Economismo

Sobre el blog

Economismo es, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, “la doctrina que concede a los factores económicos primacía sobre los hechos históricos de otra índole”. Este foro pretende abrir una línea interactiva de debate, de alta calidad y diversidad, sobre economía nacional e internacional. Para ello, contamos con la colaboración de destacados expertos que aportarán sus opiniones a lo largo de toda la semana.

Sobre los autores

En este espacio tendrán cabida los debates de nuestros expertos sobre cuestiones de máxima actualidad y todos aquellos temas que pensemos que puedan ser interesantes para nuestros lectores, cuya participación será fundamental para todos nosotros. Coordinado por Alicia González.

Metodología

El autor elaborará semanalmente un artículo de tema económico, cuyo titular será una afirmación y que estará razonado y documentado. La extensión no deberá superar los tres folios. La idea es que el artículo sea debatido por un grupo de expertos económicos, que deberán estar registrados en el foro para poder participar. Se accede al registro o por invitación del autor, o por solicitud del interesado. El artículo será enviado a los expertos registrados los viernes a última hora de la tarde. Posteriormente, será colgado en elpais.com el sábado y publicado en el suplemento de Negocios de El País el domingo. El debate estará abierto hasta el jueves de la semana siguiente, en que el autor elaborará unas breves conclusiones, que se colgarán en la web y se publicarán en Negocios, junto al siguiente tema de debate.

El debate

La "tasa Tobin" no es la solución

Por: | 28 de enero de 2012


RajoyMucho ruido y pocas nueces. Así vienen a calificar los expertos de “economismo” la propuesta que defiende ahora el presidente francés, Nicolás Sarkozy, de lanzar una tasa sobre transacciones financieras. Hay unanimidad en el debate en que la llamada “tasa Tobin” goza de buena imagen y puede ser una medida muy populista, pero su puesta en marcha tendría más inconvenientes que ventajas y, por lo tanto, no sería la solución para los problemas financieros y económicos que sufre la Unión Europea.

Las principales razones para oponerse a esta tasa están basadas en que sólo tendría efectos positivos (y no siempre) si fuera una medida global. Si fuera adoptada solamente por los países de la Eurozona, los bancos trasladarían sus sedes sociales a Londres, Nueva York, Singapur, o a otras plazas donde no tuvieran que tributar por sus operaciones. Además, se da por hecho que los bancos trasladarían el importe del nuevo impuesto a sus clientes, por lo que el efecto recaudatorio esperado recaería sobre los ciudadanos y no sobre las entidades financieras.

Por el contrario, el debate concluye en que la Unión Europea debe incidir en la independencia y la eficacia de los reguladores y supervisores financieros.

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Fue una de las grandes sorpresas del Gobierno de Mariano Rajoy. Cuando el presidente salió a leer la lista de ministros de su primer Ejecutivo, solo había una vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Contra todo pronóstico y contra la tradición de los últimos gobiernos socialistas y populares, Rajoy no nombró un vicepresidente para el área económica del Gobierno. Optó por desdoblar el área y dejar dos ministerios: Economía y Hacienda, y asumir él mismo la coordinación de ambos.

Desde entonces se han sucedido los desencuentros entre Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, teniendo que salir la vicepresidenta a dar o quitar la razón a uno u otro. Está claro que los dos ministros defienden políticas diferentes para salir de la crisis. En este contexto, ¿puede mantenerse el Gobierno sin un vicepresidente económico que asuma el mando?

El debate

Última oportunidad para Grecia: o quita o bancarrota

Por: | 26 de enero de 2012

 

Los representantes de los bancos privados y fondos de pensiones acreedores del Estado griego vuelan esta mañana, otra vez, de París a Atenas, en un último intento para llegar a un acuerdo sobre la renegociación de la deuda de Grecia. Esta vez sí que es la última oportunidad y el gobierno heleno sabe que o acepta las condiciones de la quita que ofrecen los bancos, o se verán abocados a la bancarrota, al no poder recibir el segundo rescate de la Unión Europea, por valor de 130.000 millones de euros.

