Draghi, antes de una rueda de prensa el pasado noviembre. / Kai Pfaffenbach (Reuters)
El frenazo en la economía de la Eurozona, que confirmaron los datos del PIB del cuarto trimestre de 2012, sigue siendo una realidad, aunque menos intensa, en el inicio de 2013. Los datos de la industria y del consumo reflejan la extrema debilidad en la mayoría de las economías de la zona euro, y muchas voces han empezado a reclamar una actuación por parte del Banco Central Europeo (BCE). Entre los expertos de Economismo, hay mayoría a favor de la bajada de los tipos de interés, con José Luis Martínez, Rafael Myro, José García Solanes y Miguel Ángel García. Sobre todo por su impacto sobre el tipo de cambio del euro. Los partidarios del no --Guillermo de la Dehesa, Joaquín Maudos y Juan Ramón Cuadrado-- tampoco andan a la zaga y sostienen que la falta de crédito no depende del precio del dinero.
Del otro lado, José Luis Martínez, estratega de Citigroup para España, es “firme partidario de recortar tipos”, opción que no invalida —dice— otras medidas de la autoridad monetaria. Con la rebaja, dice Martínez, el BCE mandaría un mensaje de tipos estables y bajos a medio plazo; limitaría el riesgo de apreciación del euro y combatiría el fraccionamiento del mercado monetario. “Al final, agotar las vías de política monetaria tradicional y dejar abiertas más medidas expansivas no tradicionales”, apunta. Frente al problema de financiación a la pequeña y mediana empresa en Europa cree que el BCE tiene poco margen de maniobra. “La compra de préstamos, o utilizarlos como colateral, supone un salto cuantitativo y cualitativo difícil de asumir bajo el esquema de actuación del BCE hoy en día. Un problema estructural de los muchos en los que se debe avanzar para realmente solucionar la crisis del euro”, subraya.
Rafael Myro, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense, también defiende la rebaja de tipos sin lugar a dudas. “Con ello estimularía la expansión de las economías centrales de Europa, y en particular de la alemana, que debe crecer y crear algo de inflación para corregir los desequilibrios actuales de la UEM. Además, reduciría la sobrevaloración del euro, favoreciendo las exportaciones, y lanzaría una nueva señal a los mercados de su disposición a intervenir para superar la recesión actual”. Myro cree que así, en línea con la comunicación de la Reserva Federal, se garantizarían tipos “muy bajos durante al menos este año”.
José García Solanes, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Murcia, es otro de los partidarios del sí. Más aún después de que el propio BCE haya empeorado sus previsiones de crecimiento, estableciendo que, en 2013, el PIB de la eurozona disminuirá un 0,5% en lugar de 0,3% previsto a principios del año. Pero García Solanes da más argumentos: la caída de las expectativas de inflación, “una prueba evidente de que los problemas coyunturales de la zona euro radican en la falta de demanda”, y que una rebaja de tipos debilitaría un poco el tipo de cambio, contribuyendo a recuperar la demanda externa. “A mi modo de ver, esto no debería verse como una actividad belicosa en la contienda de las divisas sino como un ajuste del tipo de cambio del euro hacia niveles más cercanos al equilibrio”, apunta. Frente a quienes sostienen que ya hay tipos muy bajos Solanes asegura que lo que importa son los niveles relativos. “Una diferencia de tipos de casi tres cuartos de punto entre la zona euro y otras potencias occidentales como Estados Unidos y Japón supone un freno nada despreciable para los productos de la zona euro; y los que más sufren por ello son los países periféricos de la zona”.
Otro defensor de la rebaja es Miguel Ángel García, responsable del Gabinete Económico de CC OO, que insiste en que la medida ayudaría a “conseguir una depreciación en el tipo de cambio del euro que ayude a mejorar las exportaciones porque es bastante difícil que desbloquee el crédito a las empresas”. El problema del crédito, dice García, son los persistentes problemas de los bancos en sus balances pero cree que la rebaja debería ir acompañada de una ampliación en el calendario de saneamiento de las cuentas pública. “Con unas condiciones de ese tipo se abriría la posibilidad a una financiación más fácil y barata de los países con más problemas”, afirma.
Joaquín Maudos, catedrático de Fundamentos Económicos de la Universidad de Valencia, sin embargo, vuelve a situarse en el bando de los del “no”. Maudos admite que podría ser beneficioso para el tipo de cambio “pero no tendría efectos a través del mecanismo tradicional de la política monetaria dado el proceso de desintegración financiera que ha tenido lugar en esta crisis”. A su juicio, la prioridad debe ser restaurar el mecanismo tradicional de la política monetaria y ello pasa necesariamente por acelerar la creación de la unión bancaria. “Con ejemplos como el de esta semana de Chipre estamos muy lejos de la unión bancaria. No es suficiente la supervisión única en manos del BCE”, asegura. El problema, dice Maudos, es que en el fondo no se está dispuesto a mutualizar pérdidas “y sin mutualización de pérdidas, no hay Unión”.
Juan Ramón Cuadrado, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alcalá, es meridianamente claro. “En mi opinión es muy poco lo que puede hacer el BCE para 'reanimar' la economía europea en su conjunto”, incluida la rebaja de tipos. Cree que, con lo hecho hasta ahora, los bancos han encontrado un filón de negocio tomando fondos prestados por el BCE a muy bajo coste y suscribiendo deuda y otros títulos a un mayor interés. “Si comparamos la política monetaria con una cuerda cabría afirmar que sirve para 'retener y frenar' la expansión, pero difícilmente sirve para 'empujar' la economía porque se retuerce. Japón es un buen ejemplo, de esa ineficacia”, apunta. Cuadrado sostiene que “lo que falla es que la UE tiene un grave problema de gobernabilidad y “el caso de Chipre ha subrayado más que nunca esa falta de liderazgo y de mando único”.
Hay 3 Comentarios
BANCOS, EL VIRUS QUE ARRASTRA LA ECONOMIA – Al igual que Islandia e Irlanda, Chipre está luchando para evitar que su Sector Bancario arrastre al país hacia el abismo. Pero la cuestión es… ¿por qué estamos ante un tercer caso tan parecido? ¿se repetirá la historia? – Análisis gráfico completo – www.miguelangeldiez.com/2013/03/22/bancos-y-economias
Publicado por: Economy and World | 23/03/2013 8:01:08
Será "atajar" y no "acatar , digo yo.
http://Bici-electrica.blogspot.com
Publicado por: Kits bicis eléctricas | 22/03/2013 17:29:15
Si no es el BCE es la Unión Europea o más bien la Merkel. Grecia, Portugal, Chipre, .. varios años de crisis financiera. ¿Realmente la Unión Europea sabe acatar el problema?
Publicado por: Franquicias de seguros | 22/03/2013 14:52:02