Nunca he creído en eso de las derrotas dulces o las victorias amargas. Una victoria es un triunfo y, por lo tanto, es algo sabroso; y una derrota es un fracaso que provoca siempre amargura. En el caso de las elecciones del 20-N, el triunfo de Mariano Rajoy le ha tenido que saber a gloria; sobre todo, teniendo en cuenta que había sido derrotado en los dos anteriores intentos. Eso no quita para que el líder del PP tenga que sentir ahora un cierto regusto ácido ante lo que se le viene encima.
En un plazo máximo de un mes, Rajoy será presidente del Gobierno de España, con mayoría absoluta en las dos Cámaras, pero con una herencia endiablada y una situación económica gravísima de la que él ha prometido salir “como ya hicimos en 1996”. El problema es que la crisis actual en nada se parece a la del 96 y, lo que es más importante, que en esta ocasión, el nuevo gobierno no tiene margen de error. Mariano Rajoy tiene solo un disparo y no puede errarlo. Necesita afinar la puntería y acertar contra el fantasma de la desconfianza. Ese primer tiro es vital para que los inversores y nuestros socios europeos confíen en el proyecto y le den tiempo para ponerlo en marcha.
La victoria del Partido Popular en las elecciones legislativas del 20-N estaba ya descontada por los mercados. Ni siquiera la cómoda mayoría parlamentaria consiguió frenar el ascenso del riesgo país de España, o el descenso de la bolsa de valores. Probablemente, una sorpresa de última hora, como el no conseguir la mayoría absoluta, hubiera agravado la situación de los mercados, pero el hecho es que el Tesoro tuvo que pagar un precio récord por su deuda tan solo dos días después de las elecciones.
“Rajoy ha arrollado, sí”, parecían decir los llamados mercados, “pero todavía no sabemos hasta dónde está dispuesto a llegar en su anunciada austeridad y reformas, y quién va a ser el ejecutor de su política económica y fiscal”. Esas dos incógnitas son las primeras que tiene que despejar el líder popular. Y cuanto antes lo haga, mejor.
Esa está siendo la línea argumental de políticos europeos y financieros internacionales desde la misma madrugada del lunes. “El nuevo presidente debe moverse aprisa y de forma contundente”, decía el diario económico Financial Times, recogiendo los mensajes del eje Merkozy-Sarkel. “El triunfo de Rajoy ofrece una ventana de oportunidad” afirmaba la agencia de rating Fitch, el martes, “pero ahora debe sorprender positivamente a los inversores con un ambicioso y radical programa de reformas estructurales y fiscales”.
Dicen en el entorno de Génova que el futuro presidente del Gobierno no piensa desvelar esas dos incógnitas por lo menos hasta que no se haya formado el nuevo Parlamento (en torno al 12 de diciembre) y se celebre la sesión de investidura. Desde mi punto de vista, esa estrategia es un grave error. Aunque es discutible, se puede justificar desde un punto de vista estrictamente electoralista que Rajoy no haya enseñado todas sus cartas durante la campaña o el debate electoral. Pero, al día de hoy, esa estrategia puede ser contraproducente. Sobre todo, teniendo en cuenta la situación de máxima inestabilidad de los mercados, que pueden dar al traste con el proyecto del nuevo presidente del Gobierno antes de que tome posesión del cargo.
Se suele decir que los gobiernos gozan de cien días de tregua antes de ser examinados. Hoy no hay cien días, ni casi cien horas de tregua. Mariano Rajoy tiene que explicar sus prioridades y mostrar a la persona que liderará el proyecto económico cuanto antes. Está bien que haya visitado al presidente saliente y que los equipos del PP y del PSOE estén trabajando para que el traspaso de poderes sea eficaz y que se aceleren los trámites legales para formar un nuevo Ejecutivo.
Pero eso no es suficiente. Rajoy debería comparecer ante la opinión pública esta misma semana para aclarar las dos incógnitas pendientes: hacia dónde queremos ir, desde el punto de vista económico, y quién va a ser el conductor. Por mucho que le digan que si revela el nombre del nuevo vicepresidente económico éste se quemara antes de tiempo, el líder del PP no puede presentarse a la Cumbre de Marsella (el 8 de diciembre), sin estar acompañado de su futuro número dos en el Gobierno, que tendrá que lidiar con sus socios europeos todos los días durante los próximos cuatro años.
