Un tercio de la energía utilizada se pierde de forma inútil

Por: | 13 de marzo de 2012

FiguraEnergia_Observatorio2011_web

Aunque puedan parecer complejos, los siguientes diagramas de Sankey (pinchar en la imagen para ampliarlos) dan una visión muy clara de lo que ocurre con la energía en España.

Estos gráficos han sido elaborados por ingenieros de la Universidad Pontificia Comillas para el informe de 2011 de la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad.  El primer diagrama intenta dar una imagen completa de todo el sistema energético del país(1), reproduciendo los flujos de los distintos tipos de energía utilizados. En la parte izquierda del diagrama, se representa la energía que entra en el sistema antes de pasar por procesos de transformación: petróleo (de color marrón), gas natural (gris), carbón (negro), energía nuclear (amarillo) y renovables (verde, azul claro, azul oscuro…). Y en la parte derecha se muestra cómo se consume al final esa energía.

En lo que respecta a la energía que se introduce en el sistema, queda clara la gran predominancia del uso del petróleo (45,9%). Si además se tiene en cuenta la línea discontinúa que representa la frontera de España, se aprecia de forma muy visual como el 82,7% de toda la energía primaria(2) viene de fuera. Prácticamente toda, salvo las renovables y una parte de carbón. Esto no es nada nuevo, pero a menudo parece olvidarse.

En el lado contrario del diagrama, en la parte derecha, se observa como un 26% de la energía se usa para transporte (principalmente, por carretera), un 15,8% para la industria y un 20,1% para el resto de usos (terciario, residencial…). ¿Dónde está la energía que falta? Una pequeña parte se exporta, otra forma parte de los autoconsumos, pero la mayoría, un 29,1% del total, simplemente se pierde por el camino. Como explica Pedro Linares, uno de los autores de este trabajo, además de profesor de la Universidad Pontificia Comillas y colaborador de este blog, este porcentaje incluye las pérdidas en los procesos de transformación y redes de transporte; de forma especial en las centrales en las que se transforman combustibles en electricidad (salvo en la mayoría de las energías renovables(3)).

Aunque parezca mucho, este cálculo comprende solo hasta que la energía final(4) es servida para ser consumida; es decir, hasta que llega al enchufe de una casa o hasta el surtidor de una gasolinera. Si se siguiese con el análisis más allá, las pérdidas serían todavía superiores. Pues habría que tener en cuenta que los coches de motor de explosión van a aprovechar para hacer girar las ruedas solo un 20% de la energía que consumen. O habría que sumar también las pérdidas en las calderas de las industrias. “Estamos trabajando en ello para poder seguir los flujos, no hasta la energía final, sino hasta el servicio energético, el servicio facilitado por la energía”, comenta Linares. Y, aún así, luego quedaría la que se derrocha o la que se usa de forma ineficiente; como cuando se usa el mismo coche para recorrer una distancia muy corta que se puede hacer andando o cuando se deja una luz encendida en una habitación vacía.

FiguraCO2_Observatorio2011_web

El siguiente diagrama de Sankey representa el CO2 generado por el sistema energético del país en 2010. Es muy parecido al anterior, solo que desaparecen de la gráfica los flujos de la energía nuclear y de las renovables, al considerarse que no emiten gases de efecto invernadero de forma directa(5). Paradójicamente, en la parte derecha, sigue yéndose un 24,3% del flujo a pérdidas: 74 millones de toneladas de CO2 lanzadas a la atmósfera por el uso de energía que se pierde de forma inútil en los procesos de transformación y transporte.

De nuevo, el uso vinculado a la generación de más CO2 es el transporte (con un 29,9% de las emisiones), por delante de la industria (14,9%) y el resto de sectores (17,2%). No obstante, como recalca Linares, si se juntan las emisiones de los coches privados con las de los usos residenciales, las decisiones de los ciudadanos adquieren un peso significativo.

FiguraEcon_Observatorio2011_web

El tercer diagrama muestra los flujos económicos del sector energético y resulta sumamente interesante. Esta vez los flujos representan euros y no se mantienen constantes, pues lo que tratan de analizar los investigadores es el valor añadido de las distintas energías utilizadas: la diferencia entre el valor de la energía al principio, antes de pasar los procesos de transformación, y la que tiene cuando se sirve al final para ser consumida. En esta última etapa, en la parte derecha, aparece además una nueva categoría, la de impuestos, a la que van a ir 14.864 millones de euros (un 13,1% del total).

En el gráfico se aprecia bien como la mayor diferencia entre los flujos de entrada y los de salida está en el sector eléctrico, que es el que genera un mayor valor añadido (21.306 millones de euros frente a los 20.653 millones del refino). Asimismo, ganan protagonismo las renovables, que no tienen que descontar el precio de ningún combustible al comienzo del proceso (a excepción de la biomasa). Un recurso con un coste nulo como el viento (de color azul en el gráfico) es responsable de un 14,6% de los flujos económicos del sector eléctrico. Con todo, como incide Linares, esta forma de representación tiene algunas limitaciones: ¿Si las placas utilizadas son de China qué parte del valor añadido de la energía fotovoltaica se queda hoy en día en España?

