La crisis ha aumentado la pobreza en las grandes ciudades como Madrid. / Samuel Sánchez
La crisis económica ha agravado la desigualdad económica y social en las economías desarrolladas. Es un hecho. Y esa creciente desigualdad puede tener consecuencias severas para el crecimiento potencial futuro, según un estudio llevado a cambio por miembros del personal del Fondo Monetario Internacional (FMI) y a juicio de los expertos de Economismo. El debate surge a la hora de identificar las causas últimas de esa desigualdad y el alcance futuro de la misma. Los problemas vienen de lejos pero los años de crecimiento lograban ocultarlos, dicen. Igual que en la playa cuando baja la marea.
Mónica Melle, profesora titular de Economía Financiera de la Universidad Complutense de Madrid, pone cifras al aumento de las desigualdades en España. “En 2007, el 20% de los ciudadanos más ricos tenía 5,5 veces más ingresos que el 20% de los ciudadanos más pobres”. En 2012, esa relación había aumentado a 7,2 veces, remata. Según Melle, “la llamada eufemísticamente 'devaluación interna' ha acentuado la desigualdad salarial” y, con ello, el empobrecimiento de los trabajadores. “El aumento de la pobreza y las desigualdades condicionan la posibilidad de un crecimiento sólido y estable”, por lo que pide la intervención del Estado con políticas redistributivas.
Mauro Guillén, director del Lauder Institute en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, apunta que “en las economías en vías de desarrollo la desigualdad suele crecer a medida que se acelera el crecimiento económico (la famosa curva de Kuznets). Pero en las economías ya desarrolladas, como la española, un aumento de la desigualdad tiende a reducir el tamaño y el poder adquisitivo de la clase media y a generar pobreza”. Para Guillén se trata de un extremo “éticamente inaceptable” que afecta más a mujeres y niños.
Es José Luis Martínez, estratega de Citigroup para España, quien señala que la crisis ha agudizado un problema que viene de largo y que pasaba desapercibido en las décadas de 1990 y 2000 porque el crecimiento era elevado. “El fuerte crecimiento mundial amortiguaba el efecto de la creciente desigualdad y mayor peso de la retribución del capital frente al trabajo”, apunta. todo impulsado por la globalización, la deslocalización y también el desarrollo tecnológico”. Pero además, porque en los países desarrollados “donde la acumulación de riqueza se ve premiada con unos mercados financieros boyantes frente a una economía real bajo un crecimiento titubeante”. Martínez apuesta por mejorar la educación para romper la tendencia de la desigualdad.
“No es fácil determinar si la desigualdad reduce el crecimiento o viceversa”, sostiene Guillermo de la Dehesa, presidente del Center for Economic Policy Research (CEPR) en Londres. De la Dehesa apunta que hay países muy desiguales que crecen mucho —Chile, Turquía o Estados Unidos— y países muy igualitarios que crecen poco —Japón, Francia o Dinamarca—. A su juicio, es la crisis la que ha disparado el aumento de la desigualdad en España debido al elevado desempleo, producida, en parte, —dice— “por un sistema laboral y de negociación colectiva muy ineficiente”. El presidente del CEPR lamenta que la ausencia de una política fiscal de la eurozona impida hacer frente a los choques asimétricos y, con ello, aumenta la desigualdad y la pobreza. “Es una lección que no debemos olvidar”.
Sara de la Rica, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco e investigadora de Fedea, asegura que la relación entre desigualdad y crecimiento, al menos en el corto plazo, no es unívoca y defiende que “una notable desigualdad no es compatible con un crecimiento sostenible a largo plazo por la enorme inestabilidad social que genera”. A su juicio, en España ha aumentado notablemente la desigualdad porque el peso de la crisis no ha sido igualmente soportado por toda la sociedad. Para combatirlo, De la Rica apuesta por “activar y acelerar la entrada en el empleo” de los parados de larga duración, especialmente los no muy jóvenes que, en caso contrario, están condenados a ser “pobres a perpetuidad”.
