Habitantes de Massachusetts (EEUU) están muy pendientes desde hace unos meses de cómo gastan sus vecinos la energía. Forman parte de un programa experimental de la compañía National Grid para reducir el gasto de electricidad y gas natural que está teniendo muy buenos resultados. Y es que los participantes no parecen dispuestos a ahorrar menos que las otras familias del barrio.
Esta experiencia en la que ya hay involucrados cerca de 125.000 vecinos, atentos unos de otros, muestra una variante muy distinta de un comportamiento humano por lo general relacionado con todo lo contrario, el aumento del consumo. En el campo de la energía, se da cuando una persona que podría reducir su gasto actúa de forma diferente por diversos motivos “irracionales” o ineficientes desde un punto de vista económico. Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando alguien consume no para satisfacer una necesidad real, sino para remarcar su estatus social.
Nacido en Wisconsin, unos estados más al oeste de Massachusetts, aunque de familia noruega, el economista Thorstein B. Veblen ya se refería a ello en 1899 cuando hablaba de las clases ociosas y del consumo “conspicuo”. En sí, se trata de una especie de competición social que lleva a la gente a intentar comprarse un coche, un móvil o una tele siempre más grande que la del vecino o la del cuñado.
Esta inclinación a compararnos con los demás se explica también por la búsqueda de referencias para tomar una mejor decisión. Pero, lo cierto es que, aunque la mayoría de la gente asegure lo contrario cuando se le pregunta, muchas de nuestras elecciones vienen determinadas por lo que hemos visto en los otros. Con la energía, esto puede tener además un efeto interesante, como ocurre ahora mismo entre los vecinos de Massachusetts. Así lo constató en un estudio de 2008 la investigadora Jessica Nolan, ahora en el Departamento de Psicología de la Universidad de Scranton, en Pensilvania.
“Nuestra investigación demostró que el decir a los hogares que la mayoría de sus vecinos estaban implicados en ahorrar energía provocaba que estos también disminuyeran su consumo”, nos cuenta esta psicóloga. “Es importante destacar que nosotros enfatizábamos que la mayoría de la gente estaba ahorrando, si la mayoría del vecindario no hubiera estado ahorrando es probable que el consumo de los demás no cambiase o se incrementase. La gente tiene tendencia a ajustarse a los comportamientos de los demás sean malos o buenos para el medio ambiente”.
Lo más habitual es que sean malos; y esto resulta un problema para la sociedad, pues lleva a un consumo ineficiente. Algunos expertos proponen desincentivar este tipo de conductas mediante impuestos, como las tasas a artículos de lujo. Otros como Dan Ariely, del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), abogan por la educación para que las personas aprendan a valorar el bienestar en términos absolutos y no de forma relativa a los demás. Pero también existe la opción de utilizar este mismo comportamiento para buscar la decisión correcta que corrija la situación, en la línea del paternalismo libertario que postulan Richard Thaler y Cass Sunstein en el libro “Nudge”.
Partiendo de la predisposición del ser humano a equivocarse, Thaler y Sunstein defienden que se puede conducir a los ciudadanos hacia la dirección más inteligente sin condicionar su libertad por medio de pequeños “empujoncitos”. En el caso de los vecinos de Massachusetts, este pequeño “empujoncito” se limita a hacer llegar de forma periódica a las familias un informe con una comparativa de su gasto en energía en relación con la media de otros vecinos con casas de tamaño similar en el mismo barrio, además de unas cuantas recomendaciones para no quedarse atrás en esta particular competición vecinal.
Como ha detallado la compañía National Grid, en la primera fase de este programa denominado Home Energy Report, que comenzó en octubre de 2009, se consiguió que los vecinos redujesen ya su consumo de energía más de un 1%, con respecto a un grupo de control formado por otros clientes que no recibieron el informe, pero se espera alcanzar una reducción anual del 3%. En concreto, con la ampliación de la iniciativa a 125.000 clientes el pasado mes de febrero, esta empresa que suministra electricidad y gas natural en los estados de Massachusetts, Nueva Hampshire, Nueva York y Rhode Island pretende ahorrar al año unos 19.500 MWh, lo que ha calculado que equivale a retirar 3.000 coches de las carreteras de EEUU.
El programa Home Energy Report ha sido diseñado por la empresa especializada en eficiencia energética Opower, que también realizó de forma reciente un experimento similar con 80.000 vecinos en Minnesota. Según un estudio sobre aquella experiencia piloto de Hunt Allcott, investigador del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), este sistema de desvelar lo que gastan en energía los otros vecinos puede tener también un curioso "efecto boomerang”: Aquellos que consumen más de la media reducen su gasto, pero los que consumen menos lo aumentan para acercarse a la norma.
Este fenómeno se puede contrarrestar añadiendo a la información del consumo medio indicaciones de sus consecuencias ambientales. Los que utilizan más energía siguen reduciendo su gasto, pero en este caso los que menos consumen tampoco lo aumentan, por miedo a ser señalados como malos ciudadanos a los ojos de los demás.
El éxito de todos estos programas puede explicarse también por un factor de aprendizaje: las familias pueden saber ahora si su consumo es alto o bajo, y sólo unas puertas más allá de la suya tienen una prueba de que es posible bajarlo a un coste razonable. Otra forma de verlo es desde la perspectiva del “signaling” y de las normas sociales que valoran el ingenio: el ahorrar energía es señal de ser más listo, si eso no supone pérdida de confort (igual que el que consigue una tele igual de grande que el de al lado, pero mucho más barata, gracias a sus dotes con las ofertas).
