La desaceleración china provoca dudas en Latinoamérica

Por: | 11 de abril de 2014

Que no cunda el pánico, pero tampoco es para despreocuparse. China desacelera su ritmo de crecimiento y pretende cambiar el modelo económico orientado a la exportación por uno vinculado al consumo, pero esas no son necesariamente malas noticias para Latinoamérica. De hecho, aún no se han cumplido en general los pronósticos de caídas estrepitosas de los precios de las materias primas, principales productos de exportación de Sudamérica a China, con las excepciones de los minerales, que bajaron más que las otras, para perjuicio de Chile y Perú. Los desafíos de la región, en cambio, siguen siendo los mismos de antes: la diversificación productiva y la deuda social que persiste pese a las mejoras recientes. Para discutir sobre el impacto del cambio de modelo chino en Latinoamérica, la Red Mercosur, un colectivo de economistas sudamericanos, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) organizaron hace dos semanas una jornada de reflexión en la capital argentina.

 

 

Para comenzar, Rolando Avendaño, economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), recordó que en los últimos 15 años América Latina se ha tornado cada vez más dependiente de la exportación de recursos naturales a China, lo que ha traído bonanza pero también vulnerabilidad. Chile, Brasil, Perú y Venezuela presentan el mayor porcentaje de exportación a China como total de sus ventas externas. "Hay una baja diversificación de las exportaciones. Lo que antes se enviaba a EE UU, ahora va a China. Tras la crisis mundial (2008-2009), los países con más relación con China fueron los que más rápido se recuperaron. La excepción fue Venezuela. Hay mayor dependencia de las materias primas que hace 20 años, sobre todo en Chile y Perú. Las excepciones son Costa Rica y México, que diversificaron más su producción", describía el colombiano Avendaño antes de que el pasado martes Intel anunciará el cierre de su emblemática planta de microprocesadores en suelo costarricense.

El desafío de producir bienes y servicios con mayor valor añadido se mantiene más allá de los cambios en China. "Es difícil encontrar personal calificado en Latinoamérica. A la región le ha ido realmente mal en la mayoría de las materias en PISA (Programa Internacional para Evaluación de Estudiantes, según sus siglas en inglés). Se situó en el tercio peor de los 65 países evaluados, con Chile como el mejor y Perú, el peor. Eso contrasta con Asia. Tenemos tareas pendientes en productividad e investigación y desarrollo. Asia se concentra en sectores de alta productividad. Esta situación afecta a Latinoamérica. Hay que ver qué políticas vamos a adoptar”, analizó Avendaño. Está claro que China está produciendo cada vez más manufacturas de alto valor añadido, como trenes de última generación, mientras pierde algunas producciones industriales, como ciertos textiles, que ahora son hechos en Vietnam, donde los salarios son más baratos. La apuesta del régimen de Pekín es elevar las nóminas para reforzar el consumo interno y ya lo viene haciendo, aunque de manera pausada, según los expositores en el seminario.

Xi

 

Mauricio Mesquita Moreira, asesor principal del BID en comercio e integración, se preguntó precisamente si será cierto que China se transformará en una economía orientada al consumo y los servicios. Eso puede ocurrir, según Mesquita, por factores de mercado o por políticas deliberadas. En cuanto a los primeros, el funcionario del BID recordó que el salario en China ha subido el 13% anual desde 2000. “Pero no creo que haya pasado a ser una economía de consumo. La convergencia del salario chino con las economías latinoamericanas no será tan rápida. Además, habrá otros países asiáticos más baratos, como India”, aclaró el brasileño Mesquita. “Aún el 35% de la población china vive en el campo, lo que supone más del doble que la fuerza laboral de Brasil”, añadió el economista. “Muchos más seguirán migrando a las ciudades, a las industrias y servicios, con lo que pondrán presión a los salarios”, se refirió a una pulsión al mantenimiento de salarios bajos. “México ha recuperado en los últimos años algo de porcentaje de exportaciones a EE UU, pero nada espectacular y China no ha perdido mucho”, advirtió Mesquita.

En cuanto a las políticas del Partido Comunista chino a favor de una mayor liberalización económica, Mesquita opina que aún distan de constituir un nuevo modelo de mercado con menos intervención estatal. “No hay privatización de bancos ni se elimina el apoyo del Gobierno central y de los locales a las industrias clave. Esto afecta a la industria en nuestra región”, lamentó el asesor del BID. Pekín prevé que la transición de modelo se completará en 2030. “Es un término largo”, señaló Mesquita. “Es mucho para una economía que necesita bajar la sobreinversión. ¿Puede Latinoamérica esperar tantos años? ¿Ya se ven algunos signos de cambio? En el crecimiento de nuestras exportaciones hay volatilidad, pero siguen creciendo más que el total de las exportaciones mundiales. El cambio puede reducir la demanda de metales si se pasa de una economía industrial a una de consumo. Pero China tiene aún demanda de metales por delante. No estoy seguro, pero quizá esa demanda se haga aún más dinámica porque habrá más urbanización, más inversión en viviendas y más restricciones de recursos. El Banco Mundial dice que China necesitará construir cada año una ciudad como Tokio y otra como Buenos Aires hasta 2030”, señaló Mesquita. La capital japonesa suma 34 millones de habitantes. La de Argentina, 12 millones. En China hay 1.351 millones. “A más urbanización, mayor demanda de proteínas y calorías, mayor exportación de granos”, predijo el economista.

