Andrés López, economista argentino de 51 años, ha sido consultado algunas veces por funcionarios de los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández. Sin embargo, él se mantiene crítico de lo que está ocurriendo en Argentina. Pero también lo es sobre lo que sucede en el resto de Latinoamérica, dada la dependencia de los altos precios de las materias primas. No obstante, destaca el incipiente sector de servicios modernos en la región. López dirige el Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Centro de Investigaciones para la Transformación (CENIT) y la Red de Investigaciones Económicas de Mercosur. Doctor por la UBA, fue consultor de diversos organismos internacionales, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo (BID) y la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo y Comercio (UNCTAD, según sus siglas en inglés).
Pregunta. ¿Cómo ve la coyuntura y la estructura de la economía latinoamericana?
Respuesta. Yo no soy macroeconomista, no estoy en el negocio de hacer pronósticos de crecimiento. Tengo una visión más estructural o vinculada más a la coyuntura internacional. Si uno mira los últimos años, el panorama mundial benefició a algunos países de América Latina y a otros no los benefició demasiado. Si pensamos que el gran cambio de los últimos diez años son los altos precios de los commodities (materias primas), eso es bueno para Argentina, Chile, Venezuela y es malo para…
P. Centroamérica.
R. Para Centroamérica. Depende de si comprás o vendés. Eso está asociado a China. Es bueno si querés vender soja. Es malo si querés hacer textiles. China es buena para vendedores de commodities y mala para compradores de commodities y para países que hacen industria basada en mano de obra intensiva, pero hoy en realidad China está compitiendo en todos los frentes industriales. Hay algunos países de Centroamérica que se beneficiaron por otra vía: por las remesas. Pero los commodities per se son buenos para Sudamérica y malos para Centroamérica. Sería bastante necio creer que el crecimiento de la región no se benefició con esto, pero a su vez esto trae algunos problemas, algunos ya se evidencian y otros pueden evidenciarse a futuro. Cada vez que alguien dice que China puede desacelerar el crecimiento, entramos en pánico. Dependemos de un factor externo sobre el cual no tenemos mucho control y si bien pareciera, todo el mundo destaca, la CEPAL lo hace, que muchos países latinoamericanos, no todos, aprendieron a hacer una mejor política macroeconómica, a constituir reservas y ser más prudente en lo fiscal, el hecho es que en los últimos años esas virtudes fueron desapareciendo en algunos países. Argentina es un caso claro. En Venezuela probablemente nunca estuvieron esas virtudes en los últimos años. Algunos países tienen una visión demasiado cortoplacista de cómo aprovechar el boom (auge).
P. ¿Se refiere a esos dos países o alguno más?
R. Quizás esos dos son casos más claros, pero no sé si en general puedo decir que América Latina construyó o tuvo una visión del boom de los commodities en un contexto de largo plazo. Probablemente esto se hizo más o menos, pero uno pensaría que si tengo esta bendición del cielo, voy a tener rentas extraordinarias, esas rentas no son permanentes, y lo sé porque algún día los precios van a bajar, y de hecho están bajando más rápido de lo que creíamos, y en todo caso sabemos que esos precios son volátiles. Aun cuando sean más altos estructuralmente en las próximas décadas que en el pasado, van a sufrir ciclos, eso es inevitable, pero acostumbrás a la sociedad a que tiene un nivel de riqueza que probablemente mañana se despierte y se encuentre con que no lo tiene. Eso tiene que ver con los niveles de consumo público y privado. A la vez uno dice que en Argentina, Venezuela y otros países de la región hay necesidades sociales urgentes y no se le puede decir a la gente: “Aguantáte a comer dentro de diez años porque ahora no te voy a dar plata (dinero) porque mañana el precio del petróleo va a ser más barato”. La tienen más fácil los noruegos, que pueden poner toda la plata en un fondo porque nadie está reclamando comida en Noruega. Hay una línea delgada entre lo que llamamos populismo en un sentido muy grueso y el hecho de que uno tiene un maná del cielo en países en los que hay problemas de pobreza y desigualdad muy serios. Claramente ha pasado que la mayoría de los países apreció sus monedas, no logró contener la apreciación, sea porque se apreciaron nominalmente, como en Brasil o Chile, o porque hubo mucha inflación, como en Argentina y Venezuela, y entonces eso complica la competitividad de otros sectores y perdés diversificación. No digo que la industria sea mejor que la soja, pero sin duda que una economía diversificada es mejor que una economía concentrada. Usando la metáfora del casino o del portafolio de acciones, uno apuesta a muchas cosas y no a una sola. La pérdida de diversificación es problemática. Probablemente las economías de nuestra región no están haciendo lo suficiente para compensar la pérdida de competitividad vía tipo de cambio con acciones en otros lados. Yo quisiera ver más guita puesta en innovación, capital humano, infraestructura, aprovechado que tenemos este boom. Nuestros países siguen clasificándose muy mal en esos índices. En capital humano tenemos mala calidad, según comparaciones internacionales. Hay deficiencias en ciertas áreas de conocimiento vinculado a tecnología. El gasto en investigación y desarrollo está muy atrás de Asia e incluso de países de Europa oriental. En infraestructura tenemos problemas severos en varios ámbitos, como transporte. Sin todo eso no vas a construir una base de competitividad sustentable.
