Ni Chipre, ni Grecia, ni Portugal.., como apunta uno de los expertos de Economismo. Pero siguiendo la estela de anteriores rescates en la zona euro, Eslovenia se encuentra en el ojo del huracán y la presión de los mercados hace cada día más difícil la financiación del país. La opinión mayoritaria de nuestros colaboradores de esta semana --Santiago Carbó, Guillermo de la Dehesa, José Luis Martínez, Joaquín Maudos, José García Solanes y Mauro Guillén-- es que no habrá un rescate al conjunto del país del tipo de los llevados a cabo en Grecia o Irlanda, por ejemplo, sino más bien una nueva versión del rescate al sector financiero español, con ayudas a la banca. Las diferencias surgen en torno al tamaño del agujero bancario y. Aunque la conclusión del debate de esta semana va más bien en otra dirección: “¡Es la recesión, estúpido!”. Un extremo extrapolable a muchos otros países del euro.
El primero que no cree oportuno establecer paralelismos entre Chipre y Eslovenia es Santiago Carbó, catedrático de Economía y Finanzas de la Bangor Business School, dadas las diferencias institucionales, fiscales y financieras. Carbó cifra el agujero del sector bancario en 4.000 millones de euros “y es ahí donde habrá que actuar de una manera u otra”. El catedrático reconoce que, aunque cuantitativamente esa cifra no supone un problema significativo para una Eurozona que debería haber aprendido del revuelo causado por la mala gestión del rescate a Chipre, la duda persiste. “Al ser Eslovenia un país relativamente pequeño la pregunta es si la UE querrá continuar su vía 'disciplinadora' o, por el contrario, mostrará más mano izquierda”, apunta. En todo caso, Carbó defiende que la solución pasa por una unión bancaria “y cualquier signo de avance hacia la misma que acabe con este goteo de rescates y temores sería muy bienvenido, aunque los precedentes no invitan al optimismo”.
Guillermo de la Dehesa, presidente del Center for Economic Policy Research (CEPR) en Londres, es meridianamente claro: “no considero que sea necesario rescatar a Eslovenia, aunque si debe de ser ayudada”. A su favor, De la Dehesa subraya su pequeño tamaño, no ser un paraíso fiscal, la menor dependencia del sector financiero y una deuda pública del 55%, frente al 95% de la Eurozona. “Su problema es que su sector público es muy grande y sus bancos públicos también que han prestado en exceso a sus empresas públicas que ahora tienen serios problemas para pagar”, subraya. De la Dehesa cifra en 1.000 millones la necesidad de ayuda a la banca y en otros 3.400 millones los costes de reestructuración, “lo que representa el 12% del PIB. A pesar de ello no ha sufrido corridas de depósitos tras lo ocurrido en Chipre”. A su juicio, como Eslovenia sigue manteniendo el acceso al mercado” a costes elevados pero no excesivos”, tendría “posibilidades de superar la crisis por si sola. Un rescate le impediría acceder a ellos y podría ser contraproducente”, concluye.
En cambio, José Luis Martínez, estratega de Citigroup para España, cree posible un rescate a Eslovenia aunque recalca que no tiene muchos puntos en común con Chipre: “de entrada, un déficit público del 4% y una deuda inferior al 60% es claramente envidiable”, afirma. También el tamaño de su sector financiero, equivalente al 150% del PIB, “casi la mitad del promedio europeo, no parece que sea un problema. De hecho, el gran problema de Eslovenia tiene un nombre: recesión”, defiende Martínez. Esa recesión, más bien cercana a una depresión, ha llevado la morosidad de la banca a más del 20%, aunque el estratega del Citi insiste en el gran temor del mercado tras el rescate a Chipre: “no, no será necesario penalizar los depósitos”. Martínez sí ve difícil que el país pueda hacerse cargo de sus necesidades de capital y admite que “sí, quizás necesite fondos. Pero no es Chipre, Tampoco es Grecia. Ni Portugal. Claro que tiene un poco de todos”.
Joaquín Maudos, catedrático de Fundamentos Económicos de la Universidad de Valencia, también se suma a la tesis de que Eslovenia no necesita tanto un rescate como una “ayuda para sanear y capitalizar sus bancos” y recuerda que el país “en muchos aspectos está mucho mejor que España: menor paro, déficit, deuda. De hecho, Eslovenia no destaca por sus desequilibrios macroeconómicos. “En cambio, sí destaca por su posición financiera neta negativa internacional equivalente a algo más del 50% del PIB, solo mejor que Grecia, Portugal, Irlanda y España. Su problema está más acotado al sector bancario”, recuerda Maudos, y con una elevada tasa de mora. El catedrático valenciano insiste en que “ no estamos hablando de un rescate como Chipre, sino de una ayuda a su sector bancario” y en que tiene un problema de crecimiento, ya que el PIB cayó en 2012 el 2,3% y se espera para 2013 un -2%.
José García Solanes, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Murcia, recuerda que “la crisis de Eslovenia sigue las etapas que suelen acabar en rescate. De ahí las sospechas y las señales de alarma” y suma a las dificultades financieras y económicas un cóctel de “corrupción política y fuerte desconfianza hacia sus gobernantes”. García Solanes insiste en la tesis de que la situación eslovena es muy diferente a la de Chipre “y por eso creo que el desenlace será diferente”. No solo porque los activos totales de su sistema bancario están lejos de representar el 800% del PIB como en Chipre, sino que el país tiene además un sector industrial potente, equivalente al 20% del PIB. “Es muy revelador el que tanto sus exportaciones netas como la totalidad de su balanza de pagos arrojen superávit, pues esto demuestra que el país tiene capacidad de devolución de su deuda externa”, apunta Solanes. La solución pasa a su juicio por una recapitalización del sistema bancario al estilo del caso español y la creación del banco malo —aprobado por el anterior gobierno y ratificado por el actual— “que convertirá los activos tóxicos en bonos estatales con un descuento del 50%”. Con ello, “creo que cortará las alas de contagio a otros países sobre todo su las autoridades europeas conceden a Eslovenia una mayor holgura temporal para reequilibrar sus finanzas públicas”.
Mauro Guillén, director del Lauder Institute en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, recuerda que “cada pieza del dominó es distinta. Eslovenia no tiene grandes desequilibrios y desde luego no es un refugio de capitales como Chipre”. Guillén defiende que “Eslovenia necesita ayuda europea para superar una coyuntura difícil para su sistema bancario” pero va más allá y se pregunta por la situación del conjunto de la Eurozona. “Yo no veo mejoras en la economía real. Veo ajustes, algunos importantes y necesarios, pero no veo crecimiento. Sin crecimiento económico, los problemas seguirán agravándose y la gente seguirá sufriendo”, concluye. Porque la eurozona sí sigue siendo la eurozona.
Hay 1 Comentarios
Tal vez sea mucha mi ignorancia, pero me está dando la impresión de que toda Europa está decayendo.
Múltiples han sido los factores.
Ya no podrán los europeos vivir a expensas de otros países.
Entonces, ¿han sido hasta ahora absolutamente independientes?
Publicado por: ROSA Mayo Marcuzzi | 26/04/2013 16:25:42