Sin entrar en las quinielas sobre posibles candidatos a la Vicepresidencia Económica del Gobierno, la persona elegida tendría que empezar a explicar en qué consiste “hacer las cosas como Dios manda” y hasta dónde están dispuestos a llegar en su política de ajuste fiscal y de reformas estructurales. Tanto los ciudadanos españoles, como los inversores internacionales quieren saber cómo va cumplir el objetivo de déficit público (plan de ajuste fiscal y nueva política territorial) y qué reformas va a emprender para que España recupere la senda del crecimiento sostenido capaz de volver a crear empleo (reforma financiera, reforma laboral, reforma fiscal…).
El nuevo Gobierno del PP tiene una enorme ventaja sobre el saliente del PSOE, además de la falta de credibilidad de éste: Mariano Rajoy controlará siete de cada diez euros del gasto público del Estado, las Comunidades Autónomas, las Diputaciones y los Ayuntamientos españoles, además de la caja de la Seguridad Social y las votaciones en el Congreso y en el Senado. Nunca nadie ha tenido tanto poder político en España; ni siquiera Felipe González en 1982 con más de 12 millones de votos.
Con ese poder en sus manos, el nuevo presidente del Gobierno debería explicar cuánto antes su plan de choque para recuperar la confianza internacional y salir de la situación de peligro en la que nos encontramos. Solo si acierta con ese primer disparo, tendrá tiempo para plantear una estrategia a medio y largo plazo.
Hay 11 Comentarios
No creo que tenga un solo disparo, mas bien pienso, que puede permitirse los fallos que quiera, que no es ni parecido. Rajoy, el proximo presidente, como bien recordamos todos, no prometio nada, ni tan siquiera explico en que consistia su plan de gobierno, y, por lo tanto sus obligaciones por éllo son nulas, la única responsabilidad, que cabe exigirle, es por su buena intencion de crear empleo y no desfallecer en su intento, pero nada mas. Por esto es por lo que digo que puede fallar cuanta veces lo intente, que manifestando su interes de resolverlo, otra vez, sera suficiente y no incumplira ninguna promesa.
Publicado por: Utielyague | 03/12/2011 11:30:38
No creo que tenga un solo disparo, mas bien pienso, que puede permitirse los fallos que quiera, que no es ni parecido. Rajoy, el proximo presidente, como bien recordamos todos, no prometio nada, ni tan siquiera explico en que consistia su plan de gobierno, y, por lo tanto sus obligaciones por éllo son nulas, la única responsabilidad, que cabe exigirle, es por su buena intencion de crear empleo y no desfallecer en su intento, pero nada mas. Por esto es por lo que digo que puede fallar cuanta veces lo intente, que manifestando su interes de resolverlo, otra vez, sera suficiente y no incumplira ninguna promesa.
Publicado por: Utielyague | 03/12/2011 11:30:38
Bien Beatriz, lo vas pillando. Ahora toca decir eso de "quien esté libre de pecado que tire la primera piedra". Un clásico.
Publicado por: elena | 28/11/2011 22:59:48
Rajoy ha ido elaborando su propio fracaso en estos ultimos OCHO AÑOS: de haber sido hombre inteligente y con visión de futuro,hubiera puesto lo mejor de sí para ayudar a la conducción del gobierno de RZ. Lo único que hizo fué llenar de obstáculos, injuriar,ningunear con lo mejor y peor del lenguaje. Y ahora las va a pagar TODAS JUNTAS. Rajoy no tiene ninguna solución para la realidad que se cierne sobre España.
Publicado por: Beatriz Basenji | 28/11/2011 19:57:04
el disparo de Rajoy
http://www.youtube.com/watch?v=1HRa4X07jdE
Publicado por: elena | 28/11/2011 18:14:47
El PP ha obtenido el mejor resultado de su historia .
Nunca el PP había tenido tanto a su favor :
ZP ( "que ha tenido la culpa de todo" ) , el paro , la crisis , el cabreo nacional , la Merkel , el Sarkozy , etc .
Pero apenas ha rozado el 45 % de los votos contabilizados .
Por lo tanto , a poco que se esmere el PSOE , en las próximas elecciones generales , el PP queda para el arrastre .