FiguraEconSinExt_Observatorio2011_web

El último diagrama de Sankey vuelve a representar los flujos económicos del sistema energético del país, pero incluyendo esta vez las externalidades, es decir, los costes asociados a los impactos generados por cada tecnología. Para ello, se han tenido en cuenta los costes económicos de una serie de emisiones (CO2, SO2, NOx y partículas). Como explica Linares, en este caso les ha costado mucho decidir cómo representar de forma gráfica los gastos que habría que imputar a cada tipo de energía si se tuviesen en cuenta estos impactos por los que paga ahora el conjunto de la sociedad. La opción escogida ha sido desviar, en la parte final de la derecha, la parte de los flujos (en euros) necesaria para cubrir estos costes externos.

El resultado es que el valor económico total generado por el sector energético se reduce un 57% y pasa de 43.500 millones de euros a 18.800 millones. Obviamente, las energías que más tendrían que pagar son las relacionadas con los combustibles fósiles (el petróleo, el gas y el carbón). Una vez descontados los costes externos, el sector eléctrico aporta el 75% del total del valor añadido del conjunto del sector energético español, mientras que el del refino se queda en el 25% y el del gas se vuelve negativo. Del mismo modo, crece todavía más el valor añadido, para la economía y para la seguridad energética, de las energías renovables.

Todo esto choca con algunas ideas lanzadas dentro del actual debate sobre la sostenibilidad del sistema energético español. ¿De verdad el problema son las energías renovables? ¿Es realmente cierto que hay un exceso de generación eléctrica? ¿No habría que intentar ir todavía a una mayor electrificación para reducir la dependencia del petróleo? ¿Qué pensáis vosotros?



(1) El informe del Observatorio de Energía y Sostenibilidad de España se ha realizado con datos de 2010. Ver tablas con todos los datos utilizados.

(2) La energía primaria es la contenida en los combustibles antes de pasar por los procesos de transformación a energía final.

(3) La eficiencia de una central carbón suele ser de un 33% (aprovecha solo un tercio de la energía contenida en el carbón y los otros dos se pierden) y la de un ciclo combinado de gas natural supera el 50% (aunque los rendimientos medios obtenidos para cada una de tecnologías para este informe de 2011 son algo diferentes). En el caso de las nucleares, por convención no se contabilizan las pérdidas desde el combustible (el uranio) sino desde la energía que sale del reactor en forma de vapor (considerándose un rendimiento del 33% en la turbina). En cuanto a las renovables, de nuevo por convención, se considera una eficiencia del 100% (a excepción de la biomasa), dado que no importa perder energía cuando se trata de viento o rayos de sol. En lo que respecta a las redes de transporte eléctricas, el informe estima unas pérdidas del 9%.

(4) La energía final es la energía tal y como se usa en los puntos de consumo.

(5) Las renovables y la nuclear no emiten CO2 de forma directa (en el caso de la biomasa se considera que sus emisiones son neutras). No obstante, como se ha explicado con anterioridad en el blog (con la nuclear,la solar o la eólica), sí que suponen emisiones indirectas si se contempla todo su ciclo de vida completo, es decir, teniendo en cuenta también la fabricación de las máquinas, el transporte del uranio o la gestión del combustible nuclear gastado.

Hay 14 Comentarios

Estoy de acuerdo con el despilfarro energético tanto en los hogares como en el sistema eléctrico.

http://www.efimarket.com/medicion-y-control

Hola,

Seria una pena que se perdiera un blog como este de ciencia. Habria alguna otra forma de mantenerlo, de alguna otra manera??? :) Me gusta mucho y no me gustaria que se perdiera.

Un saludo

Ana

La empresa española no es consciente de todo el ahorro de energía que está a su alcance. Sobre todo en la pequeña y mediana empresa de tradición familiar, que es la que predomina en nuestro territorio. También hay que ser conscientes que hasta hace poco, el coste de la energía en el balance final de la cuenta de resultados contaba poco, era un coste necesario al cual se le daba poca relevancia. En cambio, actualmente, dicho coste empieza a ser crítico, ha aumentado considerablemente y los márgenes comerciales han disminuido debido a la crisis.

¿Qué podemos hacer para pagar menos en nuestras facturas? La respuesta inmediata es consumir menos, y para esto, el primer paso es saber conocer y controlar nuestro consumo (un monitor energético como comentan es una buena opción). Luego, ajustar el consumo a las necesidades reales (el gestor energético es una persona experta en soluciones de eficiencia energética y amplios conocimientos en energías renovables, capaz de aconsejar sobre qué medidas se deben tomar en cada caso para reducir el consumo energético y finalmente, ser más eficientes renovando y mejorando nuestras instalaciones o aparatos eléctricos, amortizables a corto, medio o largo plazo, pero de cualquier manera, ¡rentable!

