Economía con valores

Sobre el blog

Comentarios y opiniones plurales al hilo de la actualidad realizados por profesores del IESE. Su objetivo es introducir en el debate económico nuevas ideas que puedan enriquecer a los lectores en la visión de la economía. *Las opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente al IESE o la Universidad de Navarra.

Sobre los autores

IESE

El IESE es la escuela internacional de dirección de empresas de la Universidad de Navarra. Tiene la aspiración de proporcionar una contribución duradera a la profesión de la dirección. Este enfoque, centrado en las personas, refleja nuestro convencimiento de que el objetivo de los empresarios y directivos debe ser servir a las personas y a la sociedad.

¿Adoptarías a tu yerno para continuar la empresa familiar?

Por: | 30 de septiembre de 2012

JOSEP TÀPIES, profesor de Dirección Estratégica.

Una de las principales preocupaciones de las familias empresarias es cómo evitar la dispersión del patrimonio en las siguientes generaciones, puesto que la intención es siempre procurar mantenerlo bajo el sello de la garantía que ofrece el apellido familiar. 

Josep TàpiesAlrededor del mundo, distintas familias, de distintas culturas, recuren a distintas prácticas y tradiciones. En Europa, por ejemplo en la familia Rotschild, de origen judío, durante muchos siglos se recurría a la endogamia, mediante los matrimonios entre los parientes de la propia familia (1). 

De Japón nos viene otra curiosa costumbre, y quizá el caso más emblemático que lo ilustre, es la familia Suzuki, los fundadores y propietarios de la famosa marca de coches. Esta importante empresa familiar está gobernada por cuarta generación consecutiva por un “yerno adoptado”.

Se trata de un fenómeno muy arraigado en la tradición nipona, donde desde el siglo VII las sagas importantes que desean preservar el apellido familiar y no tienen herederos masculinos recurren a adoptar al marido de la hija mayor, quien siguiendo una antigua costumbre adopta el apellido familiar como propio, y de este modo garantiza su continuidad en el tiempo.

Como Suzuki, son números los casos de importantes empresas familiares que practican esta costumbre, muy habitual en la cultura japonesa, donde hasta tan solo 150 años atrás era muy poco habitual tener el apellido propio. Los apellidos, únicamente, los tenían las clases altas y los samuráis.

Japón es el país con más empresas familiares centenarias del mundo, pero quizá visto desde nuestra perspectiva, la definición de la familia y de la trascendencia del apellido familiar estaría en contraste con nuestras tradiciones y costumbres.

En las culturas occidentales
El modelo de la familia en las culturas occidentales está viviendo profundos cambios. Uno puede estar de acuerdo o no con su desarrollo, pero no puede ignorarlo. Desde mi interés y la pasión por todo lo relacionado con las dinámicas y la historia de las empresas familiares, y con perfecta conciencia de que en las mismas hay mujeres en puestos de la más alta responsabilidad que desempeñan su cometido a la perfección, desearía compartir con todos los lectores unas reflexiones que me hago a voz alta: ¿Cómo sería visto en nuestra sociedad si una costumbre parecida se practicase para garantizar la continuidad del apellido, la marca y la empresa familiar que representa?

(1) Dynasties: Fortunes and Misfortunes of the World’s Great Family Businesses, David Landes.

 

© Josep Tàpies. Profesor de Dirección Estratégica y titular de la Cátedra de Empresa Familiar en el IESE-Universidad de Navarra. Doctor en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña y Máster en Administración de Empresas por ESADE. Ha impartido clases también en diferentes escuelas de negocios tanto de Europa como de Iberoamérica, destacando entre ellas AESE en Portugal, IDE en Ecuador, PAD-Universidad de Piura en Perú, ISE en Brasil, IAE en Argentina, ESE en Chile e INALDE en Colombia. También ha sido miembro del Consejo Académico de IPADE en México y de ESE en Chile. Desde el año 2010 escribe 'El Blog de la Empresa Familiar'.


