Hoy es Nochebuena. Buena ocasión para hablar sobre el pensamiento económico del primer papa latinoamericano, el argentino Francisco, que de joven fue peronista y que como pontífice afirmó que nunca fue de derecha y que no es marxista, aunque tampoco le molesta que el Tea Party de EE UU lo tilde de rojo. Los reproches de la derecha norteamericana contra el Papa surgieron hace un mes cuando Jorge Bergoglio difundió su exhortación Alegría del Evangelio a toda la Iglesia católica. Su contenido evidencia la experiencia de un hombre que ha nacido y crecido en una Latinoamérica que ha sufrido tantas crisis y tanta injusticia, en una Argentina como la de 2001, cuando él era arzobispo de Buenos Aires y el pueblo se levantaba ante la debacle política, económica y social. Aquí selecciones algunas frases interesantes que sobre economía vertió el Papa, mezcladas con enlaces a artículos vinculados de este blog y algunas canciones de la música popular iberoamericana sobre la Navidad de los pobres.
“Así como el mandamiento de ‘no matar’ pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir ‘no a una economía de la exclusión y la inequidad’. Esa economía mata”, escribe Francisco. Para ver datos de pobreza y desigualdad en Latinoamérica, pincha el enlace. Porque pese a las mejoras sociales logradas en el siglo XXI y a que los medios de comunicación se centran en hablar de la nueva clase media y sus protestas, todavía hay demasiados pobres que quizás no llaman la atención con sus quejas, que tal vez ya no pasan tanto hambre como antes, pero que demandan soluciones que en los últimos dos años de desaceleración económica continental han sido relegadas.
“No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión”, dice Bergoglio. “No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida”, dice el Papa. Aquí presentamos los últimos índices de paro latinoamericano. “Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del ‘descarte’ que, además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está fuera. Los excluidos no son ‘explotados’ sino desechos, ‘sobrantes’”, añade Francisco. En Argentina y ahora como obispo de Roma ha denunciado siempre el trabajo esclavo aún vigente en este mundo. Pinchen aquí para ver datos sobre esclavitud y trabajo infantil en Latinoamérica.
“En este contexto, algunos todavía defienden las teorías del ‘derrame’, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo”, dice el máximo pontífice. Hagan click aquí para comparar la evolución del crecimiento económico y la pobreza en los países latinoamericanos en los últimos años. “Esta opinión (la del derrame), que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluidos siguen esperando. Para poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia. Casi sin advertirlo, nos volvemos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás ni nos interesa cuidarlos, como si todo fuera una responsabilidad ajena que no nos incumbe. La cultura del bienestar nos anestesia y perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no hemos comprado, mientras todas esas vidas truncadas por falta de posibilidades nos parecen un mero espectáculo que de ninguna manera nos altera”, afirma Francisco.
“Una de las causas de esta situación se encuentra en la relación que hemos establecido con el dinero, ya que aceptamos pacíficamente su predominio sobre nosotros y nuestras sociedades. La crisis financiera que atravesamos nos hace olvidar que en su origen hay una profunda crisis antropológica: ¡la negación de la primacía del ser humano! Hemos creado nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro de oro ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano. La crisis mundial que afecta a las finanzas y a la economía pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo”, critica el jefe de la Iglesia católica. En este blog alguna vez nos hemos dedicado a contar la cantidad de millonarios latinoamericanos.
“Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera”, observa Francisco. Aquí pueden verse algunos comentarios sobre el libre flujo financiero en Latinoamérica que dejó en este blog el economista peruano Oscar Ugarteche. “De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. Se instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas. Además, la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real”, relata el Papa. Aquí vean el estado de la deuda de los países latinoamericanos. “A todo ello se añade una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales”, dice Bergoglio. Aquí, datos sobre fraude tributario en Latinoamérica. “El afán de poder y de tener no conoce límites. En este sistema, que tiende a fagocitarlo todo en orden a acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta”, añade el obispo de Roma. Pinchen aquí para ver datos sobre el estado medioambiental latinoamericano según los Objetivos del Milenio de la ONU.
El papa latinoamericano dice que “la ética suele ser mirada con cierto desprecio burlón” y “lleva a un Dios que espera una respuesta comprometida que está fuera de las categorías del mercado”. Más adelante cita a Juan Crisóstomo, un santo del siglo IV: “Animo a los expertos financieros y a los gobernantes de los países a considerar las palabras de un sabio de la antigüedad: ‘No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos’”. Para más información sobre el debate de la ética en la economía, les recomiendo esta entrevista con el economista argentino Bernardo Kliksberg.
