"Como modelo, me atrae la cuenca del Pacífico"

Por: | 01 de agosto de 2013

El próximo día 11 se pondrá a prueba la popularidad del kirchnerismo en Argentina. Se celebran elecciones legislativas primarias obligatorias. Todos los ciudadanos deberán votar por una lista de precandidatos diputados y en un tercio de los 24 distritos también se elegirán precandidatos a senadores. Después de la reelección de la presidenta de Argentina, la peronista Cristina Fernández de Kirchner, con el 54% de los votos en 2011, resultará interesante ver cómo le va a la fuerza política, el Frente para la Victoria, y cómo se perfilan figuras en la dividida oposición. En octubre próximo se celebrarán los comicios legislativos generales y en 2015, los presidenciales.

 

En este blog emprenderemos una serie de entrevistas con los varios economistas que se presentan como candidatos en algunos de los distritos más importantes. Para empezar, comencemos con uno de los integrantes de la lista de candidatos a diputados por Buenos Aires de la conservadora Propuesta Republicana (PRO), el partido del alcalde porteño y aspirante a la presidencia en 2015, Mauricio Macri. Aquí la entrevista con Federico Sturzenegger, actual presidente del estatal Banco Ciudad de Buenos Aires y que fuera integrante del equipo económico que ahondó la crisis económica de Argentina en 2001, en el Gobierno del radical Fernando de la Rúa. Sturzenegger, de 47 años, es doctor en Economía por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y dio clases en las universidades de California en Los Ángeles y Harvard. La lista de PRO es encabezada por el rabino y concejal Sergio Bergman.

Pregunta. ¿Cómo está la economía argentina? Hay quienes hablan de crisis, pero la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo que en mayo creció 7,8% y en los primeros cinco meses del año, el 4,9%.

Respuesta. Argentina está en una situación de estancamiento innecesario. En el primer trimestre, de cuando son los últimos datos disponibles, estuvimos en el mismo nivel de actividad que hace dos años, que es cuando Cristina asumió su segundo gobierno. Los números oficiales no se pueden creer. Por ejemplo, el año pasado la presidenta habló de un crecimiento del 1,9%. Pero un promedio de los estadísticos no oficiales da que el crecimiento fue 0,3%. Es decir, Argentina no creció el año pasado. Y en el primer trimestre de este año el Gobierno reportó un crecimiento del 3%, pero el verdadero es 0,5%. Entonces Argentina está en un estancamiento económico sostenido por exportaciones débiles por el atraso (apreciación) cambiario, consumo débil por el impuesto inflacionario e inversión débil por la inseguridad jurídica que existe. Ésa es la situación en la cual Argentina va a llegar a las elecciones.

Vino

P. ¿Qué debería cambiar para retomar la senda de alto crecimiento que usted mismo en su nuevo libro Yo no me quiero ir admite que se vivió durante los primeros años del kirchnerismo?

R. El crecimiento alto es una potencialidad que siempre está ahí. Tenemos dos factores estructurales de crecimiento económico que son: el nivel de inversión y el de educación, la capacitación de la gente. Hay que recrear el clima para que en Argentina se quiera venir a invertir, tanto los argentinos como los extranjeros. Hay mucha potencialidad. Y a nivel estructural creo que hay que ver qué está pasando con el sistema educativo, que en este momento es la gran falencia argentina respecto a otras regiones. La falta de inversión quizá se puede ver dónde sí yo creo que hay una crisis puntual, que es en el sector energético.

P. ¿No ve nada que vaya bien en la economía argentina?

R. El potencial argentino siempre está ahí. Está (el yacimiento de hidrocarburos no convencionales) Vaca Muerta, el potencial minero, un sector agrícola muy dinámico. En términos de políticas económicas, lo único que vemos son dislates.

P. Pero usted fue secretario de Política Económica en 2001, bajo las órdenes de un ministro de Economía como Domingo Cavallo, protagonista de la política económica que no pudo resolver e incluso ahondó la brutal crisis de entonces de Argentina, con recetas parecidas a la que ahora está adoptándose en España. ¿Cómo es posible que a un político que estuvo en el gobierno en aquella época no se lo haga responsable y ahora se presente en una lista de candidatos a diputados que marcha primera en las encuestas en Buenos Aires?

