Hace unos días, el diario The New York Times se hacía eco de un avance ambiental en uno de los negocios más ligados al lujo y la tradición del mundo, el del champán. La novedad no está en la bebida, sino en la botella de vidrio que la contiene. Y se trata de una diferencia de tan sólo 65 gramos de peso.
Aunque en las últimas décadas se ha visto como adelgazaban envases de todo tipo para reducir costes y disminuir su impacto ambiental, esto no había ocurrido aún con la botella más pesada de todas. Hasta ahora, los estándares de la industria del champán dictaban que el envase de vidrio de 75 centilitros de este vino espumoso debía pesar 900 gramos. Sin embargo, hace unos meses el Comité Interprofessionnel des Vins de Champagne (CIVC) anunció la validación técnica de una botella de 835 gramos.
Quizá 65 gramos de menos no parezcan mucho. Lo cierto es que esta industria se resiste a romper el 'glamour' asociado a esta botella y también debe cumplir unos requisitos técnicos para que estos recipientes de vidrio no salten en pedazos por la presión del gas contenido en la bebida. El resultado es un nuevo envase con un 7% menos de material y prácticamente imposible de distinguir del otro. Aunque con muchas implicaciones para una industria que en 2009 vendió cerca de 300 millones de botellas de champán en todo el mundo: 180 millones en Francia, y el resto, fundamentalmente, en el Reino Unido (30,5 millones), EEUU (12,5), Alemania (10,9), Bélgica (8), Italia (6,8) y Japón (5)(1).
A nadie se le escapa que este cambio se ha producido en plena crisis económica, cuando las ventas de champán han bajado de los 5.000 millones de euros de 2007 a los 3.700 millones del año 2009. Sin embargo, la explicación dada por esta industria no ha sido financiara, sino ambiental. Según calcula el Comité Interprofessionnel des Vins de Champagne (CIVC), estos 65 gramos de menos en cada botella pueden conseguir al año una reducción de 8.000 toneladas de CO2, el equivalente a retirar unos 4.000 coches de las carreteras (por el ahorro de material en la fabricación de los envases y el ahorro de carburante en el transporte del champán por medio mundo).
“Los productores no están obligados a cambiarse a esta nueva botella, pero calculamos que en diez años la estará usando todo el mundo”, comenta Nuria Gené, representante en España de CIVC. También es verdad que esta institución de la región francesa de Champagne lleva ya unos años estudiando cómo reducir el impacto ambiental del negocio de este vino espumoso. De hecho, en 2003 presentaron un análisis de la huella de carbono del sector, es decir, de todas las emisiones relacionadas con el cambio climático generadas durante la elaboración y comercialización de este producto.
¿Qué supone en emisiones de CO2 una botella de champán? Según el trabajo realizado por Arnaud Descôtes y Dominique Moncombie, las emisiones totales de los vinos de la región de Champagne son del orden de 730.000 toneladas de CO2, lo que implicaría que cada una de estas botellas de las que se hará saltar el tapón con estruendo y alegría generan una media de 2,5 kilos de CO2, el equivalente a recorrer unos 15 kilómetros en coche.
Estos cálculos son complejos y deben ser tomados siempre con cautela. Ahora bien, como ocurre otras veces, el estudio resulta interesante, sobre todo, para averiguar qué partes de la elaboración y comercialización de una botella de champán tienen un mayor impacto en emisiones de CO2. O lo que es lo mismo: detectar dónde existe un mayor margen de reducción de estas emisiones.
Entre los resultados de este trabajo, destaca la gran importancia que parece tener el embalaje en el impacto ambiental del champán. Cartones, plásticos y vidrio son señalados como causantes del 30% de la huella de carbono del sector. Y, más en concreto, sólo la botella aparece como responsable del 15% de todas las emisiones.
Claro que esto se refiere sólo a la fabricación de la botella. Luego hay que tener en cuenta lo que supone mover por medio mundo un recipiente que, por sí solo, antes de llenarlo con la bebida, ya pesa 900 gramos; más del doble del peso medio de las botellas de vidrio en España(2).
El apartado de transporte representa el 11% del impacto del sector. Y, de este porcentaje, algo menos de la mitad (un 40%) aparece vinculado al avión, a pesar de ser minoritario el volumen de botellas que se mueve por el aire. En cuanto a las emisiones propias de la explotación vinícola y la elaboración de la bebida, se considera que suponen cerca de un 25% del total (por la energía usada en los tractores, climatización de los edificios…).
