Bernardo Kliksberg es considerado uno de los padres de la gerencia social y la ética para el desarrollo. Argentino, doctor en ciencias económicas, contable, licenciaciado en administración de empresas y sociólogo por la Universidad de Buenos Aires (UBA), ha escrito el best-seller internacional Primero la gente, con el Nobel de economía indio Amartya Sen, entre otros 55 libros. Acaba de publicar Ética para empresarios, que lleva como subtítulo el siguiente: Por qué las empresas y los países ganan con la Responsabilidad Social Empresarial, la llamada RSE. Su visión de la economía es absolutamente distinta a la convencional, sus prioridades difieren de las de sus colegas: para él lo que importa analizar son el trabajo, la educación y la sanidad. Aquí presentaremos una extensa entrevista en dos capítulos, uno hoy y otro mañana. La conversación ocurrió en el Centro Nacional de RSE y Capital Social que él preside en la UBA, un día después de que en esta universidad participara de una conferencia organizada por el kirchnerismo sobre "Los desafíos de América Latina en el contexto de la crisis internacional", junto con el exministro de Economía argentino Aldo Ferrer y una candidata a senadora por el partido gubernamental, Paula Español. Pero Kliksberg, actual asesor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Nueva York, aclara que él no está con determinado gobierno sino que destaca a los que han conseguido mejoras sociales, sin dejar de reconocer que falta mucho por hacer.
Pregunta. ¿Qué fortalezas y debilidades observa en la economía latinoamericana?
Respuesta. Es muy útil tener por lo menos una mirada de mediano plazo. Se supone que soy el padre de la gerencia social, de la ética para el desarrollo, y estoy inmerso en la economía latinoamericana, asesorando a los países, muy implicado desde hace más de 30 años. América Latina tenía a inicios de los 90 el 42% de la población por debajo de la línea de pobreza. Ahora tiene el 29%. Evidentemente ésta es una diferencia muy importante. Pero la pobreza que hay es demasiada. Son 180 millones de pobres, de los cuales 79 millones están en pobreza extrema. Ha habido cambios muy significativos en la mayor parte de los países de América Latina, pero cualquier triunfalismo de cualquiera de los gobiernos que han hecho mayores reformas sociales no está justificado porque falta todavía mucho. Pero hace 20 años había 220 millones de pobres. Muchísima gente ahora tiene derecho a la vida y a una vida saludable. Lo ha escrito en 56 libros: la pobreza mata. Lo he demostrado empíricamente en diferentes oportunidades. En este momento muere un niño cada 15 segundos en el mundo porque no tiene agua potable y toma agua contaminada. De acuerdo con las últimas cifras de Unicef, son 10.000 niños por día por desnutrición y falta de agua potable. Y un millón de niños, según Save the Children, mueren el día en que nacieron porque la pobreza mata. América Latina tenía algunas de las peores cifras del planeta en términos de mortalidad infantil y materna, que son algunos de los indicadores Kliksberg. Cuando pienso la economía, incluyo todas las variables, como la inflación, los equilibrios financieros, etcétera, pero agrego algunas otras que la mirada usual no las incluye. Se supone que hemos fundado la ética para el desarrollo. Cuando miro a América Latina, no miro exclusivamente cuál era la tasa de inflación hace 20 años. Me interesa, es un fenómeno al que hay que darle mucha significación, pero me importa lo que pasa finalmente en términos de tres variables: qué está pasando con la gente en términos de salud, educación y empleo. América Latina ha tenido avances en los tres campos, no de manera homogénea, los avances del Sur no son iguales que la situación de México, donde hay una pobreza…