“Aún cuando se reduzca el crecimiento demográfico, China será un mercado mucho mayor. El impacto en Latinoamérica será positivo”, pronosticó el funcionario del BID. “Hacia 2025 Latinoamérica tendrá más comercio interno y con China, y menos con Europa y EE UU. China además es un competidor de Latinoamérica en manufacturas, pero hay oportunidades sobre todo en manufacturas derivadas de recursos naturales”, opinó el funcionario del organismo con sede en Washington.

 

 

Desde 2009, las inversiones chinas se expanden con fuerza por Latinoamérica, en especial por Brasil. “Esto redujo las tensiones entre las dos economías”, se refirió Mesquita a las disputas de Brasilia con Pekín por el avance de manufacturas chinas en el mercado brasileño. “Llegan inversiones para buscar mercados. Por ejemplo, inversiones en la industria del coche porque Brasil impone impuestos altos a la importación. Pero continuará el daño para la industria (latinoamericana). La competencia en manufacturas será menos intensa por el alza salarial en China, pero el desafío tampoco será menor. Las materias primas continuarán dominando las exportaciones de nuestra región",vaticinó Mesquita.

Pedro da Motta Veiga, director del brasileño Centro de Estudios de Integración y Desarrollo, observó que la relación de América Latina con China se divide entre los países que firman tratados de libre comercio con el gigante asiático, como Chile, Costa Rica y Perú, y los que se protegen, como Brasil, que aplica medidas anti dumping (venta por debajo del coste) y resguardos frente a sus inversiones, como hacen también países desarrollados. Pero Da Motta considera que las medidas proteccionistas de Brasil tienen "efectos limitados" y sus esfuerzos por promover la diversificación de productos exportados hacia China "son un fracaso". El investigador considera que su país debe apuntar a un aumento de la productividad.

Costa rica

 

"El cambio de modelo de China no significa que va a caer el consumo de productos latinoamericanos", predijo Da Motta. "Va a crecer el comercio con Latinoamérica. También va a crecer la inversión china en la región", añadió el investigador. El 87% de las inversiones chinas en América Latina entre 2010 y 2011 se orientó a energía, minería e infraestructura. "Se está reproduciendo el patrón de la relación Norte-Sur", recordó Da Motta el histórico vínculo de la región con EE UU y Europa. "Hubo intentos de compras de tierras y Brasil las limitó por ley. Las inversiones chinas en Latinoamérica son lideradas por diez compañías estatales. Más del 65% en diez años fue a energía y minería. Pero también hay inversiones que buscan grandes mercados bastante protegidos, como Brasil, o que buscan tecnología, como las empresas que invertirán en el campo (petrolero marítimo) de Libra", se refirió Da Motta al interés de CNC y CNOOC en asociarse con la estatal brasileña Petrobras, conocedora de la técnica de exploración y la producción en la costa.

"Hay inversiones chinas en sectores con riesgo político", prosiguió el director del instituto. "Por eso Pekin busca que las relaciones bilaterales sean garantía de la protección de inversiones. Crece el financiamiento a la región. Los bancos públicos chinos le prestaron 85.000 millones de dólares desde 2005. Más de 50.000 millones fueron a Venezuela. También prestaron a Argentina, Brasil y Ecuador, para infraestructura, energía y minería", añadió Da Motta. "El cambio de modelo chino no producirá un choque externo a la región. Su efecto se diluirá con los años", predijo Da Motta. "El cambio nos agarra débiles en industria. El crecimiento sudamericano de los últimos años fue posible gracias a China, con los altos precios de las materias primas se financiaron políticas sociales. Si hay cambio de modelo, China crecerá menos, el yuan se apreciará más, su consumo subirá, habrá un cambio de composición demográfica, un refuerzo de las empresas privadas, de la tecnología y la innovación. El problema es que ahora Brasil, y también Argentina, enfrentan dificultades económicas, fiscales, de cuenta corriente, hay menos tolerancia al riesgo político, monedas devaluadas y poco espacio para políticas industriales", advirtió Da Motta, pero el real comenzó a recuperarse en las últimas semanas.

Si los países de Mercosur enfrentan desafíos en su actual relación con China, los de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile) enfrentar aún mayores problemas. "Son exportadores de metales, son los que van a sufrir más el cambio de modelo de una China exportadora a una consumidora. Mercosur sufrirá un impacto por el menor crecimiento chino. Mercosur también exporta minerales, pero las exportaciones agrícolas resistirán e incluso se beneficiarán. Las exportaciones manufactureras chinas quizá crezcan con menos fuerza, pero van a seguir afectando a los países latinoamericanos con industria", aludió Da Motta a Brasil, México o Argentina.