La deuda soberana griega asciende a 352.000 millones de euros, que equivale al 162% del PIB de ese país. El objetivo es reducirla al 120% del PIB al final de la renegociación. Para ello, se plantea una quita del 50% a los acreedores privados de Grecia, a los que debe 205.000 millones (70.000 a fondos de inversión y de pensiones, 50.000 a bancos griegos, 40.000 a otros bancos europeos, 30.000 a fondos griegos y 15.000 a compañías de seguros). La deuda con el Banco Central Europeo, por valor de 55.000 millones de euros, no está sujeta a negociación.

El director del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), Charles Dallara, lleva varios meses con su puente aéreo particular entre las capitales de Francia y Grecia. Las negociaciones para la quita del 50% de la deuda pública griega en manos de entidades privadas avanzaron mucho al principio, pero quedaron bloqueadas la semana pasada,entre otras cosas, por el tipo de interés que se aplicarían a los 100.000 millones en bonos a 30 años. Los acreedores se han plantado en el 4% y el gobierno griego no pasa del 3%.

Asì las cosas, las conversaciones de esta semana se plantean como decisivas de cara a la Cumbre Europea del próximo lunes, 30 de enero, en Bruselas. Los líderes europeos han mostrado ya su hartazgo por la crisis griega y tienen en sus manos la aprobación o no del segundo rescate. Los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete, se mostraron el martes especialmente críticos con el gobierno griego, al que acusan de no cumplir con sus compromisos de recorte del gasto público, ni de reformas estructurales.

Mientras tanto, el tiempo pasa, la Eurozona sigue sufriendo la inestabilidad de los mercados y la recesión económica, que tanto se temía, se ha instalado en la UE para quedarse por una temporada. Esto ha llevado a que los países más solventes de Europa (los que todavía mantienen su AAA en el rating de su deuda soberana), estén empezando a plantear un ultimatum de verdad al gobierno griego: o cierran rápidamente las negociaciones para la quita de deuda, cumplen sus compromisos fiscales y plantean de verdad las reformas solicitadas por la Unión Europea, o se deja caer en bancarrota a Grecia. 

La amenaza podría cumplirse el próximo 20 de marzo, en que vencen 14.400 millones de euros. Grecia no podría hacer frente a ese vencimiento si no recibe el segundo paquete de ayudas del rescate europeo; y éste no llegará si el gobierno heleno no cumple con sus obligaciones.

En las negociaciones de este tipo, el acuerdo suele llegar después de haberse tensado tanto la cuerda que esté a punto de romperse. Y ahora estampos en esa situación. Charles Dallara y Evangelos Venizelos, el ministro de Finanzas griego, inician hoy la fase decisiva para cerrar la renegociación de la deuda. Si no lo hacen, la bancarrota puede ser un hecho. Esta vez de verdad.

El debate

Desánimo entre 2.600 líderes mundiales en Davos

Por: | 24 de enero de 2012

 

Mañana empieza en la localidad suiza de Davos la tradicional reunión anual de líderes políticos, económicos y empresariales de todo el mundo. Este año se batirán todos los records, con la presencia de más de 2.600 participantes. Pero también se batirán las marcas en cuanto al pesimismo reinante. Desánimo y desconfianza respecto al futuro es la clave que parece presidir el encuentro, que será inaugurado por la canciller de Alemania, Angela Merkel.

Según la encuesta de confianza para los próximos doce meses, que responden periódicamente 345 expertos registrados en el World Economic Forum, el 54% considera posible una disrupción política a lo largo de 2012, frente al 36% que lo consideraba posible hace apenas tres meses. Es una muestra más del ambiente pesimista que se respira entre los líderes mundiales y que será confirmado hoy mismo en la presentación del Informe sobre Perspectivas Mundiales del Fondo Monetario Internacional. La semana pasada se filtró un primer borrador que confirmaba la recesión económica en la Unión Europea; la segunda en menos de dos años.

Con ese espíritu están llegando hoy a la estación de esquí de Davos 40 jefes de Estado o de Gobierno de otros tantos países, junto a 1.600 economistas y miembros de las más prestigiosas universidades del mundo y 1.000 representantes de grandes empresas y entidades financieras. Un auténtico ejército de personas acostumbrados a hacer pronósticos y tomar decisiones que afectan al bienestar del mundo.

Entre los ponentes de este año destacan el secretario de Estado del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geitner, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, la directora ejecutiva del FMI, Christine Lagarde, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick y presidentes de importantes ancos y empresas multinacionales.

