¿Hasta qué punto es ecológico un vino que se produce en España y se consume a varios miles de kilómetros? Con los alimentos procedentes de la agricultura ecológica (que no emplea químicos de síntesis como fertilizantes o plaguicidas) se da una tremenda paradoja: su producción no deja de aumentar en España, algo en teoría positivo para el medio ambiente, pero la gran mayoría se exporta y se consume en otros países, lo que a su vez supone una carga en gasto de energía y emisiones de CO2 por el transporte.
“El 80% del ecológico se va fuera”, comenta Álvaro Astilleros, director general de Bodegas Pirineos, que desde hace cinco años comercializa una botella de la marca Montesierra con el sello de la agricultura ecológica. Aunque, desde el punto de vista de la normativa europea, en realidad no se puede hablar de vino ecológico, sino de vino elaborado a partir de uvas procedentes de agricultura ecológica, lo más lógico sería que estos productos concebidos para tener un menor impacto ambiental fueran consumidos lo más cerca posible de los viñedos. Sin embargo, como explica el responsable de esta bodega de Somontano, si los viticultores se deciden hoy a dar el paso hacia una agricultura más respetuosa con el entorno suele ser justamente por el mercado exterior. “Hay más sensibilidad en otros países”, asegura.
En general este tipo de bebida está dada a recorrer muchos kilómetros por el globo. Tengan o no sello ecológico, como se ha explicado esta semana en la Jornada ‘Vino y Cambio Climático’, organizada en Barbastro (Huesca) por la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes), cuatro de cada diez botellas de vino se beben en un país distinto de donde fueron producidas. “En España estamos abocados a exportar porque se produce más del que se consume”, incide Astilleros, que cuenta que el factor ambiental se ha convertido en una forma de diferenciarse en algunos países. Así pues, hay que agradecer a suecos, alemanes, suizos… que esté aumentando en suelo español la superficie de cultivos que no utilizan fertilizantes o pesticidas.
¿Por qué no embotellar el vino en el país de consumo?
Una de las alternativas que se plantean para reducir el impacto ambiental que supone enviar el vino hasta países lejanos consiste en transportarlo a granel y embotellarlo en el lugar de consumo. De esta forma se evita tener que mover unos 400-450 gramos de vidrio por cada 750 cl de bebida. En lugar de eso, el vino se manda en camiones cisterna por carretera o en barcos dentro de tanques flexibles de varios miles de litros de capacidad (flexitanks) para embotellarlo luego en destino. Esta práctica resulta mucho más habitual de lo que se piensa. Según los datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), cerca del 45% de las exportaciones de esta bebida en el país se realizan hoy en día a granel (lo que incluye cualquier vino en un envase mayor de 2 litros).
También es cierto que la mayoría del líquido transportado de esta forma entra dentro de la categoría de vino de mesa, siendo bastante inferior la cantidad correspondiente a vinos con Denominación de Origen, de mayor calidad. Sin embargo, como explica Ignacio Sánchez Recarte, jefe de la Unidad de Economía y Derecho de la Organización Internacional del Vino (OIV), algunos distribuidores de países en los que los consumidores muestran una mayor sensibilidad por el medio ambiente, como el Reino Unido, están comenzando a exigir que se embotelle en destino. “Sí que es una ventaja ambiental considerable”, reconoce este representante de la OIV, que aún así se muestra contrario a generalizar el transporte a granel por considerar que los viticultores no pueden controlar el proceso para asegurar la calidad de un vino que va a etiquetarse con su marca. “Es puntual, pero nosotros hemos conseguido hace poco un contrato para vender nuestro vino de Chile en Finlandia por embotellarlo en Europa”, cuenta Josep Amadó, director de Medio Ambiente y Calidad de las bodegas Torres.
¿Es fiable la huella de carbono para medir el impacto de una botella de vino?
Como explica Sánchez Recarte, una botella de vino supone generar una media de entre 1,2 y 1,5 kilos de CO2 equivalente (análisis de una botella de La Rioja). Esto es lo que se denomina la huella de carbono, el cálculo de aquellas emisiones causantes del cambio climático que sean generadas durante todo el ciclo de vida del vino (el cultivo de la uva, la fabricación de la botella, el transporte, su gestión como residuo…). Esta huella de carbono puede variar en función de múltiples factores, como el tipo de tapón utilizado, el peso de la botella de vidrio, los fertilizantes usados. Y puede cambiar sobre todo por los kilómetros que vaya a recorrer o por la forma en la que viaje. Como ya se ha explicado en otro post en Eco Lab, un estudio estadounidense de 2007 encontró que una botella de California consumida en Chicago emitía más CO2 que otras procedentes de Australia o Francia. La explicación es que mientras la australiana y la francesa eran transportadas en barco, la californiana era empaquetada y enviada en un correo urgente por avión.