Miguel Ángel García, profesor colaborador de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, apunta un matiz importante. “El proceso de desigualdad ha crecido dentro de muchos países y se ha reducido entre países debido al mayor peso que juegan los países emergentes dentro del comercio internacional”. García sostiene que una pérdida de posición de la clase media , por la falta de empleo y la caída de renta, penaliza el potencial de crecimiento de la demanda interna. La solución, en su opinión, pasa por encontrar un arreglo sostenible a la pérdida de competitividad con los países emergentes.
Juan Ramón Cuadrado, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alcalá, explica el análisis que hacen los economistas del FMI en un documento de debate. El trabajo aporta un análisis empírico que trata de mostrar que un menor grado de desigualdad en una economía se relaciona con un crecimiento más rápido y más duradero de la misma y que sería un error dejar que las desigualdades se resuelvan por si mismas. El estudio concluye, como explica Cuadrado, que las políticas redistributivas están asociados a un crecimiento económico más alto y duradero.
José García Solanes, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Murcia, asegura que los incrementos de la desigualdad no solo lastran la recuperación sino que reducen las tasas de crecimiento “por varias vías”. García Solanes apunta que “la mayor dispersión de los ingresos reduce la propensión media al consumo” y que “es lógico que si los agravios retributivos sobrepasan ciertos límites”, los ciudadanos intenten eludir el pago de impuestos. “La teoría del crecimiento económico ha demostrado que la calidad democrática, la fortaleza de las instituciones y la justicia social influyen positivamente tanto en el crecimiento económico como en el reparto más justo de sus frutos”, subraya.
Santiago Carbó, catedrático de Economía y Finanzas de la Bangor Business School, también insiste en que “el problema de la desigualdad es recurrente y las crisis económicas lo agravan” aunque recuerda que “en una perspectiva global, la desigualdad no sólo no ha aumentado sino que se ha reducido en las últimas décadas”. Dicho esto, Carbó cuestiona hasta cierto punto el aumento salarial o las políticas redistributivas como solución a las desigualdades en las economías avanzadas. “Solo la corrección progresiva de los desequilibrios (deuda privada, desempleo) puede reequilibrar en alguna medida la distribución de la renta”.
Hay 5 Comentarios
No tengo las estadísticas que lo constates pero la intuición me dice que es más fácil que surja un músico genial a partir de la existencia de de una masa crítica con buen nivel de solfeo que a la inversa.
Publicado por: pepe111 | 09/03/2014 10:09:46
Hace tiempo que el crecimiento es antieconómico (los costes marginales superan a los beneficios marginales) lo que cada vez nos hace más pobres. Sólo la forma de medir y el paradigma neoclásico en que se basa la economía nos hace permanecer ciegos ante una realidad apabullante. Sin embargo, en la actualidad el propio crecimiento antieconómico está en cuestión por los límites del crecimiento. Aún no contabilizando los costes del crecimiento y contabilizando como ingresos cosas tales como la descontaminación sin haber previamente contabilizado el coste que provoca que en el mejor de los casos nos quedemos iguales (en realidad siempre nos quedamos en peor situación) la situación empieza a ser incomprensible desde el paradigma neoclásico. Por eso es fácil ver a expertos balbucear sobre preguntas incorrectas, ya que no hay crecimiento real, aunque si del PIB porque no contabiliza los costes. El sistema cuando no puede crecer, como el cuerpo que se congela, tiende a retirar demanda, la forma más fácil es concentrar la riqueza y la renta en los que más tienen ya que consumirán menos que la misma renta y riqueza mejor repartida. El dinero/deuda no es más que expectativas futuras, si estás no se pueden cumplir porque no existen los recursos naturales, en primer lugar los energéticos, para producir los bienes y servicios futuros que el dinero/deuda requiere, lo que hay que intentar es neutralizar en lo posible el gasto, dando renta a los ricos que se lo gastaran en menor medida. Al final, el problema de los "expertos" es que se plantean preguntas desde un paradigma obsoleto. Desde le punto de vista del paradigma de la economía ecológica, las cosas se entienden mucho mejor. La economía es un subsistema del sistema ecológico y, por lo tanto, no puede crecer mas que