"Se acabó el crecimiento exportador de Latinoamérica"

Por: | 29 de agosto de 2015

Oscar Ugarteche es un economista peruano, pero investiga en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Preside la Agencia Latinoamericana de Información, coordina el Observatorio Económico de América Latina y estudió Finanzas en la Universidad de Fordham, en Nueva York, y en la London School of Economics. Fue investigador en organismos públicos de Perú, trabajó en los bancos centrales de Nicaragua y Bolivia y fue consultor de diversas agencias de la ONU. Aquí dialoga desde México sobre la realidad de toda la región.

 

Pregunta. ¿Cómo ve la economía latinoamericana entre las crisis de China y Brasil, la caída de los precios de las materias primas y el fortalecimiento del dólar?

Respuesta. Mal. ¿Hay alguna posibilidad de verlo bien? El tema de los ‘commodities’ (materias primas) tiene más que ver con la tasa (tipo) de interés de EE UU que con China. Lo que vimos en los últimos años había sido una tasa de interés negativa para los instrumentos de corto plazo en EE UU. Eso había generado un movimiento hacia las economías emergentes que generó un auge de bolsas de valores, una apreciación de las monedas y una acumulación de reservas. Además hubo un movimiento hacia ‘commodities’. Los capitales asentados en Nueva York buscaron rentabilidad positiva, la que fuera. Como los ‘commodities’ operan en el mercado de futuros, que es muy líquido porque uno compra contratos y no se hace de cobre, hubo un aumento de la oferta mientras que EE UU y Europa comenzaron a demandar menos desde 2011. Entonces el precio del cobre comenzó a bajar. A eso se le agrega que desde diciembre de 2013 la Reserva Federal (banco central de EE UU) dice que no va a subir la tasa de interés “todavía”. Ese discurso en términos psicoanalíticos es vacío y en términos económicos es un sin sentido.

P. ¿Por qué un sin sentido?

R. Si tu eres presidente de un banco central no hablas de la tasa de interés: o la subes o no la subes. Al decir que no la van a subir, están diciendo que la van a subir después. Eso cambia las expectativas y, al hacerlo, los capitales comenzaron a moverse, a regresar a casa. Los tipos (tasas) de cambio comenzaron a deslizarse en el sentido correcto, porque dejaron de estar tan apreciados. Las reservas internacionales de algunos países bajaron un poquito, las bolsas de valores sufrieron un ajuste y las exportaciones bajaron. Estamos regresando a la situación inicial, adonde estábamos antes de este periodo de burbuja, que ha durado como diez años. ¿Y esto dónde nos deja? El holandés Bernard Hoekman acaba de sacar un capítulo de un libro del Centre for Economic Policy Research de Londres que se llama ‘El fin de una era’ y se pregunta si ha terminado la era del crecimiento exportador. Y se contesta, después de hacer toda clase de ejercicios numéricos, que sí. Después de la gigantesca burbuja por una tasa de interés negativa y ante el estancamiento de EE UU y Europa y la desaceleración china, se acabó el crecimiento exportador de Latinoamérica.

Ugarte

El economista peruano Oscar Ugarteche/UNAM

 

P. ¿Y qué puede hacer Latinoamérica ante esta situación?


R. Volver a pensar. Dejamos de pensar cuando nos dijeron que la solución estaba en la puerta, que se trataba de tener unos acuerdos de libre comercio, privatizar y saldríamos todos adelante. Nos vendieron un gato muerto. Insistieron que era conejo y que estaba vivo, pero era un gato muerto, no servía. Tenemos que volver a ver cómo funciona el Estado en la economía, las políticas de ‘industrialización’, volver a ver cómo se le agrega valor a nuestras materias primas en casa. Estamos de regreso a la discusión de 1954. Y en Argentina estamos de regreso a la discusión de 1909. Cada vez que más o menos la tenemos, viene alguien que dice que es por las exportaciones primarias y destruye lo que se construyó durante 40 años.  

P. Pero a países que deshicieron el camino de las privatizaciones tampoco les está yendo tan bien en términos de crecimiento económico e inflación, como a Argentina y Venezuela…

R. Yo no sé qué cosa nueva quiso hacer Venezuela. Era un país exportador de petróleo y sigue siéndolo. Mientras tu estructura productiva sea la misma, la estructura de propiedad es marginal. La estructura productiva venezolana no solo no ha cambiado sino que ha retrocedido. Había avances en el sentido industrial y se han perdido. Y tengo la impresión que ese no es el caso de Argentina ni el de Brasil, donde los avances industriales continúan. A pesar de que la inflación en ambos países es un poco alta, el tema clave no es la inflación sino el aparato productivo. Son países en los que el salario en proporción del PIB ha subido y eso explica por qué sus gobiernos tienen apoyo popular pese a las protestas. Ese no es el caso de Chile o Perú. Chile, Perú y Venezuela son los países más exportadores de producción primaria.

P. ¿Y de Colombia y México qué opina?

R. El drama mexicano es un caso aparte. EE UU dice que su preocupación es Venezuela. Pero para mí no lo es. Es México. Aquí hay un problema de falta de Estado de derecho, que se ve todos los días en la calle. Aquí hay una presencia del narcotráfico muy grande en la sociedad: es un país en el que aparecen muertos todos los días y es evidente que el Gobierno no tiene interés en qué pasa con ellos. En México no tienes ninguna certeza sobre cómo van a responder las leyes frente a ti. Dicen que la inversión extranjera crece en México, pero es la que viene a comprar barato empresas que ya existen. Eso no genera valor agregado, eso es transferir propiedad. Además tienes unos flujos de comercio gigantescos, pero con muy poco valor agregado. Estás exportando mano de obra barata vía maquila en México o vía migración ilegal a EE UU. Y ya te pusiste de acuerdo con el Gobierno de EE UU para venderle el petróleo. Quien hizo la reforma energética mexicana fue la consultora de Carlos Pascual, el exembajador de EE UU en México, y una de sus contratadas fue Hillary Clinton. ¿De qué país estamos hablando? Aquí no hay solo un problema productivo sino un problema político gigantesco que tiene al país atascado.

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La Historia es la misma, nada ha cambiado. El bandidaje, disfrazado de santidad, ha dividido y divide a la humanidad en astutos (las minorías) e imbéciles (las mayorías). En el pasado los astutos eran guerreros con lanzas y espadas; en el presente, los astutos son los políticos con etiquetas de liberales... no necesitan de armas para matar, les basta con matar de hambre y desamparo a las mayorías.

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Sobre el blog

Novedades, tendencias y debates sobre el devenir de la economía y el desarrollo de Latinoamérica y los latinoamericanos.

Sobre el autor

Alejandro Rebossio es periodista. Su especialidad es la economía y trabaja en la corresponsalía de El País en Buenos Aires. Coautor del libro Estoy verde. Dólar, una pasión argentina (Aguilar) y Vaca Muerta (Planeta) junto con Alejandro Bercovich.

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