La novedad ahora es que algunos grupos de distribución europeos están empezando a pedir la inclusión en la etiqueta de las botellas de vino de su huella de carbono para que sirva de referencia a los consumidores. Este es el motivo de que la Organización Internacional del Vino esté poniendo a punto su propia metodología para armonizar la forma de calcular la cantidad de CO2 generada por una determinada botella o por una empresa. “Nosotros vamos a presentar la propuesta de cálculo, pero serán los países los que decidan si lo ponen en la etiqueta”, explica Sánchez Recarte, que también cuenta cómo Francia (el mayor referente en el sector del vino) es uno los países más avanzados en este tipo de etiquetado. ¿Es más fiable el cálculo de la huella de carbono que el sello la agricultura ecológica para valorar el verdadero impacto de una botella de vino? “El peligro es guiarnos únicamente por uno de estos indicadores, el cálculo del CO2 no es un índice absoluto para medir la sostenibilidad por lo que hay que utilizarlo con conocimiento y precaución”, destaca el representante de la OIV, que considera que no se pueden dejar de lado otras cuestiones socioeconómicas. Por ejemplo: las empresas de mayor tamaño que trabajan con grandes cantidades de vino pueden conseguir un CO2 por botella menor que bodegas con producciones reducidas, lo que perjudicaría a los viticultores más pequeños. “Tampoco queremos que la huella de carbono sea utilizada exclusivamente en el vino, va a parecer que nuestro sector es el único que contamina, cuando es uno de los más limpios”, subraya este español que trabaja en París.
¿Cómo está afectando el cambio climático a los vinos?
Adelanto de la vendimia, incremento de la graduación alcohólica, reducción de la producción… Resulta difícil vincular todo esto de forma científica con el calentamiento global, pero los viticultores cuentan que se están produciendo cambios en sus viñedos por el incremento de las temperaturas. “Las consecuencias no son negativas en todas partes, en Champagne ha aumentado 1,5 grados la graduación del vino espumoso en los últimos 30 años y esto ha permitido hacer un producto más equilibrado”, destaca Sánchez Recarte, que sí que cree que las consecuencias pueden llegar a ser especialmente negativas para los viticultores de países como España, por la menor disponibilidad de agua y por los cambios que alterarán el vino al que ahora estamos acostumbrados. Ya se estudian formas de adaptarse a un clima más cálido, como cambiar la orientación de los viñedos, desarrollar técnicas para desalcoholizar el vino o simplemente desplazar los cultivos unos kilómetros hacia el norte o unos metros en altura. Esto último ya lo están haciendo las bodegas Torres, que como detalla Amadó, ya tienen viñedos a 900 metros de altitud en Tremp. “Hay que desplazar nuestros viñedos si queremos conseguir lo que hacíamos hasta ahora, los resultados son muy buenos”, comenta el director de Medio Ambiente de estas bodega.
Pero no sólo son las temperaturas. Cómo llaman la atención los enólogos de diferentes denominaciones de origen, en los últimos 20 años se han propagado por todas las zonas vinícolas las mismas variedades de uva, que no se adaptan bien a todas las variaciones climáticas. “Cuando se ha agravado la situación ha sido cuando se han empezado a introducir variedades de uva de otros lugares por cuestiones de mercado”, enfatiza Fernando Ballesteros, enólogo de Bodegas Aragonesas. En Somontano, la uva autóctona ha pasado de representar el 70% en los años 90 a quedarse apenas en un 3%.
Curiosamente, parte de la solución en el viñedo está en algunos de los planteamiento defendidos por la agricultura ecológica, como el uso de variedades autóctonas que se adaptan mejor a estos cambios y que no necesitan de tanto apoyo externo (en forma de químicos o agua de riego).
Hay 46 Comentarios
Buenas. Alguien del sector agrario de la zona de Getaria me dijo que en la producción del chacolí se abusa de los plaguicidas, .... Saludos
Publicado por: Eaeuis | 16/06/2014 12:04:36
El vino ecológico esta siendo acogido con gran fuerza fuera de nuestro pais
Publicado por: Carmelo rodero | 03/08/2012 0:48:56
Buenos días.
