La petición de mayor libertad comercial en España ha sido bien acogida por los expertos de “economismo”. Todos los comentarios inciden en que “proteger por proteger no conduce a nada” y reclaman un sector comercial menos regulado, en beneficio de los consumidores. Los comentaristas no olvidan, sin embargo, al pequeño comercio. Éstas son algunas de las aportaciones de la semana:
Santiago Carbó: España necesita un cambio de modelo en la organización laboral y en la actividad económica y sin libertad de horarios comerciales es difícil. La liberalización debería ser progresiva e incidir en las áreas urbanas con mayor demanda. Esto aumentaría el consumo y favorecería un esfuerzo por la productividad y la eficiencia.
Mauro Guillén: El comercio minorista tiene que estar organizado para que el consumidor disfrute de precios más bajos y una gama de productos más amplia. La política pública y la regulación tiene que encontrar un equilibrio, pero sin proteger por proteger. En definitiva, más flexibilidad, más gradualismo en las reformas y más servicio.
José Ignacio Wert: El interés clientelista de las administraciones regionales lleva a imponer barreras proteccionistas favorables al pequeño comercio. Si hay que protegerlo, lo mejor es apoyarlo no mediante la creación de barreras de entrada a la competencia, sino de promoción de su modernización, mayor competitividad y generación de valor añadido para el consumidor.
Guillermo de la Dehesa: Por el urbanismo español hay que compaginar la gran superficie periférica con tiendas de conveniencia cercana en las ciudades, con total libertad de horarios, lo que sería muy favorable para regenerar muchos locales en las ciudades abandonados en esta crisis y aumentar el empleo en un sector en el que no se necesita una gran especialización.
José Luis Martínez: No a proteger por proteger. Hay que rechazar los generalismos y enfocar las particularidades. Habría que primar al consumidor, primar la competencia, pero también facilitar la especialización y el servicio. Si al final nos quedamos sólo con la libertad de horarios y de localización estamos viendo una parte del problema.
Federico Prades: Una economía competitiva y eficiente debe ampliar las opciones para todos, no restringirlas. Tanto más si solo benefician a un pequeño colectivo. Se trata, simplemente, de permitir que cada agente tome la decisión que considere más oportuna y beneficiosa. La liberalización de los horarios, en un marco de libre competencia, ampliaría la capacidad de oferta, el ajuste de los precios, la satisfacción de los usuarios, el empleo y la capacidad de crecimiento.
Hay 9 Comentarios
la verdadera libertad seria no tener que coger el coche para ir a comprar
Publicado por: JOSE GABRIEL SACRISTAN MARTIN | 10/06/2011 21:21:34
Éste es el gran campo de batalla actual: las multinacionales contra las PYMEs y autónomos. Está claro que el poder lo tienen las multinacionales, pero ese camino conduce al servilismo y al paro para millones de personas. Ya lo estamos viendo.
Publicado por: lorencito | 10/06/2011 13:25:59
Me parece una vergüenza que estos "señores" piensen que con la libertad de horario, digan que se crean más empleos. Es una falacia y los que trabajamos en centros comerciales, lo sabemos.
Es la excusa perfecta: se abren todos los días y se crean empleos para que todos puedan descansar: MENTIRA!!
A los empleados nos alargan las jornadas laborales, nos cambian domingos por martes....Los sábados ni los olemos....
No digan que es un atraso cerrar un domingo...por que para mí es un atraso depender de un centro comercial para poder divertirse.
Publicado por: indignada | 10/06/2011 13:07:41
Estos "expertos" deberían ir a Gran Bretaña, donde el pequeño comercio ha muerto y los centros de las ciudades están desiertas y no pocas veces inseguras, por la destrucción del tejido comercial a nivel de barrio. Farmacias, bancos, correos, estancas, ferreterías, etc. la mayoría suprimidos y/o en recintos en las afueras. Hay que ir a centros comerciales fuera de la ciudad para comprar cualquier cosa, o al Internet. Y como algunos comentaristas han resaltado, es una carrera hacia abajo en condiciones laborales. Os suplico, en España, que no vayáis por este camino, proteger no es "por proteger", es abogar por la comunidad y la vida del barrio, que es una de las cosas más sanas que hay en este país, digan lo que digan los "expertos".
Publicado por: Marga B. | 10/06/2011 10:34:26
¿¿Abrir los domingos es bueno?? Es lamentable: habría que reducir al máximo los trabajos nocturnos y de fin de semana. Soy antiguo trabajador a turnos rotativos y esto no genera ningún beneficio, excepto al empresario. A los demás nos altera la vida sin obtener nada a cambio.
Por suerte vivo en Castilla y León y aún no sucede como en Madrid, donde la esclavitud del fin de semana está a la orden del día. Aunque sea domingo de apertura me niego a adquirir nada que no sea pan.
Publicado por: Colaloca | 10/06/2011 10:10:30
¿Cómo que proteger no conduce a nada? Conduce a salvaguardar aquello que se protege. Alucino con el titular.
Igual que necesitamos leyes para que las muertes y robos no queden sin castigo, necesitamos regulación en la economía, porque (oh sorpresa!) el ser humano no es ni perfecto ni especialmente ecuánime y menos cuando hay dinero y poder de por medio. La regulación es necesaria para la convivencia y el buen funcionamiento de la sociedad.
Otra cosa es que quieran discutir ustedes las medidas que hay que tomar para que salgamos todos beneficiados, lo cual me parecería razonable. Pero salir con esos argumentos...se le ve el plumero al autor.
Las personas somos más importantes que las cifras, señores, sean ustedes todo lo interesados que quieran, pero no pretendan legitimar el abuso del fuerte contra el debil en una sociedad civilizada, nos ofenden. YA ESTÁ BIEN.
Publicado por: Appelsin | 10/06/2011 10:05:59
Hola
Trabajo en un centro comercial de una ciudad mediana. En los últimos años la superficie comercial se ha duplicado y ¡oh! ¡sorpresa! las ventas NO se han duplicado. Bien al contrario lo que ha sucedido es todos los que ya existíamos hemos perdido. Eso significa que donde yo trabajo se han perdido alrededor del 30% de los empleos.
Consecuencia: el pastel, que es el mismo, se ha dividido entre todos: los puestos de trabajo creados en un sitio se han perdido en otro.
Libertad de horarios? ya se lo que eso significa. Que yo renuncie a mi familia y amigos. Que me olvide de pasear con mis hijos los domingos, de ayudarles a hacer los deberes entre semana, de ir al cine con mi mujer...
Y todo para satisfacer un modelo en el que las personas no importamos, sólo somos una medida de productividad.
Publicado por: Ángel | 10/06/2011 9:07:57
Es bueno para el consumidor, con lo cual es bueno para todos. Eso de cerrar todo los domingos es del siglo pasado, modernicémonos por favor. Y vayamos a más: reducción de las jornadas laborales a 35 (o incluso a 32) horas, para incentivar el consumo y el ocio. Lo cual a su vez genera trabajo. Más ocio = más trabajo = más bienestar individual y social.
Publicado por: Julio | 10/06/2011 8:15:04
Es todo mentira, es solo la imposición definitiva del modelo neoliberal, que terminará destruyendo el pequeño comercio en post de las grandes superficies.
No aumentará el volumen de negocios, solo lo trasladara de unos comercios a otros.
Es mas si quieren pueden estudiar el proceso en Andorra que se está realizando ahora. ¿lo impone un pais de piratas y ustedes dicen que es bueno?
Publicado por: trotablogs | 10/06/2011 6:33:29