Economismo

Sobre el blog

Economismo es, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, “la doctrina que concede a los factores económicos primacía sobre los hechos históricos de otra índole”. Este foro pretende abrir una línea interactiva de debate, de alta calidad y diversidad, sobre economía nacional e internacional. Para ello, contamos con la colaboración de destacados expertos que aportarán sus opiniones a lo largo de toda la semana.

Sobre los autores

En este espacio tendrán cabida los debates de nuestros expertos sobre cuestiones de máxima actualidad y todos aquellos temas que pensemos que puedan ser interesantes para nuestros lectores, cuya participación será fundamental para todos nosotros. Coordinado por Alicia González.

Metodología

El autor elaborará semanalmente un artículo de tema económico, cuyo titular será una afirmación y que estará razonado y documentado. La extensión no deberá superar los tres folios. La idea es que el artículo sea debatido por un grupo de expertos económicos, que deberán estar registrados en el foro para poder participar. Se accede al registro o por invitación del autor, o por solicitud del interesado. El artículo será enviado a los expertos registrados los viernes a última hora de la tarde. Posteriormente, será colgado en elpais.com el sábado y publicado en el suplemento de Negocios de El País el domingo. El debate estará abierto hasta el jueves de la semana siguiente, en que el autor elaborará unas breves conclusiones, que se colgarán en la web y se publicarán en Negocios, junto al siguiente tema de debate.

El debate

Alivio temporal del BCE

Por: | 24 de febrero de 2012

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El presidente del BCE, Mario Draghi, en la cumbre del G20 en Cannes. / V. Daumorette (Efe)

 

El Banco Central Europeo (BCE) volverá esta semana a ofrecer sus líneas de liquidez a largo plazo para la banca, los llamados LTROs, que tanto éxito tuvieron el pasado mes de diciembre y que han traído un significativo alivio en las tensiones financieras que sufría la zona euro. La autoridad monetaria otorgó a finales de 2011 489.000 millones de euros a las 500 entidades que acudieron a la subasta a tres años. De esa cantidad, la banca española se adjudicó unos 80.000 millones, el 16,3% del total. El consenso manejado por Bloomberg apunta a que el próximo miércoles día 29 se superará esa cota y se adjudicarán unos 600.000 millones de euros por parte del banco central.Pese a las bondades de esta política, la mayoría de los expertos de Economismo subraya que se trata de “un alivio temporal, no de una solución definitiva” a los problemas que subyacen en esta crisis.

El catedrático Santiago Carbó recuerda que los LTROs han sido “un balón de oxígeno del BCE ante la falta de resolución política en la eurozona” y prevé que la segunda subasta que tendrá lugar el día 29 “seguramente supondrá una nueva anestesia que concederá más tiempo para solventar los problemas de riesgo soberano y bancarios pero la realidad es que esos problemas siguen ahí, latentes, y pueden resurgir con fuerza” cuando esas operaciones de liquidez vayan desapareciendo. Frente a los que apuestan por una tercera —o más— subasta de liquidez, Carbó argumenta que sería imposible por varias razones. Lo primero porque “podría generarse un incentivo perverso al sustituir un mercado de liquidez y de deuda de forma indefinida por facilidades de liquidez de la autoridad monetaria”. Asimismo, cree que esta política aumenta la relación entre riesgo soberano y riesgo bancario, al hacer que los bancos de cada país sean los principales compradores de deuda. El también asesor de la Reserva Federal de Chicago recuerda que esta política dista mucho de ser el equivalente europeo a la relajación cuantitativa, porque no hay compra directa de activos por parte de la autoridad monetaria.

Mucho más duro con la ausencia de respuesta de los políticos europeos es Guillermo de la Dehesa, presidente del Center for Economic Policy Research. “la recurrente ineptitud política para financiar un cortafuegos suficientemente grande para calmar a los mercados seguida de la errónea decisión de la EBA (Autoridad Bancaria Europea, en sus siglas en inglés) obligando a provisionar las tenencias de deuda soberana y a aaumentar los requisitos de catpaial ha forzado al BCE a tener que intervenir como cortafuegos para evitar una grave contracción del euro y una recesión más grave de la que hoy sufre el área euro”. Ahí De la Dehesa apunta una de las claves de esta medida del BCE: “no va a ser suficiente de no crearse confianza con un Fondo de Estabilidad y luego un Mecanismo de Estabilidad de un billón de euros y mientras se siga pidiendo más austeridad sin nada a cambio, va a ser solo un salvavidas temporal”. Joaquín Maudos, catedrático de la Universidad de Valencia, comparte este análisis y alerta de la dependencia que la banca española está demostrando de la liquidez del BCE. “El último dato conocido es que la banca española concentra el 37% del total del préstamo del eurosistema”. Eso podría provocar, dice Maudos, que “el BCE podría llegar a limitar o negar financiación si se sobrepasan determinados umbrales”. “La solución definitiva de los mercados mayoristas exige resolver la crisis de la deuda soberana”, asevera el catedrático.

