Economía con valores

Sobre el blog

Comentarios y opiniones plurales al hilo de la actualidad realizados por profesores del IESE. Su objetivo es introducir en el debate económico nuevas ideas que puedan enriquecer a los lectores en la visión de la economía. *Las opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente al IESE o la Universidad de Navarra.

Sobre los autores

IESE

El IESE es la escuela internacional de dirección de empresas de la Universidad de Navarra. Tiene la aspiración de proporcionar una contribución duradera a la profesión de la dirección. Este enfoque, centrado en las personas, refleja nuestro convencimiento de que el objetivo de los empresarios y directivos debe ser servir a las personas y a la sociedad.

Vías de rentabilidad para el banco malo

Por: | 28 de octubre de 2012

Sareb, el denominado banco malo, nace para aglutinar los activos procedentes de la reestructuración bancaria. Aunque el Estado será uno de sus accionistas, es importante que la mayoría de inversores sean de procedencia privada y para ello es importante atraer capital extranjero. Asegurar su rentabilidad es clave, señala el profesor del IESE José Luis Suárez, lo que implicará descuentos significativos en el precio de los activos.




Frugal engineering

Por: | 25 de octubre de 2012

PEDRO NUENO, profesor de Iniciativa Emprendedora

El lunes 22 de octubre tuve el encargo de moderar un coloquio en el IESE con D. Carlos Ghosn, Presidente de Nissan y Renault. Es la tercera vez en mi carrera que he tenido la posibilidad de aprender en directo de una de las personas que pasará a la historia como realmente experto en automoción. Para el Sr. Ghosn la automoción es ingeniería y él inventó el concepto de “frugal engineering” que él explica como una ingeniería capaz de innovar por un lado y reducir costes por otro.

Pedro NuenoEn su opinión el sector del automóvil seguirá creciendo bajo el tirón, principalmente de China. China ha sabido construir infraestructuras que le facilitan la movilidad y esto, a su vez, con crecimiento económico, tira de la automoción. Otros países con tirón económico, como Brasil, Rusia o India, no estimulan tanto como podrían la automoción por su escasez de infraestructuras. El Sr. Ghosn ve los mercados europeos, norteamericano y japonés estancados.

Su optimismo con relación al coche eléctrico es bien conocido y afirma “¿cómo puede el automóvil depender de un recurso escaso –como el petróleo- cuando además, ni Europa, ni Estados Unidos, ni Japón tienen ese recurso?” Por otra parte, afirma el Sr. Ghosn, “pensando a largo plazo, la electricidad que puede obtenerse del sol, del aire, del agua (con desniveles), del carbón, del petróleo, por vía nuclear, y otros sistemas, es abundante”. Naturalmente existe el problema de las infraestructuras para recargar y el riesgo que percibe el consumidor de quedarse parado o en cola. Pero el Sr. Ghosn cree que en el 2020 veremos circulando muchos vehículos híbridos que tienen la ventaja de combinar el enfoque eléctrico y el convencional, ahorrando petróleo, aprovechando la inercia, pero garantizando el no quedarse parado por descarga de la batería.

Para el Sr. Ghosn el verdadero “management” consiste en aplicar sus conceptos más que manejarlos teóricamente en los consejos. A veces hay una cierta dificultad en llevar esa “ingeniería frugal” a la práctica, innovando continuamente, mejorando diseños, materiales, motores, para llegar al futuro con el automóvil que se conduce a sí mismo. El verdadero automóvil del futuro puede ser un vehículo de precio bajo, consumo bajo y alternativo, capaz de no contaminar y con la habilidad de conducirse a sí mismo sin otro requisito de recibir la dirección a la que debe dirigirse. Ese vehículo será compatible con una población que tiene una esperanza de vida creciente, puede ser más seguro y facilitar un tráfico más eficiente y fluido. Afirmó el Sr. Ghosn que él ha circulado en prototipos de este tipo de vehículo.

Pocas personas han vivido el sector desde sus veintipocos años, a nivel global, ascendiendo rápido, dándole la vuelta a grandes empresas en distintos continentes, como ha hecho el Sr. Ghosn. Muy probablemente sus puntos de vista sobre el sector merecen una seria reflexión.


© Pedro Nueno. Profesor de Iniciativa Emprendedora y Titular de la Cátedra Fundación Bertrán de Iniciativa Empresarial del IESE. Además es Presidente de la China-Europe International Business School (CEIBS) y es Doctor en Administración de Empresas por la Harvard Business School.

