Economía para el 99%

Sobre el blog

Este es un espacio para la reflexión económica que pretende interesar y ser accesible para el 99% de los ciudadanos; esa gran mayoría de personas que sigue la evolución de la crisis y que no deja de plantear preguntas para salir pronto de ella. Puede que haya un 1% que por opulencia o ignorancia no se sienta concernido en la búsqueda de una recuperación sostenible y beneficiosa para la mayoría. Ellos buscarán otras lecturas, pero un amplio 99% hallará aquí sus respuestas.

Sobre el autor

Carlos Mulas

. Soy economista de formación y académico de profesión con fuerte vocación política. Actualmente soy Profesor Titular de Economía en la Universidad Complutense de Madrid y Director de la Fundación IDEAS. Puedes conocer más sobre mi trayectoria en mi web personal: www.carlosmulasgranados.com


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El truco de los 450 euros

Por: | 27 de agosto de 2012

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El gobierno ha comenzado el curso político donde lo dejó, haciendo triquiñuelas y sin llamar a las cosas por su nombre. El primer intento fue el de calificar el rescate a la banca como una simple línea de crédito, y ahora nos prepara para aceptar un rescate total,  que parezca blando y sin condiciones adicionales.

Entretanto, se ha topado con la incomodidad de tener que tomar una decisión con respecto a la renovación de la ayuda de 400 euros para los parados que hubieran agotado la prestación. Esta medida, que introdujo el gobierno socialista en diciembre de 2011, ha beneficiado en estos 18 meses a 500 mil personas, y ha tenido un coste de unos 1100 millones de euros (con 345,9 millones en los primeros seis meses; 447,6 millones durante la primera prórroga y 309,6 millones durante la tercera, aún con datos provisionales).

Al PP no le gustó la medida entonces, y ahora se disponía a eliminarla. No lo ha hecho por dos razones: la primera para no darle aire al PSOE, que amenazó acertadamente con recoger firmas para hacer una iniciativa legislativa popular que probablemente habría tenido éxito. Y la segunda, y más importante, porque era una manera fácil de demostrar sensibilidad social justo antes de que llegue un rescate europeo que vendrá aparejado de recortes mayores. Serán entonces los técnicos de Bruselas los que decidan que esa partida no se puede prorrogar más y Rajoy podrá decir que el PP hizo lo que pudo por los más necesitados.

En todo caso, y para que este incómodo asunto no se le fuera de las manos, el gobierno ha procurado meter condiciones nuevas. Una serie de criterios donde se le ve el ramalazo ideológico (ahora el centro de los derechos deja de ser el individuo y pasa a ser la familia completa, con los abuelos incluidos), y que va directamente dirigido contra los jóvenes. A cambio, y a modo de distracción, ha subido la cuantía a 450 euros al mes y ha hablado de los niños en paro de familias acomodadas (de hasta 8.000 euros al mes) que se aprovechaban de esa ayuda sin necesitarla.

Aunque probablemente sólo la Ministra conoce familias así de primera mano, el ejemplo le ha servido para alimentar un poco esa mala costumbre española de compararse con el resto y envidiar a los otros imaginando que tienen mucho más. Y sobre todo, le ha servido para vender una medida que de otra forma nadie se habría tragado. Apenas 50 euros más y un bulo le han servido a Fátima Báñez para salir del paso.

Pero no hay que engañarse, las cuentas cantan y si el gobierno quiere cuadrarlas, al menos un 12% de los perceptores tendrán que dejar de percibir la ayuda. Esa es la cantidad en la que se ha aumentado la remuneración mensual, y por tanto, esa es la cantidad de gente que como mínimo dejará de acceder a ella. Pero yo creo que con los nuevos criterios, la cantidad de gente que dejará de recibir la ayuda superará el 35% lo veremos dentro de 6 meses, pero los cálculos son muy fáciles de hacer.

A finales de junio, casi 211.461 personas percibían la ayuda de 400 euros. El gobierno no podrá gastarse más de los 61,3 millones  euros de media mensual que venía constándole a las arcas públicas ese programa desde que Zapatero lo puso en marcha, así que tendrá que dárselo a menos personas. Si ustedes dividen esos 61,3 millones entre la nueva cuantía de 450 euros, les saldrá una cifra de 136.222 perceptores de media mensual. Es decir, casi 75.000 personas comenzarán este otoño sin la ayuda con la que contaban. Ahí estarán casi todos los jóvenes que no le gustan a la Ministra (aunque supongo que no todos acomodados) y que representaban el 14,1% de los beneficiarios. Pero también estará el perfil clásico de los que se más sufren en todas las crisis: hombres – el 56% de los perceptores-; de bajo nivel formativo – el 72% sin más que la educación primaria-;  y de mediana edad – ya que el 84% de quienes se han beneficiado hasta ahora tenían entre 25 y 54 años.

Espero que estos datos sirvan para hacer reflexionar a más de uno y para darse cuenta de que las triquiñuelas del gobierno les han amargado este verano. 