“Hoy en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia. Se acusa de la violencia a los pobres y a los pueblos pobres pero, sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión”, sentencia Francisco. Aquí, un enlace con un artículo sobre las protestas sociales en Latinoamérica. “Cuando la sociedad –local, nacional o mundial– abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Esto no sucede solamente porque la inequidad provoca la reacción violenta de los excluidos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto en su raíz. Así como el bien tiende a comunicarse, el mal consentido, que es la injusticia, tiende a expandir su potencia dañina y a socavar silenciosamente las bases de cualquier sistema político y social por más sólido que parezca. Si cada acción tiene consecuencias, un mal enquistado en las estructuras de una sociedad tiene siempre un potencial de disolución y de muerte. Es el mal cristalizado en estructuras sociales injustas, a partir del cual no puede esperarse un futuro mejor. Estamos lejos del llamado ‘fin de la historia’, ya que las condiciones de un desarrollo sostenible y en paz todavía no están adecuadamente planteadas y realizadas”, refuta al politólogo estadounidense Francis Fukuyama, que proclamaba a principios de los 90 el triunfo del mercado tras la caída del comunismo en Europa.
“La inequidad genera tarde o temprano una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni resolverán jamás. Sólo sirven para pretender engañar a los que reclaman mayor seguridad, como si hoy no supiéramos que las armas y la represión violenta, más que aportar soluciones, crean nuevos y peores conflictos. Algunos simplemente se regodean culpando a los pobres y a los países pobres de sus propios males, con indebidas generalizaciones, y pretenden encontrar la solución en una ‘educación’ que los tranquilice y los convierta en seres domesticados e inofensivos. Esto se vuelve todavía más irritante si los excluidos ven crecer ese cáncer social que es la corrupción profundamente arraigada en muchos países –en sus gobiernos, empresarios e instituciones– cualquiera que sea la ideología política de los gobernantes”, advierte Francisco. Aquí, algunos datos sobre corrupción en Latinoamérica.
“La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar, no sólo por una exigencia pragmática de obtener resultados y de ordenar la sociedad, sino para sanarla de una enfermedad que la vuelve frágil e indigna y que sólo podrá llevarla a nuevas crisis. Los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras. Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales”, concluye Francisco. Aquí, información sobre gasto social y equidad tributaria en América Latina.
“Ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado. El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo. Estoy lejos de proponer un populismo irresponsable, pero la economía ya no puede recurrir a remedios que son un nuevo veneno, como cuando se pretende aumentar la rentabilidad reduciendo el mercado laboral y creando así nuevos excluidos”, advierte el Papa. Aquí, un artículo de este blog sobre concentración de mercados en Latinoamérica.
“La paz social no puede entenderse como un irenismo o como una mera ausencia de violencia lograda por la imposición de un sector sobre los otros. También sería una falsa paz aquella que sirva como excusa para justificar una organización social que silencie o tranquilice a los más pobres, de manera que aquellos que gozan de los mayores beneficios puedan sostener su estilo de vida sin sobresaltos mientras los demás sobreviven como pueden. Las reivindicaciones sociales, que tienen que ver con la distribución del ingreso, la inclusión social de los pobres y los derechos humanos, no pueden ser sofocadas con el pretexto de construir un consenso de escritorio o una efímera paz para una minoría feliz. La dignidad de la persona humana y el bien común están por encima de la tranquilidad de algunos que no quieren renunciar a sus privilegios”, continúa el prelado romano. Para terminar, les dejo algo sobre los conflictos indígenas de América Latina.
Hay 9 Comentarios
Eduardo: está claro que el Papa habla de todo el mundo, pero como este blog es sobre economía latinoamericana yo intercalé datos de esta región.
Publicado por: Alejandro Rebossio | 26/12/2013 0:01:22
El Papa tiene sus puntos buenos, aunque la miseria no la inventó el capitalismo ni tampoco el libre mercado. Miseria ha habido siempre en el mundo desde antes de los tiempos de Cristo y menos desde la invención de la máquina de vapor y la revolución industrial. Ha sido la ciencia, esa a la que tanto se opuso su iglesia, quien ha resuelto muchos de nuestros problemas. Y si ha habido una clase privilegiada y nada productiva, ha estado precisamente en los que dirigen la religión. Dentro de los grandes explotados pueden contarse incluso a los mismos curas, a los cuales le pagan una miseria y cuando se retiran casi nada le dan, pese ha haber dedicado toda su vida a su deber. En fin, que el Vaticano tiene los problemas en su propia institución y nunca los ha arreglado. Y por si eso fuera poco, no es ni democrática, pues prevalece lo que dicta el Papa y no existe voto alguno de los creyentes en nada de lo que estipulan.