El largo proceso de la unificación bancaria

Por: | 21 de octubre de 2012

 Tras la unificación monetaria y económica, la UE aborda la unificación bancaria, que debería entrar en vigor en 2013 o 2014. El profesor del IESE Jorge Soley señala que esta armonización financiera acentuará el proceso de fusiones bancarias en Europa y aumentará considerablemente el poder del BCE, pero plantea dudas sobre si realmente servirá para evitar situaciones críticas.



 

 

La eurozona y su enfermedad de adolescencia

Por: | 18 de octubre de 2012

JUAN JOSÉ TORIBIO, profesor emérito de Economía

Crear en Europa una unión monetaria fue, en su día, una sabia decisión que venía sobradamente justificada por la imposibilidad de mantener un mercado único entre países con monedas distintas. Del pluralismo monetario anterior al euro se derivaban continuas e intensas fluctuaciones de tipos de cambio, que alteraban la posición competitiva entre los países de aquel mercado pretendidamente común.

JJ ToribioPero la unión monetaria constituía una experiencia novedosa, para la que se carecía de precedente alguno que pudiera servir como referencia. Aunque fueran muchos los aciertos, no puede extrañar que, con tal ambiente de novedad, se cometieran errores de bulto en el diseño de la Unión Monetaria Europea (UME). Hoy, con mejor perspectiva, la mayoría de los economistas europeos señalan no solo las carencias que alejan a la UME de ser un «área monetaria óptima» (en el sentido de Robert Mundell), sino otras, entre las que hoy me permito destacar el error cambiario de origen.

Algunas economías –entre ellas, la española– se incorporaron a la UME a un tipo de cambio excesivamente bajo entre sus monedas originarias y la de nueva creación. Nuestro país, en concreto, había devaluado fuertemente la peseta en la crisis del 93-94, y sus autoridades hicieron después todo lo posible para evitar que volviera a apreciarse, con la esperanza de que la incorporación a la nueva moneda se hiciera a aquella paridad cambiaria tan baja. La economía española (igual que otras del área mediterránea) adquirió así una clara ventaja competitiva, pues, de entrada, sus precios en euros resultaban sensiblemente más bajos que los vigentes en los países de la Europa Central.

Tal ventaja competitiva explica, en gran medida, el vivo crecimiento inicial de España y otros países periféricos de la UME. Inevitablemente esa expansión económica vino pronto acompañada de una notable tasa de inflación, que no era sino un simple fenómeno de «catching up», porque, en el territorio de una misma moneda, las diferencias de precios (para núcleos similares de población) solo pueden ser ocasionales, nunca permanentes. Como era de esperar, la inflación así provocada fue agotando la ventaja competitiva inicial, como prueba de que las posiciones de fortaleza comercial no pueden basarse durante mucho tiempo en manipulaciones cambiarias.

Por su parte, Alemania, Holanda y otras economías de Centroeuropa se incorporaron a la moneda única en la situación opuesta. El tipo de cambio de sus monedas tradicionales, frente al euro, resultó demasiado alto, lo que las penalizó con una desventaja competitiva que pronto se tradujo en crecimiento nulo, o negativo, acompañado de caídas en precios y temor a una deflación generalizada en sus respectivas economías.

¿Qué podía hacer el Banco Central Europeo (BCE) ante economías con tan escasa sincronía en sus ciclos económicos? Se adoptó una política monetaria de corte expansivo, en especial a partir del tercer año de la moneda común, cuando se hicieron evidentes los fenómenos de asincronía hasta aquí descritos.

Esa actuación evitó un colapso deflacionario en el centro de la eurozona, pero tuvo efectos devastadores en los países de la periferia, donde la expansión monetaria y el consiguiente hundimiento de los tipos de interés vinieron a sumarse a la expansión inflacionaria que ya estaba en marcha. El resultado de todo ello se materializó en grotescos excesos de endeudamiento y en una inflación de activos (inmobiliarios y financieros) sin precedentes históricos.

El ajuste experimentado desde entonces ha difuminado, sin embargo, aquellas disparidades de partida, y los ciclos económicos ya no aparecen tan asincrónicos. Podría, pues, afirmarse, que la crisis experimentada en la eurozona ha sido, en gran medida, una enfermedad de adolescencia. A medida que la Unión avance hacia su madurez, es de esperar que haya mayor convergencia coyuntural y serán menos probables aquellas disparidades del ciclo económico, claramente asociadas a la inexperiencia con que se acometió el ajuste cambiario de las viejas divisas a la moneda común.


