El banco de inversión norteamericano Goldman Sachs ha sido protagonista de varios escándalos financieros en los últimos años. Solo basta con pinchar aquí para descubrir algunos de ellos. Pero todos esos casos no les han quitado tiempo a sus empleados para que redacten por quinto Mundial consecutivo un informe especial sobre la Copa y la economía. Elaboraron un modelo estadístico para develar qué países cuentan con más probabilidades de consagrarse campeones del mundo. A partir de datos relativos al desempeño futbolístico de las selecciones, Goldman Sachs concluye que Brasil cuenta con el 48,5% de las probabilidades de levantar el trofeo en su tierra, frente al 14,1% de Argentina, el 11,4% de Alemania, el 9,8% de España y el 5,6% de Holanda. Uruguay solo tiene el 1,1% de probabilidades de repetir la gesta de Brasil 1950. Colombia, el 0,6%; Chile, el 0,5%; Ecuador, el 0,4%; México, el 0,1% y Costa Rica y Honduras, ninguna opción. (Aclaro que soy argentino, pero este artículo no pretende gafar a los brasileños. Para nada.)
Para obtener los pronósticos, los banqueros han tenido en cuenta seis variables. Una es la trayectoria de cada selección en partidos oficiales, no solo en mundiales, desde 1960. La segunda es la cantidad de goles convertidos en los últimos diez encuentros jugados, excluidos siempre los amistosos. La tercera son los tantos sufridos en su meta en los últimos cinco partidos. La cuarta es la mejor o peor actuación de las selecciones en los juegos de las Copas del Mundo en relación con su propia media de cotejos oficiales. La quinta es la influencia positiva de ser dueño de casa. La última valora cómo le fue a cada país en los Mundiales que se han disputado en su propio continente.
A partir de estos factores, se pronostica que en el Grupo A Brasil goleará a sus tres rivales: Croacia, México y Camerún. El Tri empataría con croatas y cameruneses y quedaría fuera del Mundial en primera rueda, es decir, ni siquiera llegaría a los octavos de final, que ha sido el nivel al que ha llegado y nunca ha superado en todas las copas desde 1990.
En la zona B, España derrotaría a Chile y Australia y empataría con Holanda. Chile, a su vez, caería con los subcampeones del mundo y empataría con los oceánicos, con lo que tampoco avanzaría a octavos de final. En el Grupo C, los colombianos dirigidos por José Pekerman empatarían los tres partidos, con Grecia, Costa de Marfil y Japón, pero se clasificarían de fase. En el D, Uruguay también igualaría los tres, con Italia, Inglaterra y Costa Rica, y se metería en octavos. Costa Rica, en cambio, sería eliminada al perder con la squadra azzurra y pese a empatar con los ingleses.
En la zona F, Ecuador empataría los tres, con Francia, Suiza y Honduras, y se abriría paso a los octavos de final. Por el contrario, los hondureños serían derrotados por los franceses y rescatarían un punto con los suizos, con lo que se volverían a casa rápidamente. Argentina vencería a Bosnia Herzegovina e Irán por un gol de diferencia y a Nigeria, por dos en la zona F.
En octavos, Brasil se impondría a Holanda, Uruguay a Grecia por penaltis, España a Croacia, Italia a Colombia en la definición desde los 11 metros y Argentina a Ecuador. En los cuartos, Brasil se tomaría revancha de Uruguay por el Maracanazo del 50, España doblegaría a Italia y los de Lionel Messi al Portugal de Cristiano Ronaldo, si es que la actual lesión lo deja jugar la Copa. En semifinales, Brasil daría cuenta de Alemania y Argentina de España. ¿La final? Tres a uno para los anfitriones. Brasil busca su sexta Copa del Mundo, después de la de Japón y Corea del Sur 2002, y Argentina, la tercera, tras ganar en México 1986.
Pero Goldman Sachs admite que más interesante que el pronóstico partido por partido resulta analizar qué probabilidades tiene cada país de avanzar a cada rueda. Veamos.
Es curioso notar que, dada la dificultad o la facilidad que presenta el grupo inicial para cada selección, Colombia tiene más probabilidades que Uruguay de avanzar hacia los octavos de final, pero menos de coronarse campeón del mundo. Lo mismo sucede si se compara a Ecuador con Chile. Solo una vez, en Italia 1990, los colombianos se metieron entre los 16 mejores del mundo. Uruguay, en cambio, fue dos veces campeón, la última en 1950. Chile fue tercero en el Mundial que organizó en 1962 y Ecuador llegó a octavos de final en Alemania 2006. Los hondureños, a su vez, cuentan con más posibilidades de sortear la primera fase que los costarricenses. Los primeros nunca pasaron de la primera rueda en las dos copas disputadas (España 1982 y Sudáfrica 2010) y los ticos arribaron a octavos en 1990.