Una crisis agravada por la deuda

Por: | 27 de septiembre de 2012

Cuatro años después de la histórica quiebra de Lehman Brothers, los profesores del IESE Antonio Argandoña y Javier Díaz-Giménez analizan en este audiovisual la evolución de una crisis marcada por el elevado endeudamiento de los agentes económicos y que ha afectado especialmente a los países de la periferia del euro.

Según Argandoña, España podría volver a la senda del crecimiento en 2013, mientras que Díaz-Giménez destaca que todas las crisis económicas son recurrentes y que no se sabe aún cuándo saldremos de la actual.


 


Soluciones (2): Ayudar al crecimiento

Por: | 23 de septiembre de 2012

EDUARDO MARTÍNEZ ABASCAL, profesor de Dirección Financiera.

Tenemos muchas crisis superpuestas que se alimentan entre ellas en un devastador círculo vicioso: déficit público, deuda pública-prima de riesgo, crisis financiera, de confianza, de inacción política… pero por debajo de todas las crisis, la crisis de verdad es la económica: el PIB (la economía) no crece. Si la economía creciera se acabaría el déficit público, el problema de los bancos, de la deuda y tampoco nos importaría mucho qué hacen los políticos. 

Eduardo Martínez AbascalNo hay más remedio que ayudar a que el PIB suba y para ello lo tienen que hacer cada uno o alguno de sus componentes: 

Consumo. Sólo crecerá si aumenta la confianza del consumidor. En esto la acción de los gobernantes es clave. Más unidad y mensajes claros y comprensibles, explicando el por qué de cada decisión, ayudarían. También ayudaría que hubiera más gente con empleo. Ambas cosas difíciles. Poco se puede hacer aquí.

Inversión. Una empresa invierte en máquinas o personas sólo si tiene muchos pedidos. No es el caso ahora ni se prevé en el corto plazo.

Gasto público. Ahora se está reduciendo, con lo que contribuye a que el PIB baje más todavía. Pero tampoco hay dinero para que el gobierno gaste más. Nada que hacer aquí.

Exportación-Importación. Es la única salida posible ahora. Vender fuera lo que no vendemos aquí. Y comprar menos fuera. De hecho las empresas que van bien son las que están exportando mucho. Pero para ello se requiere salir y vender y también se requiere un euro barato, a algo así como 1 euro = 1 dólar. Con un euro caro es difícil vender fuera, pues nuestros competidores compran en dólares. Estoy vendiendo el coche español en Turquía a 10.000 euros cuando el coreano lo vende a 10.000 dólares (7.500 euros). Por cierto no pasa nada por salir a trabajar fuera. Se gana dinero y se amplían horizontes. Y no se pierde talento, que este ya volverá.

Soluciones de EEUU
El problema es que casi ninguna de estas medidas depende del gobierno sea central o autonómico. ¿Qué hicieron los americanos para salir de la crisis en 2008? Tres cosas:

• El banco central (FED) inyectó 2.000 millardos (miles de millones) en la economía; dio liquidez para que el dinero fluyera (para el consumo y la inversión necesitas dinero, crédito).

• El Gobierno, vía presupuesto, lanzó un plan masivo de ayudas a empresas, familias y bancos, 700.000 millones (de los que ya ha recuperado el 65%).

• Han mantenido un dólar artificialmente bajo (en torno a 1€ = 1,4€) que sólo ahora está subiendo y muy poco. Con eso aumentaron sus exportaciones, bajaron las importaciones y la economía creció.

El problema para España es que su gobierno no puede hacer ninguna de estas cosas, todas dependen de la Unión Europea y del BCE. Y así estamos esperando, mientras nos curamos el cáncer muy poco a poco con cataplasmas. Pues si es así, no hay más remedio que salir y vender o salir y trabajar fuera.


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Soluciones (1): Sujetar a los mercados

 

© Eduardo Martínez Abascal. Doctor en Economía y Administración de Empresas por la Universidad de Barcelona y Máster en Administración de Empresas por el IESE-Universidad de Navarra. También ha sido profesor visitante en la Sloan School of Management en el Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT). Es escritor, articulista de prensa, asesor de empresas y edita el blog 'Eduardo Martínez Abascal. Professor of Financial Management'.


