"El desafío actual es cómo nos vamos a ajustar"

Por: | 11 de agosto de 2014

El chileno José Gabriel Palma protagonizó el año pasado una de las entrevistas con más repercusión de las que hicimos en este blog a economistas para hablar sobre la realidad latinoamericana. Por eso hemos vuelto a dialogar con este profesor de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) para analizar un presente de desaceleración económica en casi toda la región.

 

Pregunta. ¿Cómo le va a Latinoamérica?

Respuesta. Si bien hay mucha diversidad, la característica común fue cómo se desperdició el ciclo de los precios altos de los commodities (materias primas) de la última década. Algunos al menos aumentaron el gasto social, y eso lo valoro. Pero, en materias productivas, se desperdició este ciclo de bonanza exportadora y de fácil acceso al financiamiento externo para la mayoría de los países de la región. Ciclos que, con suerte, vienen uno por generación. Y ahora que ya estamos en la parte declinante del ciclo, hay poco o nada para mostrar de positivo en términos de infraestructura, calidad de la salud y educación pública, en inversión privada en maquinaria y equipos, en absorción de nuevas tecnologías, para qué decir su creación, y en diversificación productiva, en especial de las exportaciones. Entre los grandes desafíos comunes que tenemos está la necesidad de diversificar nuestra estructura productiva, especialmente industrializar el sector exportador y diversificar nuestras exportaciones. Y a lo largo de este ciclo se hizo poco o nada al respecto, fuera de mejorar significativamente las tecnologías extractivas de productos primarios, como en Chile, con el cobre concentrado, la astilla de madera y el salmón de tres kilos. Casi todo lo que quedó de la renta minera y del financiamiento externo se usó más bien para financiar consumo. En el caso chileno, por la falta de royalties de verdad, de impuestos para captar la renta minera, la salida de utilidades del capital extranjero que trabaja principalmente en commodities fue en promedio cercana al 10% del PIB durante esta década, con varios años con montos mucho mayores al PIB de Bolivia o Paraguay. Por otro lado, lo que quedó en el país se destinó principalmente al consumo, subiendo su proporción en el PIB del 72% a más del 76% en tan solo los cuatro años del gobierno anterior. En tanto, la inversión promedia en Chile durante la última década fue incluso menor que la de la anterior, la de los precios bajos del cobre y otros commodities, del 21,2% del PIB y 23,8%, respectivamente. ¡Qué diferencia con la política económica del presidente (Jose Manuel) Balmaceda (1886-1891) en la era del salitre! Su idea era tan simple como genial: como estos ciclos son siempre transitorios, lo que hizo fue captar los excedentes temporales del salitre, para invertirlos de inmediato tanto en capital físico como humano. Solo así se podrían crear capacidades productivas que pudiesen tomar el lugar del recurso natural cuando su renta inevitablemente se desvaneciera. Por tanto, colocó un royalty alto a las exportaciones de salitre, y con esos recursos cuadruplicó la inversión pública en capital físico, especialmente infraestructura y ferrocarriles, y en educación la incrementó ocho veces. Fomentó además la manufactura. Y como la oferta de (bienes) no transables (construcción y servicios) era elástica, un incremento del gasto de esta magnitud también evitó la revaluación del tipo (tasa) de cambio real, evitando el síndrome holandés. Ahora, en cambio, poco se hizo desde el punto de vista de diversificación productiva. Más bien "guatita (tripa) llena y corazones contentos". Si alguna vez hubo una década perdida en lo productivo en nuestra América, fue ésta.

P. ¿Y qué motor tendrá Latinoamérica en los próximos años?

R. El desafío actual es cómo nos vamos a ajustar a lo que se nos viene encima con la caída del precio de los commodities los desequilibrios ya existentes, pues la mayoría de los países no solo se ajustaron a la bonanza exportadora como si fuese permanente, sino que se pasaron de largo. Así hoy día Chile, con el cobre aún a un precio tres veces más alto que el histórico, ya tiene un déficit de cuenta corriente del 5% del PIB y una economía prácticamente estancada. Para qué decir Brasil, cuyo saldo comercial en manufacturas cayó de un superávit de 16.000 millones de dólares en 2005 a un déficit de 60.000 millones en 2012 y su economía está aún más estancada. Y como los precios de los commodities van a seguir bajando, lo que nadie sabe es hasta dónde, los ajustes que se vienen encima pueden ser muy dolorosos. En Chile, por ejemplo, si el precio del cobre volviese al histórico de la noche a la mañana, el déficit de la cuenta corriente saltaría del 5% del PIB a aproximadamente un 15%. ¡Más del que tenía en 1982! Y esto no es tan improbable, ya que una de las características de este ciclo de los commodities es que muchos pasaron a ser activos financieros; por lo que su caída puede ser tan rápida como fue su alza después del 2003.