R. Porque uno lo que pone es su mejor capacidad para resolver un problema y a veces la experiencia es también un momento de aprendizaje. De cualquier manera hay que hablar de la condición particular que vivía Argentina en ese momento, en términos de precios de sus productos de exportación. Era una situación diametralmente diferente a la actual. Hay momentos en que la situación de restricción externa (falta de divisas) es muy fuerte y, por más que haya un muy buen equipo, es muy difícil transitar ese camino. Eso es un condicionante absolutamente insoslayable. Ahora también hay un aprendizaje. Creo que Argentina aprendió que los fenómenos de atraso cambiario muy pronunciados son malos para el empleo, que es el tema fundamental de lo que está viviendo España en este momento. Uno trae esa experiencia y le pide al Gobierno (de Fernández) que no repita los mismos errores. Argentina desde hace dos años que no crea empleos y está equivocadamente tratando de bajar la inflación mientras aumenta la emisión monetaria atrasando el tipo de cambio. Es la repetición de algo que fracasó en otro momento. Uno trae la experiencia vivida en ese momento para hacer un aporte.

 

P. A partir de la experiencia suya de ajustes fiscales en 2001 y teniendo en cuenta lo que están haciendo España, Grecia o Portugal, ¿cree que los ajustes son la solución?

R. Hay restricciones presupuestarias que uno tiene que… Si uno tiene precios relativos que están fuera de línea es muy difícil. Creo que España avanza hacia un largo periodo de dificultades económicas porque va a tener que hacer la recomposición de sus precios relativos a través de una deflación. Y la experiencia argentina demuestra que eso es difícil. España tiene el mismo dilema que teníamos en Argentina en 2001: tiene todo un aparato institucional basado en eso. Como no era gratuito a Argentina salir de la convertibilidad (cada peso era convertible en un dólar), no es gratuito para Europa salir del euro. En España, con su nivel de integración de los mercados de capitales, se entiende por qué el Gobierno hace una apuesta por hacer el acomodamiento de los precios relativos sin salirse de ese andamiaje institucional. España tiene mucho en juego: tiene toda su integración en el mercado de capitales con Europa. En Argentina es otra historia porque en este momento se trata de bajar la inflación, que es el impuesto más recesivo que tiene. Al hacer una bajada de este impuesto, no solo no sería recesivo sino que sería expansivo, como lo demuestra la experiencia.

P. Pero a pesar de la inflación superior al 20%, en 2011 el 54% reeligió a Fernández, así que la inflación tanto no le impactaba al bolsillo del votante porque aumentaban más las nóminas, las pensiones, las ayudas sociales.

R. Pero en 2010 y 2011 el Gobierno no tenía el control del Congreso, los niveles de incertidumbre en la economía eran muchísimo más bajos, el proceso de inversión estaba muchísimo más sólido y la economía estaba en un crecimiento genuino. Es una situación diametralmente diferente a la de un Gobierno que, después de tomar el control de las dos cámaras (del Congreso en diciembre de 2011), ha empezado a aumentar la incertidumbre e imprevisibilidad a un nivel tal que la economía se estancó totalmente. Es incomparable la situación de 2011 con la de este momento.

Consumo

P. Pero una consultora de un economista que no es para nada kirchnerista, como Orlando Ferreres, calcula que el PIB creció el 2,8% en el primer semestre…

R. Los datos del Gobierno sobre el segundo trimestre se van a conocer en septiembre.

P. Y si uno toma el primer trimestre se encuentra con que Brasil y México crecieron menos del 1%, con políticas económicas distintas de las de Argentina. ¿No será un problema más regional que argentino?

R. Al nivel regional, le comentaría que uno tiene toda una cuenca del Pacífico, que incluye primordialmente a Colombia, Perú y Chile, que tienen una estrategia de integración al mundo, con políticas macroeconómicas muy razonables y que son objeto en este momento de mucha efervescencia y mucho optimismo. Resulta particularmente atractivo como modelo lo que está haciendo la cuenca del Pacífico.

P. ¿Pero no dependen demasiado de los altos precios de las materias primas? Si llegan a caer, también van a tener problemas.

R. Perú ha logrado una diversificación a partir de su tratado de libre comercio con EE UU. Por supuesto que la minería sigue siendo un factor muy importante, pero ha logrado una diversificación muy importante en sus exportaciones, de su sector agropecuario, el energético, el de manufacturas livianas. Me parece que son economías bien encaminadas en sus políticas económicas.

 

P. ¿Y de México y Brasil qué me dice?

R. Brasil ha tenido una política monetaria que allí mismo recoge muchas críticas. Hay un deterioro bastante pronunciado de la situación fiscal y un aumento de las tasas de interés que explican lo que sucede, pero en una economía que, desde el punto de vista estratégico, también está bastante bien encaminada, que ha apuntado a una integración genuina con el resto del mundo.

