Vitrocerámica convencional, de inducción o gas

Por: | 17 de septiembre de 2010

Vitrocerámica de inducción de Teka. ¿Qué opción es preferible desde el punto de vista ambiental para cocinar: vitrocerámica convencional, de inducción o gas? Algunas comparativas de marcas de electrodomésticos dan como ganadora a la moderna placa de inducción. Sin embargo, si lo que se busca es reducir las emisiones de CO2 relacionadas con el cambio climático, lo mejor todavía sigue siendo el gas (ya sea de vitrocerámica o de quemadores convencionales).

Pongamos a cocer agua en cada una de estas cocinas. Según los datos del grupo industrial Teka, la vitrocerámica de inducción tardará menos de seis minutos en calentar 1,5 litros de agua de 15 a 90º C, mientras que la convencional necesitará algo menos de diez y la de gas cerca de once. Una de las grandes ventajas del sistema de inducción es su rapidez, lo que reduce mucho su consumo de energía.

Las vitrocerámicas son cocinas con una placa de vidrio entre la fuente de calor y la cacerola en la que se va a guisar. Las eléctricas convencionales utilizan una resistencia que calienta el cristal vitrocerámico y el cacharro con la comida. En cambio, las de inducción transmiten el calor directamente al recipiente a través de un campo electromagnético sin necesidad de calentar antes el vidrio de en medio. Esto convierte a estas placas en mucho más eficientes, en especial, en cocciones rápidas (como las frituras), en las que se nota más la ventaja de no tener que esperar a que se caliente primero la superficie intermedia.

En cuanto a las de gas, las tradicionales generan una llama sobre la que se pone directamente el cacharro de cocina, pero también existen vitrocerámicas con una placa de vidrio sobre los fuegos.

Según la comparativa de Teka, para calentar 1,5 litros de agua se necesitarán unos 0,19 kWh térmicos con la inducción, unos 0,21 con la vitrocerámica convencional y unos 0,29 con la de gas. Sin embargo, como explica Cristina Cañada, del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), todo esto cambia cuando lo que se mide son las emisiones de CO2, pues resulta mucho más eficiente producir calor con gas que con electricidad.

De acuerdo a los datos del IDAE, en una cocina de gas natural se emiten unos 200 gramos de CO2 para generar cada kWh, mientras que la vitrocerámica convencional contribuye a producir 450 gramos por kWh y la de inducción 360. En las primeras se contabilizan las emisiones de quemar de forma directa el gas en las cocinas, mientras que en las otras hay que tener en cuenta el CO2 generado de media por el conjunto de centrales utilizadas en España para generar la electricidad con la que producir el calor necesario. Hoy en día, vencen las cocinas tradicionales de gas, especialmente, aquellas en las que la llama está en contacto con la olla o la sartén, sin materiales intermedios, pues se producen menos pérdidas de energía.

“Nuestras cocina favorita es la de gas, pero tampoco podemos ir en contra de la realidad, pues las vitrocerámicas son mucho más cómodas”, comenta Cañada. La mayoría de los consumidores prefieren las otras, ahora bien, lo que también está muy claro es que las menos eficientes de todas son las vitrocerámicas eléctricas convencionales. Según el IDAE, el cambiar esta cocina por una de inducción supone una reducción del consumo de energía de cerca del 20%. El problema es el precio: Una vitrocerámica convencional eléctrica cuesta unos 300-350 euros, la mitad que una de inducción. Aunque existen ayudas del Ministerio de Industria, gestionadas por las Comunidades Autónomas, para estimular la sustitución de vitros por otras más eficientes de inducción o de gas. “Uno de los requisitos es que la subvención no puede superar el 25% del precio de la venta al público de la cocina”, detalla Cañada.

En el balance ambiental de una cocina resulta determinante su consumo de energía para calentar los alimentos. Según datos del grupo BSH, más del 90% del impacto de una placa eléctrica se produce durante su uso, por los efectos derivados de la generación de la energía. Esto significa que su incidencia en el medio ambiente será muy distinta en función de cómo se produzca la electricidad en el país, pudiendo llegar a ser mejores que la de gas si sigue aumentando la participación de las energías renovables.