El tema propuesto para el debate es: "La gran transformación: trazando nuevos modelos". Un asunto sugerente, sobre el que los asistentes planean sacar conclusiones acerca de los ejes sobre los que debe girar la transformación política, económica y social que necesita un mundo de más de 7.000 millones de habitantes interconectados por la tecnología y que se ha tenido que enfrentar a la mayor crisis económica conocida.

En los papeles preliminares para la discusión, que circulan ya por internet, se habla de un nuevo equilibrio entre las economías desarrolladas (en recesión la mayoría de ellas) y los países en vías de desarrollo, que tienen que hacer frente al nuevo papel que les ha tocado vivir, sin olvidarse de los peligros inflacionarios y de posibles burbujas a medio plazo.

Asisten a la reunión altos representantes de 19 de los países que conforman el G-20, un grupo que ha sido incapaz de trazar esos nuevos modelos de crecimiento económico y coexistencia de distintos valores sociales, sobre los que se pretende debatir en Davos. En su agenda de trabajo figura el debate sobre los riesgos globales que planean sobre el mundo en estos días: económicos, medioambientales, geopolíticos, corporativos y tecnológicos.

Este ambiente me recuerda a principios de los noventa, en que tuve la suerte de asistir varios años a las reuniones de Davos, como enviado especial de este periódico. Año a año se iba anticipando una crisis inevitable, cuyas causas (y, por supuesto, las consecuencias) eran conocidas, pero pasaban las reuniones sin que se pusieran de acuerdo en cómo hacer frente a los problemas.

Ni los grandes bloques económicos, ni los propios miembros de alguno de ellos (especialmente los países europeos) fueron capaces de plantear políticas globales para atajar la crisis de los noventa. Y ahora está sucediendo lo mismo. Con el agravante de que la crisis actual tiene mucha mayor trascendencia y sus resultados pueden ser demoledores.

Las reuniones de como verdad absoluta y se aprueban medidas conjuntas que ayuden a la reactivación económica, para que la recesión dure lo menos posible. Esperemos que el ambiente pesimista de estos días ayude a los políticos europeos a poner los pies en la tierra.

El debate

Evitar la recesión... en 2013

Por: | 21 de enero de 2012

EconomismoLa pregunta planteada el domingo pasado para el debate de la semana ha quedado respondida por la tozudez de los hechos. No es posible impedir que la Unión Europea caiga en recesión. De hecho, España e Italia ya han entrado en la dinámica del crecimiento negativo, Francia tiene todas las papeletas para caer muy pronto y el conjunto de la UE sufrirá una caída del PIB del 0,5% a lo largo del 2012, según los datos filtrados del documento Perspectivas de la Economía Mundial, que difundirá el Fondo Monetario Internacional el próximo martes.

El Banco Mundial anticipó las malas perspectivas el miércoles pasado, el FMI las confirmará el martes próximo y el Banco de España difundirá sus malos augurios (hay recesión para varios trimestres) mañana lunes. No es una sorpresa, pero tampoco deja de ser preocupante que los países de la Unión Europea hayan entrado ya, o vayan a entrar próximamente, en el segundo periodo de recesión económica en menos de dos años. La única opción ya es evitar la recesión en 2013, porque el 12 está ya perdido.

 

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El presidente del Gobierno francés, Nicolás Sarkozy, consiguió esta semana en Madrid el apoyo de Mariano Rajoy en su intento se sacar adelante un impuesto sobre las transacciones financieras en la Unión Europea. Se trata de resucitar la llamada tasa Tobin (o tasa Robin Hood, como ha sido bautizada por los movimientos populares en Europa), en referencia al ya fallecido economista James Tobin (premio Nobel de Economía en 1981), que propuso fijar una tasa impositiva para las operaciones financieras internacionales.

La propuesta francesa cuenta con la oposición del gobierno británico y las dudas del alemán. Ya se ha planteado, sin éxito, en las últimas reuniones del G-20, pero sus defensores insisten en que los grandes bancos internacionales deben colaborar en la resolución de la crisis económica mundial. ¿Es recomendable hoy lanzar una tasa sobre las transacciones financieras en la UE? ¿Y a nivel global?


