En el nuevo buque insignia de Greenpeace, el Rainbow Warrior III, que está atracado estos días en Barcelona, la gestión de los residuos sólidos recae en un marinero de cubierta al que llaman el ‘garbalogist’ (de garbage, basura en inglés).
Este barco de vela, de más de 57 metros de eslora y dos mástiles en forma de A, incorpora múltiples mejoras tecnológicas verdes. Con un coste de 22 millones de euros, reunidos por la organización ecologista por medio de 100.000 donaciones, se ha estudiado todo al mínimo detalle para presentarlo como un ejemplo de sostenibilidad en el mar. La embarcación está diseñada para navegar todo lo posible aprovechando la fuerza del viento, además tiene un motor de propulsión diesel-eléctrica, utiliza el calor del motor para obtener agua caliente, cuenta con un sistema para prevenir vertidos… Eso sí, para la cuestión de los residuos sólidos los ecologistas no confían tanto en innovaciones tecnológicas como en las personas, en especial, en su “garbalogist”.
En la tripulación actual del Rainbow Warrior, este marinero que se ocupa de la basura es la sonriente Helena de Carlos (en la imagen), una australiana de padre español, que desde hace 7 años viaja por todo el mundo en barcos de Greenpeace. “Esta es mi oficina”, explica con guasa la australiana, al entrar en el cuarto de la basura de la embarcación.
Uno de los principales problemas ambientales generados por los barcos son los vertidos en el mar, ya sean los de restos de hidrocarburos, los de las aguas fecales o los de basuras sólidas, como plásticos. El Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques, también llamado Convenio MARPOL, es el instrumento jurídico que regula los vertidos en el medio marino producidos por las embarcaciones. Existen toda una serie de normas que estipulan lo que no se puede tirar al mar, lo que sí, y en qué condiciones y zonas. Por ejemplo: El agua oleosa de las sentinas solo se puede descargar después de filtrar los restos de hidrocarburos. Las aguas negras de los váteres pueden verterse a más de 4 millas de la costa si se tiene un sistema de tratamiento y a una distancia de más de 12 millas si no se cuenta con este equipo. En cuanto a las basuras sólidas, se pueden arrojar los restos de comida desmenuzados a una distancia de más de 12 millas de la costa, pero nunca plásticos.
Como es de esperar, Greenpeace no solo garantiza respetar las normas, sino que asegura ir mucho más lejos. Esto significa que no solo se compromete a no arrojar al mar nada que no cumpla los requisitos legales más estrictos (el Rainbow Warrior III cuenta con planta de tratamiento de los tanques asépticos y también con sistema para filtrar el agua de las sentinas), sino también a intentar siempre que los residuos acumulados a bordo para descargar en tierra firme sean reciclados. En el caso de los desechos sólidos, esto resulta más complicado de lo que parece para un barco que puede estar largos periodos en el mar y que se puede encontrar con situaciones muy diferentes en la gestión de la basura según el puerto al que llegue. Resolver esto es la función de esta “garbalogist”.
Una primera dificultad consiste en acumular en el barco la basura que no sea orgánica (los restos de comida se tiran al mar) el tiempo que haga falta. “Nosotros no incineramos y a veces hay que ir almacenando residuos durante travesías muy largas, cuenta De Carlos, mientras enseña bajo la cubierta de proa el cuarto de basura del nuevo velero, mucho más grande que en otras embarcaciones. Se requiere mucho espacio para almacenar los desechos, pero también guardarlos muy limpios. Junto a los distintos contenedores donde se tiran residuos casi impolutos, el barco cuenta también con una cámara frigorífica donde guardan basura orgánica y con una máquina que desmenuza los envases de vidrio. Según la australiana, en caso de necesidad, pueden arrojar al mar vidrio molido.
