El fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha dejado un legado económico indudable en su país y en toda Latinoamérica. Su socialismo del siglo XXI, sus nacionalizaciones, su diplomacia petrolera cambiaron la estructura económica de Venezuela y también dieron ejemplo a otros países de la región. Seguramente habrá que quienes lo tachen de populista o de haber dejado la economía venezolana aún dependiente del petróleo en estos años de altos precios del crudo, con alta inflación y una moneda devaluada, mientras que otros reivindicarán el crecimiento económico o la herencia social, el hecho de haber mejorado la calidad de vida de muchos que malvivían en la pobreza desde hace décadas, o sus proyectos en favor de la integración, la solidaridad y la autonomía de América Latina.