El reciclaje de las pequeñas cosas

Por: | 07 de septiembre de 2011

Chapa de una cerveza La chapa de una botella de cerveza, el tapón de plástico de un refresco, el envoltorio de un caramelo, la tapa de un yogur, un pequeño papel de aluminio… ¿Qué ocurre con todos los residuos menudos que tiramos a la basura para que sean reciclados? Aunque sean de materiales recuperables, hay bastantes restos que nunca llegarán a reciclarse por su reducido tamaño. Resulta interesante lo que ocurre con el envoltorio de un caramelo Sugus: se trata de un envase que hay que tirar en el cubo amarillo y el fabricante paga el punto verde de Ecoembes para que sea tratado, pero difícilmente acabará reciclado.

No existe un límite de tamaño estandarizado que determine si un residuo puede ser reciclado. Depende de cada material y de cada planta de tratamiento. Fundamentalmente, depende de las características del trómel, la máquina que criba los residuos al comienzo de su viaje por estas instalaciones. En función de los “agujeros” del cribado, habrá muchos restos chicos que caerán y no continuarán su camino hacia una nueva vida. “Es imposible reciclar el 100%, el coste económico y ambiental de recuperar todo lo pequeño sería impensable”, asegura Antonio Barón, director de Comunicación de Ecoembes, que pone el ejemplo de los envoltorios de los conocidos caramelos.

“Sugus no se recicla, pero sí paga”, detalla este representante de la empresa que se encarga de los residuos de la bolsa amarilla. ¿Qué ocurre entonces con el dinero de estos envases menudos que no van a ser reciclados? “El sistema está ideado para que el 100% de los envases sufrague el coste de aquellos que se reciclan, que hoy está en el 66%”, incide Barón. “Es un concepto solidario, al terminar el año no sobra dinero, somos una empresa sin ánimo de lucro”.

Tampoco resulta probable que pase el trómel la tapa de un yogur. Se trata de un elemento de un envase y de plástico, pero también es pequeño. “En la mayoría de los casos no se recicla”, explica Barón. En cambio, sí pasará el trómel si la tapa llega a la planta de tratamiento todavía enganchada al envase del yogur, en cuyo caso acabará todo junto convertido en granza de plástico.

Un caso distinto es el de la chapa de una botella. Este vuelve a ser un resto de tamaño reducido, pero de acero. Esto significa que la chapa será atraída por el electroimán de una planta de residuos entre los restos menudos. Podrá ser recuperada y reciclada en una instalación, aunque haya quedado mezclada con la basura descartada.

Los tapones metálicos de rosca también serán recuperados. Incluso cuando acaben en un contenedor de vidrio todavía puestos en las botellas, podrán ser rescatados por un electroimán. Aún así, la empresa Ecovidrio pide que todo el vidrio se tire a los iglúes verdes sin tapones o tapas (que deben ir a la bolsa amarilla). Con los de plástico, el proceso cambia. Según explica Barón, aquellos tapones de plástico que se tiran a la bolsa amarilla puestos en la botella de plástico pasarán el trómel y serán recuperados. Las botellas serán luego troceadas y, en el proceso de lavado, los tapones se separarán del resto en el agua, pues se trata de plásticos con densidades distintas: las botellas suelen ser de PET o polietileno, mientras que los tapones están hechos de polipropileno. Sin embargo, esto no ocurrirá si el tapón de plástico se tira suelto a la bolsa amarilla, pues caerá en el trómel y ya no podrá ser separado del resto de la basura descartada.

El aluminio no es atraído por los electroimanes, pero puede recuperarse en las plantas de residuos con un separador de corriente de Foucault. Eso sí, para ello tiene que pasar antes el trómel, lo que resulta difícil cuando se trata de un trozo de papel de aluminio hecho una bola (un envoltorio que también iría al cubo amarillo). “Si es muy pequeño se pierde, por eso cuando yo tiro una bola de aluminio intento no compactarla demasiado”, especifica Barón.