P. ¿Qué temas está investigando de la economía latinoamericana?
R. Una de mis tareas es dirigir la Red de Investigaciones Económicas de Mercosur. Ahí estamos haciendo un trabajo desde hace un par de años sobre el boom de los recursos naturales y la economía latinoamericana, ventajas y problemas. También he venido trabajando en un área poco conocida y en la que veo que hay una oportunidad para las economías latinoamericanas, que las empresas ya están aprovechando, pero los países deberían hacer más para promoverlas, que son los servicios. Nuestra discusión tradicional en Latinoamérica es agro versus industria. Pero en los últimos 20 años los mercados mundiales más dinámicos tienen que ver con servicios intensivos en conocimiento: software, ingeniería, servicios educativos, de salud, audiovisuales. Es un mundo que está creciendo en magnitud, un mundo de empresas muy innovadoras, muchos países de América Latina están exportando mucho de eso, mucho uno lo puede ligar a servicios para el agro, la minería, el petróleo. Acá, en CENIT, con mi colega Daniela Ramos, venimos investigando desde hace tiempo el tema. Son oportunidades que no dependen de un boom cíclico sino de construir capacidades innovativas y de capital humano que habría que potenciar.
P. En los últimos años Latinoamérica la bonanza de materias primas ha derramado riqueza sobre el sector servicios de baja productividad, como la construcción y el comercio…
R. Sí, pero en algunos países este sector de servicios modernos ha crecido bastante. Argentina es un caso, Brasil también y Costa Rica, siendo un país pequeño, es muy potente en software. Colombia y Chile están empezando algo. Pero todo eso fue básicamente iniciativa privada, lo cual no está mal, pero falta más acompañamiento estatal.
P. ¿Pero por qué fue posible que esa iniciativa privada se desarrollara en esos países?
R. Porque las grandes empresas del mundo están buscando dónde descentralizar ciertas actividades que requieren talento y capital humano. En el mundo desarrollado ese capital humano es insuficiente y caro. Entonces América Latina tiene ventajas, pero si tuviera más capital humano y más capacidades para aprovechar estas oportunidades, habría algo para hacer. A mi juicio, el mundo de la industria tradicional, salvo en Brasil y quizá algo en Argentina y México, es muy difícil que en América Latina pueda prosperar demasiado. Asia es una competencia muy desafiante en eso. Acá, en cambio, nosotros tenemos algunas ventajas que tienen que ver con posición geográfica para proveer estos servicios, por una cuestión cultural, de husos horarios. Estamos bien posicionados y algunos países se han metido (al negocio), pero algunas políticas públicas atrasan en los países. Mucha gente sigue pensando en algunos gobiernos en la industria vieja, pero el mundo es totalmente distinto. La industria de la sustitución de importaciones no existe más en ninguna parte del planeta. Hay que empezar a aggiornar (actualizar) el pensamiento.
