La débil recuperación hará difícil reducir sensiblemente el desempleo. / Andres Kudacki (Ap)
Las perspectivas de la economía española dejan margen a un cierto optimismo, pero sin alegrías. La factura que ha dejado la crisis es demasiado severa, según aseguran los expertos de Economismo, que alertan contra el riesgo de complacencia. La recuperación tiene una cara oculta, en forma de desequilibrios y desempleo, que no puede ser ignorada, dicen.
Mauro Guillén, director del Lauder Institute en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, sostiene que “hemos realizado ya casi la mitad del ajuste en competitividad a corto plazo que habíamos perdido desde la introducción de la moneda única en 1999”, y confía además en una depreciación del euro que estimule las exportaciones. Pero Guillén duda que la economía española pueda generar suficiente empleo para reducir la tasa de paro significativamente, con la consiguiente dificultad de financiación del Estado de bienestar en una población envejecida.
Mónica Melle, profesora titular de Economía Financiera de la Universidad Complutense de Madrid, advierte de que, pese a que la economía parece haber tocado fondo, “existen factores que condicionan seriamente esta anémica recuperación, principalmente las dramáticas cifras de paro, el sobreendeudamiento que aún arrastran las empresas y las familias y la abultada deuda pública”. Con todo, lo peor a su juicio es que “no se están desarrollando políticas que faciliten el necesario cambio de modelo productivo, para no volver a un crecimiento basado en la generación de burbujas inmobiliarias”.
“Soy pesimista simplemente porque no puedo ser optimista”, admite José Luis Martínez, estratega de Citigroup para España. Pese a las señales de recuperación, en su opinión, se trata más bien de una normalización frente al pasado, y Martínez cuestiona si la recuperación va a coger fuerza en el futuro, lo que permitiría recuperar antes el empleo perdido durante la crisis “aún (en mi opinión) no superada”. Martínez recuerda la larga lista de problemas pendientes: deuda pública y privada acumulada; rigideces para la inversión empresarial; sector público ineficiente; necesidad de reforma regional del sector público. “No me convence dejar de caer y recuperar niveles de crecimiento limitados. El objetivo último es crear empleo”, recuerda.
Para Santiago Carbó, catedrático de Economía y Finanzas de la Bangor Business School, todo depende de la perspectiva con que se miren los datos. “Si pensamos en cómo estábamos hace año y medio, la trayectoria sería más que satisfactoria. Si pensamos en los desequilibrios que aún persisten —destacando el desempleo—, podemos hablar de una recuperación económica dura que se prolongará en el tiempo”. A su juicio, el mayor riesgo sería abandonar las reformas o el progresivo reequilibrio de la deuda, y sostiene que hará falta más acción para acelerar la creación de empleo y una estrategia mucho más definida en áreas clave como la I+D+i, la energía o la educación.
Guillermo de la Dehesa, presidente del Center for Economic Policy Research (CEPR) en Londres, recuerda que hace solo un año parecía impensable lograr un crecimiento del 1,2% en 2013 y del 1,7% —dice De la Dehesa— en 2014. “Con estas tasas de crecimiento se crea ya empleo, que es la clave para que pueda crecer la demanda interna”, subraya. El presidente del CEPR apunta, sin embargo, que “llevará muchos años reducir los desequilibrios acumulados en forma de stocks durante casi una década”, como una deuda pública que seguirá al alza, la vuelta del déficit por cuenta corriente y una deuda privada menguante, pero todavía muy elevada.
Sara de la Rica, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco e investigadora de Fedea, apunta que “hay razones para pensar que el túnel por el que hemos transitado durante los últimos años parece estar llegando a su fin”, pero insiste en que “los ciudadanos no sentiremos la recuperación hasta que el empleo comience a recuperarse a tasas apreciables”. Aunque se comience a crear empleo a menor nivel, la creación será “tenue y lenta, y con niveles salariales muy inferiores a los del pasado”, lo que impedirá que la demanda interna contribuya como debiera a la recuperación. “Nos hemos empobrecido mucho y esta situación se mantendrá, creo, durante bastante tiempo”.