Una cápsula de café no es considerada en España como un envase. La marca Nespresso ha puesto en marcha su propio sistemas de recogida, siendo muy complicado que sea reciclada por los canales habituales de los residuos. No sólo por la interpretación que se hace de la Ley, sino también por el reducido tamaño de algunas de estas cápsulas. “Aunque hay algunas que son de aluminio es difícil que pasen el trómel”, especifica el representante de Ecoembes, que afirma no tener datos concretos de las que acaban siendo recicladas.

Hay 98 Comentarios

la chapa de una botella se puede usar para hacer chapas publicitarias solo es de reciclar el metal, aca lo hacemos pero el costo es elevado por el reciclaje.

Me encanto su articulo, es perfecto

Hola Clemente:
Sin duda todo tema que tiene que ver con la gestión de los residuos es objeto de muchos comentarios.
En realidad lo que necesitamos productores y consumidores de todos los niveles, es tener presente que detrás de todo producto hay un proceso de obtención y que después de su consumo tiene que existir un proceso para su reutilización o reciclaje. El consumidor debe conocer que hacer o hacia donde dirigirlo para que esto ocurra.
Es un hecho que reducir el consumo es fundamental, pero en un mundo tan dinámico hay situaciones donde esto no es posible.
Como en todo, tenemos que aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser y a aprender a convivir; pero para ello hay que estar dispuestos.

El reciclaje es fundamental para nuestro mundo. Mirad que página más chula sobre el reciclaje de vidrio: www.efectoecovidrio.es

Veo que los tapones sueltos se pierden en el reciclaje. Comentaros que desde AEFAT estamos llevando a cabo una campaña de reciclaje solidario, basado en la recogida selectiva de tapones de plástico. Con estos tapones recibimos una donación que vamos a destinar a investigar una enfermedad rara, la ataxia telangiectasia. Podéis informaros en http://www.aitzina.org y http://www.aefat.es y si os posible colaborar.

Buenas ideas e iniciativas. Sin embargo el problema de fondo de la basura es que el consumidor NO asume la propiedad que tiene de ella (y a menudo el valor económico de ella). El consumidor lucha por la propiedad del objeto de consumo, pero cuando dicho objeto (o parte de él) se transforma en "basura", el consumidor deja de ser propietario del bien. No es conciente del valor económico ni de las responsabilidades de SU propiedad. Hasta tanto no se VALORICE la basura, pasarán dos cosas: el consumidor poluirá sin limites y alguien (en su lugar) hará buenos negocios apropiandose gratuitamente de ella...

el reciclaje no es la solución, porque para producir todos estos envoltorios, embalajes, bolsas, tapas, etc etc etc gastamos un sinfín de energía, por lo que el reciclaje es como una tirita en una herida de bala. Es ridículo comprar fruta o verdura en empaques. Hay que prescindir lo mas posible de envoltorios, volver a los mercados de pueblo, pero claro entonces los intermediarios y las grandes superficies no estarían contentas

Estoy de acuerdo con Mer en que el uso de menos envases es mas ecológico que reciclarlos, pero además, habría que unificar por ley (europea) el uso de determinados plásticos. Ya sé que puede haber problemas de patentes, pero creemos que todo el plástico es una cosa y hay infinidad de ellos, y además no se pueden reciclar juntos. Por ejemplo, el PET solo se recicla si no se ha utilizado.

Lo que no puede ser es que se monte y gaste la pasta en un sistema de recogida y reciclaje pero que la población no tenga ni idea de cómo ni porque se hace, su importancia y demás. Al final la separación la hace la población y tiene una labor fundamental pero supongo que hay no se puede robar tanto en adjudicaciones como en obras.

Lelo merece la pena

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Sobre el blog

Como si mirásemos por el ocular de un microscopio, Ecolaboratorio es un blog ambiental que trata de ver más de cerca todo aquello que nos rodea. En este particular laboratorio se buscan respuestas a las cuestiones más enrevesadas que nos asaltan de forma cotidiana.

Sobre el autor

Clemente Álvarez

(Madrid, 1973) es un periodista especializado en medio ambiente y ciencia. Colaborador de El País desde 2004, le entusiasma mezclar elementos de la ecología con reactivos de la energía y la economía, aunque la fórmula pueda resultar inflamable.

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