 

El jueves pasado, este blog concluía con la pregunta ¿debe agotar el gobernador del Banco de España su mandato hasta junio, o dimitir para dar paso a un nuevo ejecutivo que lidere la reestructuración desde hoy mismo? Una cuestión que ha provocado algunas llamadas, y comentarios de todo tipo. Por eso, he trasladado esta pregunta "inocente" a diversas personalidades del mundo político y financiero, así como a expertos de todo tipo.

La pregunta ha recibido una respuesta mayoritaria en el sentido de que el gobernador debe agotar su mandato, según establece la Ley de Autonomía del Banco de España. Esta posición es mantenida por el nuevo equipo económico del Gobierno. En estos tiempos de inestabilidad, sería irresponsable plantear cualquier otra cosa. Ya habrá tiempo de hacer balance de la gestión de Miguel Ángel Fernández Ordoñez después del 12 de julio en que vence su mandato de seis años.

El principal razonamiento para defender la permanencia del gobernador hasta el último día establecido es de pura estabilidad institucional. El 1 de junio de 1994 se aprobó la Ley de Autonomía del Banco de España, siguiendo la filosofía del Tratado de la Unión Europea. Catorce años antes, el 21 de junio de 1980, el Parlamento Español había aprobado de Ley de Órganos Rectores del Banco de España, primer paso en el desarrollo de su autonomía, y que dejaba sin valor el Decreto Ley de Nacionalización de esta entidad, de 1962, que lo configuraba como un apéndice directo del Gobierno. Con ello, se daba un paso importantísimo en el desarrollo de un sistema bancos centrales europeos independientes del poder político.

Para salvaguardar el carácter autónomo de la institución, la Ley enumeraba cuatro principios básicos para el funcionamiento del banco.

1.- El Tesoro Público no puede incurrir en descubiertos en cuenta en el Banco de España, ni siquiera de carácater transitorio, porque al hacerlo privaría a éste de la iniciativa en el proceso de creación monetaria.

2.- Como cautela adicional en el Tratado de la Unión Monetaria, el Banco de España no podrá adquirir directamente del Tesoro valores emitidos por éste, sin perjuicio de que pueda efectuar operaciones en el mercado secundario.

3.- La señalada autonomía exige, asimismo, que en el ámbito de la política monetario, el Banco de España no esté sometido a instrucciones del Gobierno o del Ministerio de Economía y Hacienda, de forma que pueda orientar dicha política al fin primordial de mantener los precios estables.

4.- El mandato del Gobernador debe ser relativamente largo y no renovable, quedando estríctamente tasadas las causas del posible cese.

Desde entonces han pasado muchas cosas en España y en la Unión Europea. Entre ellas, el lanzamiento de la moneda única, el euro, que puso fin a la soberanía nacional en materia de política monetaria, pero aumentó la independencia frente al poder político de los bancos centrales nacionales y del Banco Central Europeo en el cumplimiento de sus obligaciones.

Y en estos casi 32 años (desde 1980) sólo una vez se ha producido el cese del gobernador antes de tiempo. En julio de 1992, el entonces gobernador, Mariano Rubio, dimitió de su cargo, salpicado por el caso Ibercorp y fue susituido por Luis Ángel Rojo. Todos los demás cumplieron su mandato hasta el final, en un claro ejercicio de estabilidad democrática e institucional. El último de ellos, Jaime Caruana, nombrado por el gobierno del Partido Popular, tuvo una coexistencia muy profesional durante dos años (entre 2004 y 2006) con el gobierno del PSOE, sin que se planteara seriamente su dimisión.

Así las cosas, tiene poco sentido plantear un cambio en la jefatura de esta institución, hasta el mes de julio. En ese momento, el presidente del Gobierno podrá nombrar un nuevo gobernador por un periodo de seis años.

De aquí a julio, Miguel Ángel Fernández Ordoñez tiene mucha tarea por delante. Él lo sabe. Es consciente de que le ha tocado vivir la primera crisis económica y financiera global (nacional, europea y mundial) y que ha tenido que poner "patas arriba" el sistema financiera español, tocado por esa crisis. Ha sido una labor muchas veces impopular, porque el público no discrimina entre lo que decide el Gobierno y lo que le corresponde decidir al Banco de España.