¿Es acertado subir el IVA ahora?

Por: | 20 de septiembre de 2012

MIGUEL ÁNGEL ARIÑO, profesor de Análisis de Decisiones.
http://miguelarino.com

El gobierno de España ha decretado subir el IVA (impuesto sobre el valor añadido) de la gran mayoría de los productos. La crisis económica se ha dejado sentir en las arcas públicas y es urgente reducir el déficit, recortando gastos donde se pueda y generando ingresos como sea. Pero, ¿es acertada esta medida en estos momentos?

Miguel Ángel AriñoA mí me parece que no. La economía española está muy ahogada. Las familias están haciendo grandes esfuerzos para llegar a final de mes. Hay mucho paro. Y ahora lo que le faltaba, la puntilla: los productos se encarecen por la subida del IVA. El consumo va a deprimirse todavía más.

El pequeño comercio se enfrenta a la disyuntiva de si repercutir la subida a sus clientes, con lo que perderá unos cuantos, o asumir él la subida comiéndose su ya maltrecho margen de beneficio si es que todavía lo tiene. Las grandes empresas que todavía hacen beneficios han anunciado que asumirían ellas la subida, con lo que disminuirán sus beneficios y por tanto se recaudarán menos impuestos. Los veinte mil millones de euros extras que se pretenden recaudar con esta subida en los próximos dos años y medio van a verse mermados por estos menores impuestos a recaudar. También subirá la inflación.

¿Qué habría que hacer? Primero pedir a Europa que nos dé más tiempo para reducir el déficit. Si un tren frena en seco descarrila. Segundo fomentar las exportaciones, que nos compren en el extranjero. Facilitar el crédito a las empresas. Muchas cosas se han parado por falta de financiación, pues el planteamiento económico era bueno. Por último, dar facilidades a los emprendimientos de nuevas empresas. Lo más positivo que estoy oyendo en los últimos meses son las muchas ideas sobre qué hacer y qué se le está ocurriendo a la gente, dadas las dificultades de encontrar trabajo. Veremos qué pasa los próximos meses.

 

© Miguel Ángel Ariño. Profesor de Análisis de Decisiones en el IESE Business School. Es doctor en Ciencias Matemáticas por la Universidad de Barcelona, donde también dio clases al igual que en la Universidad Politécnica de Cataluña y en la Universidad Carlos III de Madrid. Además, es profesor visitante en CEIBS (China Europe Internacional Business School) y en HKUST Business School (Universidad de Hong Kong de Ciencia y Tecnología). Ha publicado numerosos artículos y libros, y es autor del blog 'Toma de decisiones'.


Sesgos del ser humano y su impacto en el trabajo y gasto

Por: | 16 de septiembre de 2012

PHILIP MOSCOSO, profesor de Producción, Tecnología y Operaciones.

Uno de los debates principales en toda escuela de negocio es cómo se enseña el liderazgo. En cambio, se tematiza mucho menos los errores sistemáticos que hacen las personas en sus juicios y decisiones. Estos errores pueden tener un impacto importante para el devenir de la empresa (en el caso de los empleados) o el bolsillo (caso de los clientes). Ser conscientes de ello, y saber cómo contrarrestar o al menos mitigar estos errores, puede ahorrarnos por tanto muchos quebraderos de cabeza y dinero.

Philip MoscosoVeamos algunos ejemplos. Cuando una empresa quiere forzar la venta de un producto suele echar mano de las ofertas. Gracias a numerosos estudios sabemos cómo los clientes pueden ser confundidos debido a sus dificultades con los porcentajes. Muchos consumidores no suelen ver que un incremento del 50% en cantidad matemáticamente equivale a un descuento del 33%, por ejemplo. Pero la gente incluso prefiere un 25% más de producto que un 25% de descuento, a pesar de que la segunda propuesta es definitivamente mejor (haga los números si tiene dudas). Seguro se imaginan qué opción prefieren las empresas (lo que pasa es que a menudo los clientes no necesitamos tanta cantidad de producto).

