Durante toda la semana se han sucedido las propuestas sobre la necesaria recapitalización de la banca europea. Nuestros expertos coinciden en la necesidad de que la Eurozona aborde el tema de forma urgente, pero insisten en que de nada servirá dotar de más capital a los bancos, si no se soluciona urgentemente el problema de la deuda soberana en Europa. Ahí van algunas opiniones de los expertos de “economismo”.
José Luis Martínez: Durante las crisis, se buscan responsabilidades. Siempre hay un culpable para poder señalar: la banca, claro. Es evidente que la salud de la banca es imprescindible para mejorar la salud económica y es claro también que la regulación y supervisión deben mejorar. Pero centrarnos en los problemas iniciales de la banca nos puede hacer perder la perspectiva del problema: ahora es la crisis de la deuda soberana y aplicar reformas estructurales que mejoren las perspectivas de crecimiento y aumenten del empleo.
Guillermo de la Dehesa: El stress test del EBA era correcto, pero la muestra no era representativa. Naturalmente que la recapitalización es necesaria, sobre todo porque la gestión de la crisis de la deuda ha sido desastrosa. Los bancos han acumulado grandes cantidades de deuda soberana porque se considera que no tiene riesgo, no hay que provisionarla y permite obtener liquidez del BCE. Pero si sigue la gestión de la crisis por el mismo camino los bancos necesitarán cada vez más capital, no solo para cumplir con Basilea III, sino porque pueden llevar a la Eurozona a otra recesión que contagie al resto del mundo. La paciencia se acaba y las consecuencias de no dar pasos claros hacia una unión fiscal son cada vez más graves.
Santiago Carbó: La recapitalización bancaria no tendrá los efectos deseados para la estabilidad financiera si no se resuelve el problema de la deuda soberana y éste último va a depender de que los mercados crean en las instituciones financieras. Es un círculo vicioso que solo puede frenarse con una acción coordinada. De lo contrario, seguirá retroalimentándose. Podemos demonizar a los bancos y a los banqueros, pero estaríamos negando la realidad de un problema de primer orden.
Joaquín de la Herrán: Seguimos con un problema de liderazgo ejecutivo que resulta en una desesperante espera ya con todos los plazos agotados. De acuerdo en la necesidad de capitalizar y de repetir los stress test, incluyendo más bancos y con criterios que reflejen los riesgos soberanos en sus balances. ¿Cómo pueden ralentizarse la toma de decisiones políticas? Porque se ha reducido un problema universal a una escena de dos actores, que además han fallado en tomar decisiones en un escenario multilateral con los principales actores (EEUU, China…).
Pablo Fernández: El comportamiento de las autoridades europeas respecto al sistema bancario desde el inicio de la crisis financiera ha dejado mucho que desear. Europa necesita más que nunca un Euro TARP, apoyado en el Fondo Europeo de Estabilización Financiera; un programa ejecutivo y centralizado similar al desplegado en Estados Unidos, que determine el capital necesario para cada entidad y conmine a conseguirlo, incluida la presencia de la inversión pública en el accionariado.
José García Solanes: La recapitalización con fondos públicos plantea un grave problema de riesgo moral. Los bancos “se dejan ir” porque saben que su contribución al funcionamiento económico es esencial, lo cual les garantiza el socorro del gobierno. Por consiguiente, para que estas injustas situaciones no vuelvan a repetirse, no basta con recapitalizar. Hace falta más regulación y diseñar mecanismos que eliminen, endógena y automáticamente, el incentivo perverso de los bancos.