"América Latina es dónde más creció el mercado aéreo"

Por: | 04 de octubre de 2013

Emirates no solo ha aterrizado en la camiseta del Real Madrid. También ha llegado a los aeropuertos de Latinoamérica, aunque ésta sigue siendo aún la región a la que menos vuela en el mundo. La línea aérea de Emiratos Árabes arribó en 2007 a Brasil y en 2012 a Argentina como muestra del mayor interés por el comercio y el turismo entre América Latina, Oriente Medio y Asia Pacífico, región a la que conecta desde Dubái. Emirates está abriendo oficinas de representación en otros países latinoamericanos, al tiempo que planea volar con aviones más grandes hacia sus actuales destinos de São Paulo, Río de Janeiro y Buenos Aires.

 

“América es la región que más creció en pasajeros en el mundo en 2012, sobre todo por América Latina, y sigue creciendo en 2013”, destaca el director de Emirates para Argentina y Uruguay, Fernando Joselevich. Este aumento responde a “mayores oportunidades de negocios, al comercio, a la apertura de mercados”, explica Joselevich. Por ejemplo, compañías estatales de Oriente Medio arriban a Latinoamérica, por ejemplo, para adquirir tierras y asegurarse así el abastecimiento de alimentos, lo que ha despertado recelos de algunos países latinoamericanos. Y a su vez hay provincias como la argentina Santa Fe, rica en agricultura, que este año abrió una oficina de negocios en Dubái. En este blog ya hemos abordado tiempo atrás el creciente vínculo económico entre Latinoamérica y Oriente Medio.

“Creo que la economía latinoamericana se va a volver a acelerar. No viene una debacle”, confía Joselevich, después de la ralentización de los últimos dos años. Confía en el impacto positivo que sobre el turismo en Brasil tendrán el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016. También considera que con el tiempo Latinoamérica comenzará a exportar más productos industriales y servicios a Asia, con lo que aumentará la cantidad de pasajeros.

Emirates

Cuando en los últimos años Emirates y otros competidores de Oriente Medio, como Qatar Airways y Turkish Airlines, llegaron a Brasil y Argentina, muchos se preguntaban quiénes iban a llenar esos vuelos. Tanto el de Dubai-Sao Paulo como el de Dubai-Río de Janeiro-Buenos Aires de Emirates tienen niveles de ocupación del 80%, similar a la media global de la compañía emiratí. Antes del arribo de estas líneas aéreas, Sudamérica y Oriente Medio estaba unidos por vía aérea por escalas en Europa, EE UU o Sudáfrica. Ahora se puede ir directo y además conectarse desde allí con otros destinos de Asia-Pacífico. “Tres cuartos de la población mundial está a cinco horas de vuelo de Dubái”, se refiere Joselevich a esta ciudad del desierto devenida centro financiero y de conexiones aéreas. “Todos los que vuelan por Emirates a otros países se quedan en Dubái porque es un destino tentador”, alude al lujo y la modernidad que ofrecen las torres del emirato.

La mayoría de los pasajeros de los vuelos entre Sudamérica y Dubai es latinoamericana, por encima de los asiáticos. Algunos vuelan a Medio Oriente, por ejemplo, a Beirut, pues hay muchos descendientes de libaneses en Sudamérica. Hay destinos como Damasco –también hubo migración siria a Argentina y Brasil- o El Cairo –con sus atractivos turísticos- que están afectados por los conflictos que atraviesan Siria y Egipto en la actualidad. Otros van a Extremo Oriente, sobre todo a China, pero también a Japón, Tailandia y Malasia. La mayoría de los viajeros que va de Latinoamérica a Dubái son empresarios, tanto de grandes corporaciones como emprendedores, pero también hay turistas y emigrantes –por ejemplo, chinos y japoneses- que visitan a sus familias. La inmensa mayoría de los pasajeros que va de Dubai a Latinoamérica son hombres de negocios de Oriente Medio y Asia Pacífico, incluidos emiratíes, libaneses, chinos, surcoreanos y japoneses, pero poco a poco crece la cantidad de turistas que proviene desde allí. “La llegada de turistas no es un proceso que se materialice en el corto plazo. Los países latinoamericanos van a las ferias internacionales de turismo, pero quizá el resultado se vea dentro de cinco años”, opina Joselevich.