Existen otras formas en las que los clientes nos dejamos liar. Está comprobado que en época de rebajas la gente considera mejor oferta un producto que ha sido rebajado primero un 20% y luego un 25% adicional que cuando ha sido en una sola vez por un equivalente del 40%. Lógicamente, esta debilidad humana no se limita a las rebajas sino que se aplica en cualquier otro contexto equivalente. Como consumidores podemos intentar ser más cuidadosos en nuestras decisiones, y pedir que se nos proporcione referencias (en algunos países, por ejemplo, es obligatorio para los minoristas poner el precio por kilogramo en todos los productos, con lo cual podemos ver si el tamaño grande realmente es más barato).

Asimismo como empleados, las personas tendemos a tomar "atajos" equivocados para simplificarnos la toma de decisión. Por ejemplo, solemos tender a ignorar información incómoda o buscar aquella que nos confirma. Igualmente, juzgamos la probabilidad de eventos en base a nuestra experiencia (o incluso deseos), sistemáticamente subestimaos la duración y los costes de las actividades a realizar o ponderamos en exceso el corto plazo. Consecuencia de ello se toman muchas decisiones claramente equivocadas y la mayoría de los proyectos no cumplen los plazos y costes previstos. Nuevamente es recomendable algo más de reflexión en la toma de decisiones (al menos en las importantes) y establecer mecanismos que ayuden a mitigar el impacto de los posibles errores (ej. colchones de tiempo).

 

© Philip Moscoso. Doctor en Ingeniería Industrial y Gestión por ETH Zurich y Máster en Ingeniería Química por ETH Zurich. Ha completado su formación con un Programa de Servicio de Gestión de Operaciones en Harvard Business School y con un Programa de Dirección General (PDG) en el IESE-Universidad de Navarra.

Otoño económico, 2012: ¿Después de la tormenta escampa?

Por: | 13 de septiembre de 2012

JOSÉ RAMÓN PIN ARBOLEDAS, profesor de Dirección de Personas en las Organizaciones y Ética Empresarial.

Un inicio interesante y preocupante a la vez
El tercer cuatrimestre económico del año empezó bien y mal. Bien porque las Instituciones europeas parecen haberse concienciado de que lo que es malo para España acabará siendo malo para toda Europa, en especial para la Zona Euro. Por eso están tomando decisiones. Mal porque la economía real española no acaba de crear puestos de trabajo. Agosto trajo datos de desempleo nada alentadores.
 

José Ramón Pin ArboledasUn otoño en la misma línea
Pues bien, el resto del cuatrimestre parece que seguirá la misma tónica: respuestas positivas de la UE y dificultades en la microeconomía española.
 

Cuando escribo, el Tribunal Constitucional alemán ha dado luz verde al MEDE, el Mecanismo de Rescate Europeo. Las reuniones del Eurogrupo y el Consejo de Europa de este mes van a ser positivas en lo que se refiere a solucionar el problema de la deuda soberana de los países del sur, en particular España e Italia. La prima de riesgo del bono soberano español a 10 años baja de los 400 puntos. El mercado está descontando por adelantado esas noticias positivas. Para 2013 la carga de la deuda se reducirá y eso ayudará a contraer el déficit público.

Por contra, la economía de empresas y particulares seguirá débil; con la excepción de aquellas que estén orientadas al exterior. Razones: seguirán las dificultades crediticias y los impuestos quitarán liquidez al sector privado.

La inyección de 60.000 millones de euros a la banca se realizará lentamente y la puesta en marcha del Banco Malo también. Las instituciones financieras tardarán en digerir ambos procesos. Hasta mediados de 2013 no se empezarán a ver sus efectos positivos.

Los impuestos seguirán altos. El IRPF no volverá a niveles de 2011 hasta el 2014 y eso si el Gobierno cumple sus compromisos. La subida del IVA es irreversible, porque ahora está más alineada con el resto de Europa que antes.