© Juan José Toribio. Profesor Emérito de Economía, Presidente del CIIF (Centro Internacional de Investigación Financiera) y Presidente de la Fundación Internacional IESE. Licenciado en Economía por la Universidad de Barcelona, obtuvo un ITP por la Harvard Business School y se doctoró (Master of Arts y Ph.D.) en Economía por la Universidad de Chicago.

Soluciones: Resumen

Por: | 14 de octubre de 2012

EDUARDO MARTÍNEZ ABASCAL, profesor de Dirección Financiera

1.    Unidad de acción. Es tiempo de consenso. O nos salvamos todos o nos hundimos todos.  Eduardo M.Abascal

  • En la UE. Los primeros ministros deben pensar en el bien de la UE y no en los votos que pueden perder en su pueblo. Hace falta un plan de acción contundente y muy concreto como el que hicieron en USA en 2008-09. La falta de la acción contundente nos lleva al estancamiento económico de los últimos 4 años, con claro peligro de que se vaya extendiendo a toda la UE (ya está pasando en 2012).
  • En España. Necesitamos unos “Pactos de la Moncloa”, con sindicatos, partidos, autonomías, empresarios y todos involucrados en un plan de acción consensuado y en el que todos se comprometan a muerte. Sin unidad de acción no hay confianza y sin confianza la economía no funciona.

2.    Calmar a los mercados. Buena parte de los problemas se exacerban por el pánico de los mercados, que contagia a todos: los consumidores no compran, los bancos no prestan, los inversores no invierten… y todo se acaba paralizando en un horrible círculo vicioso. Hay que volver a los mercados a su sitio.

3.    Restablecer el crédito a familias, empresas y bancos entre sí. Para ello sanear los bancos y darles líneas de liquidez a través del BCE, condicionados a que ese dinero acabe siendo prestado a familias y empresas. No dar el dinero sin más como ha hecho hasta ahora el BCE. Sin dinero suficiente la economía se ralentiza y puede acabar muriendo.

4.    Fomentar el crecimiento y para ello:

  • Facilitar la vida a las empresas para que dediquen todo su esfuerzo y tiempo a vender y así crear empleo. Menos trámites burocráticos, menos impuestos, menos leyes, unidad de mercado, infraestructuras que faciliten el transporte, financiación adecuada, etc. Sólo saldremos de la crisis si las empresas de aquí venden más. Mientras no vendan más no saldremos. Tan simple como esto.
  • Bajar el euro y fomentar así la exportación para mejorar el crecimiento económico de toda Europa. De los cuatro componentes del PIB el único que está creciendo y puede crecer es la exportación. Ayudémosle con un euro si no bajo, normal.

5.    Sector público eficiente. Que haga lo que tiene que hacer con menos recursos, es decir que gane en eficiencia. El sector público representa casi el 50% del PIB. Si queremos que la economía española sea eficiente, para que venda más, hay que empezar por el número más gordo dentro de la economía que es el sector público.

Ya he ido desarrollando algunos de estos temas en artículos anteriores y el resto están por venir.

-- Soluciones (1): Sujetar a los mercados

-- Soluciones (2): Ayudar al crecimiento



© Eduardo Martínez Abascal. Doctor en Economía y Administración de Empresas por la Universidad de Barcelona y Máster en Administración de Empresas por el IESE-Universidad de Navarra. También ha sido profesor visitante en la Sloan School of Management en el Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT). Es escritor, articulista de prensa, asesor de empresas y edita el blog 'Eduardo Martínez Abascal. Professor of Financial Management'.


Los costes de invertir: una variable muy subestimada

Por: | 11 de octubre de 2012

JAVIER ESTRADA, profesor de Dirección Financiera

La noticia puede haber pasado desapercibida para muchos inversores que leen el periódico en busca de qué acciones comprar o vender, o cuál es un buen momento para comprar o vender. Desafortunadamente, los inversores suelen buscar ansiosamente pistas sobre en qué o cuándo invertir pero pocas veces prestan atención a una variable esencial: los costes de invertir.