P. De como el 50%...
R. Oficialmente es el 50%. Y la mitad de esa pobreza es pobreza por debajo de la indigencia. Pero los avances de América Latina en salud, educación y empleo no son de coyuntura. Se han instalado. No en toda América Latina. No es el caso de Honduras ni el de México, pero sí el de Brasil, Argentina, Ecuador, casi toda Sudamérica y otros países, como Costa Rica, que es mi héroe. Costa Rica es el único país de América Latina que tiene la política social como política de Estado. Cambian los gobiernos, los partidos políticos, los líderes, pero la inversión social es sostenida. A mediano plazo tiene la tasa de pobreza más baja. Ha estado siempre por debajo del 20%. Argentina a finales de 2002 estaba en el 58%. En América Latina, en salud estamos muy lejos de las cifras totalmente escandalosas, pero estamos muy lejos de las cifras deseables. Estamos entre los dos extremos. En educación seguimos bastante lejos en uno de los indicadores, el de inversión sobre el PIB, que debería ser del 6% y está por debajo del 4,5%. Es más que en la década neoliberal (los 90), cuando descendió. En Argentina fue muy claro: durante los diez años de (Gobierno de Carlos) Menem (1989-1999) fue del 3,3% y actualmente es del 6,5%. Pero no solo ha mejorado Argentina. Costa Rica está a la vanguardia. Es el primer país que logró el 6%, lo instituyó constitucionalmente hace diez años para que ningún gobierno pudiera cambiar ese piso. Hace 15 días me dieron el doctor honoris causa de la Universidad de Costa Rica y me recibieron con la buena noticia de que van a subir constitucionalmente el piso al 8% del PIB. Esto coloca al país en la avanzada mundial.
P. ¿Y el empleo?
R. El empleo en América Latina ha ido en estos diez años en dirección ascendente. Tener un 7% o 7,3% de desempleo promedio es alto. Por eso mi tesis es: no a los triunfalismos. Pero es la mitad que el nivel europeo. Las fortalezas de América Latina entonces son varias. Siempre ha tenido una fortaleza estructural, que han sido sus condiciones naturales excepcionales, pero la pregunta que yo planteaba en muchos de mis libros es por qué un continente con unas condiciones así ha tenido tanta pobreza. Tiene la tercera parte de las aguas limpias del planeta, las mayores reservas de mediano y largo plazo de petróleo y materias primas estratégicas, como el litio en Bolivia y otros minerales en Perú, posibilidades amplísimas de fuentes de energía barata, es el principal productor de alimentos per cápita y su producción de alimentos excede cinco veces, según la FAO (siglas en inglés de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y la OPS (Organización Panamericana de la Salud), las necesidades de la población. El problema es la desigualdad. Sigue siendo el continente con más desigualdad del planeta. Las condiciones naturales permitirían que todo el mundo tuviera una vida digna. Otra fortaleza es la incorporación en forma masiva de la agenda social a la agenda pública. Esto es un fenómeno nuevo. En los años 90 la agenda social no existía. En los foros internacionales, a uno le costaba mucho trabajo que la palabra pobreza fuera legitimada. La resistencia era pavorosa.
P. No se quería hablar del tema.
R. No. Ni qué hablar de invertir recursos en forma sistemática. El cambio fue que la ciudadanía incorporó masivamente la agenda social y que la ciudadanía tiene más poder que el que tenía en la historia de América Latina. La sociedad civil se articuló, participó, no casualmente. Para mí el punto de inflexión fue que América Latina, a diferencia de Europa, ha vivido la experiencia neoliberal completa, hasta sus últimas consecuencias. Ha visto que ese modelo que proporciona crecimiento en las primeras etapas se agota rápidamente y además excluye, crea mucha más desigualdad. Las sociedades civiles de América Latina están buscando agendas de reforma social profunda, no porque ningún intelectual o líder política las haya conducido, sino porque vivieron la experiencia neoliberal completa, tanto los sectores populares como las clases medias. América Latina tiene una agenda de reforma social casi consensual, salvo el 1% más rico, al igual que al nivel planetario. Hay una sociedad civil mucho más participativa. Mi interpretación de la rebelión en Brasil