Rafael Myro, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, recuerda que estas subastas han supuesto “un importante cambio de filosofía del BCE, aunque tenga el inconveniente de aumentar la relación entre riesgo bancario y riesgo soberano. A diferencia del resto de los colaboradores de Economismo, Myro considera que “estas actuaciones deberán tener continuidad” ante la generalización de una nueva recesión para el año en curso. “La primera edición no ha conseguido que el crédito a familias y empresas se reanime porque esto depende de que las entidades reduzcan su apalancamiento financiero y restauren su solvencia”.

Ese es otro de los reproches que se le hacen a la subasta, que si bien ha conseguido mejorar la liquidez y la solvencia del sistema bancario, no se ha trasladado a la economía real, como señala también Joaquín Maudos. A la falta de transmisión de esa liquidez al canal del crédito y la financiación, el catedrático José García Solanes de la Universidad de Murcia añade un ángulo diferente. “A nivel interno, el gobierno español tiene la tarea ineludible de reactivar la actividad econíomica y el crecimiento por vías que van mucho más allá de la reforma financiera. Es más, ante fuertes trampas de liquidez y de crédito como las que sufre actualmente la economía española es el crecimiento económico el que dinamizará el crédito y no al revés”.

Santiago Fernández de Lis, de BBVA Research, cree que “es preciso restablecer el funcionamiento de los mercados de emisión de títulos bancarios a largo plazo y el mercado interbancario” y considera que el BCE también puede tomar medidas adicionales “para penalizar la acumulación de liquidez en su facilidad de depósito, estableciendoun tipo de interés penalizador” a los bancos que utilicen el depósito intradía del BCE, que ha llegado a superar la cota de los 500.000 millones de euros.

José Luis Martínez, estratega para España de Citigroup, también defiende la aplicación “de un buen cortafuegos frente a las tensiones, continuemos con los ajustes fiscales y reformas que precisan las economías y demos más flexibilidad para cumplir los objetivos”. Martínez se hace eco de los temores del propio BCE ante estas subastas. “Que muchos gobiernos confundan la calma actual con la solución a la crisis europea, que confundan el tiempo que ha proporcionado el BCE con sus medidas con el convencimiento de que el paso del tiempo soluciona todos los problemas. De ser así, algo que temo, tendremos nuevas tensiones en los mercados en un futuro cercano”.

Una tesis a la que el propio presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, parecía responder esta semana al rechazar una relajación en los objetivos de déficit de los programas de estabilidad ante el escenario de desaceleración económica que se presenta para Europa.

El debate

Reformas en sesión continua

Por: | 17 de febrero de 2012

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Rajoy durante el debate en el Congreso de la reforma financiera. (Uly Martín)

 