En cada país al que llega el Rainbow Warrior puede existir una legislación diferente para la basura o ninguna en la que se pueda confiar. La ‘garbalogist’ debe conocer las diferentes situaciones que van a encontrarse para programar qué hacer con los residuos. Mientras tanto, a bordo, todo lo que se vaya guardado sigue un minucioso proceso de separación. Junto a cada cubo, siempre hay un cartel que identifica el tipo de desecho: aluminio, otros metales, plástico, tetrabriks, papel y cartón, vidrio, pilas. “Tengo que ocuparme de siete cubos de basura diferentes”, se ríe la australiana, que asegura no ser muy pesada con el resto de tripulación.
La complejidad para conseguir llevar cada residuo a su contenedor correspondiente en tierra firme para que sea reciclado parece muy superior a la existente en cualquier hogar español. Sin embargo, para la tripulación del barco todo esto se lleva con normalidad. Aparte de la particular logística dentro barco, la ‘garbalogist’ incide en otro aspecto de su trabajo que considera esencial: intentar subir a bordo la menor cantidad de embalajes superfluos. Esto se tiene en cuenta a la hora de comprar las provisiones, pero también al subirlas al barco, donde muchos envases son sustituidos entonces por cajas reutilizables. Cuando el nuevo Rainbow Warrior deje Barcelona, el exceso de embalaje de la comida que embarquen se quedará en los contenedores del puerto.
Autor de la imagen: Pedro Armestre/Greenpeace.
Hay 29 Comentarios
Hay que dejar de criticar tanto lo de otros y empezar a ser más responsables de nuestras propias acciones, que si el barco de Greenpeace se construyó con materiales que en su proceso contaminaron, que si tal... qué haces tu?
Yo estoy autogestionando mi hogar gracias al asesoramiento que me dieron en esta página: www.renovablesonline.es , y esos pequeños gestos son los que cambian la conciencia global.
Publicado por: Pedro | 22/12/2011 16:04:33
Bien por Greenpeace, ojalá que el resto de embarcaciones se preocuparan tan solo el 10% de lo que lo hace Greenpeace, Ánimo!!!
Publicado por: pyro | 20/12/2011 4:56:05
Bueno, Javier, y ¿qué quieres? ¿Que vayan volando?
Publicado por: JOSE | 19/12/2011 10:27:03
Greenpeace no es más que bruda propaganda. Haced las cuentas del CO2 generado y los contaminantes creados para:
1º) extraer de la naturaleza los materiales y metales de los que está compuesto el rainbow warrior
2º) construir, ensamblar el barco
3º) desguazarlo y transformar la chatarra
Os váis a quedar boquiabiertos. Greenpeace es otra empresa más, con diferente cartel y escaparate.
Publicado por: Javier | 19/12/2011 7:06:28
Yo reciclo todo, aun a sabiendas que lo mezclan todo en el destino final, pero simplemente por dar ejemplo lo hago, creo que una cultura de reciclaje es mas importante que el reciclaje en si mismo, tenemos que buscar una conciencia para las generaciones futuras.
Publicado por: Patxi | 19/12/2011 0:12:26
Nadie es perfecto y greenpeace no lo es. Pero actualmente solo existen en España dos ONGs que no aceptan dinero de empresas privadas y/o gobiernos, Amnistía internacional y Greenpeace.
Creo que ya sólo este detalle es diferenciador dentro de las ONGs, pienso que hace un trabajo cuanto menos digno y no soy capaz de criticarlo, cuanto menos sin conocerlo a fondo. Puesto que la gente que va en ese "YATE" como algunos decis son golpeados, humillados, detenidos...Estas 20 horas mojado no es agradable y menos en el mar o cosas similares. Ser detenido implica que no puedes presentarte a unas oposiciones o al trabajo de muchas empresas por los antecedentes. Para hacer eso realmente te lo tienes que creer.