Habrá un respiro si el Gobierno reduce las cuotas de la Seguridad Social, como prometió al subir el IRPF. Eso será a partir del 2013 (el 1%) y, sobre todo, en el 2014 (1% más).

Por tanto: la creación de puestos de trabajo no empezará este otoño, en el que el desempleo puede llegar a 6 millones (según la EPA de diciembre de 2012 a publicar en enero del próximo año). Entre otras cosas porque las Administraciones deben reducir los 300.000 empleados públicos que sobran. Eso creará conflictos en la calle; pero no dejarán de ser minoritarios aunque sean notorios mediáticamente.

Sin embargo, la euforia de las noticias de la reacción europea y las esperanzas de arreglo de la banca pueden adelantar la reacción económica. De hecho la subida bursátil de estas semanas se debe a ello. Pero en la economía real no será antes de finales de invierno. 

¿Una primavera floreciente?
En primavera la naturaleza se viste de flores y los colores alegran el ambiente. La sensación económica será optimista. Depende de que las Administraciones cumplan sus compromisos de gastos, que el déficit público esté controlado, para que veamos más o menos colorido en el paisaje económico. Después de la tormenta siempre escampa.

 

© José Ramón Pin Arboledas. Director académico, profesor de Dirección de Personas en las Organizaciones y Ética Empresarial y titular de la Cátedra de Gobierno y Liderazgo Público en el IESE Business School. Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, Máster en Administración de Empresas por el IESE-Universidad de Navarra e Ingeniero Agrónomo y Licenciado en Economía por la Universidad de Valencia.


Soluciones (1): sujetar a los mercados

Por: | 09 de septiembre de 2012

EDUARDO MARTÍNEZ ABASCAL, profesor de Dirección Financiera.

La confianza es clave para que la economía funcione. La confianza se deteriora más y más si cada día los mercados nos machacan con la dichosa prima de riesgo y los medios de comunicación se hacen eco y prestan altavoces. Hace cuatro años el presidente del Gobierno no sabía lo que era la prima de riesgo. Lamentable. Pero hoy hasta mi anciana madre está pendiente de la prima de riesgo, sin saber lo que es, pero asustada por sus subidas. Esto último todavía es peor. Con tanta noticia negativa la gente se asusta, no consume, no invierte… y así entramos en el círculo vicioso de la miseria: cuanto peor creemos que estamos peor estaremos.

Eduardo Martínez AbascalLa prima de riesgo la fijan los traders del mercado secundario de deuda pública en el que se negocian unos 30 millardos (mil millones) diarios, una barbaridad, casi unos 7.000 millardos al año, casi 10 veces el tamaño de la deuda pública y 50 veces lo que el Estado español pide prestado cada año. Los traders no paran de comprar bonos para venderlos al día siguiente según les da. Ellos ganan mucho dinero con ello, sus clientes no. Estos traders no son los que prestan dinero al Estado español. Estos últimos son inversores, que compran los bonos en el mercado primario de deuda pública y se los quedan –en su mayoría- a largo plazo. Pero los traders sí influyen en la psicología de los inversores  y a la postre acaban haciendo que nos cueste más cara la deuda y sobre todo influyen y mucho en el sentimiento de confianza del país y de los inversores internacionales.

Los mercados son como los caballos, algo muy útil para el ser humano. Pero a veces se desbocan y hay que controlarlos, para que luego y ya tranquilizados vuelvan a cumplir su benéfica función. He aquí algunas propuestas sencillas para controlar los mercados y evitar estas subidas de la prima de riesgo y toda esta especulación a corto plazo:

1.- Prohibir las posiciones cortas, es decir prohibir la venta de bonos que uno no tiene. Estas posiciones cortas hunden los mercados y no benefician a nadie, salvo al que vende a corto.

2.- El BCE debería anunciar su compromiso de comprar y vender deuda pública, para dar estabilidad a los mercados. Es lo que hizo la FED en Estados Unidos y funcionó. Sólo con este anuncio los traders se retraerían y mucho en sus ataques a la deuda pública periférica. Draghi lo acaba de anunciar, por fin! Mejor tarde que nunca.

