Latinoamérica tiene un banco de fomento que no para de crecer. No es el retrasado proyecto de Banco del Sur, que hace siete años acordaron crear Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Uruguay. Se trata de la Corporación Andina de Fomento (CAF), que nació en 1970, pero que en los últimos diez años ha expandido su cartera a un ritmo del 10% anual, hasta llegar a acercarse en tamaño a la del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La CAF, que tiene como socios a 16 países latinoamericanos y caribeños y a dos minoritarios europeos, España y Portugal, ha aprobado entre 2009 y 2013 créditos por 51.146 millones de dólares, es decir, una media de 10.229 millones anuales. El año pasado llegó a los 18.232 millones. El BID presta una media de 12.000 millones por año y en 2013 alcanzó los 14.000 millones. Este banco tiene como accionistas a 26 países latinoamericanos y caribeños, que controlan la mitad más uno de los votos, y a 22 de países donantes, norteamericanos, europeos y asiáticos, incluida China.
¿Cuál es la razón que explica que la entidad con sede en Caracas ha crecido tanto en relación a la basada en Washington? Fuentes de la CAF ofrecen diversos argumentos. Primero, una serie de capitalizaciones por parte de sus socios antiguos y nuevos en los últimos años, sobre todo desde 2009. Argentina, Brasil, Panamá, Paraguay y Uruguay se sumaron en 2007 a lo que originalmente era solo un grupo de países andinos. Comenzaban entonces tiempos en los que diversos gobiernos de la variopinta izquierda latinoamericana buscaban financiamiento por fuera de los organismos dominados por países desarrollados y a través de instituciones propias o de China. En segundo lugar, sus préstamos no tienen condicionalidades, como en organismos donde los países donantes, como el BID o el Banco Mundial, tienen más peso, según especulan en la corporación que preside desde 1991 el boliviano Enrique García. En tercer término, el discurso de la CAF es que cada país decide las prioridades en las que pretende invertir los préstamos y el banco no se mete a opinar sobre su política económica. También es cierto que la CAF elabora su diagnóstico estructural de las economías para proponer sectores a los que apoyar. En cuarto lugar, en la entidad se jactan de ser ágiles, dicen que desembolsan los préstamos tres meses después de su aprobación. Por último, se precian de su flexibilidad a la hora de reprogramar agendas de inversión con cada país.
Pero la organización de García no quiere competir con la que preside el colombiano Luis Alberto Moreno. “Somos complementarios con el BID”, afirman en la entidad con sede en Caracas. De por sí, la plantilla de la CAF es bastante más reducida, 600 empleados, contra 2.000 del BID, institución que además de prestar dinero también elabora mucha investigación económica. Además, el banco de Moreno, al igual que el Mundial, conserva una ventaja por sobre la CAF para los países deudores: tipos de interés más bajos.
Claro que los países latinoamericanos también cuentan con otras fuentes públicas de financiación. En Brasil, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) prestó el año pasado 79.000 millones de dólares, mucho más que la CAF o el BID. A su vez, China ha otorgado en los últimos años más crédito a la región que la suma conjunta de lo financiado por los bancos Mundial e Interamericano. Otros países asiáticos como Corea del Sur, Catar y Arabia Saudí también exploran vías para prestar a Latinoamérica.
De los fondos concedidos por la CAF en el periodo 2009-2013, Perú fue el principal beneficiario, con 10.558 millones de dólares, seguido por Brasil, con 8.822 millones, Colombia, con 6.903 millones, Argentina, con 5.540 millones, y Ecuador, con 4.154 millones. Otros países también recibieron créditos: Costa Rica, 50 millones; México, 591 millones; Panamá, 1.681 millones; Paraguay, 882 millones; República Dominicana, 193 millones; Uruguay, 2.672 millones y Venezuela, 3.540 millones. El 34,5% del financiamiento aprobado por la CAF en 2013 se dirigió al sistema financiero de los países, el 29,9% a infraestructura, el 15% a desarrollo ambiental y social, el 12,9% al sector productivo y el 7,2% a reformas estructurales.
Hay 1 Comentarios
Que hace Mexico, porque no recibe creditos de CAF?
Publicado por: Ruben Saucedo | 05/06/2014 7:34:55