El sorteo también influye mucho en las oportunidades de los países de jugar contra un rival más o menos accesible en octavos de finales. Por eso, Ecuador cuenta más pronósticos favorables que Chile para alcanzar los cuartos y México dispone de las mismas probabilidades que Costa Rica, aunque más que Honduras. Otra curiosidad: Ecuador tiene más alternativas de resultar semifinalista que Colombia y Chile y tantas como Uruguay. ¿Quizás aquí es el punto en el que modelo estadístico comienza a fallar?
Pero en un intento por mostrar que todo esto no es una pueril, Goldman Sachs aplicó el mismo método de cálculo a Sudáfrica 2010. Entonces España era el segundo país con más probabilidades de consagrarse campeón (15,7%, detrás del 26,6% de Brasil, que acabó en cuartos de final). Holanda era el tercero con más posibilidades de arribar a la final (25,5%), detrás de la Roja y la canarinha. Alemania era el cuarto en pronósticos para ser semifinalista (44,4%) y Uruguay, el decimosegundo (8,6%). Aquella vez Argentina solo tenía un 3,2% de probabilidades de consagrarse campeón y se quedó fuera en cuartos. México, el 1,7% y llegó a octavos. Chile, que alcanzó la misma fase, el 0,6%. Paraguay, que fue eliminado por España en cuartos, el 0,6% también. Honduras, el 0,2%.
¿Cómo impacta en la bolsa de un país que su selección se consagre campeón? Suele mejorar el ánimo de los inversores y elevar los precios de las acciones pero solo durante unas pocas semanas posteriores a la vuelta olímpica. Desde Alemania 1974 siempre ha sucedido así, con la única excepción de Brasil en 2002, que atravesaba por entonces una crisis económica. España, pese a que también se encontraba en declive en 2010, gozó de un efímero repunte bursátil tras su primera consagración mundial. Pero la euforia futbolística de los mercados es pasajera y al cabo de un año las acciones del campeón suelen cotizar más abajo. Un recorrido similar ocurre en las bolsas de los países anfitriones. Solo en el corto plazo se da un fenómeno de orgullo y confianza, según Goldman Sachs.
Es usual que caigan las bolsas de los países que pierden la final, al menos en un principio. La excepción ha sido Argentina en el último Mundial de Italia, pero porque venía de una caída del 90% entre octubre de 1988 y principios de 1990, en plena hiperinflación. Recuerdo que tras aquel Alemania 1 Argentina 0, mis amigos tocaron el timbre en mi casa para ir a la calle a festejar el subcampeonato. Me negué diciendo que no se celebraba una derrota. Era un quinceañero malacostumbrado después de 1986. Me equivoqué, teniendo en cuenta los resultados de la albiceleste en los siguientes cinco mundiales. En general, la depresión tras la derrota en una final suele ir acompañada de una caída en los mercados durante todo el año posterior.
El informe de Goldman Sachs también elabora algunas relaciones entre los resultados en el Mundial y la economía. Por ejemplo, el PIB de los países que se consagran campeones suele haber crecido a tasas relativamente altas en los años anteriores a la victoria. En cambio, los anfitriones en general crecen antes de la Copa menos que la mayor economía del mundo, la de EE UU. Es decir, el efecto económico de la organización de un Mundial es relativo.
El banco encontró también otra coincidencia entre fútbol y producción. De los países que alguna vez disputaron una final de la Copa del Mundo, los que más la han jugado en general tienden a contar con más tierra cultivable. En plan de broma, Goldman Sachs plantea que los brasileños y los argentinos cuentan con más campos disponibles para patear el balón.
Hay 3 Comentarios
Bien se dice que el zorro pierde el pelo pero no las mañas. Esta elucubración debida a Goldmann-Sachs guarda un paralelismo con los balances que le diseñaron a la ya muy endeudada GRECIA, en ocasión de los Juegos Olímpicos en el 2004. Poco mas o menos. Brasil aunque no cabe duda que es un país con una fuerte economía, aunque emergente, con seguridad está necesitando " aire" para llevar a buen termino las obras para su Mundial de Fútbol.El clima de beligerancia que se ha adueñado de sus calles, ha obligado al gobierno de Dilma Rouseff a respaldar la seguridad mediante grupos de militares que patrullan desde ahora en forma permanente. En fin. Lo que los "buenos muchachos" de Goldmann Sachs estan diciendo es que Brasil ha debido ampliar su deuda externa, pero con la perspectiva de ganar el Mundial, bien lo vale !! ¿O no? Oh, nó!
Publicado por: Beatriz Basenji | 02/06/2014 2:51:35
El Deutsche Bank empata con Goldman Sachs en escándalos y el Deutsche Bank ha hecho un análisis brillante, que los bigotudos ganarán, por supuesto. :-)
Publicado por: John | 01/06/2014 16:11:23
Mejor que le pregunten al pulpo
Publicado por: Octopussy | 01/06/2014 7:45:12