Monti, Rajoy y el rescate

Por: | 03 de agosto de 2012

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A la vista de lo ocurrido en los últimos 10 días, no debo ser el único que empieza a tener la certeza de que España será rescatada e Italia se librará por los pelos. A día de hoy da toda la sensación de que España tendrá que pedir el rescate y, en ese momento, cuando los mercados empiecen a especular contra Italia, el BCE considerará que el euro está en peligro y se decidirá por fin a intervenir, diga lo que diga el gobierno alemán, que para entonces ya se habrá cobrado una pieza mayor y podrá presentarse a la reelección con el crédito de su ortodoxia redoblado.

Las razones para este resultado que hace unos meses se antojaba imposible, serán fundamentalmente políticas. Zapatero y Berlusconi han sido sustituidos por Rajoy y Monti, y con el cambio Italia ha salido políticamente mucho más reforzada. En un principio, nadie podría haberlo imaginado porque Rajoy era un político profesional, con una larga carrera a sus espaldas y Monti era sólo un tecnócrata, o eso decían los medios de comunicación.

Sin embargo, los errores políticos de Rajoy durante estos meses se cuentan por aciertos en el caso de Monti. En particular, Rajoy ha cometido tres fallos cruciales. Primero, él y sus barones (con Cospedal a la cabeza) se dedicaron a propagar una falsa imagen de quiebra autonómica que aún no estaba en la agenda europea. Al hablar de cajones llenos de facturas impagadas lograron asustar a los acreedores de las CCAA y al final la falsa profecía se ha terminado cumpliendo porque ninguna entidad ha querido refinanciarles unas deudas  con las que en un contexto más tranquilo no habrían tenido mayor problema. Segundo, Rajoy se equivocó al torear a sus socios europeos, comprometiéndose en privado a unas cosas y vendiendo políticamente otras en ruedas de prensa posteriores. Los bailes en los objetivos de déficit (del 5.3 que prometió a Merkel al 5.8 que dijo en público) y los eufemismos con el rescate bancario (que llegó a llamar línea de crédito conseguida por él mismo), terminaron de romper el beneplácito internacional con el que contaba de inicio.

En tercer lugar, Rajoy no ha sabido generarse aliados: al fallar a Merkel en primera instancia, sólo le quedó recurrir a un Hollande con el que no tienen nada que ver (y con quien no tiene esa sintonía personal que existía entre Sarkozy y Zapatero y que salvó a España en más de una ocasión en la UE). El Cameron euroescéptico no tiene vela en este entierro, y Monti es en realidad un compañero tan fiable como puede serlo un equipo italiano en los minutos de descuento: al final forzará un penalti para salvarse y pasar a la siguiente ronda. En este sentido, nadie entiende por qué Rajoy no se ha dedicado a viajar como Monti, por qué no se ha trabajado a las potencias mencionadas o a los pequeños socios que como Austria, Holanda o Finlandia, apoyan la fuerte ortodoxia alemana y podrían haberle dado algún respiro.

La realidad es que Rajoy se ha visto completamente superado por los acontecimientos y su provincianismo nos va a costar un rescate y una intervención en toda regla. Jugó en clave nacional al anteponer sus intereses electorales en Andalucía y Asturias a la aprobación de los presupuestos de 2012. Y jugó en clave nacional al gotear sucesivos decretos de reforma financiera y dejando crecer la crisis de Bankia por sus problemas personales con Rato. Pero es que esta crisis se juega en el terreno europeo. La “virtudes políticas” de Rajoy se resumen en una modesta carrera profesional (licenciado en derecho, opositor y registrador de la propiedad) y una larga carrera institucional (presidente de diputación, parlamentario, cuatro veces ministro, vicepresidente y ahora presidente). Pero ese currículum no tiene nada que hacer ante las “capacidades técnicas” de Monti (licenciado por Bocconi y doctor por Yale, profesor de economía y rector, Comisario Europeo de Mercado Interior y luego de Competencia, experto en temas europeos y con amplio dominio del francés, el inglés y un modesto alemán).

Son esas capacidades las que le han permitido a Monti olvidarse del ciclo electoral italiano, y las que le han capacitado para trabajarse a fondo las relaciones personales entre los líderes europeos con un sello de credibilidad del que España ha carecido. Su experiencia internacional también le ha servido para seducir a los servicios de la Comisión europea de quien dependen las proyecciones y las recomendaciones sobre la economía italiana, y para tratar con el BCE y los inversores que compran deuda italiana a un nivel técnico del que carecen el resto de mandatarios europeos.

En realidad, el Monti técnico es el mejor político que Italia podía necesitar en estos momentos. Si a esto le añadimos que aquel país no se metió en la burbuja milagrosa que el PP alimentó mientras Rajoy era vicepresidente de Aznar, se entiende fácilmente por qué Italia está mucho más cerca que España de cumplir con sus compromisos de déficit público (2% frente al 6% nuestro) y por qué nosotros podríamos terminar el verano con un rescate total, mientras la Italia fundadora de la UE esquiva el golpe en el último minuto.

 

El País

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