Me parece muy interesante su entrada,pero sobretodo su blog en particular.
mis felicitaciones un saludo.
Publicado por: VINO | 18/05/2012 11:54:32
Me parece muy acertado la asociación entre ecológico y local. Excelente artículo Clemente.
En un reciente encuentro tuve la oportunidad de presenciar un argumentario en favor de "a pesar de los pesares" satisfacer la demanda de un consumidor ecológico frente al impacto económico o incluso social que pudiera llevar. Digamos que si yo quiero comer naranjas ecológicas y no es temporada - aunque es cierto que cada día hay de todo en los supermercados y no sabemos cuando es la temporada de qué producto - tengo 3 opciones: no las consumo, las consumo no ecológicas o bien las consumo ecológicas pero provienen de, por ejemplo, chile. ¿es esto ecológico? Mi respuesta es no, pero legalmente sí lo son si cumplen con los requisitos de la norma.
Mi modo de entender el consumo ecológico incorpora también como criterio esencial la cercanía del productor y, yendo más allá, el desarrollo rural de la zona por el impacto de esta economía.
Publicado por: Marcos | 01/02/2011 17:16:28
bueno hombre, a ver si la soja, que no sabe a nada y contamina, el café y el maíz tienen buena prensa y ahora vais a tocar el vino.
hay que saber que el hombre es hombre según la paleontología y la arqueología desde que se descubrió el vino. Sólo cuando junto a una cadera perdida hay una vasija con restos de vino se puede determinar hombre...
el vino no contamina, ... y si contamina su coste está más que justificado, es esencia de cualquier cultura.
Eso si, los vinos locales siempre son de buen tomar.... y de necesario conocimiento.
salud y esos vinos!!!
Publicado por: olorososeco | 16/01/2011 16:00:39
Hola, trabajo en la industria del Flexitank para transportar el vino a nivel internacional ( los fabricamos y utilizamos en nuestra oficinas repartidas por todo el mundo) y realmente coincido en que es mejor metodo de transporte para el medio ambiente. Creo que es el futuro del transporte de vinos y bebidas, ya que se pueden transportar 24.000 litros mientras que en botellas y Pallets solo cabe la mitad. Es una alternativa muy viable para el vino biologico y espero que dentro de poco deje de ser utilizado el Flexitank solo para vinos de mesa y se utilize para todo. A veces las las navieras se nieguen a transportarlos ya que cuando ocurre un incidente, normalmente por desgaste del plastico o por golpes en el contenedor, los gastos de limpieza de los derrames son bastante altos. Creo que todo el trafico maritimo internacional deberia ser consciente del ahorro de energia que supone el Flexitank y ser mas que una opcion hoy en dia.
Publicado por: Alex | 12/01/2011 15:15:51
¿No os encontráis constantemente gente como esta a vuestro alrededor? ¡Hoy en día los países están llenos de ellos! Gente caminando todo el día, cada minuto del día, ¡preocupada por todo! Preocupada por el aire, preocupada por el agua, preocupada por el suelo. Preocupada por los insecticidas, pesticidas, aditivos alimentarios, agentes cancerígenos. Preocupada por el gas radón, preocupada por el asbesto. ¡Preocupada por salvar las especies en peligro de extinción!
Déjenme decirles algo acerca de las especies en peligro de extinción ¿de acuerdo? ¡Salvar especies en peligro de extinción es uno de los intentos más arrogantes, por parte de los humanos, de controlar la naturaleza! ¡Es una arrogante intromisión! ¡Es el principio de nuestros más serios problemas! ¿No hay nadie que entienda esto? ¡Interferir con la naturaleza! Más del 90 por ciento… más… muy por encima del 90 por ciento de todas las especies que han vivido, que han existido alguna vez en este planeta se han ido. ¡Whissshht! ¡Se han extinguido!
¡Y nosotros no las hemos matado a todas!
¡Simplemente… han desaparecido! ¡Eso es lo que la naturaleza hace! Actualmente desaparecen a razón de 25 por día, y me refiero a que desaparecen a pesar de nuestro comportamiento. Independientemente de cómo nosotros interactuamos con este planeta. 25 especies que están hoy aquí ¡mañana habrán desaparecido! ¡Bien, dejemos que se vayan… con gracia! ¡Dejemos a la naturaleza en paz! ¿No hemos hecho ya lo suficiente?