Javier EstradaLa noticia que puede haber pasado desapercibida es que la empresa Charles Schwab decidió a fines de Septiembre bajar las comisiones de gestión de sus ETFs (Exchange Traded Funds, o Fondos Cotizados de Inversión) en un 50%, en promedio. En algún caso, la comisión de gestión anual es un ínfimo 0.04% (menos de un veinteavo de 1%), lo que implica que el inversor sólo debe pagar €4 por cada €10.000 invertidos. (Véase el artículo “Fee Deflation: ETF Costs Dwindle, but Don’t Disappear,” escrito por Jason Zweig en el Wall Street Journal, Septiembre 28, 2013.)

Todo producto financiero tiene un coste de gestión anual y el rango de costes en el mercado es muy amplio, con valores que van desde alrededor del 2% a valores que son fracciones ínfimas como la recién mencionada del 0.04%. Estas diferencias no parecen muy significativas, pero son cruciales para los inversores de largo plazo, puesto que brechas de esta magnitud en los costes se magnifican a medida que pasa el tiempo teniendo un impacto muy grande en el capital invertido.

Desde ya que la comisión de gestión no es el único coste que debe considerar el inversor. En realidad, hay varios costes explícitos e implícitos que son importantes y que todo inversor debe tener en cuenta en el momento de decidir en qué producto invertir. El tema de costes es, en efecto, uno al cual le prestamos particular atención en el programa de “Gestión de Carteras” que dirijo, y que tendrá su próxima edición en Madrid los días 20 y 21 de Noviembre de 2012.

En el limitado espacio del que disponemos en este artículo, sólo podemos destacar que en lo relativo a productos de inversión, la evidencia nos muestra algo diferente a lo que muestra con respecto a la mayoría de productos en el mercado. Suele ser el caso que cuanto más pagamos, mejor es la calidad de lo que adquirimos. En el mundo de los productos financieros, la evidencia suele indicar lo contrario: cuanto más pagamos, menores son las rentabilidades que percibimos, mayor es el riesgo, y menores son los retornos ajustados por riesgo. Por tanto, los costes son una variable esencial en las decisiones de inversión.

Aparte de dedicar el tiempo que merece a este tema, en nuestro programa de
“Gestión de Carteras” discutimos también las clases de activos, los productos financieros en el mercado, cómo construir y gestionar carteras, qué recursos útiles hay en Internet, y qué aspectos fiscales hay que tener en cuenta, entre otros temas.


© Javier Estrada. Profesor de Dirección Financiera en IESE - Universidad de Navarra. Licenciado en Economía por la Universidad Nacional de La Plata (Buenos Aires, Argentina). Máster en Finanzas y Doctor en Economía por la Universidad de Illinois (Estados Unidos). Sus áreas de especialización son la gestión de patrimonios, la gestión de carteras, las inversiones, los mercados de valores, los mercados emergentes, el derecho y la economía.

 

El bien común y la recuperación del sentido común

Por: | 07 de octubre de 2012

GUIDO STEIN, profesor asociado de Dirección de Personas en las Organizaciones 

Un participante de un Programa de Alta Dirección de Empresas (PADE) en el que impartía recientemente un seminario sobre negociación, criticó con gran agudeza que estuviese enfocando el asunto como si el mundo empresarial fuera como un zoco comercial en el que todo se negocia sin tener en cuenta si las cosas tienen un precio justo (fair value). Tras una viva discusión entre los asistentes (muchos viven en el zoco), le dije que me costaba encontrar el precio justo en el día a día, pues según vendas o compres, y cuándo lo hagas todo varía enormemente.

Guido SteinAcabamos de pasar el estrés del examen de estrés de nuestros bancos, y, por ejemplo, hay quienes piensan que el Banco Popular no tiene futuro, o quienes se lo vemos luminoso y atractivo. Sin embargo, el directivo crítico tiene razón: no todo es relativo.

La necesidad del hoy apunta a reclamar comportamientos justos (fair behaviors), los que se sujetan a unas prioridades que van más allá del propio beneficio a cualquier precio.

La realidad nos está suspendiendo como sociedad. Es muy difícil no pensar que va cada uno a la suya, sin importar las consecuencias de sus acciones más que en su propio bolsillo (el que aún lo tenga) y con la miopía que da la cortedad de miras. Desde las festivas y violentas algaradas populares, hasta el pobre desempeño de líderes públicos, y no sólo políticos, pasando por las huelgas interesadas o las discusiones huecas que hoy ocupan nuestras cabezas y nos desorientan de lo importante.

