El final de 21 años de 'guerra del plátano'

Por: | 12 de noviembre de 2012

Uno de los conflictos comerciales más largos desde la Segunda Guerra Mundial acabó el pasado jueves. La Unión Europea, que concentra el 47% de las importaciones mundial de plátano, selló un acuerdo para acabar con la disputa que mantenía con 11 países latinoamericanos, que se quejaban porque los aranceles de la UE los discriminaban en beneficio de excolonias europeas en África, el Caribe y el Pacífico (ACP), y sobre todo de los propios productores, como los de Canarias. El 19% de las exportaciones mundiales de banana proviene de Ecuador; el 8%, de Costa Rica; el 7%, de Colombia; el 4%, de Guatemala; el 2%, de Honduras y el 1%, de Panamá. También México, Perú y Brasil son importantes proveedores. Estos nueve países más Nicaragua y Venezuela se enzarzaron en ocho pleitos contra la UE en la Organización Mundial de Comercio (OMC). Estas disputas se han extendido durante 21 años y se zanjaron con la promesa de Bruselas de reducir el arancel de los actuales 136 euros por tonelada a 114 en 2017.

 

Durante las últimas dos décadas, la producción bananera de Latinoamérica salió perjudicada por las restricciones en su ingreso a la UE. La llamada guerra del plátano había comenzado en 1991, cuando Costa Rica expresó ante el sistema antecesor de la OMC, el Acuerdo General de Comercio y Aranceles (GATT, según sus siglas en inglés), que el proyectado régimen de importaciones de bananos de la UE discriminaba a los países centroamericanos. Colombia, Honduras, Perú, Venezuela y México compartieron su reclamación. En 1992, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua y Venezuela pidieron consultas con la UE. Al año siguiente Bruselas puso en vigencia su régimen y aquellos cinco países latinoamericanos advirtieron de que violaba el arancel máximo del 20% que Europa había aceptado en el GATT en 1961.

En 1993 y 1994 se crearon dos panales en el GATT para resolver la disputa. Ambos condenaron lo que consideraban discriminatorio para las bananas latinoamericanas. En 1996, disconformes con la forma que en la UE había pretendido implementar cambios a su régimen de importaciones, Ecuador, Guatemala, Honduras, México y EE UU (no es un fuerte exportador, pero sus empresas dominan en varios países latinoamericanos) presentaron una nueva queja ante la naciente OMC. Al año siguiente, el organismo regulador del comercio mundial opinó que las restricciones europeas eran inconsistentes con sus reglas. Rechazó las cuotas que favorecían a los países de África, el Caribe y el Pacífico y el hecho de que los importadores de plátano latinoamericano estuviesen obligados a comprar también el europeo y el de esos orígenes.

En 1999, la UE creó un Nuevo régimen, pero otra vez la OMC lo tachó de incompatible con sus normas. EE UU logró una autorización del órgano rector del comercio para imponerle sanciones a los productos de la UE en su mercado por un valor de 191,4 millones de dólares anuales. En 2000, Ecuador consiguió también aplicarle multas por 201,6 millones. Al año siguiente, la UE se comprometió con EE UU y Ecuador a eliminar su sistema de cuotas para la importación y unificar el arancel para todos los orígenes, excepto los bananos africanos, caribeños y del Pacífico, que aún gozarían de un tratamiento preferencial.

En 2005, Bruselas terminó de negociar con todos los países el nuevo régimen. El arancel bajaría a 230 euros la tonelada. Pero Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Venezuela no lo aceptaron y pidieron otra vez la intervención de la OMC. Este organismo con sede en Ginebra determinó que los 230 euros no aseguraban que los proveedores latinoamericanos mantuviesen su acceso al mercado comunitario. La UE propuso entonces una tarifa de 187 euros y una cuota de 775.000 toneladas para los países ACP, y fue esa vez la que pidió la intervención de la OMC. Este organismo volvió a rechazar la propuesta de Bruselas, que optó por aplicar un arancel de 176.

Honduras, Panamá y Nicaragua pidieron consultas particulares con la UE en 2005. Ecuador hizo lo propio en 2006. También iniciaron demandas Colombia, Panamá y EE UU. En los paneles solicitados por Quito y Washington, la OMC volvió a fallar contra la UE en 2008. Por petición de Bogotá y Panamá, el director general del organismo, Pascal Lamy, medió en la disputa y finalmente en 2009 se llegó a un acuerdo entre la UE y diez países latinoamericanos (Perú no firmó porque no se encontraba en ese momento involucrado directamente en las disputas). Después de que fuera ratificado por los parlamentos de todos los países en conflicto y que se cumplieran los procesos burocráticos correspondientes, después de 21 años, ya no hay más guerra del plátano. Más del 70% de los bananos vendidos en Europa proceden de América Latina (especialmente de Ecuador, Colombia, Costa Rica y Panamá), mientras que el 20% procede de los países ACP y el resto, de la propia UE. No será tampoco la última disputa sobre lo que los países latinoamericanos considera el proteccionismo agrícola europeo.

 

Para terminar, les dejo un enlace de otra disputa que comienza en la OMC, pero entre países latinoamericanos, es más, entre dos de Mercosur. Se trata de la queja de Paraguay contra las restricciones generalizadas de Argentina contra la importación.

Hay 2 Comentarios

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Sobre el blog

Novedades, tendencias y debates sobre el devenir de la economía y el desarrollo de Latinoamérica y los latinoamericanos.

Sobre el autor

Alejandro Rebossio es periodista. Su especialidad es la economía y trabaja en la corresponsalía de El País en Buenos Aires. Coautor del libro Estoy verde. Dólar, una pasión argentina (Aguilar) y Vaca Muerta (Planeta) junto con Alejandro Bercovich.

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