es que es una fortaleza. Allí no ha habido ningún cartel o bandera que pidiese que se aplicara alguna de las políticas neoliberales. Ninguna decía: “Desregulación total del mercado” o “Privatizaciones”. Nada de eso. Las banderas eran: “Queremos más profundización en los derechos ciudadanos” o “Transporte público barato”. La sociedad civil no mira hacia atrás sino adelante. Me parece positivo que esté insatisfecha en uno de los países con más logros. Brasil sacó a 40 millones de personas de la pobreza en el Gobierno de (Luiz Inácio) Lula (da Silva, 2003-2011). La presidenta (Dilma Rousseff) ha recogido esa agenda ampliada que le piden. Es fundamental tener una sociedad civil movilizada. No está esperando que un líder providencial le cambie la historia. Para mí es paradigmático lo de Chile en estos dos últimos años. No ha sido suficientemente valorado. Estos chicos, los pingüinos, están llevando adelante una rebelión que lleva dos años. No es un movimiento estudiantil de coyuntura que se acaba con las vacaciones de verano. Ha logrado convocar a casi toda la sociedad chilena. Ha tenido marchas de un millón de personas. Cada semana o 15 días reúnen a 100.000 personas en un país de una población pequeña. Gran parte de la opinión pública apoya a los estudiantes, según las encuestas. Han logrado que su agenda fuera la de la opinión pública. Su agenda no es gremial. Normalmente los movimientos estudiantiles y muchos otros tienen una agenda corporativa. Los chicos no están pidiendo que les bajen la nota que necesitan para aprobar una materia ni que les quiten materias del plan de estudios para tener menos días de clases. Tienen tres consignas que son la punta de lanza de la reforma social por la que clama América Latina. Una es educación gratuita para todos. Porque (Augusto) Pinochet (1973-1990) hizo reformas profundas y convirtió la educación en algo accesible solo para las elites, como un proceso de largo plazo de dominación a través de ellas. Es inviable la universidad chilena para cualquier estudiante promedio. Los costos están entre los más altos del mundo. Los chicos también piden educación de calidad para todos. Y piden algo más avanzando que el Mayo francés: que la educación no sea una mercancía. Dicen que la educación debe ser pública o de las ONG, la sociedad civil, las organizaciones sin fines de lucro, las religiosas, pero no una mercancía con fines de lucro. En Chile hay denuncias de que se crearon universidades privadas solo para tener los terrenos y así obtener financiamiento. Especularon con esos terrenos, y ése era todo el objetivo de la universidad. Es un movimiento estudiantil que dura dos años, que logra que la educación sea el centro de la agenda pública, que derriba a tres ministros de Educación y que se convierte en el talón de Aquiles de la gestión del Gobierno de Chile. La puntera en las encuestas, Michelle Bachelet, dice que las tres consignas serán aplicadas. Es como Dilma, que dice que no está en desacuerdo con lo que se reclama en Brasil. Además, lo de Chile no es partidista, están todos los signos clasistas juntos, desde los chicos de la Universidad Católica, que pertenecen a la elite, y los chicos de los barrios más humildes.
P. El año pasado usted advertía que las protestas sociales en Chile, Perú o Panamá tenían que ver con economías que crecían mucho pero con alta desigualdad. Y contraponía esas situaciones con lo que usted llamaba tigres sociales sudamericanos: Argentina, Brasil y Uruguay. Pero ahora con las protestas en Brasil, ¿fallaron los tigres sociales?
R. No. Para mí es una historia no terminada. A diferencia de todos los que hacen apologismos de los gobiernos, para mí sería un error fatal quedarnos con lo que conseguimos. El tema de la desigualdad es el más importante al nivel planetario. El 1% tiene, según The Economist, por lo menos el 43% del PIB mundial. Y el 50% de menos recursos tiene menos del 2% del PIB mundial. Y probablemente eso esté subestimado porque todos los años el 1% está ampliando la diferencia con base en la especulación financiera, a no pagar impuestos, la evasión fiscal de las multinacionales…
P. La organización Tax Justice Network calcula que el dinero no declarado en países como Argentina duplica lo que dicen las cifras oficiales.