P. ¿De México tiene una opinión?

R. No, no mucho. Tengo una visión más estructural. Los últimos 20 años han sido muy difíciles para México porque ellos compiten con productos chinos. Ellos son una económica típica de mano de obra barata que se vio obligada a competir con China en el mercado norteamericano. En la medida en que los salarios en China van subiendo, eso va mejorando la posición competitiva de México. México es una economía que en términos de la producción automotriz tiene uno de los costos de producción más bajos del mundo. Si eso se lograra complementar con desregulaciones importantes en sectores que han sido cuellos de botella, como el energético, las perspectivas para México serían muy interesantes. Ha transitado el periodo más difícil: el de la competencia con la economía china.

Hay 8 Comentarios

Hay que tener cuidado con los que llevaron a Argentina al desastre del 2001 con sus políticas de aperturas y desguarnecimiento del trabajo nacional.. no se puede competir con los chinos y con los alemanes sin poner restricciones tarifarias al ingreso de productos de esos paises.. porque es una competencia desleal, en el caso chino bajiimos salarios y en el alemán , gran tecnologia. si queremos crecer debemos apoyar la investigación , la educación, la ciencia y la única manera es con apoyo estatal hasta que despeguen.
Estos economistas nos entregan a las fauces de los grandes.. a traves de la apertura y el ajuste
No fue la empresa privada la que descubrió América , ni la que llegó a la luna.. eso se hace con apoyo estatal

El Premio nobel de Economía 2001 Joseph Stiglitz, aconsejó reestructuraciones de deuda en EEUU y Europa (citó como ejemplo a la Argentina)

Joseph Stiglitz recomendó tomar nuevas medidas, porque "lamentablemente, las decisiones del nuevo año adoptadas en Europa y en los Estados Unidos fueron erróneas".
El premio Nobel de Economía 2001 Joseph Stiglitz calificó al crecimiento de la Argentina desde 2003 como "extraordinariamente rápido" y recomendó "dejar de prestar atención a los magos financieros que piden austeridad" en el gasto público.

En un editorial sobre la economía mundial publicada por un periódico francés, el economista estadounidense dedica unos párrafos a la recuperación de Argentina. El título de la nota firmada es "Contra toda esperanza, la esperanza del nuevo año".

Al referirse a la deuda soberana de las naciones, Stiglitz menciona a la Argentina y dice que "como sabemos por experiencia, no se acaba la vida después de la reestructuración de la deuda. Nadie desearía a cualquier otro país el trauma por el que pasó la Argentina en 1999-2002, pero este país también padeció en los años anteriores a la crisis -años de rescates por parte del FMI y de austeridad- a consecuencia de un enorme desempleo y tasas de pobreza y crecimiento bajo o negativo".

El economista neokeynesiano describe que "desde la reestructuración de la deuda y la devaluación de su divisa, la Argentina ha tenido años de crecimiento del PIB extraordinariamente rápido, de casi el 9 por ciento por término medio de 2003 a 2007".

En otro pasaje agregó que "en 2009, la renta nacional era el doble que en el peor momento de la crisis, en 2002, y más del 75 por ciento más que en el momento mejor del período anterior a la crisis".

El fundador del think tank Iniciativa para el Diálogo Político dijo que "la tasa de pobreza de la Argentina se ha reducido en unas tres cuartas partes en relación con el momento peor de su crisis y este país capeó la crisis financiera mundial mucho mejor que los EE.UU.".

En ese sentido, mencionó que "el desempleo es elevado, pero, aun así, no supera el 8 por ciento. Sólo podríamos conjeturar lo que habría ocurrido si no hubiera aplazado el día del juicio final durante tanto tiempo... o si hubiese intentado retrasarlo aún más".

Desde el punto de vista de la economía global, para Stiglitz, "lamentablemente, las decisiones del nuevo año adoptadas en Europa y en los Estados Unidos fueron erróneas", y estimó que "la consecuencia será, casi con toda seguridad, una recuperación más lenta e incluso una mayor demora antes de que el desempleo baje hasta niveles aceptables".

El profesor de la Universidad de Columbia consideró que "la reestructuración de la deuda -amortizar las deudas de los propietarios de viviendas y, en algunos casos, las de los gobiernos- será fundamental. Tarde o temprano, se hará, pero el retraso resulta muy costoso... y en gran medida innecesario".

En el final de la nota, confiesa que su "esperanza para el nuevo año": "Dejar de prestar atención a los supuestos magos financieros que nos metieron en este embrollo -y que ahora piden austeridad y una reestructuración retardada- y empecemos a usar un poco el sentido común. Si tiene que haber sufrimiento, el mayor deben arrostrarlo los responsables de la crisis y quienes más se beneficiaron de la burbuja que la precedió".

