South African Airways es la línea aérea con más vuelos entre dos regiones emergentes en crecimiento, África y Latinoamérica. Sin embargo, al mismo tiempo que ambas economías se desaceleran, la línea aérea estatal de Sudáfrica analiza la posibilidad de dejar de volar a uno de sus dos destinos latinoamericanos, Buenos Aires. El otro es São Paulo. El portavoz de South African Airways, Tlali Tlali, declaró al periódico de su país Business Day Live que “las proyecciones son que la finalización (de los vuelos hacia la capital argentina) ocurrirá en el año nuevo”. El gerente general de la empresa en Argentina, Diego Disabato, dijo a El País que la interrupción de la ruta Johannesburgo-Buenos Aires aún no ha sido oficializada y todavía se siguen vendiendo billetes para 2014.
El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, de excedencia por motivos de salud hasta este viernes, está reclamando al de Jacob Zuma que mantenga la única conexión aérea directa entre Argentina y África. “A South African Airlines puede que no le importan las relaciones bilaterales”, advirtió el embajador argentino en Sudáfrica, Carlos Sersale di Cerisano, en declaraciones a Business Day Live. El diplomático añadió que el Departamento (ministerio) de Relaciones Internacionales sudafricano está “preocupado” por la decisión de la compañía y del Departamento de Empresas Públicas. El portavoz de este último ministerio, Mayihlome Tshwete, atribuyó la decisión de cortar el servicio a Buenos Aires a que los tres vuelos semanales a esta ciudad provocan pérdidas anuales por 3,6 millones de euros. El vuelo Johannesburgo-Pekín también se encontraba en análisis porque pierde 21,7 millones, pero la empresa decidió mantenerlo por razones geoestratégicas. Sudáfrica está orgullosa de incorporarse al club de potencias emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) y su línea estatal quiere mantener vuelos con todos ellos, aunque por ahora no conecta con Moscú. “Hay mucho interés por los BRICS”, explica el gerente general de South African en Argentina. “La empresa es estatal y está alineada con el objetivo del país de crear un nuevo orden mundial que no dependa de EE UU y la Unión Europea”, añade Disabato.
A São Paulo hay 11 vuelos semanales. A principios de 2013, South African Airways había comenzado a analizar la posibilidad de ampliarlos a 14, elevar a siete la frecuencia a Buenos Aires y volver a arribar a Río de Janeiro, como lo hacía hace dos décadas, según Disabato. Los planes eran potenciar las conexiones con Brasil y Argentina, nada de otros países latinoamericanos, pero han cambiado. El encarecimiento del combustible ha modificado las ecuaciones, según Disabato.
“Desde que South African volvió a volar a Argentina, en 2009, hemos ganado y hemos perdido con esta ruta, pero el nivel y el incremento de la ocupación desde abril a la actualidad han sido los mayores desde entonces”, cuenta Disabato. La media anual de ocupación de este vuelo es de entre el 75% y el 80%. “Pero una cosa es la ocupación y otra, la rentabilidad. Vos podés tener un vuelo con 60% de ocupación que gane más que uno con 100% porque el pasaje (billete) es más caro y los costos, más bajos. ¿Por qué perdemos ahora? No es por Argentina, es porque el precio del combustible está muy alto y porque para volar a Buenos Aires necesitamos, por la reglamentación internacional, usar aviones de mucha autonomía”, explicó el gerente general en sus oficinas del centro porteño. “Pero hay ver lo que genera este vuelo: comercio, turismo. Este vuelvo había vuelto porque habían crecido las relaciones bilaterales, para trazar puentes entre ambos países”, recuerda Disabato.
