Antes de la cumbre del G20, la Unión Europea criticó el proteccionismo de Argentina, Brasil y otros países emergentes. En plena reunión presidencial, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cargó contra el proteccionismo de la UE y EE UU. En los próximos días volveremos a retomar el asunto, pero en este caso lo abordaremos porque, como era de esperar, apareció en la última jornada del congreso anual de la Federación Internacional de Periodistas Agrarios (IFAJ, según sus siglas en inglés), que finalizó este miércoles en Rosario (Argentina).
“El proteccionismo va a caracterizar al mundo en los próximos años”, pronosticó Gustavo Idígoras, de la consultora Issues Management y exagregado agrícola de Argentina ante la UE, en una de las exposiciones del congreso. “Se va a vivir un alto nivel de conflictividad comercial. Esto se verá incrementado por las consecuencias de la crisis internacional porque los países desarrollados necesitan incrementar el empleo y los países subdesarrollados, lo mismo”, observó Idígoras. “Todos los países pelean por importar materias primas y procesarlas en sus países. La suma anual de los subsidios agrícolas de EE UU y Europa es igual al PIB de Argentina", advirtió el consultor.
Idígoras señaló que, como la Ronda de Doha de liberalización multilateral del comercio “está muerta”, “la única forma de crecer (en los intercambios) será a través de las negociaciones bilaterales”. También opinó que “la economía de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) tiene el potencial de proveer tecnologías (agrarias) a aquellos países que están creciendo” y “es la primera vez que está en condiciones de competir tecnológicamente con EE UU y Europa”.
“El 40% de la tierra que puede ser utilizada para producir cultivos está en América Latina y el 35% en África, pero en este continente la mayoría de ellas se encuentra en zonas de conflictos bélicos”, observó el exdiplomático argentino. “El mundo tomó una decisión: no avanzar sobre nuevas tierras. El debate real está ligado a la capacidad de adopción de tecnología. Las tecnologías más importantes que visualizamos del sector agrícola tienen que ver con la biotecnología. En Argentina, la biotecnología no se cuestiona, se vive, ha sido transformadora para toda la sociedad”, opinó Idígoras, pese a las críticas de los pequeños agricultores familiares de su país contra las semillas transgénicas y la deforestación para plantarlas en tierras antes consideradas improductivas.
“Argentina es el quinto país con mayor tierra cultivable disponible, después de Brasil, Congo, Angola y Sudán”, destacó el secretario de Agricultura de Argentina, Lorenzo Basso. “África es uno de los objetivos para avanzar en transferencia tecnológica”, promovió el funcionario del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que desde 2008 se mantiene en conflicto con las patronales agrarias por los impuestos y cupos a la exportación, con los que las autoridades buscan no siempre con éxito el aumento de ingresos fiscales, la caída de los precios internos y el abastecimiento del mercado doméstico. “El 39% de Argentina son campos naturales y desiertos. Hay posibilidad de expandir un poco más la producción y para eso es fundamental la innovación tecnológica y tener nuevas metas productivas”, reconoció Basso, que también admitió retrasos en materia ganadera: “En la ganadería bovina resta incorporar mucha más tecnología. La eficiencia de producción de terneros es la misma que hace 40 años”.
Otro consultor, Gustavo López, de la firma Agritrend, evaluó que Mercosur puede llegar a elevar su participación en las exportaciones mundiales de alimentos del 33,6% actual al 41% en 2020. Pero aclaró que para ello el bloque tendrá que superar limitaciones de la infraestructura, tanto en el transporte como en el almacenamiento. “Para ser competitivos deberemos mejorar los caminos, los ferrocarriles y la logística portuaria”, dijo López ante 200 periodistas de 50 países. Asimismo, llamó a Argentina y Brasil a coordinar políticas agrícolas y complementarse en la exportación de maíz y soja.
“Tenemos que lograr que haya mayores incentivos para seguir sembrando y tenemos que producir con sustentabilidad: hoy el 65% del área sembrada corresponde a oleaginosas y el 35% a cereales; a la inversa de lo que sucede en el resto del mundo. Eso habrá que revertirlo”, se refirió López a Argentina. Y pidió hacerlo con sustentabilidad ambiental, social y económica.
La producción y los precios de los alimentos siguen encomendándose a China, y no se muestran tan volátiles como los de los minerales. “Los chinos consumen 50 a 54 millones de toneladas de carne de cerdo (por año) y se estima que la cifra ascenderá a 65 millones para 2015”, relató López. Según sus proyecciones, este consumo se elevará un 20 % hasta finales de esta década, con lo que la demanda superará a la oferta actual.
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Hay mucho potencial de crecimiento de la producción en la Argentina, pero no es por crecimiento de area como dice Basso, sino por crecimiento en productividad, por supuesto después de que cambie el gobierno en 2015
Publicado por: Mariano T. | 07/09/2013 3:46:07