Según la citada Ley de Autonomía, el Banco de España tiene asignadas, entre otras, las funciones de poseer y gestionar la reservas oro y divisas no transferidas al Banco Central Europeo; promover el buen funcionamiento y estabilidad del sistema financiero; supervisar la solvencia y el cumplimiento de la normativa específica de las entidades de crédito; y asesorar al Gobierno. Además, como miembro del Sistema Europeo de Bancos Centrales debe definir y ejecutar la política monetaria de la zona euro.

En las próximas semanas, el ministro de Economía, Luis de Guindos, presentará los planes de reestructuración del sistema financiero, sobre los que está trabajando con los técnicos del Banco de España (no hay que olvidar la función de asesoramiento que tiene está entidad). Unos planes que deben establecer las normas de saneamiento, recapitalización y reestructuración de bancos y cajas de ahorros y que luego deben ser desarrolladas por circulares del Banco de España.

Es urgente su puesta en marcha y es imprescindible que los técnicos de una y otra institución trabajen coordinados para acabar, de una vez por todas, con las incertidumbres que todavía plantea nuestro sistema financiero.

 

 

 

 

El debate

Agencias de calificación: "toshers" del siglo XXI

Por: | 17 de enero de 2012

 

El lunes por la noche, la agencia de calificación (¿o descalificación?) Standard and Poors perpetró su penúltima agresión contra la Europa del euro. Después de que el viernes pasado pusiera a los principales países de la UE patas arriba con una rebaja generalizada de rating, S&P rebajó ayer un escalón la nota del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF), AAA hasta AA+. ¡Lo que le faltaba al euro¡.

La buena noticia es que ayer los mercados no hicieron ni caso a la bajada de notas del viernes y Francia pudo colocar 8.590 millones de euros a un tipo interés inferior al de anteriores subastas, mientras el resto de los países castigados el viernes veían como caía su prima de riesgo. De hecho, Moody's, otra de las tres grandes calificadoras que se reparten el 95% del mercado, mantuvo la AAA a nuestro vecino del norte.

¿Quiere esto decir que los grandes fondos de inversión empiezan a dar la espalda a las agencias de calificación estadounidenses? Es pronto para responder a esa pregunta. Pero su desprestigio va en aumento. Más incluso que cuando antes de que estallara la crisis financiera mantuvieron sus máximas calificaciones a empresas que luego quebraron (Worldcom, Parmalat, Enron, AIG, AMRO, Lehman Brothers, Dubai Investments y, por supuesto, las decenas de productos estructurados que empaquetaban hipotecas subprime en EE UU con un lazo dorado).

El 27 de abril de 2011, dos días antes de que Moody's rebajara en un escalón la nota de deuda de España, yo pedía en este mismo blog una nueva regulación internacional para las agencias de calificación financiera. En el debate posterior, Guillermo de la Dehesa explicaba que los analistas de estas agencias no tienen responsabilidad alguna frente a sus pronósticos, porque tienen la misma consideración que los periodistas: dan sus opiniones, amparados por la empresa para la que trabajan, y no tienen dar más cuentas ni a los reguladores ni a los propios inversores. Es decir, que pueden disparar bombas a diestro y siniestro sin se juzgados por cometer "crímenes financieros o económicos".

El caso es que estas agencias llevan varios años intentando lavar su culpa por desorientar a todo el mundo por sus profundos errores de calificación antes de la crisis, pasando al otro lado del péndulo con alevosía e inoportunidad, en los momentos más delicado de la crisis de la deuda soberana. Los políticos europeos llevan meses indefensos ante las notas de prensa de "los tres grandes", con duras críticas en público, pero hasta ahora nadie ha dado un paso para regular su situación.

Enric González, uno de los mejores corresponsales que ha tenido nunca El País (en la actualidad, ejerce como corresponsal de este periódico en Jerusalén), contaba en su libro Historias de Londres (RBA Narrativas, 2007), que en el siglo XIX había unos personajes siniestros que trabajaban en los túneles del alcantarillado de Londres buscando tesoros. Eran los toshers "que recorrían durante toda su vida las catacumbas, las cloacas, las grutas, los ríos negros y presumían de conocer secretos que la humanidad ignoraba". A mi me recuerdan a los analistas de las agencias de calificación.

Según explica González, citando el libro London's Underworld de Henry Mayhew, "muchas personas se introducen por las aperturas del alcantarillado en los bancos del Támesis cuando la marea está baja, armadas con palos para defenderse de las ratas; llevan una linterna para iluminar los tétricos pasajes y recorren millas bajo las concurridas calles en busca de los tesoros que caen desde arriba". Era un trabajo oscuro y consentido que les hacía ricos, aunque corrían enormes riesgos físicos.