Juan Ramón Cuadrado, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alcalá, solo ve razones para un “cierto optimismo” y pone el acento, sobre todo, en la “cara oculta” de la recuperación. “En términos de PIB por habitante, España ha retrocedido al nivel que tenía antes de 1998; en nivel de bienestar, según datos de Eurostat, el retroceso es incluso mayor, como en 1995. Y se han abierto claramente las diferencias en ingresos”. A esa lista, Cuadrado añade que más de 2,5 millones de parados difícilmente van a poder reintegrarse en algún empleo y que más de la mitad de los parados son ya de larga duración.
Joaquín Maudos, catedrático de Fundamentos Económicos de la Universidad de Valencia, vuelve a insistir en los desequilibrios acumulados como lastre para la recuperación, pese a la mejora de algunos indicadores, como el empleo o el crédito. Maudos recuerda que “con un déficit en 2013 del 6,6% (sin ayudas a la banca), el ajuste pendiente hasta el 2,8% en 2016 es enorme”, y que la vuelta al déficit por cuenta corriente registrado en enero “pone cuesta arriba la posibilidad de reducir la elevada deuda externa neta”.
Miguel Ángel García, profesor colaborador de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, sostiene que, pese a persistir rémoras importantes, “hay motivos para ver el futuro con un cierto optimismo”. García valora positivamente la reducción del déficit comercial sin devaluación del tipo de cambio; que el crecimiento moderado de los salarios y una política fiscal neutral han permitido “cumplir con el objetivo de déficit, mantener la posición acreedora con el exterior y crear un poco de empleo en 2013”. El profesor de la Rey Juan Carlos defiende cambios en la política fiscal para evitar el efecto restrictivo de la política fiscal sobre la demanda interna. “De ser así, hay posibilidad de reducir el desempleo en los próximos tres años”.
José García Solanes, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Murcia, sostiene que la economía arroja “señales contradictorias que agrandan la incertidumbre” y apunta como principales amenazas para la economía el crecimiento de la deuda pública, un déficit público por encima del objetivo comprometido en 2014 y el déficit creciente de la Seguridad Social. “Este conjunto de circunstancias podría despertar la prima de riesgo”. García Solanes, además, alerta de las consecuencias de una falta de actuación por parte del BCE que podría acentuar las bajas tasas de inflación o de deflación. “El devenir inmediato de la economía española depende mucho de lo que suceda en el exterior”.
Hay 2 Comentarios
Me sorprende que entre tanto catedrático y analista a nadie se le ocurra ver que el problema de España es de modelo productivo y también de la baja calidad de nuestro capitalismo rentista que vive de los monopolios (ya sea la banca, la electricidad, el gas, las autopistas, la telefonía, etc. etc.). Es decir, actividades dependientes de una regulación adecuada por un Gobierno adecuado ( y no vendido al capital a la espera de futuros puestos en los consejos de administración). En España, en 2005, bastante antes del estallido de la crisis, según Eurostat el 25% de la población antes de aplicar las transferencias sociales se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión (en lenguaje más claro quiere decir gente sin empleo o con salarios de miseria). Y después de 2010 todo empeoró por la caída del gasto público social (el otro, el del pago de la deuda, aumentó). Diganme cómo y cuando y quién está saliendo de la crisis...por favor.
Publicado por: Francesc | 12/04/2014 17:17:52
Nunca mejor explicado. Se habla bastante de la recuperación económica, pero nadie se fija en el desastre que asumen miles de familias, las insuficiencias, las carencias, la pobreza que nunca más se marchará.
http://interesproductivo.blogspot.com.es/2013/07/en-tierra-de-nadie.html
Publicado por: Robertti Gamarra | 12/04/2014 9:40:23