Puede que los precios de las materias primas estén bajando un poco, pero permanecen en niveles históricamente altos, sobre todos los minerales e hidrocarburos, más que los alimentos. Son tiempos en los que las riquezas naturales escasean en un mundo que consume más, con los consiguientes impactos en el medio ambiente. En ese contexto, América Latina aparece como fuente y reserva de esos productos básicos que todos codician. No es extraño que empresas de EE UU y Europa inviertan por aquí, pero en este siglo se han sumado las de China y, en menor medida, las de Oriente Próximo. ¿Pero exactamente cuáles son las joyas naturales latinoamericanas? Un informe que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó esta semana y que lleva el título de Recursos naturales en UNASUR: situación y tendencias para una agenda de desarrollo regional pretende mensurarlas.