Con la aprobación de las reformas del sistema financiero y del mercado laboral, el Gobierno presidido por Mariano Rajoy se ha retratado ante la opinión pública en términos de espíritu reformista. Y la conclusión, a juicio de la mayoría de los colaboradores de Economismo, es que las reformas han sido valientes y decididas, que han abordado cambios importantes y significativos de la economía española y que no dejan lugar a dudas de la intención del Gobierno de cambiar las cosas. Pero también que los cambios resultan insuficientes, tanto para abordar los problemas a corto y medio plazo de la economía española como para hacerlo en las circunstancias actuales, muy dependientes de la evolución de la crisis europea.
Cierto es que el Ejecutivo lleva apenas dos meses en el cargo y que, dado ese tiempo, el ritmo de reformas que ha llevado al Parlamento se puede considerar importante. Pero también es verdad que el Gobierno no era ajeno a los retos que debían afrontar una vez asumido el poder y que las circunstancias exigían gran rapidez en la aprobación de las reformas. Una vez instalado en el cargo, la secuencia elegida para llevar a cabo esos cambios ha sido la que ha sido y ha optado por medidas de corte restrictivo —empezó con una subida de impuestos a los quince días de asumir el poder— que no parece que vayan a tener incidencia, al menos en el corto y el medio plazo, sobre la actividad económica.
De ahí que los expertos de Economismo coincidan en que son necesarias más medidas para impulsar el crecimiento y la creación de empleo, unas medidas que deben tomarse casi con igual rapidez dado el deterioro de la situación económica española. Por ejemplo, en Irlanda el Gobierno acaba de aprobar esta semana un plan para promover la creación de empleo, dirigido sobre todo a pequeñas y medianas empresas, con fórmulas para facilitar su acceso al crédito e incluso con incentivos para que los irlandeses en el exterior busquen proyectos de inversión de posibles multinacionales en Irlanda. Son iniciativas que, aún con un escaso presupuesto, intentan trasladar un necesario mensaje de confianza a la población en una época de máxima austeridad como la actual. En las actuales circunstancias de la economía española parece que el ritmo de reformas será de sesión continua.
Para valorar la voluntad reformista del Gobierno, el profesor Mauro Guillén, de la universidad de Wharton, toma como referencia la reciente reforma laboral. “Es una reforma necesaria, valiente y que permitirá a las empresas ser más competitivas en mercados internacionales incluso con un euro fuerte”. Pero insiste en la tónica general. “Hace falta más, sobre todo en lo que concierne a la descentralización de la negociación colectiva” y pide a los agentes sociales que “estén a la altura de las circunstancias. Tienen que evitar las manifestaciones o una huelga general y concentrarse en hacer propuestas constructivas”. Pero su conclusión general es que “el gobierno demuestra que tiene valor y que quiere introducir reformas rápidamente”.
Una tesis que, en buena medida, comparte José Luis Martínez, estratega jefe de Citigroup en España. “De la voluntad de reforma del nuevo gobierno nadie puede tener dudas. Las medidas aprobadas hasta el momento, en terreno fiscal, financiero y del mercado de trabajo van en la buena dirección. Aunque podemos discutir su profundidad”, matiza. De hecho, Martínez se pregunta si las medidas serán suficientes o, incluso, si con las necesarias para resolver los problemas de la economía española dado el contexto actual de crisis en Europa, que insiste condiciona y limita su eficacia, al menos, a corto plazo. “Merece la pena intentarlas, es obligado hacerlo porque digan lo que digan no hay muchas más alternativas. Lo que no significa que veamos sus beneficios a corto plazo. Además, el Gobierno debe estar atento a completarlas si fuera preciso en el futuro”.
El profesor de la Universidad de Granada, Santiago Carbó, sí coincide con que “las reformas recientes evidencian voluntad reformista y una dura pero necesaria toma de decisiones” y que “la voluntad reformista parece innegable pero lo importante será la continuidad porque parece que serán necesarios más esfuerzos”. A su juicio, “España parece avanzar en su labor reformista de una manera más decidida que otros socios europeos” aunque la situación española comparada con la de los países de nuestro entorno “tampoco es favorable”. De ahí que Carbó, también asesor del departamento de investigación económica de la Reserva Federal de Chicago, especifique los ámbitos en los que será necesario profundizar en las reformas. “Por ejemplo, la reforma financiera supone el primer reconocimiento explícito de un deterioro significativo de los activos pero la macroeconomía puede imponer un deterioro aún mayor y la reforma podría tener que reforzarse”. En el ámbito laboral, “resulta difícil que reformas como la emprendida creen empleo a corto plazo” y en materia presupuestaria “los esfuerzos serán aún de un calado significativo y, además, se hace cada vez más necesario emprender reformas en frentes como la liberalización de los servicios”. Eso sí, “sin una solución para la crisis de deuda soberana en la eurozona, cualquier esfuerzo desde España puede caer en saco roto”.
Para José García Solanes, profesor en la Universidad de Murcia, la clave de la determinación que el Gobierno “está demostrando para recuperar el equilibrio presupuestario a toda costa a gran determinación para recuperar el equilibrio presupuestario y profundizar las reformas del sistema financiero y del mercado de trabajo” se explica por “el respaldo social y político con que cuenta el Ejecutivo de Mariano Rajoy para llevar a cabo sus reformas”, que es mayor que nunca “porque la crisis económica ha aumentado la tolerancia y la capacidad de sacrificio de los ciudadanos”. También, a su juicio, porque el Gobierno ha lanzado previamente previsiones muy sombrías que han servido de anestesia. Dicho esto, son medidas que “por si solas no aseguran la transformación del modelo productivo ni la reanicación de la demanda. Se necesita algo más para impulsar el crecimiento y el empleo. Veremos si en los próximos trimestres el Gobierno es capaz de diseñar acciones que facorezcan la producción de bienes con mayor valor añadido y el estímulo de las exportaciones como relevo de la alicaída demanda interna”. Veremos.