Queridos hermanos Españoles, este es el rostro del diablo, no se como puede sentarse a cenar con su familia, después
ser participe del mega-plan para asesinarnos, sacándonos la esperanza, alegría, el trabajo, y el dinero. ruego a Dios que ustedes se den cuenta a tiempo, y no pasen por lo mismo, aun están a tiempo. NO A LA RECETA del FMI, no pidan mas plata, se pude salir, nosotros, somos el ejemplo, no se callen, ganen la calle, no los dejen tranquilos a los "poliquitos" de cuarta.

Juan, ese discurso atrasa 50 años, es el decálogo liberal rancio de José Alfredo Martínez de Hoz inspirado en las teorías de Adam Smith y adaptado (distorsionado) para latinoamérica por los Chicago Boys e implantado a sangre y fuego por el Gran País del Norte.


El lobby para los "inversionistas" que mencionás dejó en Argentina un tendal de miseria, ignorancia, promiscuidad, dolor, precariedad laboral y desocupación en la mayoría de la población, mientras que unos pocos (muy pocos) se enriquecieron a su costa. Es mentira que el libre mercado crea trabajo y riqueza por sí mismo, en todos casos, sí, lo crea, pero cuando el Estado controla la voracidad inmoral y desmedida de la gente como este señor.
Mencionás a China en donde el estado controla hasta el color de ropa que deben usar los ciudadanos, es obvio que de economía social no estás bien informado...

Me parece razonable lo que dice este señor. El libre mercado crea trabajo y riqueza. Asi se ve en Brasil, Rusia, India, China, etc. La alternativa es el estatismo en la economia, pero el Estado no tiene recursos para invertir, por lo que no es viable. Además, el asistencialismo estatal, la entrega de beneficios sociales, muchas veces se obtiene en base a endeudamiento, lo que es pan para hoy y hambre para mañana. En otros casos se expropia empresas para obtener recursos, lo que no es mas que un despojo a los inversionistas.

Gallegos: este tipo sturzenegger es tan imbecil como rajoy, si es que eso les dice algo.

Este señor propone las mismas recetas que no dan resultado en Europa. Sus argumentos son : devaluación (para que se enriquezcan aún mas los sectores poderosos a los que el representa) el ajuste (como el de Europa) que en ningún caso solucionan nada, sino que generan crisis. Que el país se desindustrialice, es decir que viva de las materias primas y dependa del abastecimiento externo. Aca en Argentina, este tipo es un impresentable, ya nos quemamos con esas políticas en los 90, que lo único que traen, al ciudadano común, es desocupación y miseria. Sólo se favorecen los grupos económicos poderosos que le pagan a estos tipos para que intenten vender ese modelo que no funciona en ninguna parte del mundo.

Cuando le preguntaron en la tv a este señor dijo que habría que devaluar el peso de un 30 % a un 40 %.Luego, como respuesta, se le espetó en otro programa (¡de tv, cuándo no!): " me pareció irresponsable de su parte haber dicho que había que devaluar 40 %. Entonces el honesto Sturzenegger respondió: "yo no dije eso" -¿Fue una mentira entonces? Si, de telam...contestó cínicamente.


Este individuo , como de costumbre hablando desde un no-tiempo, un no-espacio. Hijo putativo de Martinez de Hoz y monstruo engendrado en el neoliberalismo de los '90 se desentiende del daño que produjo en la sociedad con sus políticas antipopulares. Fue la mano derecha (nunca mejor dicho) del patético D.F. Cavallo ¿Es necesario entrevistarlo, y aclarar cuáles son sus intenciones políticas?


"Me parece que el tipo de cambio tiene que volver a generar rentabilidad para que las empresas exportadoras puedan salir a contratar": o sea, la vieja y usada idea del derrame proveniente del neoliberalismo más feroz en el que las empresas son las que generan rentabilidad y a partir de ellas se benefician los trabajadores, nada más alejado de la realidad porque lo que se persigue -y se intenta ocultar- es incrementar la tasa de ganancia de las grandes corporaciones, para las cuales este sujeto trabaja.


No es casual que se entreviste en primerísimo orden a Sturzenegger, aparentando una mal disimulada "independencia" periodística, ¿Quién sigue después, Rebossio? ¿Redrado, Melconián, Broda, Prat Gay? Lo que sí sabemos es que con la misma "coherencia" informativa, en este blog jamás habrá una entrevista a, por ejemplo, Carlos Heller, o a Alfredo Zaiad...

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Sobre el blog

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Sobre el autor

Alejandro Rebossio es periodista. Su especialidad es la economía y trabaja en la corresponsalía de El País en Buenos Aires. Coautor del libro Estoy verde. Dólar, una pasión argentina (Aguilar) y Vaca Muerta (Planeta) junto con Alejandro Bercovich.

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