Palma José Gabriel Pama/Universidad de Cambridge

P. La región están rebajando sus perspectivas de crecimiento para 2014...

R. Hay varias economías de la región que ya se están desacelorando a tasas mucho mayores que las esperadas. Y, como decía, esto con precios de los commodities muy altos y con muchas economías que todavía pueden acceder a financiamiento externo abundante y barato.

P. ¿Y por qué el capital le presta a unos y no a otros?

R. Porque saben que en algunas economías de la región los políticos son capaces de vender a su madre, si es que ya no la vendieron, antes de declararse en default (impago). Tienen un modelo que da absoluta seguridad a los especuladores extranjeros, quienes tienen grandes excedentes de liquidez y andan realmente desesperados buscando dónde colocarla.

P. ¿Usted ve una dicotomía entre la Alianza del Pacífico y Mercosur?

R. Es difícil comparar estos dos bloques, pues una alianza es pura cosa virtual, mientras que la otra, Mercosur, con todos sus problemas, es algo real. Por eso, su comparación sería algo artificial. Son dos modelos económicos, pero Brasil está mucho más cerca de Chile, Perú, Colombia y México que de Argentina. ¿A ti se te ocurre algo de apertura neoliberal de Chile que no exista en Brasil?

 

 

P. Chile tiene muchos acuerdos de libre comercio.

R. Así es, pero no hay que exagerar lo que son esos acuerdos. Con el acuerdo comercial con EE UU lo más sustancial fue que se le impuso a Chile la condicionalidad de que nunca más puede implementar controles de capital como hizo, con tanto éxito, en los 90. ¡Hasta (Kenneth) Rogoff y (Larry) Summers los alababan! Decir lo contrario, como dice la canción, es teatro, puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro. ¡Qué tiene eso que ver con un acuerdo comercial! Estos acuerdos son muchas veces más bien movidas políticas y financieras que económicas, como la nueva Asociacion Trans-Pacífica (TPP, por sus siglas en inglés).

P. Pero Mercosur tiene muchas trabas al comercio interno…

R. Como Argentina tiene la herencia de la moratoria, no puede endeudarse; y si no hay dólares para importar, no tiene otra alternativa que poner trabas a las importaciones, incluidas las de Mercosur. Es por necesidad más que política.

  

P. ¿Qué opina de la crisis de deuda de Argentina?

R. Los orígenes de los problemas de Argentina son básicamente dos. Uno es la moratoria de 2001, que le creó una situación complicada de financiamiento externo. Otra es la política económica de finales de la década pasada. Argentina salió muy bien de la crisis de 2001/2002, y el problema fue que eso generó un tipo de ‘manía’ que en economía nunca termina bien. Cuando la economía empezó a desacelerarse, tanto el Banco Central como en lo fiscal empezaron políticas excesivamente expansivas que eran insostenibles. Se creyó que el crecimiento rápido podía continuar para siempre con la misma baja inversión, baja absorción tecnológica y con la misma falta de diversificación productiva. Eso creó problemas de balanza de pagos, que al no poder financiar con deuda, como en tantos países de la región, generó inflación y desabastecimiento. Hoy día se está pagando la cuenta de esa fiesta expansiva insostenible.