P. ¿Y la desigualdad en América Latina?
R. Es el tema estructural. Según el Banco Mundial, la desigualdad ha disminuido en Argentina alrededor del 15% y en Brasil, en un 12%, pero falta muchísimo. (Fernando Henrique) Cardoso, cuando era presidente de Brasil (1995-2003), solía decir: “Somos campeones mundiales de fútbol, tenemos cinco copas, y somos los campeones mundial en desigualdad”. Brasil era uno de los peores del planeta. Ahora ha mejorado, pero la desigualdad sigue siendo muy importante. El programa social estrella de Dilma fue lanzando cuando comenzó su gobierno, Brasil Sin Miseria, pero ha tenido que incorporar otros. Brasil Sin Miseria quiere decir hacer una inversión multimillonaria para sacar de la pobreza extrema a 17 millones de brasileños. Han mejorado los coeficientes de Gini (que mide la desigualdad) en países como Uruguay o Ecuador, pero no tienen nada que ver con los coeficientes de Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia, que para mí son la referencia de economías más avanzadas, que más se acercan a lo que es una economía con rostro humano, que han logrado articular crecimiento económico sostenido con inclusión social. La base del crecimiento económico sostenido de Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia es la inclusión masiva. Educación, salud y empleo son la base del modelo. No es que tengan o no petróleo. Finlandia tiene cero petróleo. Noruega es campeón mundial invicto del índice de desarrollo humano (IDH) desde que existe, en 1990, tiene petróleo, pero mucho menos que Arabia Saudí, que siempre está cerca del puesto 100 (en IDH). No son solamente los recursos naturales. Panamá tiene una tasa de crecimiento económico bien importante en los últimos años, pero la desigualdad casi no se ha tocado. Entonces las explosiones sociales son incesantes. República Dominicana tiene una tasa altísima de crecimiento, pero los índices de conflictividad social son altísimos. No invierte mayormente en educación y salud. Lo común entre Perú, Panamá y República Dominicana, además de las altas tasas de crecimiento económico en los últimos años, es la subinversión en educación y salud, están muy por debajo del promedio de América Latina. Eso es una fuente de conflictividad social latente, y una fuente de desigualdad. El igualador no es por decreto o demagogia sino haciendo crecer permanentemente la inversión en educación y salud. A través de la educación y la salud, se empodera a la población. Comparto con Amartya Sen, con el que he escrito varios libros y artículos, la fiebre por la ética. La ortodoxia tradicional dice que hay que alcanzar crecimiento a cualquier precio, sacrificar a la población en el camino, porque el crecimiento se va a derramar. Ya sabemos que eso no existió nunca en la historia. Otra visión dice que hay que alcanzar crecimiento y dedicar parte de ese crecimiento a mejorar la situación social. Mi visión va por un tercer andarivel.
P. ¿Cuál es?
R. No hay crecimiento sostenido si no hay inclusión social masiva. La política social es el motor del crecimiento económico. Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca tienen en primer lugar una población totalmente calificada y totalmente saludable, toda la población terminó virtualmente el colegio secundario y el porcentaje con posgrados es muy superior a la media mundial. Tienen un mercado de consumo interno y una palanca de productividad, innovación tecnológica y competitividad.
Continuará...
Hay 1 Comentarios
Bueno lo de Kliksberg. No tanto número ni tanta estadística engañosa y más ética social, más imaginación puesta a concebir lo políticamente incorrecto como lo hace él, chapeu, Rebossio.
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De antemano pido disculpas por comentar algo fuera de la temática del blog.
"Homo sum, humani nihil a me alienum puto" (con perdón) o sea, nada de lo que es humano me es ajeno.
Florencia Fabris: su muerte, como una anunciación trágica impresiona como pocas cosas en la existencia humana porque irónicamente, sucedió durante un Réquiem verdiano -su- Réquiem.
¿Que extraña alucinación? ¿Qué vaticinio inminente, o presagio lúgubre habrá pasado por su mente durante ese momento tan infortunado en que se lleva con delicadeza la mano a la cabeza?
http://www.youtube.com/watch?v=s3c4HVmkUaQ
Publicado por: Ale | 03/09/2013 20:53:40