Pero ahora , la cuestión es : cuánto días aguantará Rajoy ? .
La elecciones lo han sorprendido .
No esperaba ganar .
Aunque en el fondo , NO quería ganar .
Pero ahora tiene la sartén por el mango . Y le quema .
No tiene plan de gobierno.
No sabe que hacer .
Aunque los banqueros ya lo están aleccionado .
Está MUY asustado .
Y también su "alma-mater" : Aznar .
Basta ver las primeras fotos juntos despues de las elecciones .
Publicado por: carmelo | 27/11/2011 4:30:12
Esperemos que no estén "amortizados" ya los recortes, porque si no las vamos a pasar canutas de verdad.
Todos los secretos para seducir mujeres haciendo click encima de mi nombre.
Publicado por: Aprende a seducir | 26/11/2011 20:49:26
En mi humildde opinión, Rajoy no va a hacer nada. No lo ha hecho en 8 años como Jefe de la Oposición, bueno sí lo ha hecho,poner zancadillas junto al Ex presidente Aznar, a todo lo que el Gobierno de Zapatero hacía. Seguro que muchas decisiones de Zapatero han sido desacertadas, pero la labor del Señor Rajoy ha sido el, cuanto peor mejor. Y ahora nos viene la papeleta de un Señor, que no tiene ni una idea, que no tiene, programa y lo peor que se le vé que está desbordado por los hechos. Esto solo se va acabar, cuando tenga que acabarse, pero no por lo que haga el Sr. Rajoy.
Miguel Narros
Publicado por: Miguel Narros /Clases Yoga Iyengar | 26/11/2011 20:28:29
El primer dilema que tendrà que resolver MR es como sanear el sistema financiero, sin el cual la economìa real no puede salir de su paràlisis actual.
Si no se resuelve este problema (recordemos que el origen de la crisis actual es FINANCIERO y en España es particularmente grave a causa del estallido de la burbuja inmobiliaria), todas las demàs reformas fracasaràn, pues son de caràcter ECONOMICO, y para que funcionen, requieren que el sistema financiero tambièn este funcionando.
La soluciòn para el sistema financiero pasa por la creaciòn de un "banco malo", como se hizo en Irlanda, cuyo sistema financiero tambièn se viò afectado por una burbuja inmobiliaria que fuè tres veces peor que la nuestra.
El problema es que la banca española no està dispuesta a absorber las pèrdidas que supone para ellos la venta de los activos inmobiliarios problemàticos A PRECIO DE MERCADO. Y como ellos han sido tambièn los que han financiado la campaña electoral del PP, no estàn dispuestos a aceptar que MR les imponga una soluciòn contraria a sus intereses.
Es bien conocido el caràcter ambiguo y ambivalente que caracteriza a MR (exactamente al revès que el que caracteriza a Aznar o a Rato), por lo cual es de esperar que termine cediendo a las presiones de la Banca.
Si comete ese error garrafal, toda su suerte polìtica, y la del conjunto de los españoles estarà echada.
El que avisa no traiciona.
Publicado por: Ernessto L. | 26/11/2011 17:12:53
En numero de votos , los que NO votaron al PP , suman mas del 55 % de los votos contabilizados .
Pero por obra y gracia de la ley d'Hont , gano el PP .
El PP NO se esperaba ganar .
Y tanto que ni plan de gobierno habia preparado .
Ahora le toca gobernar ,
El primer sorprendido , y MUY asustado , es Rajoy ....! .
NO tiene ni idea de que hacer , ni por donde empezar .
De momento , los banqueros le han dado SUS instrucciones .
Cuantos dias durara el PP en el gobierno ....?
En un bar de mi pueblo se ha organizado una porra al respecto .
Ninguna apuesta pasa de los 300 dias .
Ya veremos .........!!!!!!!!!!!
Publicado por: josechu | 26/11/2011 11:39:04
A fín de cuentas, es el tiempo de recoleción. Ahora parece todo distinto, pero es igual. Al no poder cambiar el futuro, intentarán cambiar el pasado. Quien siembra vientos, recoge tempestades. Lo que pide el cuerpo es, ojo por ojo.
Publicado por: ISIDRO | 26/11/2011 10:33:27