Por otra parte, el Papa Francisco dijo que el no era nadie para criticar a los homosexuales, que es algo que veo bien, sin embargo siguen oponiendose al uso del condon porque evita la procreacion. Y yo pregunto, ¿acaso las relaciones homosexuales la producen?
Publicado por: Ricardo Gamboa | 25/12/2013 17:40:35
Las élites financieras llevan tantas generaciones lejos de la realidad que no pueden dejar de sorprenderse cuando llega uno de los suyos (porque los papas siempre fueron de los suyos) y les explica cómo están las cosas en realidad, poniéndole cara a los números de sus informes. Y claro, se asustan.
Publicado por: lebrillo | 25/12/2013 17:04:49
Las élites financieras llevan tantas generaciones lejos de la realidad que no pueden dejar de sorprenderse cuando llega uno de los suyos (porque los papas siempre fueron de los suyos) y les explica cómo están las cosas en realidad, poniéndole cara a los números de sus informes. Y claro, se asustan.
Publicado por: lebrillo | 25/12/2013 17:04:48
la realidad es que la "doctrina social de la iglesia" es de izquierda, por lo tanto, una basura.
Publicado por: pepe | 25/12/2013 15:24:52
EL PAPA HABLA DE TODA LA HUMANIDAD PERO, POR ALGÚN MOTIVO, LOS DATOS INTERCALADOS SIEMPRE HACEN REFERENCIA A LATINOAMÉRICA SOLAMENTE !
Publicado por: Eduardo Sandez | 25/12/2013 14:09:04
Los puntos bien marcados sobre las ies, que el Papa Francisco dice cuando mira la realidad a ras de suelo, desde la luz del Evangelio.
Molesta a muchas conciencias que ven peligrar su estatus de privilegio omnímodo.
Y de abajo hacia arriba como hizo Cristo, molestan y empalagan a las corrientes encorsetadas, acomodadas entre la complacencia de una religión dormida dentro de los pliegues del dinero.
Ahí es donde duelen a la mirada los hechos, cuando se proclaman a los cuatro vientos las enseñanzas de Cristo, y luego pasado el sofoco, se continúa haciendo como si nada, un punto y aparte.
Con dos Iglesias a la vista.
La base de la gente creyente, en los principios oídos cada día y las élites y jerarquías en otro mundo.
Encumbrados en parafernalias efímeras, a la sombra de los poderes fácticos, tutelando dineros y propiedades, ideas y pensamientos al margen.
De la luz del Evangelio, y si se ha de mentir se miente, dijo con claridad meridiana algún preboste, en defensa de los intereses de La Iglesia.
Pero sin confundir al personal.
Que La Iglesia es el todo, y las jerarquías son solo una de las partes, y no la más numerosa por cierto.
Ni la más importante a la luz de lo enseñado en las palabras de Fe.
La corrupción consentida, señalada con el dedo molesta a quienes siempre se encontraron a resguardo.
Y exentos de responsabilidad ante la gante.
Ahí el Papa señala con el dedo, a los culpables de dentro y de fuera, la indolencia permisiva.
No es mensaje, es lo contrario.
Es perfidia.
Publicado por: Simón | 24/12/2013 16:25:56
Mi amigo politólogo Nicolás Dallorso, investigador de la Universidad de Buenos Aires, me comentó lo siguiente en Facebook a propósito del artículo: "No creo que sean ideas marxistas. Sólo la ignorancia del Tea Party puede plantear eso. El único tema que se asemeja al trabajo de Marx es el del fetichismo. Como muestra Dussel, es una metáfora teológica que usa Marx. http://www.ceapedi.com.ar/imagenes/biblioteca/libros/93.pdf". Gracias, Nico.
Publicado por: Alejandro Rebossio | 24/12/2013 14:53:11
LA ESCALADA DE LA POBREZA EN IRLANDA. LA FARSA DE LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA IRLANDESA Y DEL FIN DEL RESCATE: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2013/12/la-escalada-de-la-pobreza-en-irlanda-la.html
Publicado por: Marat | 24/12/2013 9:33:53