A última hora, los líderes europeos salvaron, in extremis, al euro con unos acuerdos que pasan por alargar los plazos y rebajar el interés de la deuda griega. Aún así, los expertos de “economismo” insisten en que hay que buscar soluciones permanentes para el futuro de la Europa del euro.
Mauro Guillén: Los políticos de los países afectados por el problema de la deuda soberana han fallado al no comunicar bien los sacrificios necesarios y pensar en el ciclo electoral. Y en el ámbito europeo están paralizados. Si tenemos una moneda única, los mercados esperan una política europea coordinada sobre deuda y cuentas fiscales. Hace falta un ejercicio de liderazgo por parte de las economías de mayor tamaño.
Joaquín de la Herrán: Ya apuntaba hace unas semanas que mucho mas grave que el problema de Grecia es la falta de liderazgo en la UE, que muestra su impacto más perverso en la total ineficacia en tomar decisiones. Los líderes europeos, atenazados por su fragilidad interna, se han desmarcado de todo europeismo y han priorizado sus intereses domésticos.
Rafael Myro: La incapacidad de los líderes europeos para resolver el problema de Grecia posee es muy desestabilizador. La solución provisional, mediante la refinanciación de la deuda griega a plazos largos y bajos tipos de interés por parte del FEEF, representa la oportunidad de ratificar el compromiso de los países europeos con el euro, y mostrar una renovada capacidad para afrontar cualquier otro problema que pueda surgir en el futuro.
Santiago Carbó: Los políticos europeos están suspendiendo un test, de consecuencias imprevisibles si no se aprueba. Caben tres posibilidades: La primera, que los mercados otorguen un suspenso a la UE y su acoso acabe en un desastre financiero. La segunda, un aprobado raspado que dé aire para ganar tiempo. Y la tercera y más deseable, que se pongan de acuerdo para una solución más permanente al problema de la deuda, con un mecanismo europeo estable de compra de bonos y con una agenda y criterios claros de integración y estabilidad fiscal.
Pablo Fernández: Europa está pagando una Unión política y económica cogida con alfileres, en la que el gran déficit son figuras políticas que crean en el proyecto europeo sin condiciones. Falta altura de miras y una visión estratégica a medio y largo plazo, así como una gobernanza de la UE que elimine burocracias.
José Luis Martínez: Los mercados han aprendido que hay debilidades en el Proyecto Europeo de difícil solución (política) en un entorno de bajo crecimiento económico. Al final, no hay gobiernos sólidos capaces de tomar medidas "europeas" sin poner en peligro el soporte de su electorado. Además, la disputa política a nivel nacional para enfrentarse al problema de la deuda europea está llevando a un aumento del euroescepticismo en la población. Los mercados lo perciben y cada vez son más atrevidos.
José García Solanes: Los líderes europeos están dormidos frente a los graves problemas que afectan a toda la Unión. Sólo contemplan soluciones que no perjudiquen a sus ciudadanos nacionales. Los políticos seguirán suspendiendo mientras no entiendan que las crisis de deuda constituyen un problema sistémico de toda la Eurozona y que requiere respuestas institucionales y duraderas de dimensión europea.