Emirates no planea por ahora sumar nuevos destinos en Latinoamérica. “En el mediano plazo, planeamos afianzar lo que ya tenemos. Queremos mejorar la conectividad con el resto de América Latina. Vamos a abrir oficinas de representación en Paraguay, Bolivia y México, que se conecta con Dubái con nuestro vuelo a Houston (EE UU). Se sumarán a las que tenemos en Uruguay, Chile y Perú. La demanda chilena ha crecido muchísimo. Estamos seleccionando candidatos a representarnos en Colombia, Costa Rica, Panamá y Ecuador”, explica el director regional. En la actualidad, Emirates vuela a la región con  Boeing-777 200 y 300, que tienen 100 asientos más. A futuro, aspira a traer más modelos 300 e incluso a volar con el avión más grande del mundo, el Airbus-380, hasta São Paulo. “Eventualmente, a mediano plazo podrá haber un vuelo directo a Buenos Aires, sin escalas en Río”, adelanta Joselevich.

  

Emirates también opera en el sector de cargas, sobre todo de productos sudamericanos para el mercado asiático. Lo que más se exportan son alimentos perecederos, como carnes, frutas o verduras, como los espárragos peruanos. Pero también hay empresas que necesitan enviar con urgencia piezas de coches y productos químicos. Alrededor de dos tercios de la facturación de la compañía en Latinoamérica procede del transporte de pasajeros y un tercio, del de cargas.

La compañía que patrocina al Madrid pretende distinguirse por un servicio de lujo. “Cuando en el mundo se reduce la inversión de las líneas aéreas, nosotros invertimos cada vez más”, explica Joselevich. Emirates no pertenece a ninguna alianza de líneas aéreas: “Pueden tener muchos destinos, pero es difícil encontrar socios con un producto similar. No lo descartamos”. Lo que ha hecho es firmar acuerdos bilaterales para compartir rutas, como con South African Airways, pero no con empresas latinoamericanas.

Dubai

Desde que se creó en 1985, Emirates ha ganado dinero todos los años, excepto en el segundo de su existencia. Muchos competidores atribuyen el secreto del éxito al apoyo estatal en un país petrolero. “Hay dos mitos sobre Emirates: que la empresa es pública y que nos regalan el petróleo. Pero la empresa es de la familia Al Maktoum. Como es la familia gobernante, se dice que Emirates es estatal. Siempre hemos ganado dinero sin subsidios. Somos una empresa autárquica”, intenta explicar Joselevich.

La publicidad en la camiseta del Madrid tiene un impacto particular en Latinoamérica, tierra de amantes del fútbol, seguidores de la liga española y de un club donde juegan el argentino Ángel Di María y los brasileños Pepe, Marcelo Vieira y Casemiro. “Muchos jóvenes latinoamericanos miran la liga española y después son los que deciden en qué línea viajar, aunque sean los padres los que paguen”, comenta Joselevich. Emirates también patrocina al Milán, al Paris Saint Germain y al Arsenal británico y por ahora no prevé hacer lo mismo en Latinoamérica. Pero el director regional considera que lo más lógico sería que se alíen con un club de Brasil el día en que aumenten la frecuencia de uno a dos vuelos diarios a Sao Paulo o Río de Janeiro, como sucede ahora con Madrid. De momento, el que viaja siempre por Emirates es Diego Maradona, embajador deportivo de Emiratos Árabes.

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Sobre el blog

Novedades, tendencias y debates sobre el devenir de la economía y el desarrollo de Latinoamérica y los latinoamericanos.

Sobre el autor

Alejandro Rebossio es periodista. Su especialidad es la economía y trabaja en la corresponsalía de El País en Buenos Aires. Coautor del libro Estoy verde. Dólar, una pasión argentina (Aguilar) y Vaca Muerta (Planeta) junto con Alejandro Bercovich.

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