P. ¿Qué opina del fallo judicial de EE UU que bloqueó el pago de deuda de Argentina?

R. (Gabriel) García Márquez debe estar riéndose en su tumba. Argentina quiere pagar a más del 90% de sus acreedores y no la dejan. ¡Ese sí que es un default realista mágico! Y la cosa va de mal en peor con el inminente acuerdo TPP, liderado por EE UU. Ahí se establece que cualquier multinacional puede demandar a un país miembro por cualquier cosa que no les guste en cortes especiales, con jueces del tipo de los que fallaron a favor de los fondos buitre. Si en Chile, por ejemplo, país que va a firmar ese acuerdo, un Gobierno decide subir de verdad el salario mínimo, las multinacionales pueden pedir una compensación a esos tribunales. Igualmente, si Chile decide por fin un royalty de verdad en el cobre, nacionalizar el agua de las lluvias, autoprivatizadas por algunos Chicago Boys (economistas de la neoliberal Universidad de Chicago) asociados, o cualquier cosa de esa naturaleza. Los países que entren a ese acuerdo van a tener problemas peores que los que tiene Argentina con los fondos buitre. Lo que muestra el caso de estos fondos es que el sistema judicial en EE UU, y el que se va a crear en el Transpacífico, lo pueblan jueces que están en el bolsillo de las multinacionales, muchas veces no por corrupción sino por ideología. Si en el capitalismo haces un buen negocio, te quedas con las ganancias; si haces uno malo, tienes que hacer las perdidas. Si le prestas a un país, a una empresa, o a un hogar al que sabes que no va a tener por donde pagar, caso de Argentina en el periodo de (Carlos) Menem (1989-1999) hiciste un mal negocio y tienes que hacer la pérdida. Esa es la única forma en la que puede funcionar el capitalismo en forma eficiente. Pero no para los neoliberales, quienes solo quieren zanahorias y ningún látigo. Entonces ahora, en lugar de tener un sistema a lo Al Capone para cobrar a quienes no pueden pagar, y a los que nunca les debieron prestar, inventan un sistema legal que les hace el favor. Por eso, este fallo de los fondos buitre es realmente lamentable. Es la señal de los tiempos que vienen. Los mercados financieros quieren ganar sí o sí, al margen de que si se molestan o no en tener una mínima discreción en sus decisiones especulativas.

P. ¿Cómo ve a México?

R. Mal. México muestra mejor que nadie la dicotomía del neoliberalismo: una tecnología de poder muy sofisticada, pero políticas económicas increíblemente poco sofisticadas e ineficientes. México tiene la inversión extranjera por habitante más alta del mundo y tiene el acceso al mercado estadounidense mejor que nadie. ¿Y qué tiene para mostrar con eso en los últimos 30 años? Un crecimiento promedio de la productividad menor al 1% anual, alrededor de un cuarto de la que tuvo en los 30 años anteriores. Lo que hace (el presidente Enrique) Peña Nieto hoy día es solo más de lo mismo. Es increíble cómo abre innecesariamente, y de gratis, el hidrocarburo al capital extranjero. ¡Y miren la maquila (ensambladoras) mexicana! Hace 30 años que México es el campeón mundial de exportación de blue jeans (vaqueros) a EE UU, pero aún lo sigue haciendo con algodón, hilo, botones y colorantes estadounidenses. La incapacidad del mercado liberalizado para profundizar los procesos de industrialización es realmente lamentable. Como nos muestra Asia, abandonamos la política industrial cuando más la necesitábamos.

 

P. ¿La reforma energética no atraerá inversión a México?

R. Sí, pero lo que realmente va a quedar son algunas divisas y mucha polución, además de políticos forrados (adinerados).

P. ¿Y cómo ve a Colombia, Venezuela y Perú?

R. Colombia y Perú tratan de hacer lo mismo que hacía Chile en los 90, cuando se crecía rápido. Pero no parecen haber aprendido mucho de porqué ese crecimiento no fue sustentable; cómo a poco camino se le acabó el oxígeno. Desde entonces hasta ahora Chile no tiene mucho que mostrar. En nuestra región, cuando mucho, somos buenos corredores de media distancia; en Asia son de maratón. De Venezuela podríamos hablar horas: la crisis económica parece no tener límites, y se ve poca solución. Es como cuando pelean las fracciones peronistas en Argentina: las que no están en el poder siempre tienen la capacidad de hacer el país ingobernable para la que lo está. Es la venganza política de Moctezuma con los descendientes de los españoles y portugueses.

 

P. Usted critica mucho a Chile, pero es el país con más alto índice de desarrollo humano en Latinoamérica, según la ONU.

R. Tampoco hay que idealizar esos índices. En la región de los ciegos el país tuerto es rey. En Chile el 1% más rico se lleva un tercio del ingreso nacional. Lo que es muy cierto es que en aspectos como nutrición y pobreza Chile ha avanzado enormemente. Pero olvídate de la educación y salud pública. Hospitales que parecen Albania, y en educación buenos números, el 70% de la población en edad correspondiente va a la universidad, pero en la mitad de las universidades nuevas hay muchos profesores que pretenden enseñar y muchos alumnos que pretenden aprender, unos sacan su sueldo y los otros su título, pero el conocimiento es un extra opcional. ¿Investigación? Olvídate. ¡Qué tiene eso que ver con el lucro en la educación! No hay que ignorar los grandes logros, pero tampoco hay que idealizarlos. Y lo que aún hay realmente que aprender es por qué el crecimiento rápido de 1986 a 1997 no fue sustentable. Pocos neoliberales de derecha y de centroizquierda quieren saber de eso.