Dados los muchos problemas generados por esta “irracionalidad” o “racionalidad extraña” de los humanos, tiene mucho interés el utilizar esta misma conducta para diseñar mecanismos correctores como el de los vecinos de Massachusetts. Para ello, resulta necesario el investigar más sobre el comportamiento de los consumidores. También se plantea la posibilidad de concentrar las acciones en aquellos consumidores que responden más a este tipo de “empujoncitos”. Por cierto, ¿sabías que tus vecinos han cambiado ya todas sus bombillas incandescentes por otras de bajo consumo?
* Pedro Linares es profesor de la Universidad Pontificia Comillas.
Hay 13 Comentarios
Es un experimento es la prueba que cuando la gente se propone algo puede conseguirlo, pero en este caso simplemente fue para ser mejor que sus vecinos. Si se motivará la gente de otras formas como con la educación, y demostrando que entre todos podemos salvar el planeta, a parte de nuestro bolsillo seria mucho mejor.
Publicado por: Calderas de Biomasa | 13/01/2014 19:04:50
Este experimento demuestra que cuando se lo propone la gente intenta ahorrar, pero solo lo hace por algún incentivo que en este caso es no ser peor que sus vecinos. Entre todos hemos de aprender que tenemos que hacerlo para detener el cambio climático.
Publicado por: Instalador de Calderas en Tarragona | 30/09/2013 18:09:58
Tenemos que concienciar a la población que se debe ahorrar y no gastar a lo tonto, pero para eso se tiene que cambiar el modelo educativo para que las futuras generaciones crezcan bien concienciadas que es lo correcto a hacer para salvar el planeta ya que estamos muy cerca de llegar al punto de no retorno.
Publicado por: Energías Renovables | 30/09/2013 18:03:55
Con el mayor respeto, creo que el estudio es un pasatiempo inutil mas. Psicologia de vecindario para salvar al planeta? una soberana tonteria.
Publicado por: eripere | 28/11/2011 6:20:15
El nuevo modelo, posterior al Estado de Bienestar, la Sociedad de la informacion, tiene al progreso como ideología. Este nuevo modelo nos ha llevado a convbertirnos en seres humanos egoístas, individualistas, y es una época signada por el aumento en el consumo. Que no solo nos alcanzo a nosotros y a nuestros hogares, sino también al planeta entero que cada vez se ve mas perjudicado por el "progreso indefinido".
Los ciudadanos estan comenzando a tomar cada vez más conciencia de los efectos que la globalizacion y la Sociedad de la Informacion están produciendo, como se demuestra en este artículo. Muchas familias ya están utilizando métodos para reciclar sus desechos, utilizan bombillas de bajo consumo, etc.
La idea es comenzar, aunque sea en un principio, por imitacion o competencia (porque mi vecino lo hace), pero ir transformandolo de a poco en una costumbre, un hábito y una forma de vida para contribuir entre todos, para asi obtener una mejor y más saludable calidad de vida.
Publicado por: Alexandra | 13/04/2010 14:34:21
NOTA: no se preocupen, esto tendría que desarrollarse un poquito, para evitar problemas, tendría atenuantes (imagínense un enfermo que tiene constantemente un respirador artificial conectado a la red eléctrica... o alguien que trabaje desde casa y tenga 2 ordenadores constantemente encendidos... además de hacer una declaración del tipo de electrodomésticos que posee, obteniendo atenuantes al gravamen si éstos son de consumo más cercano a la A que a la F (en relación a los ingresos de la persona)).
Resumiendo: habría que hacer una reclaración de la renta (de la renta de unidades medioambientales standards y de fácil cálculo y manejo por la gente de a pie).
Publicado por: Regla de 3 | 30/03/2010 5:57:50
Y si se hace lo siguiente:
- cada vecino que consuma más de la media verá aumentada su factura del mismo porcentual que en lo que se exceda a la media (si consumió 10% que la media, entonces tendrá que pagar el valor de su factura mayorado de un 10%). Este pago en exceso se destinaría a dos cosas:
- una sería un fondo de inversión social en energías alternativas o un fondo de inversión social en reservas de uranio
- la otra parte tendría que ir al sector de la educación pública
Con esto estoy altamente seguro que el consumo se vería reducido de forma muy severa, mejoraríamos la estrategia energética nacional, y mejoraríamos la educación de las generaciones futuras.
Slds
Publicado por: Regla de 3 | 30/03/2010 5:47:55
Analizamos productos en el supermercado para que nos hagan rebajas de menos del 1%, en las gasolineras del 2 ó 3%, subidas de salarios del 1%... Una rebaja del 3% anual, tiene un equivalente en reducción de combustible fósil (la relación no es 1 a 1). ¿No os parece interesante reducir un 15 ó un 20% del consumo de combustible fósil en 10 años simplemente consumiendo menos y sin nuevas inversiones?
Publicado por: Marcos | 26/03/2010 12:37:12
Por desgracia no estoy de acuerdo,
No sólo no parece que vayamos a salvar al planeta sino que parece que colaboramos activamente para destruirlo.,
Nos da igual nuestros vecinos, sino no pagaríamos a Polonia por usar parte de su cuota de emisión de CO2 o multas por exceso de contaminación, con avisos muy serios de controlar su aumento.
El hecho es que falta mucho para que nuestro consumo sea responsable, como he dicho otras veces, sólo hay una calculadora de footprint adaptada a nuestro país y es una iniciativa privada. http://www.substratum.es/footprint.html
Aún queda mucho para que queramos competir con nuestros vecinos.
Publicado por: Pablo | 23/03/2010 13:42:41
A mi un 3% anual no me parece poco. Además, este es un sistema que se podría aplicar de forma sencilla en España (y barata).
Publicado por: Juan | 23/03/2010 9:12:13