El hombre y la mujer, ya subrayó Aristóteles hace 25 siglos, son seres sociales por naturaleza. Sólo una bestia o un dios no necesitan de la sociedad para su desarrollo y plenitud. La historia demuestra que construir la sociedad donde se despliega lo mejor (y lo peor) de las personas es un reto esforzado en el que nos la jugamos.

La sociedad no es posible sin la aspiración a un bien común a todos aquellos que la integran,  y al que estamos llamados a contribuir y proteger. Se trata de una fuerza centrípeta, como el amor, la amistad o el conocimiento, que se agrandan sólo cuando se comparten. La suma de los intereses particulares legítimos no es un sustituto válido; anteponerlos al bien común supone la desunión social y la confusión moral, pues sin un sentido superior que los aglutine constituyen una tensión centrífuga.

No clamo por la uniformidad de los callados y acomodados, esa que nos entonteció cuando éramos ricos, sino por la suma de voluntades decentes, e inteligentes.


© Guido Stein. Doctor en Filosofía (Management) por la Universidad de Navarra y Master en Administración de Empresas por el IESE-Universidad de Navarra. También es presidente ejecutivo de EUNSA y EIUNSA así como consultor de empresas en diversos sectores como servicios de finanzas, industria y energía, entre otros, y asesor senior de Corporate Inicia y miembro de la International Academy of Management y del Consejo Consultivo Internacional de MCC (Budapest).

Los Presupuestos: ¿más o menos incertidumbre?

Por: | 04 de octubre de 2012

ROLF CAMPOS, profesor de Economía

El Gobierno ha presentado el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2013. La economía española está sumida en una situación de incertidumbre desde hace algunos meses. ¿Contribuye el plan presentado a diluir parte de esta incertidumbre?

Rolf CamposPara dar respuesta a esta pregunta es necesario recordar que los presupuestos son simultáneamente dos cosas: (1) una previsión de ingresos y (2) una autorización de gastos.

Desde el punto de vista de las previsiones de ingresos, el Gobierno ha estimado una recaudación tributaria para el ejercicio 2013 un 3.8% superior respecto a lo presupuestado en 2012. Las previsiones de ingresos se han realizado en base a un escenario de caída del Producto Interior Bruto en 2013 del 0.5%, cuando la mayoría de previsiones apuntan a una contracción superior. La mayor parte de los analistas sitúa la caída prevista del PIB en, al menos, un punto porcentual.

Es cierto que nadie sabe a ciencia cierta cómo evolucionará el nivel de actividad el año próximo. Pero, al elaborar unos presupuestos basados en una estimación más favorable que los analistas privados, el gobierno añade incertidumbre a la que ya existía. En caso de que la situación evolucione peor de lo previsto, se tendrán que hacer nuevos ajustes al presupuesto si se quiere cumplir con el objetivo de déficit fiscal.

Por el lado de las autorizaciones del gasto el gobierno ha reducido numerosas partidas, con las consecuencias dolorosas que ello acarrea para la población afectada. En parte, la capacidad de decisión se ha visto limitada por el crecimiento previsto de los intereses de la deuda y el pago de prestaciones por desempleo y pensiones. También aquí, el gasto depende de predicciones. Por ejemplo, el gobierno se muestra optimista y estima la tasa de paro en casi un punto menos que muchos analistas privados. ¿Qué ocurrirá si la tasa de paro se desvía al alza? Habrá un mayor gasto en prestaciones por desempleo, lo cual obligará a nuevos cambios en el presupuesto.

El futuro económico de España está marcado por la incertidumbre. Con algo de suerte, las previsiones del gobierno se verán validadas con el tiempo y no hará falta una revisión de los presupuestos. Pero si no es así, entonces cabe preguntarse si un presupuesto con previsiones de crecimiento menos optimistas hubiera sido más útil para iniciar la recuperación de la economía española.

 

(CC BY). Rolf Campos. Profesor de Economía en el IESE-Universidad de Navarra. Doctor y Máster en Economía por la Universidad de California en Los Ángeles y Licenciado en Economía por la Universidad Católica Argentina. Completó sus estudios de postgrado en la Universidad Torcuato di Tella. Sus áreas de especialización son la economía financiera, la banca, la macroeconomía y la teoría económica aplicada.

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