Respecto a los sueldos altisimos que alguien nombro por ahí, ningún voluntario cobra nada (lógico, vas porque quieres y cuando quieres). Los que estan en la oficina si cobran pero lógico es su unico trabajo y necesitan comer. Me puedes decir el sueldo tan alto que dices? Las cuentas de greenpeace son públicas, hasta el último euro que se gasta en pagar un peaje es reflejado. Así que dime cuanto es ese sueldo porque yo lo se.
He leido uno que ponía cuanto tiempo tienen algunos, eso de verdad me duele mucho, porque el día tiene 24h para todos. Cada uno se lo reparte como quiere, unos lo usamos trabajando y haciendo un poco de deporte, otros trabajando y de copas, otros chabalillos de instituto se van a fumar al parque más cercano después de clase. Otros prefieren salir a manifestarse. Cada loco con su tema. Creo que simplemente es cuestion de prioridades, yo prefiero tomar una birra con un amigo y otros se reunen para hablar del planeta. No los puedo juzgar, mientes no me obligen a ir....
Publicado por: kavalo | 18/12/2011 12:36:25
Está claro: se recicla poco (culp del ciudadano), la cadena de recuperación se rompe y los productos separados vuelven a juntarse en algún punto (culpa de responasables de la Administración que, por supuesto lo saben y lo protegen, el reciclado se drige hacia empresas sólo movidas por el beneficio y la publicidad (el esfuerzo de muchos produce muy poco beneficio ambiental, porque alguien al final de la cadena 'le da igual' y se forra)... Reciclar cuesta más dinero al ciuadadano que no hacerlo (hay que pagar para que reciclen)... y los ecologistas son unos coñazos (sin paños calientes).
PERO ES IMPORTANTE, URGENTE, MUY PELIGROSO IGNORARLO.... Y CARÍSIMO DE AQUI A UNA GENERACiÓN... ¿vamos a dejar a nustros hijos, un pais (ya, y también un mundo) y la economía, los recursos naturales...destruídos?.
La solución está hacia adelante. Hay que evitar el desasastre, y vale más convencer a uno que castigar a cuatro. NO MAS LEYES. Apliquemo las que hay, sin favoritismos, y a seguir. Es responsabilidad de los que nos declaramos como respetuosos del medio ambiente. MENOS QUEJARSE Y MÁS CURRAR. Y por otra parte tenemos cada uno mucho que aprender.
Un bicho muy afortunado que se cree obligado a devolver a la Tierra lo mucho que ha consumido-disfrutado.
Publicado por: Jesus J. Eder Labayru | 18/12/2011 10:55:12
Sobre los voluntarios de Greenpeace, tendrá que ser así, al ser una cosa mundial, pero en Greenpeace hay mucha gente que lleva muchos años en la cúpula directiva cobrando unos sueldazos muy altos, se puede decir que son funcionarios de la ONG, ya digo que lo mismo es inevitable al tener ese tamaño pero conviene recordarlo, ahí hay mucha gente que pasa por voluntaria y en realidad es funcionaria, y de muy alto nivel, al menos en nivel de sueldo.
Publicado por: Federico | 18/12/2011 10:41:27
Pues si los camiones van todos a parar al mismo sitio, que el gobierno se deje de pavadas y genere empleo poniendo personal que recicle en el vertedero.
En Pamplona, han montado un sistema de aspiracion en el casco antiguo y esa si que va directamente a unos contenedores diverentes que hay en un almacen fuera del casco antiguo, pero claro ya lo que hagan con estos deppósitos una vez que están llenos........
http://www.recetariodesirena.com
Publicado por: Charo | 18/12/2011 9:57:18
Xosé, tiene usted razón, se recicla algún kilo, los justos para justificarnos el belén que tenemos montado al respecto, y ese kilo que se recicla lo pagamos además muy caro. Recientemente hemos visto en Galicia como en este caso eran los camiones los que luego iban al mismo sitio, eso sí, después de justificar, y pagar, el reciclado de muchas cosas. En muchos sitios de España el tema de la basura lo llevan los Soprano. Directamente.
Publicado por: Agustina | 18/12/2011 9:23:11