El debate

Sin un verdadero cortafuegos

Por: | 10 de febrero de 2012

Cuando aún no ha entrado plenamente en funcionamiento el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), los países de la eurozona han decidido adelantar la entrada en vigor del que será su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) al próximo mes de julio, un año antes de lo previsto. Ambos instrumentos tratan de enmendar uno de los errores de la Unión Económica y Monetaria,como es la ausencia de una hoja de ruta para resolver los problemas de liquidez y solvencia por alguno de sus países miembros, con los instrumentos y los fondos necesarios para hacerlo posible. Sin embargo, la opinión generalizada, como bien recogen los expertos de Economismo en su debate de esta semana, es que ninguno de esos dos instrumentos sirve de verdadero cortafuegos para garantizar la estabilidad financiera del euro en caso de crisis en uno de los Estados Miembros. Menos aún si la crisis se da de forma simultánea en varios países o si se trata de economías de gran tamaño, a las que resulta mucho más costoso ayudar.
La capacidad de préstamo de estos mecanismos de rescate llega, en el mejor de los supuestos, a 500.000 millones de euros, una cantidad que los analistas consideran insuficiente para evitar ataques especulativos contra la deuda de países como España o Italia, por lo que el mecanismo perdería así su carácter disuasorio y preventivo. Solo el Banco Central Europeo (BCE) tiene capacidad suficiente en su balance para hacerlo, pero tal y como están redactados los tratados europeos, eso podría interpretarse como un rescate de un Estado Miembro por parte de la autoridad monetaria, extremo que específicamente queda prohibido en esos tratados. De ahí, que el BCE haya optado por dotar de liquidez masiva a las entidades financieras, como respuesta a las dudas sobre la deuda soberana europea que se recrudecieron el pasado otoño, dado que sus estatutos sí le encomiendan el rescate de las entidades financieras de la eurozona en caso de graves problemas de liquidez y solvencia. De esta forma, y con sus necesidades de financiación cubiertas y la liquidez garantizada para los próximos tres años, son los bancos los encargados de acudir al rescate de los Estados con la compra de deuda soberana. Digamos que el BCE actúa por vía interpuesta, a través de los bancos, como el cortafuegos final en la eurozona.
De ahí que Santiago Carbó insista en que, aunque la teoría del mecanismo de rescate lo convierta en una “herramienta esencial por la que pasa gran parte del futuro de la Eurozona”, lo cierto es que la práctica es completamente diferente. “Para una realidad distinta que verdaderamente cambie la gobernanza económica europea hará falta más. En particular será preciso que herramientas tan potencialmente útiles del MEDE como las compras de deuda soberana en mercados primarios se correspondan con una cesión de soberanía fiscal más explítica y con algún tipo de pacto por el crecimiento en Europa”. Carbó insiste en que la mejor estrategia para sacar a la Eurozona de la situación en que se encuentra es una estrategia de crecimiento que compatibilice la austeridad fiscal, necesaria en muchos países, con la apertura liberalizadora en otros que cuentan en principio con mayor estabilidad fiscal. En todo caso, el profesor Carbó insiste en que “hasta la mejor herramienta sólo funciona bien en las manos adecuadas. En todo caso, puede ser una mejora y una esperanza para la eurozona susfituyendo al FEEF que no ha tenido los efectos deseados cuando se diseñó”.
Ninguno de los expertos de Economismo cree que el mecanismo de estabilidad sea un cortafuegos suficiente para garantizar la estabilidad. Es más, José Luis Martínez, de Citigroup, recuerda que la labor de un mecanismo de este tipo debe ser “preventiva”, que simplemente con su existencia disuada a los especuladores de actuar contra unos activos determinados. “Pero en mi opinión, no supone un cortafuegos realista. Como tampoco lo fue el Fondo de Estabilidad Financiera. En el fondo, el verdadero instrumento para luchar contra la especulación en los mercados es el BCE”. A su juicio, “el MEDE no se ha creado para salvar la eurozona. Es una nueva prueba de que nuestra clase política no acaba de entender de verdad la razón detrás de la crisis” porque lo que, en su opinión, realmente asusta a los mercados es la falta de concreción de muchos políticos sobre el futuro del euro. En el fondo, Martínez cree que “si realmente quieren que este instrumento sea la solución, sólo hay que dotarlo de un monetante casi ilimitado de capital, de forma los inversores confíen en la solidaridad europea. Pero la realidad es bien diferente”.
Tampoco el profesor Mauro Guillén considera que el Mecanismo de Estabilidad sea la solución definitiva. “Todos tenemos la esperanza de que poco a poco los mercados se calmen y las medidas que las cumbres europeas van tomando a cuentagotas consigan disipar las dudas que quedan sobre la viabilidad de la zona euro. El tratado del MEDE es un paso en esa dirección. Pero falta concretar una unión fiscal y comenzar a sentar las bases de una recuperación económica. Sin crecimiento económico sostenido no hay fondo ni mecanismo que pueda garantizar la estabilidad, por grande que sea. Si el desempleo continúa en los niveles actuales no habrá presupuesto público que resista”, concluye.
Quien sí considera que el mecanismo de estabilidad ha supuesto un hecho diferencial es Guillermo de la Dehesa. “Adelantar la entrada en vigor del MEDE ha sido un incentivo para que los estados miembros que lo han aprobado ratifiquen el pacto presupuestario”. No obstante, De la Dehesa considera que si no se ofrece nada a cambio de una mayor austeridad “habrá, como mínimo, que retrasar el cumplimiento del 3% de déficit en 2013”. En todo caso, De la Dehesa considera que “no existe todavía un verdadero cortafuegos. El BCE se ha visto obligado a ejercer como tal dando liquidez a tres años a los bancos para intentar reducir los diferenciales de deuda, mientras la autoridad bancaria europea los disparaba al obligarles a provisionar sus tenencias de deuda soberana”.
En definitiva, que el verdadero cortafuegos de la eurozona está aún por diseñar. Y mientras tanto sólo el BCE tiene capacidad suficiente para dar respuesta a las necesidades de liquidez del sistema.