Pero en 2012 la estatal sudafricana comenzó a diseñar un plan de desarrollo a 20 años y decidió revisar la conveniencia de todas sus rutas. Fuera de África no son muchas: solo 11, incluidas tres hacia Europa (Londres, Münich y Fráncfort) y las de Argentina y Brasil. Fue entonces cuando empezaron los cuestionamientos a los vuelos a Buenos Aires y Pekín y se iniciaron los estudios para recortar las frecuencias a Bombay y São Paulo, adonde se harían diez conexiones semanales, en lugar de 11. Aunque Disabato considera que si se elimina el vuelo a Argentina, deberá reforzarse o al menos mantenerse el de Brasil. Al gigante sudamericano llegan otras dos líneas africanas: Ethiopian y TAAG Angola Airlines. No hay otros vuelos entre África y Latinoamérica.
“La relación de Sudáfrica con Latinoamérica está muy concentrada en Brasil, pero hay ganas de extenderla a toda la región”, expone Disabato. “La relación con Argentina es excelente, se han formado comisiones binacionales exitosas en términos de comercio de bienes y servicios”, añade el ejecutivo. Los vuelos Johannesburgo-São Paulo se llenan de empresarios, turistas y brasileños que visitan familiares en África, según Disabato. Los que vienen a Buenos Aires, con viajeros por negocios y placer ydeportistas (el rugby une a ambos países y la selección argentina, Los Pumas, comenzó a jugar desde 2012 el torneo anual Rugby Championship con los Wallabies australianos, los All Blacks neozelandeses y los Springboks sudafricanos). También vuelva asiáticos residentes en Argentina que hacen escala en Sudáfrica para ir a visitar a sus parientes en sus países de origen. Sudamericanos viajan para hacer negocios en Sudáfrica, Angola, Mozambique o Nigeria. Otros hacen safaris en tierras de toda África del Sur, Kenia o Tanzania o disfrutan de las playas de Mozambique o Asia.
Así como los actuales análisis de recortes tienen que ver con los derivados del petróleo, bien que produce tanto Latinoamérica como África, el crecimiento de ambas regiones había impulsado la mayor cantidad de conexiones aéreas en los años anteriores. “Hay intereses estratégicos. Por eso el vuelo de Buenos Aires ahora está en conversaciones políticas”, razona Disabato. South African tiene también una oficina de representación en Chile, pero no planea por ahora volar allí ni a otros nuevos destinos latinoamericanos. En Sudáfrica ha desarrollado además una línea low-cost (de bajo coste), Mango, que ahora también llega a Tanzania. Pero en Latinoamérica no lo hará. “Las low-cost necesitan gastar la menor cantidad de combustible, pero acá volás tres horas y seguís en el mismo país”, cuenta el ejecutivo. No obstante, algunas líneas de bajo coste crecen en México (Aeroméxico Connect, Mexicana Click, Volaris e Interjet), Brasil (Azul, Webjet) y Colombia (EasyFly y VivaColombia).
Hay 4 Comentarios
Volé a Africa por SAA y los vuelos fueron maravillosos, el mejor servicio de abordo comparado con todas las compañias aéreas que volé tanto por América como por Europa, USA y Canadá. Desearía que SAA vuelva a Argentina...
Publicado por: Andrés | 07/03/2016 22:45:25
Recuerdo cuando fui a Sudáfrica, me llamo la atención la cantidad de gente que volaba. Pregunte y me dijeron que siempre, los aviones, viajaban lleno.
Yo creo que habría que operar la Ruta Buenos Aires - Ciudad del Cabo. , en 5 horas uno puede estar disfrutando esta maravillosa ciudad y desde allí hacer conexión a verdaderos paraísos en el océano indico. Nunca más ni el Caribe ni Miami. Sudafrica tiene unas playas únicas, la gente es maravillosa y no es caro!
Publicado por: Federico Ocampo | 07/12/2014 3:31:24
argentina no es el único país con servicio directo al continente africano la compañía taag ofrece el servicio luanda-angola a la habana-cuba
Publicado por: cesar | 15/11/2013 20:13:21
y esa ruta, entre sudafrica y argentina; no la puede hacer aerolineas argentinas?, que problemas habría?.
Publicado por: juan | 07/11/2013 10:52:16