¿Conclusión? Aparte de recomendaciones como aumentar el transporte ferroviario frente al de carretera o reducir los vuelos del personal de las empresas, el estudio deja muy claro el interés de rebajar el peso de las botellas, y demás embalajes. Y esto puede tener también implicaciones para otros vinos espumosos diferentes a los de Champagne, como el cava que se elabora en Cataluña, que también se comercializa en botellas de 900 gramos. “Estamos haciendo pruebas, pero nos da mucho miedo el cambio”, comenta Josep Buján, director técnico de Freixenet, que aún así reconoce que lo que pase en Francia será determinante para tomar una decisión en España. “Lo que se haga allí será bueno para nosotros, pues tenemos los mismos proveedores de botellas”.
Aparte de producirse en una zona diferente y con variedades de uvas distintas, el proceso de elaboración del cava es el mismo al del champán. Como explica el director técnico de la empresa Freixenet, el mayor riesgo de explosión se produce en las bodegas, durante la segunda fermentación, cuando la presión en las botellas puede alcanzar los 7 u 8 bares. “Hay que tener en cuenta la peligrosidad de usar una botella más ligera, si no estaría claro el cambio, pues se reducen mucho los costes”, comenta el enólogo catalán.
Una de las bodegas de la región de Champagne donde más saben de esto es la marca Pommery. Esta empresa francesa lleva utilizando desde hace diez años una botella distinta de 75 cl. de entre 835 y 850 gramos de peso. “Al principio los motivos no eran ambientales, pero esto ha cambiado”, asegura Aurélie Eraydin, responsable de calidad ambiental de Pommery, que cuenta como hace dos años la empresa lanzó incluso una línea más "verde", el champán 'Pop Earth' (con la imagen del planeta Tierra en la etiqueta).
¿Cuánto más se puede reducir el envase de vidrio? “Este es un proceso muy lento que necesita realizar muchas manipulaciones de las botellas, hay que asegurarse de que no van a explotar”, incide Eraydin. “A lo mejor 68 gramos parecen poco, pero en la totalidad de las botellas son mucho”.
(1) Según los datos del Comité Interprofessionnel des Vins de Champagne, España fue el octavo país que más champán importó de Francia en 2009: 2, 9 millones de botellas.
(2) Según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio (Anfevi), el peso medio de una botella de vidrio en España es de 322 gramos.
Hay 12 Comentarios
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Publicado por: caro | 13/09/2010 22:38:33
@fitojim Aunque la reutilización parezca más lógica, no es siempre la mejor solución, sobre todo, con botellas tan pesadas. Todo depende del recorrido que deba realizar.
Publicado por: manuel | 11/09/2010 13:38:21
Soplapoyez supina
Publicado por: filibustero | 10/09/2010 16:32:10
Muy interesante, pero nos olvidamos que reutilizar las botellas es mucho más sostenible. Hace pocos años había plantas de lavado de botellas que volvían aponer en el mercado millones de botellas. Los fabricantes de vidrio compraronla mayoría de las plantas para cerrarlas. Todavía queda alguna. Habría que volver a la reutilización.
Publicado por: fitojim | 10/09/2010 12:24:34
Es increíble que un 30% de la contaminación sea por el embalaje. Que despilfarro de recursos.
Publicado por: juanma | 10/09/2010 5:43:27
Estoy a favor de lo ecologico, pero esto me parece una imbecilidad.
Publicado por: neurus | 10/09/2010 0:58:27
@Boogie
Ahí le has da'o.
Publicado por: Rober | 09/09/2010 22:22:10
Tambien podriamos dejar de comer fabada para disminuir la emisión de metano a la atmosfera...
Efectivamente todo aporte a disminuir la contaminación es bienvenido, pero me da la impresión que el detonante es mas economico que ecologico.
Publicado por: Boogie | 09/09/2010 18:52:44
Todas las empresas deberán optar por este camino para empezar. Pero tendrán que ir a más pues se tendrá que investigar para crear recipientes biodegradables, sea el producto que sea. Cradle to cradle. De la cuna a la cuna. Basura=recurso.
Publicado por: Silvestre Vivo | 09/09/2010 18:40:15
Pues parece poco, pero vamos, menos da una piedra...
Publicado por: Morganah | 09/09/2010 17:06:27