3.- Transparencia en los mercados: el regulador debería saber y publicar quién compra y quien vende en el mercado de deuda pública.

4.- Dejar en suspensión, al menos temporalmente, la vigencia de los ratings que obliga a los bancos y otras entidades financieras a vender bonos españoles e italianos cuando estos han bajado de rating. Draghi lo acaba de anunciar. Por fin!

5.- Por último quizá se puede imponer un impuesto a las ventas de bonos en el mercado secundario, para limitar esta negociación enloquecida.

Sería deseable que los gobernantes europeos, tan pendientes de la prima de riesgo, entendieran bien cómo funcionan los traders y su psicología, para poder tomar medidas oportunas que lo apacigüen un poco, a ellos y a todos nosotros.

 

© Eduardo Martínez Abascal. Doctor en Economía y Administración de Empresas por la Universidad de Barcelona y Máster en Administración de Empresas por el IESE-Universidad de Navarra. También ha sido profesor visitante en la Sloan School of Management en el Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT). Es escritor, articulista de prensa, asesor de empresas y hace el blog 'Eduardo Martínez Abascal. Professor of Financial Management'.


Actualidad de Cicerón

Por: | 06 de septiembre de 2012

JUAN MANUEL DE TORO MARTÍN, profesor de Marketing.

Hace pocos días releía la magnífica novela de Taylor Caldwell 'La columna de hierro'. La autora pone en boca de Cicerón las siguientes palabras en el primer discurso que el célebre abogado pronunció ante el Senado de Roma en defensa de un plebeyo al que se acusaba de evasión de impuestos:

Juan Manuel de Toro Martín"Los romanos siempre se impusieron impuestos, desde los primeros días de la República, porque los justos impuestos son necesarios para que todos sobrevivamos. Pero ¿para qué fueron creados estos impuestos? Para pagar soldados que nos protegieran de nuestros enemigos exteriores (hoy, ejército). Para pagar a los guardianes de la ciudad (fuerzas de seguridad). Para establecer tribunales (justicia), pagar los estipendios de los legisladores (diputados), el Senado, los tribunos y los cónsules (gobierno). Para construir los templos y vías necesarias. Para la construcción y mantenimiento de de una red de alcantarillas, así como de acueductos que nos proporcionen la bendición del agua pura (ministerio de fomento). Para crear una organización encargada de la sanidad, que preserve la salud de nuestro pueblo" (ministerio de sanidad).

Y continúa: "Pero esta ley (los impuestos) no fue promulgada para favorecer aventuras exteriores, no para esquilmar a los hombres industriosos a fin de mantener a los holgazanes, los inútiles y los irresponsables que no hacen nada en favor de sus compatriotas y de su país. No fue aprobada para sobornar a una plebe depravada a fin de comprar sus votos, porque cuando nuestros antepasados crearon una civilización en esta tierra, tal gentuza no existía, los cobardes aún no habían nacido, los ladrones no saqueaban nuestro tesoro público, los débiles no iban a gemir a la puerta de los senadores, ni los irresponsables se sentaban perezosamente en las calles ni merodeaban por los campos"...

Y más adelante: "Así que Roma está siendo lenta e implacablemente destruida para favorecer a la gentuza que vive dentro de sus muros... Y todo por votos. La deuda y el despilfarro solo llevan a la desesperación y a la bancarrota. Siempre fue así".

Terminado el alegato de Cicerón (que solicita el indulto de su defendido en razón a que la ley impositiva, si bien existe y es real, fue concebida en origen con una intención muy distinta a su utilización actual), se levantó el cónsul de turno y dictaminó: Habéis sido liberados no porque seáis víctima de una ley inexistente. Esa ley existe (los impuestos)... Ya he dicho que esa ley no puede ser derogada, pero rectificaré mis propias palabras. Será derogada cuando los romanos, dándose cuenta del peligro en que se encuentran, pidan que sea abolida. Pero, ¡ay!, los pueblos no se dan cuenta de que están en peligro hasta que es demasiado tarde".

