Los hidrocarburos no convencionales pueden revolucionar el mundo. Pueden cambiar la geopolítica
mundial al reducir la dependencia de EE UU del crudo de Oriente Medio. También es una técnica la del fracking que viene acompañada de un debate sobre un impacto en el medio ambiente. Y en ese
contexto América Latina figura con tres países entre los diez con más recursos petroleros no convencionales (Argentina, México y Venezuela, en ese orden) y con otros tres entre los diez con más de gas no convencional (Argentina, México y Brasil). La pregunta es cómo y cuándo esa riqueza se materializará y qué impacto tendrá su extracción en el agua y los suelos. De estos temas se debatió
este viernes en Buenos Aires en la clausura de una cumbre latinoamericana de gas y petróleo de esquisto.