Y esta gran importancia de la etapa de uso supone también que puede variar mucho su impacto según cómo se cocine. Es decir, dependiendo de cómo se utilicen los focos de calor, los tiempos de los platos elaborados, el tipo de olla empleada…

Hay 39 Comentarios

disenyosos, perdona pero etas en un gran error, la limpieza que veis en la vitro es solo aparente porque tu solo pasas un trapo para limpiarla, pero para ello se está quemando gas que está contaminando
¿A qué llamas chapuza al gas que tú podrías quemar en tu casa o al que ellos queman para darte a ti energía para tu vitro? ¿La opción menos mala para ti que es, quemar el gas en la central para que tú no lo veas?

Blackball ese a lo mejor no es una duda razonable y te explico porque
si usas estufa eléctrica tendrás que hacerte 5 preguntas y dos son respuestas seguras las energía renovables siempre acompaña a otra convencional
¿es quemando carbón?
¿es quemando gas?
¿es usando radioactivos?
¿es usando energía eólica?
¿es usando salto de agua?
si usas estufa a gas butano, no tendrás que hacerte ninguna pregunta y tendrás claro el nivel que contaminas, te aseguro que por mucho que lo pienses no será más elevado que lo que te corresponde por contaminación de una central, ahora bien si es por sentirte cómodo por el hecho de solo usar un botón y no preocuparte de nada más que de pagar una factura al mes pues vale, eso es en realidad por lo que todos quieren la energía eléctrica lo demás son cuentos de los que viven muchos inversores

La energia electrica para vitros e inducción es muy limpia, en nuestras casas claro que si, y todo se debe a que la suciedad y polución no la vemos en nuestras viviendas ya se encargan ellos de guardarla y ocultarlas con datos estadisticos sobre todo compitiendos entre ellos eliminando lo mas elocuente, no estaria demas que en las estadisticas añadiesen desde el primer Kwh obtenido que co2 se produce y que combustible se quema alli donde parte la energia, eso lo estamos pagando y no esta en las estadisticas sencillamente porque se da por sentado que la energia es cara pero no se especifica donde esta ese precio ni porque debe subir, lo que si esta claro para mi hablando de centrales termicas claro, es que si para dar energia electrica quemo gas no puedo jamas pensar que la energia electrica es mejor ni mas limpia y mucho menos mas economica por mucha tegnologia que se use en elminar polución, el que piense eso es lo mismo que pensar que para producir energia no se necesita mas energia, hay que recordar que solo podemos transformala no crearla y hasta la fecha es impensable lo contrario

Un dato que siempre se nos oculta por ejemplo es, ¿cuanto combustible se quema para darnos esos 0,19 Kwh en inducción? esto lo pagamos entre todos que no se nos olvide, otro dato es ¿cuanto co2 se produce en la central para darnos esos 0,19 Kwh? porque les recuerdo que hay una gran mayoria de centrales termicas en España y para dar energia hay que quemar gas, tadas la nuevas tegnologia requiere gastos añadidos que pagamos entre todos, en definitiva que lo mas economico se diga lo que se diga es la clasica bombona de butano, el que piense lo contrario se engaña y ese engaño combiene a muchos que comen de vitros, indunción etc..

¿Los datos de CO2 están obsoletos ya. Según el observatorio de la electricidad?, es curioso que lo diga el observatorio de la electricidad, ¿porque no lo dice el obsevatorio del medio ambiente?, ¿te has pensado cuantos euros dejan de percibir cuando se dan datos negativos pero ciertos sobre contaminacion, tu crees que eso combiene a grandes inversores de bolsa en energia?

Los datos de CO2 están obsoletos ya. Según el observatorio de la electricidad ahora (2010) se producen solo 0,166 kg CO2 por kWh. Por lo tanto es más ecológico cocinar con inducción que con gas. La tendencia será que, a medida que se incorporen más renovables, lo sea cada vez más.