Con mucha probabilidad, estas palabras que pone Taylor en boca de Cicerón sean una adaptación de una parte de su primer alegato como abogado en el proceso denominado "Pro Quinctio". Pero sean literales o adaptadas, al leer algo así uno se pregunta si es que la historia de la humanidad es siempre repetitiva o, más bien, es que el hombre ha cambiado muy poco en estos últimos dos mil cien años, pues bien podría ocurrir que alguna persona íntegra pronunciase palabras idénticas a las de Cicerón en nuestro Congreso de los Diputados para reflejar la situación actual en nuestro país. ¿O no?

 

© Juan Manuel de Toro Martín. Doctor en Economía y Administración de Empresas por la Universidad de Navarra, Máster en Administración de Empresas por el IESE-Universidad de Navarra y Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.


Dirigir en épocas de crisis

Por: | 02 de septiembre de 2012

JAUME LLOPIS, profesor de Dirección Estratégica.

Inmersos en lo más profundo de la crisis, las empresas tienen que ser dirigidas con unos sistemas de gestión, un estilo de dirección y un rigor muy diferentes de los que eran habituales en épocas de crecimiento. Después de la crisis el entorno económico y social habrá cambiado y nunca más volverá a ser el mismo que el de antes. Los hábitos de compra de los consumidores serán más racionales y austeros, la financiación mucho más restrictiva y la especulación, los pelotazos y el enriquecimiento fácil serán difíciles y mucho menos habituales.

JAUME LLOPISAnte este escenario, las empresas tienen que buscar afanosamente la competitividad a base de hacer continua y constantemente tres ejercicios fundamentales:

1. Reestructuración
Adaptar sus activos materiales e inmateriales a la coyuntura y a las circunstancias de sus respectivos mercados, es decir tener la dimensión óptima en instalaciones, maquinaria, equipo y personal. Condición absolutamente necesaria pero no suficiente para asegurar la continuidad y ser competitivos. Si solamente se toman medidas de reestructuración se mejora la competitividad a corto plazo pero no se asegura el futuro. Se han cometido muchos errores en reestructuraciones en el textil, la siderurgia y los astilleros y últimamente en la banca, que no han servido para la supervivencia de la mayoría de las empresas.

2. Reingeniería
Hacer una profunda labor de reingeniería, es decir, eliminar todas aquellas funciones, tareas y personas que no aportan valor a la compañía. Condición también necesaria pero no suficiente para asegurar la competitividad. Ahí topamos con un mal endémico de nuestra economía que es la baja productividad. La mejora de la productividad, empezando por la de los altos directivos y siguiendo con todos los empleados, no solo con los de mono azul, es un requisito indispensable.

3. Regenerar las estrategias
Y la tercera acción fundamental, la condición necesaria y suficiente para la auto continuidad de las empresas consiste en regenerar constantemente las estrategias, siendo los primeros en satisfacer las necesidades de los clientes, adelantándose a la competencia haciendo algo diferente o que no hagan los competidores. Defender, reestructurando, pero también atacar viendo cómo podemos vender más, acometer nuevos mercados y ganar nuevos clientes. Las empresas que hagan esos deberes de forma seria y rigurosa saldrán más fuertes de la crisis y tendrán una situación favorable respecto a sus competidores.

En este entorno, la labor del primer ejecutivo debe dar absoluta prioridad a la comunicación constante con todos los stakeholders, accionistas, empleados, proveedores, clientes, fuentes de financiación, sindicatos y opinión pública. La verdad y la transparencia deben ser condiciones indispensables para lograr que todo el mundo entienda la situación real en cada momento y todos juntos en la organización remen en la misma dirección para asegurar la continuidad de la empresa.

 

© Jaume Llopis. Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona y Máster en Administración de Empresas por el IESE-Universidad de Navarra. Ha sido ejecutivo en varias compañías y forma parte del Disruptive Council de Telefónica. Autor de varios libros y del blog ‘Qué hacen los buenos directivos’. También ha organizado en el IESE desde 1992 encuentros sectoriales sobre Alimentación y colabora con la escuela de negocios IPADE de México.


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