"Los toshers desaparecieron a mediados del siglo XXI, cuando las desembocaduras fluviales de las cloacas fueron cerradas con rejas y el gobienro ordenó la elaboración de planos de aquel mundo hasta entonces ignorado", concluye Enric González.

A lo mejor es el momento de cerrar las alcantarillas del sistema financero internacional y obligar a las agencias de calificación a ser más transparentes en sus juicios sumarísimos a los países. Y, lo que es más importante, exigirles responsabilidades por sus pronósticos. Mientras tanto, Standard & Poors, Moody's y Fitch siguen cobrando por su trabajo, tanto por los emisores (el Estado español pagó en 2010 medio millón de euros a "las tres grandes", según datos de la CNMV) como por los inversores. Continuará...

 

El debate

Una reforma laboral de calado

Por: | 14 de enero de 2012

Economismo

Sindicatos y CEOE han vuelto a cerrar en falso el enésimo intento de consensuar una reforma laboral en profundidad. Era de esperar. Así viene ocurriendo en los últimos años, a pesar de la buena voluntad demostrada por los líderes de las organizaciones empresariales y sindicales. Pero lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. CC OO, UGT y CEOE pueden plantear pactos sociales o salariales, pero nunca ofrecerán un acuerdo global que suponga una pérdida del poder alcanzado desde el Estatuto de los Trabajadores en materia de formación, negociación colectiva, contratación y litigios laborales. Es el Gobierno el que tiene que decidir y el Parlamento el que debe legislar.

Lo explicaban con claridad el jueves tres representantes de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), una institución patrocinada por las grandes empresas y entidades financieras españolas. Pablo Vázquez, su director, y los catedráticos Samuel Bentolilla y Juan José Dolado, decían que “nuestra larga historia de acuerdos y reformas parciales nos han conducido a un caso extremo de mercado laboral segmentado entre trabajadores insiders y ousiders (incluidos y excluidos del mercado). Hay un grupo de de asalariados muy protegidos, mientras que otros (alrededor de nueve millones en la actualidad) sufren desproporcionadamente la precariedad y el paro”.

“Análogamente”, añaden los expertos de Fedea, “frente a un grupo de empresas con poder de mercado y mayores posibilidades de gestión de sus recursos humanos, hay otro grupo, especialmente las empresas de nueva creación y las pymes, cuya capacidad de crecimiento está muy limitada por la regulación laboral”. Lo que vienen a decir es que, frente a las reformas parciales planteadas durante muchos, es el momento de acometer una reforma de calado que acabe con las desigualdades en la contratación, en la protección social y en la negociación colectiva.

En la misma línea, los expertos que han participado en el debate durante toda la semana en el blog “Economismo” defienden la urgencia de acometer estas reformas, aunque insisten en que los cambios deseados en la legislación laboral y en la negociación colectiva no serán suficientes para dejar de destruir empleo. Hace falta, además, que se estabilicen los mercados de deuda soberana y que vuelva a fluir el crédito a las empresas, para que se reactive la economía y se creen puestos de trabajo.

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El debate

¿Es posible impedir que la UE caiga en recesión?

Por: | 13 de enero de 2012


Los datos publicados el miércoles sobre la economía alemana han vuelto a encender las luces de alarma ante una recesión generalizada en la Unión Europea. Alemania registró en el cuarto trimestre de 2011 una contracción de su economía del 0,25%, después de dos años de fuerte crecimiento. Si la primera economía europea no ha podido evitar el primer paso hacia la recesión (técnicamente son dos trimestres con crecimiento negativo), no es difícil de imaginar que los demás sigan su camino. Las políticas de ajuste fiscal dictadas desde Berlín, Paris y Bruselas dificultan el crecimiento económico en los países de la UE. Angela Merkel y Nicolas Sarkozy ya insinuaron en su última cumbre que habría que luchar contra un nuevo frenazo económico. ¿Es posible impedir que Europa caiga en su segunda recesión en menos de dos años? ¿Qué medidas podrían tomar los líderes de la Unión para incentivar el crecimiento sin renunciar a la austeridad?

El País

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