Hay 7 Comentarios

Gracias, por contestar. Leo el blog porque resulta bastante completo y tiene datos estadísticos y análisis interesantes. Respecto a la entrevista, son impactantes las declaraciones de José Gabriel Palma. Latinoamérica casi no invierte en innovación, resulta patético que en pleno siglo XXI se sigan utilizando métodos tecnológicos tan arcaicos. En Chile los alumnos y algunos profesores hacen investigaciones solo para tener cierto número de textos en revistas y papers a su haber. es un requisito como cualquier otro, muchos solo lo ocupan como modo de figurar ante sus pares, en especial en el área de las ciencias sociales y el derecho.
Saludos y mucha suerte.

Gracias, por contestar. Leo el blog porque resulta bastante completo y tiene datos estadísticos y análisis interesantes. Respecto a la entrevista, son impactantes las declaraciones de José Gabriel Palma. Latinoamérica casi no invierte en innovación, resulta patético que en pleno siglo XXI se sigan utilizando métodos tecnológicos tan arcaicos. En Chile los alumnos y algunos profesores hacen investigaciones solo para tener cierto número de textos en revistas y papers a su haber. es un requisito como cualquier otro, muchos solo lo ocupan como modo de figurar ante sus pares, en especial en el área de las ciencias sociales y el derecho.
Saludos y mucha suerte.

Sí, al final sigue Eco Americano en El País.

¿Entonces sigue Eco Americano?

Pobre ignorante, practicamente se dedica en exclusiva a destrozar a los paises de la Alianza del Pacifico, en tanto de Brasil, Argentina o Venezuela no dice nada, hasta se atreve a decir que Mexico es el ejemplo perfecto del despercidio de la bonanza de la decada pasada, siendo que dicho ciclo no fue favorable a Mexico en nada, ya que Mexico pertenece a otro core de paises y no me refiero a los paises exportadores de semillas y piedras como el suyo. Dice que Mexico solo exporta blue jeans, pobre diablo, deberia darse una vuelta por aqui, ya que Mexico es no solo la principal potencia exportadora de la region, si no tambien cuenta con la plataforma industrial mas amplia, diversificada y robusta de todos los paises latinoamericanos, donde se producen desde automoviles, aeronaves, software, maquinaria en general, componentes electronicos, electrodomesticos y si tambien blue jeans y todo tipo de bienes con valor agregado muy superior al de cualquier otro pais latinoamericano. Triste analista, catedratico, filosofo o lo que sea, con facha de ideologizado adoctrinador socialista. Muy mediocre analisis, parco y mezquino en donde apenas esta vislumbrando que ciertamente Sudamerica desperdicio la decada pasada en carnavales y campeonatos de futbol, gracias a una coyuntura dependiente de su nuevo patron, la Republica Popular de China. Y Mexico? pues Mexico no formo parte de dicho carnaval, ni se embriago, ni tiene resaca como el comprendera.

Confío en que mi comentario sera publicado. Gracias.

Extraordinario análisis politico de la economía. Absolutamente didáctico, destinado al entendimiento hasta de las piedras. Felicitaciones. El problema que queda en el aire es la alterantiva de solución. Yo me permito planteárselas. Lean mi libro-herramienta para transofrmar el mundo política, económica y socialmente a major, se llama "YO, POR LO MENOS LO INTENTO ¿Y TÚ? Mi referencia: www.gabrielalejandrofigueroa.com

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Sobre el blog

Novedades, tendencias y debates sobre el devenir de la economía y el desarrollo de Latinoamérica y los latinoamericanos.

Sobre el autor

Alejandro Rebossio es periodista. Su especialidad es la economía y trabaja en la corresponsalía de El País en Buenos Aires. Coautor del libro Estoy verde. Dólar, una pasión argentina (Aguilar) y Vaca Muerta (Planeta) junto con Alejandro Bercovich.

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