Fuente: http://assets.wwf.es/downloads/oe_anual_sistema_peninsular_2010.pdf

Hace unos meses me hacía yo la misma pregunta que Clemente en mi blog (El blog de Juanmalitri: La ineficiencia de la energía eléctrica...a veces) y, por supuesto sin tantos medios ni referencias, llegaba a la misma conclusión que él. El gas es lo mejor para calentar porque no se producen transformaciones en la energía. Para pasar del carbón a la electricidad hay muchas transformaciones, que indudablemente conllevan pérdidas por el escaso rendimiento de las centrales

De nuevo nos olvidamos del origen y la adición de los costes. La energía procedente de combustibles fósiles o de minas de uranio conlleva un coste mediambiental en la producción. Del cálculo de los costes económicos nos podemos olvidar. La ecuación tienen demasiadas variables, las subvenciones, la diferencia del cambio de moneda, los gastos añadidos en invasiones, guerras religiosas, opresión de dictaduras, vertidos en océanos y tierra adentro o todo el mito o realidad del calentamiento global. Mientras que el gas que mueve la cocina convencional no sea precedente de la recuperación de nuestros desechos, la comparativa de costes es tramposa, interesado y/o viciada. En mi hogar todo funciona con electricidad ya que a lo mejor el origen es de fuentes renovables.

Otra diferencia es cómo se limpian las cocinas. En una de inducción es simplemente pasar un paño húmedo (más o menos). Las de gas son bastante más sucias, hay que usar detergentes y más agua. En este aspecto creo que las de inducción son menos costosas. Las eléctricas mantienen mucho tiempo el calor y puedes seguir cocinando más tiempo. Pero claro, hay que hacerlo. Por ejemplo al hacer una paella. Con la vitrocerámica cuando apago, se para todo el calor (excepto el calor que desprende la sarten de haberse calentado). Cuando lo hago en la eléctrica, paro unos 7-10 minutos antes, porque la cocina sigue calentando con el calor residual, y el arroz se sigue haciendo.

Me gustaría aclararles a todos los temerosos de las radiaciones, los "tremendos" campos electromagnéticos y los cánceres cómo funciona, a grandes rasgos y en tres líneas, una placa de inducción.
Se basa en el fenómeno de la inducción magnética y en las corrientes de Focault, un proceso en el que un campo magnético (electromagnético pero principalmente de componente magnético) induce unas corrientes eléctricas en el metal de la sartén. La sartén se calienta por efecto de estas corrientes y calienta la comida. Es decir, que no hay microondas ni nada raro. Se calienta la sartén y la comida no se ve afectada por las "tremendas" radiaciones. Por eso algunas ollas no valen. Han de ser de hierro, y no de aluminio, para poder verse afectadas por campos magnéticos.
Es el mismo fenómeno que mueve el tren bala, o que mueve una cantidad ingente de motores eléctricos de los diferentes electrodomésticos que tenemos en casa.
Si ponemos la comida, sin sartén, directamente encima de la placa, os puedo asegurar que no se va a calentar, a no ser que sea paella de limaduras de hierro.
De hecho, yo cocino con una parrilla que fue de mi abuela, con la que cocinaba en un fogón de carbón. Es de hierro, por lo que me va perfectamente en la placa de inducción.
Espero haber aclarado conceptos.
Un saludo.

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Sobre el blog

Como si mirásemos por el ocular de un microscopio, Ecolaboratorio es un blog ambiental que trata de ver más de cerca todo aquello que nos rodea. En este particular laboratorio se buscan respuestas a las cuestiones más enrevesadas que nos asaltan de forma cotidiana.

Sobre el autor

Clemente Álvarez

(Madrid, 1973) es un periodista especializado en medio ambiente y ciencia. Colaborador de El País desde 2004, le entusiasma mezclar elementos de la ecología con reactivos de la energía y la economía, aunque la fórmula pueda resultar inflamable.

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