JOSÉ RAMÓN PIN ARBOLEDAS, profesor de Dirección de Personas en las Organizaciones
Del "Blog de José Ramón Pin". El Secretario de Estado de Administraciones Públicas ha anunciado que el ejecutivo proyecta crear el Estatuto del directivo público. Es una de las claves para la Reforma de la Administración. Son importantes las líneas estratégicas, pero a la hora de pasar de las musas al teatro, es necesario contar con directivos capaces de llevarlas a cabo en cada una de las unidades que componen la gran administración.
El cambio no es ya un fenómeno aislado en la vida de una organización. Es una forma normal de su Gobierno. Para liderar esos cambios es necesario contar con líderes capaces de plantear nuevas visiones y comunicarlas entusiasmando a los colaboradores, los colegas, los políticos y los ciudadanos. También honestos y, por tanto, fiables.
La figura del nuevo directivo público es esencial para que la Reforma se realice. Se trata de realizar cambios concretos, eliminar duplicidades, reducir gastos, crear economías de escala, nuevas formas de dar los servicios, tener una economía abierta y fiable. Para ello se ha auditado toda la Administración en un trabajo minucioso y detallado. Para llevarlo a cabo se requiere de un directivo-líder, transformador.
El nuevo directivo público puede provenir de los grandes cuerpos de funcionarios, pero también del sector público, si cumple con determinadas condiciones que lo acrediten. De esta forma se tendría una cierta garantía de profesionalidad. Seguramente a unos y otros habría que exigirles formación en gestión y experiencia en dirección. La clave está en la modalidad de contratación, que debería ser por proyectos con objetivos claros. También en el sistema de control y las causas de cese del directivo.
Para llevar a cabo esta modificación cultural en la Administración habría que hacer un catálogo de puestos que serían considerados directivos. Probablemente en dos categorías: altos cargos y directivos públicos, marcando en cada uno las características. No es fácil, porque en la actual falta de regulación cada cual se defiende como puede y ya hay intereses creados. Pero lo mismo que ocurrió en la selección de funcionarios, cuando se buscó un sistema de mérito para elegirlos, es necesario dotar a la Administración de un cauce para reclutar, contratar, medir y evaluar a sus directivos. Es una de las piezas claves de una Reforma.
© José Ramón Pin Arboledas. Director académico, profesor de Dirección de Personas en las Organizaciones y Ética Empresarial y titular de la Cátedra de Gobierno y Liderazgo Público en el IESE Business School. Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, Máster en Administración de Empresas por el IESE-Universidad de Navarra e Ingeniero Agrónomo y Licenciado en Economía por la Universidad de Valencia.
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