JOSEP TÀPIES, profesor de Dirección Estratégica.
Cuando casi el único dato positivo relacionado con el empleo viene envuelto en un titular llamativo que dice “La población china en Madrid roza el pleno empleo”, más de uno se pregunta qué podemos aprender de nuestros vecinos discretos.
Uno se fija todavía más cuando uno de los que públicamente plantea la pregunta es Juan Roig, el fundador de una de los mayores empresas españolas y una de las que crean más empleo, quien hace algunas semanas dijo: "Cada vez hay más bazares chinos porque tienen la cultura del esfuerzo que no tenemos en España, aprendemos mucho de ellos".
Casi la totalidad de la población china en España tiene empleo y el 40 por ciento de ellos son autónomos o empresarios, y a estos, teniendo en cuenta la fuerte cultura de lazos familiares que les une, me atrevo a calificarles de empresarios familiares en primera generación.
Un excelente ejemplo de este nuevo prototipo empresarial es Don Pin, cuya empresa familiar, que empezó como una pequeña tienda de frutos secos, actualmente distribuye para 4.138 negocios chinos en España. La facturación de la empresa de la familia Pin asciende a 50 millones de euros.
Ejemplos como este son numerosos y no paran de aparecer nuevos negocios. Por esto no me extraña que Don Pin pronostique que “el todo a cien mejorará su escaparate, limpieza y muestrario y hará la competencia a Zara, y abrirá El Corte Chino. Y los ultramarinos pequeños ampliarán superficie y se convertirán en tiendas de conveniencia con todo el horario que les dejen”.
En términos de competitividad, la cultura y los valores que defienden y promueven los empresarios chinos no es muy distinta de la cultura de muchas de las generaciones de empresarios emprendedores españoles que levantaron grandes emporios a base del esfuerzo, el trabajo y la visión a largo plazo. Igual que en China, aquí también “se considera un fracaso colectivo que una generación viva peor que la anterior”, hecho que destaca Pin.
Entonces, ¿cómo es qué nos encontramos en la situación que vivimos?
La respuesta la podríamos buscar en la sinceridad de las palabras de Pin que compara las dos culturas con las que convive desde sus 18 años. “La ambición china es la de trabajar más que tus padres para ser mejor que ellos. La española es vivir mejor que tus padres”, reflexiona el joven empresario chino.
Uno puede estar de acuerdo o no con las palabras de Pin, y creo que el beneficio de conocer un punto de vista externo, lejano y al mismo tiempo cercano nos puede servir para reflexionar y buscar respuestas a las preguntas que ya todos conocemos.
© Josep Tàpies. Profesor de Dirección Estratégica y titular de la Cátedra de Empresa Familiar en el IESE-Universidad de Navarra. Doctor en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña y Máster en Administración de Empresas por ESADE. Ha impartido clases también en diferentes escuelas de negocios tanto de Europa como de Iberoamérica, destacando entre ellas AESE en Portugal, IDE en Ecuador, PAD-Universidad de Piura en Perú, ISE en Brasil, IAE en Argentina, ESE en Chile e INALDE en Colombia. También ha sido miembro del Consejo Académico de IPADE en México y de ESE en Chile.
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