este, que es finito y no crece. Existe un tamaño óptimo para la economía que en ningún caso puede superar la capacidad de carga del sistema que lo engloba. Si sobrepasa el tamaño, como ocurre, empieza a consumir el capital natural, que no es sustituible por el capital hecho por el hombre (en contra de los sostienen las funciones de producción neoclásicas que omiten de forma completa la naturaleza, como generadora de recursos de baja entropía y sumidero de deshechos de alta entropía). Si te comes tu capital y lo agotas, llega un momento que te queda sin, sobrepasado el punto en que comienzas a disminuir el capital natural que sostiene y engloba la economía, estas en crecimiento antieconómico. Sólo un cambio de paradigma permitirá plantear las preguntas correctas y buscar soluciones adecuadas.http://economiapangloss.blogspot.com.es/2014/02/las-falacias-del-crecimiento.html
Publicado por: turin | 08/03/2014 19:54:48
Hace tiempo que el crecimiento es antieconómico (los costes marginales superan a los beneficios marginales) lo que cada vez nos hace más pobres. Sólo la forma de medir y el paradigma neoclásico en que se basa la economía nos hace permanecer ciegos ante una realidad apabullante. Sin embargo, en la actualidad el propio crecimiento antieconómico está en cuestión por los límites del crecimiento. Aún no contabilizando los costes del crecimiento y contabilizando como ingresos cosas tales como la descontaminación sin haber previamente contabilizado el coste que provoca que en el mejor de los casos nos quedemos iguales (en realidad siempre nos quedamos en peor situación) la situación empieza a ser incomprensible desde el paradigma neoclásico. Por eso es fácil ver a expertos balbucear sobre preguntas incorrectas, ya que no hay crecimiento real, aunque si del PIB porque no contabiliza los costes. El sistema cuando no puede crecer, como el cuerpo que se congela, tiende a retirar demanda, la forma más fácil es concentrar la riqueza y la renta en los que más tienen ya que consumirán menos que la misma renta y riqueza mejor repartida. El dinero/deuda no es más que expectativas futuras, si estás no se pueden cumplir porque no existen los recursos naturales, en primer lugar los energéticos, para producir los bienes y servicios futuros que el dinero/deuda requiere, lo que hay que intentar es neutralizar en lo posible el gasto, dando renta a los ricos que se lo gastaran en menor medida. Al final, el problema de los "expertos" es que se plantean preguntas desde un paradigma obsoleto. Desde le punto de vista del paradigma de la economía ecológica, las cosas se entienden mucho mejor. La economía es un subsistema del sistema ecológico y, por lo tanto, no puede crecer mas que este, que es finito y no crece. Existe un tamaño óptimo para la economía que en ningún caso puede superar la capacidad de carga del sistema que lo engloba. Si sobrepasa el tamaño, como ocurre, empieza a consumir el capital natural, que no es sustituible por el capital hecho por el hombre (en contra de los sostienen las funciones de producción neoclásicas que omiten de forma completa la naturaleza, como generadora de recursos de baja entropía y sumidero de deshechos de alta entropía). Si te comes tu capital y lo agotas, llega un momento que te queda sin, sobrepasado el punto en que comienzas a disminuir el capital natural que sostiene y engloba la economía, estas en crecimiento antieconómico. Sólo un cambio de paradigma permitirá plantear las preguntas correctas y buscar soluciones adecuadas.http://economiapangloss.blogspot.com.es/2014/02/las-falacias-del-crecimiento.html
Publicado por: turin | 08/03/2014 19:53:51
En el siglo XIX ya dijo John Ruskin que hacerse rico consistía en tener más que los demás, para que estos se pusiesen a nuestro servicio, de esa forma la sociedad se convierte en un ejército comandado por el enemigo. En la actualidad, según Peter Turchin, si el avance científico ha dado un resultado tan magro en el bienestar de las personas es por culpa de nuestras muy ricas y sobre-educadas élites.
Hay mucho pastor de hombres por aquí, pero no están en el gobierno sino en empresas o universidades
El valor de la igualdad es casi supremo, como bien sabe gente como Zygmunt Bauman
http://laproadelargo.blogspot.com.es/2014/02/en-busca-de-la-igualdad-junto-zygmunt.html
Publicado por: JesusN | 08/03/2014 19:37:51
"El mendigo de las manos azules". Un cuento sobre la pobreza. https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8099423294537517828#cuento26
Publicado por: Cuentón | 08/03/2014 13:52:13