europa ya veras los resultados. Vivir para Trabajar si caprichos.

sapo......bien podrias recorrer un poco el mundo, europa por ejemplo, y te daras cuenta que no todo en argentina es malo, si tenes memoria recordaras que hace unos añitos estabamos al borde de una guerra civil, que queres despues de 190 años de entregas, mentiras y manejados por los de afuera?, la memmoria en argentina se pierde muy pronto, hace 9 añitos...solo 9 añitos.....

Pues la verdad, las cifras obviamente son mucho mejores que las de España aunque no sepueda comparar la situacion. En America Latina todo va a depender del crecimiento que tenga cad pais y de si son capaces de incomporar el crecimiento a la formacion. esto si que lo hemos hecho mal en España. Aqui aunque vuelva el crecimiento el paro juvenil va para largo.

Me consta que este blog se nutre de las aportaciones de la OIT, la FAO y la CEPAL entre otros organismos. Dejo para el autor este enlace, quizás le sorprenda conocer los puntos que mantienen a estos organismos lejos de la realidad http://milnochesenvela.carcheky.com/que-falla-en-las-naciones-unidas/

Sapo: estoy de acuerdo con la descripción que haces. Yo voy todas las semanas al Gran Buenos Aires profundo, así que conozco bien y veo que mucha gente está en la pobreza, aunque tenga algún trabajo informal (changa) o esté en el plan de cooperativas de Gobierno.

Alejandro: Esas estadísticas a mí me resultan tan mentirosas como las del INDEC oficial de Argentina. En mi caso, podría tener empleo, si me sometiera a la explotación pésimamente remunerada (como lo hace una gran mayoría de la población) o renunciara a principios morales y convicciones éticas para asumir las actitudes mentirosas y abusivas de los explotadores y advenedizos a ciertas facciones de poder.
Pero sostengo la dignidad y prefiero morir de pie, como los árboles, antes que mancillar la ética y convicciones para malvivir con la consciencia recriminándome lo bajo que he caído y dando lugar a que parezcan ciertas esas estadísticas que publicás. Ya que incluyen como "con trabajo" a los que ya no buscan más; a los que están "en negro" y a los que dependen de planes de asistencia social (o son "ñoquis") y parasitan la vida con la dádiva "eterna" del Estado.
¡Así es fácil dar argumentos a los políticos y empresarios que quieren pintar como "bonita" a una realidad espantosa!
Recorré al Gran Buenos Aires preguntando a la gente cuál es su realidad. Te enterarás que la inmensa mayoría MALVIVE con poquísimo y del "rebusque", rezando por no empeorar aún más y alienada por tratar de llegar a fin de mes sin que las cuentas impagas les atosiguen.
Preguntá en los comecios de computación cuánto les han bajado las ventas en renovación de equipos y te darás cuenta cómo la gente ya no sabe más por dónde recortar gastos.
Observá los estados de las viviendas, que ya las fachadas o frentes delatan el ABANDONO terrible que hay, que demasiadas se caen a pedazos de viejas sin siquiera mantenimiento básico y donde con frecuencia se hacinan familias enteras por no poder adquirir casa propia ni alquilar algo.
Observá el estado de mantenimiento de calles secundarias (y muchas principales o avenidas); más los mantenimientos que corresponden a municipios y servicios públicos, y RECIÉN ENTONCES atrevete a publicar que la desocupación no supera un dígito.
SE LA RESPIRA por todas partes si te movés por las afueras con la mente abierta.

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Sobre el blog

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Sobre el autor

Alejandro Rebossio es periodista. Su especialidad es la economía y trabaja en la corresponsalía de El País en Buenos Aires. Coautor del libro Estoy verde. Dólar, una pasión argentina (Aguilar) y Vaca Muerta (Planeta) junto con Alejandro Bercovich.

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