Existe un ahorro real a partir de la eficiencia energética en el hogar, el consumo residencial es una parte importante del consumo total de energía en nuestro país, representa el 17% de la energía primaria consumida y del 34% de la energía eléctrica. Además, la eficiencia energética en el hogar, permite mejorar la concienciación social sobre la sostenibilidad y cambios de hábitos.

Como se comenta, creo sinceramente que la apuesta ha de ser por una implantación masiva de pequeñas y muy pequeñas instalaciones de energías renovables repartidas en hogares de todo el territorio para favorecer el autoconsumo . Solo nos queda el camino de las renovables.

Felicidades por el artículo Clemente, me ha parecido muy interesante y detallado.

Saludos a tod@s

Pues si fuera del gobierno y puedo enchufar a mi churri en un consejo de administración, diré que las renovables es una cosa de homosexuales masones. Siendo como soy una persona normal, con una cuyltura aceptable y con el sentido común más o menos en forma, no hay color. La Falange Ppular va a echar por tierra toda la inversión en renovables que iba a empezar a dar sus frutos. Lo que le gusta a un fachuzo un humo gris. Será porque es su herramienta de trabajo.

Pienso que el puro sentido común le dice a cualquiera que no "trabaje" en un ministerio hoy en día que no se pueden comparar dos tipos de energía tan opuestos en todo como son las renovables y los combustibles fósiles,máxime careciendo de uno de ellos. Una sencilla valoración de neófito sobre las fuentes predominantes:

- NUCLEAR, bajo nivel de efectividad, letal nivel de radioactividad. Recursos finitos (uranio), cuyo coste real ni se menciona. Por ende, no es regulable, tiene que estar siempre en funcionamiento.

- CARBÓN, poco efectiva y muy contaminante. Aunque no tengamos que comprarlo es inviable por el medio ambiente.

- COMBUSTIBLES FÓSILES. Aquí mención especial: bajo rendimiento por altísimo coste, extremadamente contaminante, recurso ajeno que NUNCA podremos usar a un precio razonable, siempre a merced del mercado...En
resumen, no hay por dónde cogerlo.

El actual problema de las renovables es su pésima gestión - y no es lo único mal gestionado últimamente en este país - pero desde luego no su enorme potencial. El futuro está en la mucho mas eficiente energía eléctrica, asi que SI hay que apostar por ella. Aún más, hay que SUSTITUÍR al menos los combustibles fósiles por renovables.

Artículo extremadamente interesante, lástima que la resolución de los gráficos sea baja. Da miedo observar la dependencia casi absoluta que tiene nuestro país en energía. Parece significativa la contribución de las renovables en cuanto a la generación eléctrica, en torno al 30%, pero cuando se analiza todo el conjunto de energía primaria las renovables como que casi pasan desapercibidas. Muy negro veo el futuro de España. Y sí, está clarísimo que el exceso de generación eléctrica hay que invertirlo en otros usos a los que ahora se les suministra combustibles fósiles. Otro punto importante es el relativo a las pérdidas energéticas en los procesos de transformación y redes de transporte, hay que impulsar como sea el autoconsumo o producción/consumo local de energía, tanto en solar térmica como en fotovoltaica.

Lo mismo creo que sucede en los hogares, donde gastamos energía sin darnos cuenta. Por este motivo me compré este monitor de electricidad. Desde que lo tengo no paro de darme cuenta de cómo me gasto el dinero en energía que pierdo con tantos electrodomésticos que tengo en casa y sobre todo en su mal uso. Muy útil para ver mi consumo en tiempo real:

http://www.efergy.eu/index.php/es/products-1/e2v2-monitor-eu.html

¿Es igual que se pierda a que se necesite gastar el 80% para poder usar el 20%? Por supuesto que sí pero reflexionad sobre esto.

Además de eso lo que hay que hacer es prohibir los motores de combustión interna, que tienen una eficiencia energética inferior al 20% (y hablo de puesto en el depósito, ni hablar de lo perdido por el camino). En los motores eléctricos es a la inversa se aprovecha el 80%
http://bici-electrica.blogspot.com/

El "SE PIERDE DE FORMA INÚTIL" es aplicable a cualquier sector, no solo al energético.
Magnífico artículo.

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Sobre el blog

Como si mirásemos por el ocular de un microscopio, Ecolaboratorio es un blog ambiental que trata de ver más de cerca todo aquello que nos rodea. En este particular laboratorio se buscan respuestas a las cuestiones más enrevesadas que nos asaltan de forma cotidiana.

Sobre el autor

Clemente Álvarez

(Madrid, 1973) es un periodista especializado en medio ambiente y ciencia. Colaborador de El País desde 2004, le entusiasma mezclar elementos de la ecología con reactivos de la energía y la economía, aunque la fórmula pueda resultar inflamable.

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