Cada vez que se produce en España un siniestro con fuego en superficie forestal, sea considerado un conato o un incendio, hay que cumplimentar un parte. Lo deben rellenar las Comunidades Autónomas, que lo remiten luego al Ministerio de Medio Ambiente. Se trata de una ficha estándar de dos hojas con más de cien campos que completar sobre las características del suceso y del área afectada. Desde 1968, se han escrito ya medio millón de estas fichas. Esto supone mucho bosque quemado, pero también una de las mejores bases de datos del mundo sobre incendios forestales, una información muy valiosa para luchar contra las llamas. Con las estadísticas también se puede combatir el fuego.