P. ¿Y sobre los recursos naturales qué conclusiones obtiene?
R. Creo que se están aprovechando de manera insuficiente las oportunidades que el mundo nos da. No estamos bien preparados para afrontar un cambio en la tendencia. Esto prende luces rojas a futuro, o por lo menos amarillas. Falta hacer un mejor uso de las rentas petroleras y de otros recursos primarios. Falta la generación de mecanismos que permitan estar preparados por si el ciclo de altos precios se revierte temporaria o definitivamente. En algunos casos este ciclo ha tenido un efecto negativo sobre las instituciones. Por ejemplo, en Venezuela. El boom de los recursos ha dado lugar a cierta configuración de políticas que no son pro desarrollo en el largo plazo. Gracias al boom, los Gobiernos tienen una tolerancia de la sociedad, pueden hacer cosas que no harían en un momento menos favorable de la economía. Quizá en algunos casos esta bonanza trajo un deterioro del contexto institucional, que puede ser negativo en el largo plazo. No es lo que ha ocurrido en la mayor parte de los casos. Lo que sí ha ocurrido en general fue que todavía hay mucho por hacer en términos de aprovechar nuestra riqueza natural y no siempre están los incentivos para hacerlo. Además hay un problemita del cual muchas veces los Gobiernos prefieren olvidarse y que es el medio ambiente. Hablamos de recursos naturales, de cosas que se pueden agotar…
P. Hay protestas ciudadanas por la deforestación, la minería a cielo abierto, la fractura hidráulica para explotar hidrocarburos no convencionales.
Hay 11 Comentarios
La verdad es que las grandes multinacionales extranjeras están acabando con nuestros recursos naturales y nadie hace nada porque a nadie de los que está en el poder le importa realmente lo único que quieren es llenar mas sus bolsillos.
Publicado por: Tiendas en China | 21/08/2013 23:59:09
Esta es una perspectiva muy positiva para latinoamerica, lo cual como latinoamercana me alegra. Esto pone de manifiesto una vez más la importancia de la educación y formación de los recursos humanos para vencer la ultima crisis economica mundial y vemos que las nuevas tecnologias van cambiando los centros de produccion tal como los habiamos conocido.
Publicado por: M. Pimentel | 18/08/2013 15:41:41
Yo tb concuerdo que sus articulos van mejorando. Esa tendencia de "vomitar" numeros sin interpretarlos con profundidad es aversiva. Prefiero leer su blog cuando entrevista a alguien.
Publicado por: Patty | 17/08/2013 21:00:18
Hay una mala consideracion en el analisis de las razones de tienen las grandes empresas del mundo para descentralizarse. Eso no esta ocurriendo en el caso de Argentina. Considerese solo que el PIB de Argentina equivale al PIB del area metropolitan de la Ciudad de Mexico; que el "estado de derecho" en Argentina esta "cuestionado" por los acontecimientos recientes, y que en cambio la gran crisis de Detroit, por ejemplo, se esta resolviendo con el auge de la industria automovilistica en Mexico. No se trata solo de capital humano y su costo.
Publicado por: Julio Martinez | 17/08/2013 20:52:51
armand, no se trata de una "imbecilidad" porteña, sino de la clásica avivada de los bonaerenses. El resto del país vive asqueda en ese sentido más o menos desde los tiempos rosistas. Imponen sus intereses sobre el resto de los argentinos. Lo que sucede en Bs. As. es lo que sucede "en el país". Ellos son " el país", el resto baila con el vals que tocan los porteños. Imponen sus candidatos, sus ídolos futbolisticos, sus gustos, y, por supuesto, también sus taras.
Publicado por: Ale | 17/08/2013 19:06:29
"No digo que la industria sea mejor que la soja, pero sin duda que una economía diversificada es mejor que una economía concentrada. La pérdida de diversificación es problemática." No le falta razón, la diferencia es, creo yo, que AL tiene sus propios tiempos, siglos de indiferencia mechada con feroces dictaduras no se borran en poco tiempo...
"Hay deficiencias en ciertas áreas de conocimiento vinculado a tecnología. El gasto en investigación y desarrollo está muy atrás de Asia e incluso de países de Europa oriental." En el caso concreto de Argentina, y si se toma el criterio regresivo anterior, recordemos, no hace tanto que Cavallo -voz oficialista del neoliberalismo más rampante- bregaba por desoir el reclamo de la comunidad científica, del saber y de la inteligencia en general (los mandaba a lavar los platos).