Somos tan engreídos. ¡Tan tan engreidos! Todo el mundo va ahora a salvar algo. “Salvar los árboles, salvar las abejas, salvar las ballenas, salvar esos caracoles”. Y la mayor arrogancia de todas, “Salvar el planeta” ¿QUÉ? ¿Quiere esa jodida gente tomarme el pelo? ¿Salvar el planeta? Ni siquiera sabemos todavía cómo cuidar de nosotros mismos. No hemos aprendido a cuidar los unos de los otros y ¿vamos a salvar el jodido planeta?
Me estoy cansando de esa mierda. Cansado de esa mierda. ¡Cansado! ¡Estoy cansado del jodido Día de la Tierra! Estoy harto de estos ecologistas fariseos, estos blancos, burgueses liberales, que piensan que lo único malo en este país es que no hay suficientes viales para bicicletas. Estas personas que intentan hacer el mundo más seguro. Para sus Volvos. Además, a los ecologistas les importa una mierda el planeta. Ellos no se preocupan por el planeta. No en abstracto. No lo hacen. No, en abstracto no lo hacen. ¿Sabes lo que les interesa? Un lugar limpio para vivir. Su propio hábitat. Están preocupados de que algún día en el futuro, puedan ser molestados o contrariados. Esta estrechez, este ignorante interés propio no me impresiona.
Además, no hay nada malo con el planeta. Nada malo le pasa a este planeta. El planeta está perfectamente. Es la GENTE la que está jodida. Lo cual es diferente. ¡Diferente! El planeta está bien. En comparación con la gente, el planeta lo está haciendo muy bien. Ha estado aquí los últimos cinco mil millones de años. ¿Alguna vez alguien piensa en la aritmética? El planeta ha estado aquí cinco mil millones de años. Y nosotros hemos estado aquí, ¿cuanto? ¿Cien mil? ¿Tal vez doscientos mil años? Y sólo hemos estado involucrados en la industria pesada durante un poco más de doscientos años. Doscientos años frente a cinco mil millones de años. ¿Y tenemos la vanidad de pensar que de alguna manera somos una amenaza? ¿Que de alguna manera vamos a poner en peligro esta hermosa bolita verdiazul que tranquilamente está flotando alrededor del sol?
El planeta ha pasado por muchas cosas peores que nosotros. Ha pasado por todo tipo de cosas peores que nosotros. Ha pasado por terremotos, volcanes, placas tectónicas en movimiento, la deriva de los continentes, las erupciones solares, las manchas solares, las tormentas magnéticas, la reversión de los polos magnéticos, cientos de miles de años de bombardeo de cometas y asteroides y meteoritos, inundaciones a nivel mundial, maremotos, incendios por todo el mundo, la erosión, los rayos cósmicos, varias edades de hielo … ¿Y pensamos que algunas bolsas de plástico y unas latas de aluminio van a marcar la diferencia? El planeta… el planeta… el planeta no va a ninguna parte. ¡SOMOS NOSOTROS LOS QUE NOS VAMOS!
Nos vamos. Comenzar a empaquetar vuestra mierda, amigos. Desaparecemos. Y ni siquiera vamos a dejar un gran rastro. Gracias a dios por eso. Tal vez un poco de espuma de poliestireno. Tal vez. Un poco de espuma. El planeta va seguir estando aquí mucho después de que hayamos pasado de largo. Sólo otra mutación fallida. Sólo otro error biológico eliminado. Un callejón evolutivo sin salida. El planeta nos va a sacudir como a un mal caso de pulgas. Una ligera molestia, en la superficie.
¿Quieres saber cómo lo lleva el planeta? Pregunta a las personas de Pompeya, en posiciones petrificadas por la ceniza volcánica. “¿Cómo lo lleva el planeta?” Si quieres saber si el planeta está bien, pregúntale a la gente de la ciudad de México o de Armenia o de un centenar de otros lugares enterrados bajo miles de toneladas de escombros producidos por los terremotos, preguntales si se sienten como una amenaza para el planeta durante esta semana. O ¿qué hay de esas personas en Kilowaia, Hawai, que construyeron sus casas al lado de un volcán activo y luego se preguntaron por qué tenían la sala de estar llena de lava?