 

Yves Herman (Reuters)AS7



El debate

Un solo portavoz económico

Por: | 04 de febrero de 2012



Ni siquiera la foto de la reunión de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, presidida por el mismísimo Mariano Rajoy, ha convencido a los españoles de que hay unidad de criterio en la política económica del Ejecutivo. Los hechos son siempre más potentes que las palabras y no cabe duda de que en los casi 50 días de existencia del nuevo Gobierno, se han producido innumerables faltas de coordinación (cuando no contradicciones) entre los ministros de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, y de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.

El debate de la semana partía de la pregunta, ¿puede mantenerse el Gobierno sin un vicepresidente económico? Y la principal conclusión de las opiniones de los expertos (tanto las publicadas en elpais.com, como las recibidas en conversaciones con algunos de ellos), es que un Gobierno no puede tener dos portavoces económicos: solo debe haber uno. Y, preferiblemente, que ocupe el cargo de vicepresidente y tenga mando sobre el otro.



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Los embajadores 17 países de la zona euro firmaron el jueves en Bruselas el tratado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que podría entrar en vigor el próximo 1 de julio, un año antes de lo previsto originalmente. Este nuevo mecanismo convivirá durante un tiempo con el fondo temporal (FEEF) y durante ese periodo la capacidad de préstamo combinada ascenderá a 500.000 millones de euros. Posteriormente, el Consejo de Gobernadores de esta nueva institución, con sede en Luxemburgo, revisará el volumen máximo de préstamo.

Según el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy “este mecanismo permanente de crisis contribuirá a aumentar la confianza y la garantía de la solidaridad y la estabilidad financiera en la zona del euro y creará un cortafuegos permanente con una amplia gama de herramientas y una sólida base financiera, para salvaguardar la estabilidad financiera”. ¿Salvará este fondo la Eurozona?

El País

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