Con todas sus críticas admitamos que la visión de la gestión actual va en sentido diametralmente contraria a esa. Argentina invierte actualmente el 6,5 % en educación. El más alto de su historia. Asimismo hay una revalorización del rol de los investigadores del CONICET respecto de la políticas destructivas, en ese sentido, en la década pasada.
http://tecno.americaeconomia.com/noticias/argentina-finanzas-y-gobierno-lideran-inversion-en-tecnologia
Publicado por: Ale | 17/08/2013 17:08:30
Ojo porque uno de los servicios que más exportan en esos países es el sexo y, a veces, forzado http://xurl.es/nu51w
Publicado por: Lector | 17/08/2013 14:22:25
Decía, a la hora de hacer predicciones, los "consultores económicos porteños, hacen lo mismo qué los magos de circo o los brujos, consultan a su bola de cristal o a la borra de café. Así ocurre con todos ellos, algunos lo vienen haciendo desde hace más de medio siglo y nunca, jamás, han acertado una sola predicción. Su falta de ética es la norma. Extrapolan, sin justificación alguna, científica o no, la situación de Buenos Aires al resto de las provincias. Por ejemplo, lo qué dice éste tipo con respecto a las exportaciones de materias primas. A las empresas exportadoras porteñas les puede ir muy bien, pero a las del interior nunca les ocurrirá lo mismo, ya qué siempre se verán obligadas a sacar sus productos desde el puerto porteño, asumiendo costos absolutamente innecesarios. Esto ocurre, porque, los porteños, han eliminado el transporte por tren y resulta obligatorio usar su puerto, aunque se trate de exportar a países del Pacífico; o sea, al otro lado de la Cordilla de los Andes. Una imbecilidad típicamente porteña, de la cual, en el reto del país estamos asqueados. Como consecuencia de los delirios porteños de grandeza y de su estupidez, en muchas provincias, está creciendo la idea de qué, para salir adelante, deberemos sacarnos de encima a Buenos Aires y a los porteños. Así, las provincias de Mendoza, San Luís y Córdoba, ya tienen sus propios Cancilleres, o Ministros de Relaciones Exteriores, qué hacen negocios sin consultarles absolutamente nada a porteños o Cancillería de la Nación. En cuanto a la exportación de software, es ridículo pensar qué un país se podrá desarrollar exportando jueguitos de computadora para niños. Delirios, delirios y más delirios de los "adivinadores" profesionales
Publicado por: armand | 17/08/2013 14:06:42
Estos "consultores" económicos porteños son una fauna especial, no tienen un pelo de científicos y su profesión real, es ser "voceros oficialistas", de cualquier gobierno. ES decir, le dicen al gobierno de turno solo lo qué el gobierno quiere escuchar. Ostentan tilos rimbombantes de Dr. en Economía, pero, a la hora de hacer predicciones,
Publicado por: armand | 17/08/2013 13:37:49
De acuerdo con eduardo. Siempre leo los arts. de Rebossio por mi interés en LA, aunque soy español, y especialmente todo lo que se refiere a energía y recursos naturales. Aquí ha ayudado mucho también que 'el entrevistado', tiene ideas muy claras, y con las que yo coincido, dicho sea de paso. todosobreenergia.com
Publicado por: I.Maule | 17/08/2013 11:16:56
Sr. Rebossio, para sorpresa mía, que soy muy crítico, debo reconocer que sus artículos están mejorando; no lo digo por éste en especial, sino por los últimos que ha publicado. Desde mi perspectiva se debe a que usted es mucho mejor entrevistador que "opinador"... Como consejo, sé que a muchos articulistas les enseñan a escribir títulos llamativos (exagerados, sensasionalistas, polémicos). Pero el lector fiel prefiere los títulos al estilo clásico: que busquen resumir en una frase aquello que se trata... Como sea, espero seguir leyéndolo.
Publicado por: eduardo | 17/08/2013 4:45:57