 

 

Ramiro Albrieu, economista del argentino Centro de Estudios Estado y Sociedad y de la Red Mercosur, alertó de que el hecho de que "el cambio chino lleve tiempo no significa que no se dé". "No es algo estático, es algo que ya está ocurriendo. Hay un rebalanceo global. ¿China dejará de ser una economía exportadora? ¿Dejará su modelo orientado a la inversión? Irá convergiendo hacia las economías desarrolladas. Habrá una transición demográfica, un envejecimiento de la población. También tendrá un mayor rol en la economía global, lo que no significa que esté más coordinada que ahora", planteó Albrieu.

"Si continúa la convergencia al desarrollo, el peso de China será mayor en el comercio mundial y eso puede impactar en los precios. Puede haber más importaciones de China. Seguro que comprenderá las materias primas nuestras, pero hay pesimismo sobre las oportunidades de nuestra industria", sintetizó Albrieu. Por último, se preguntó si Latinoamérica se encuentra preparada para enfrentar una caída de precios de las materias primas, como sí lo estuvo en la crisis mundial de 2008/2009, y la respuesta fue: "Soy pesimista en general, pero hay que ver caso por caso".

Hay 4 Comentarios

betito

se estas hablando acerca de "Maradona y la mano de DIos"....no seas tan pendejo

Muy buenas noches a todos los contertulios.
Es com alegria que vuelvo a les escribir, les comento que estuve enfermo en el hospital para tratamiento medico, incluso he adelgazado unos 3-4 kilos, creo que fue una comida cubana que comi en little havana, pero ahora, estoy bien, estoy me convalesciendo pero estoy bien.
Tengo que pagar el hospital, es algo que me pone algo preocupado, pero tranqüilo.
Bueno, hablar de sociedade brasileña es algo insólito, basta mirar 2 minutos de cualquier periódico brasileno em la tele para dar-se cuenta de que el Brasil no funciona y, detalle, no funcionará jamás, como dice um amigo brasileño que vive em South Beach:
- no tiene como funcionar, el camino de la virtud es a la derecha y el pueblo brasileño sigue a la izquierda,, no tiene moral, no tiene respeto, no tiene verguenza, no tiene nada.
Um ejemplo muy sencillo, tuvo la final del campeonato carioca de futbol y la equipo del flamengo ganó com um gol que fué ilegal, y al final cuando el periodista pregunto al jugador eso lê contesto:
-com um gol robado es más gostoso....
y asi es la cosa em toda latinoamerica, basta ver um juego entre equipos brasileñas y argentinas, lo que importa es ganar, no importa como, .....
no hay moral, no hay verguenza, son todos unos caras de piedra de norte a sur del latino continente.
Mucho se habla em los periódicos brasileños sobre la compra de uma refineria em Pasadena por la petrobrás, siendo que la empresa brasileña pago 10 veces más caro de lo que deberia Haber pago....ahora hay uma bandera brasileña en la refineria, para mi es uma verguenza, el suelo es norte americano y la bandera brasileña solamente nos enseña la sangria del dinero pago em impuestos por el pueblo brasileño, el que pueblo que suele trabajar de verdad, que no tiene nada que ver com los parasitos que están em el gobierno brasileño.
.....
.....
... Les escribo desde MIAMI (ciudad maravillosa, donde toda la gente de bien, cansada de oir mentiras de LULA, KIRCHNER y CHAVES_MADURO) vino a vivir la vida en paz, prosperidad y seguridad, cosa que hace falta en latinoamerica.
El gran problema de latinoamerica (hoy en dia) es la lucha entre el vitimismo y la modernidad, pena que el vitimismo parásito esté ganando la pelea.
Hay un dicho español que dice:"la verdad tiene muchos en su contra y la mentira muchos en su favor".
Asi es la cosa en latinoamerica.
Saludos desde MIAMI (la verdadera ciudad maravillosa)

Lo que lo provoca es la aceleración precisamente, ahora la caída es en picado (clavado); no confundamos

Lo llamativo de América Latina es que está sucediendo lo que todos sabían que sucedería: excesiva complacencia y carencia en inversiones en infraestructuras y educación. Llevo años leyendo que China con los años se ralentizaría y que además, sería más productivo y modificaría su patrón de consumo. En cambio en casi toda Latinoamérica, lejos de adelantarse a esto, no se hacía nada. Salvo México y Ecuador, la mayoría de la región no está preparada apenas.

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Sobre el blog

Novedades, tendencias y debates sobre el devenir de la economía y el desarrollo de Latinoamérica y los latinoamericanos.

Sobre el autor

Alejandro Rebossio es periodista. Su especialidad es la economía y trabaja en la corresponsalía de El País en Buenos Aires. Coautor del libro Estoy verde. Dólar, una pasión argentina (Aguilar) y Vaca Muerta (Planeta) junto con Alejandro Bercovich.

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