El planeta va a estar aquí por un largo, largo ¡LARGUÍSIMO! tiempo después de que nosotros nos hayamos ido, y se curará a sí mismo, se limpiará, porque eso es lo que siempre hace. Es un sistema que se auto-corrige. El aire y el agua se recuperarán, la tierra será renovada y, si es verdad que el plástico no es biodegradable, así, el planeta simplemente lo incorporará. Como un nuevo paradigma: ¡la Tierra, más el plástico! La Tierra no comparte nuestros prejuicios hacia el plástico. El plástico salió de la Tierra. La Tierra probablemente ve el plástico como uno más de sus hijos. ¿Podría ser esta, en primer lugar, la única razón por la que la Tierra nos ha permitido ser generados? ¿No necesitaría la Tierra del plástico? Tal vez no sabía cómo hacerlo. Tal vez nos necesitó a nosotros para esto. ¿Podría ser esta la respuesta a nuestra pregunta filosófica milenaria? ¿Por qué estamos aquí? ¡Por el plástico! Imbécil.
Si es así, el plástico ya está ahí, nuestro trabajo está hecho, ya podemos ser eliminados. Y yo creo que esto ya ha comenzado ¿no? Creo que, para ser justos, el planeta probablemente nos ve como una leve amenaza. Algo a tratar. Y estoy seguro de que se defenderá a si mismo de la manera que lo hacen los grandes organismos, como una colmena o una colonia de hormigas, y reunirá una línea de defensa. Estoy seguro de que el planeta va a pensar en algo. ¿Qué harías si fueras el planeta tratando de defenderte contra esta molesta y problemática especie? “Vamos a ver… ¿Qué podría? … Hmm… ¡Virus! Un virus funcionaría. Parecen vulnerables a los virus. Y, uh… los virus son jodidos, siempre mutando y formando nuevas cepas cada vez que una vacuna se desarrolla. Tal vez, este primer virus podría ser uno que comprometa el sistema inmunológico de estas criaturas. Tal vez un virus de inmunodeficiencia humana, haciéndolos vulnerables a todo tipo de otras enfermedades e infecciones que podrían venir. Y tal vez se podría transmitir por contacto sexual, haciendo que se sientan un poco reacios a participar en el acto de reproducción.”
Bueno, eso tiene cierta justicia poética. Y es un comienzo. Y yo puedo soñar ¿no os parece? Ya veis. No me preocupo por las cosas pequeñas: las abejas, los árboles, las ballenas, estos caracoles. Creo que somos parte de una sabiduría más amplia a la que nunca vamos a entender. Un orden superior. Llámalo como quieras. ¿Sabes como lo llamo yo? “El Gran Electrón.” El Gran Electrón… whoooa whoooa whoooa. Que no castiga… que no recompensa, que no nos juzga en absoluto. Simplemente es. Y así somos nosotros. Por un ratito.
¡Gracias por estar aquí conmigo esta noche, por un ratito!
¡Gracias!
George Carlin – Salvar el Planeta – George Dennis Carlin (New York, 1937 – Santa Monica, 2008) – Translated by Dugutigui
Publicado por: dugutigui | 08/01/2011 17:31:29
Pero El quiere comer sano pues debe pagar esa tasa de transporte. Comer sano vale mucho.
Publicado por: joplas | 23/12/2010 19:21:12
Me resultan desesperantes los comentarios que resumen este estupendo artículo con frases tan desarrolladas como "bobadas", "chorradas", etc. Es imposible ser 100% ecológico, pero cuanto más colaboremos todos en mejorar todas las actividades humanas y hacerlas más limpias, mejor viviremos. Y para eso el primer paso es la información. Mucha gente no tiene conciencia ecológica para nada. Ok. Les recomendaría que se dieran una vuelta por los lugares donde va toda nuestra basura para ver cuáles son las consecuencias. Vean el estado de los ríos, de las calles, de la vida en general. Y eso nos acabará llegando. También al jardín de su casa. Mil gracias al autor de este blog.
Publicado por: kalekatu | 21/12/2010 16:59:34
Antes de poner esta información, debería informarse de lo que supone realmente el transporte en unidades de producción de carbono en diferentes productos, por comparativa con los convencionales del mismo tipo. El transporte del mismo no supone ni un 2% de la producción de carbono, con respecto a las fases de producción de uva y fermentación. El estudio realizado a tal efecto es una inciativa de la Junta de Andalucía con empresas del sector, denominado EPEA.
Publicado por: Alvaro | 18/12/2010 23:57:59