El debate

¡Ojo al paro estructural!

Por: | 17 de mayo de 2014

PeticionImagenCAAXPLG0Los mayores de 45 años tienen más difícil encontrar empleo. / S. Péres (Reuters)

No es un problema fácil de solucionar. Reducir los elevados niveles de desempleo en España van a exigir, sin duda, un crecimiento del PIB “suficiente” y medidas muy activas del Gobierno para luchar contra el paro estructural, el más difícil de reducir. Los expertos de Economismo insisten en que ese debe ser el objetivo y en que debe abrirse un diálogo franco entre gobierno, empresas y trabajadores para abordar con determinación esta ardua tarea.

Mónica Melle, profesora titular de Economía Financiera de la Universidad Complutense de Madrid, urge políticas activas de empleo “no sólo para acometer el drama humano que supone el hecho de no tener trabajo, sino también porque esta situación lastra el crecimiento de la economía”. Melle defiende “programas de formación” que faciliten la reinserción al mercado laboral de quienes abandonaron sus estudios y que esos programas atiendan a las demandas de sector con potencial de creación de empleo y cita las empresas de tecnologías de la información, energías renovables o las industrias culturales. En cuanto a la rebaja de las cotizaciones sociales, “está demostrado tiene escaso efecto sobre la creación de empleo”, por lo que no cree que la tarifa plana impulsada por el Ejecutivo vaya si quiera a cumplir sus mínimos objetivos.

Mauro Guillén, director del Lauder Institute en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, es muy conciso en esta ocasión: para generar empleo es necesario incentivar a las empresas a que contraten. Y propone medidas fiscales y de simplificación de los contratos; políticas activas para formar a los parados sin formación y facilitar la movilidad geográfica.

Sara de la Rica, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco e investigadora de Fedea, diferencia entre el desempleo cíclico y el estructural. Para el primero, De la Rica esgrime que un crecimiento del PIB suficiente provocará encesidad de contratar en las empresas y admite que una rebaja de las cotizaciones sociales movería al gobierno a contrarrestar esa pérdida de ingresos con más impuestos. Pero donde pone el acento es en el millón de jóvenes “con una enorme falta de formación” y el más de un millón de parados de más edad con más de dos años de desempleo a sus espaldas, que exigen la intervención directa del Gobierno “posiblemente con rebajas fiscales a las empresas que los contraten”. De la Rica pide dedicar muchos esfuerzos y recursos a personalizar la formación, en función de lo que demandan las empresas y las cualidades de estos parados. “La tarea es ardua pero las necesidades son tan apremiantes que no queda otro camino. Es impresdindible dedicar fondos a esta tarea pero debemos asegurarnos su buen uso”.

José Luis Martínez, estratega de Citigroup para España, apunta que pese a que los niveles de desempleo son dramáticos en el caso de España se trata de un problema común en estos momentos a nivel mundial. Martínez alerta que el desequilibrio ya existente en las cuentas de la Seguridad Social exige ser cuidadoso con las medidas de rebajas de cotizaciones para no poner en peligro la sotenibilidad del sistema pero insiste en que el reto es la contratación. “Por el momento la reforma del mercado de trabajo ha servido para aumentar la sensibilidad del empleo a la actividad económica. Aunque, lo prioritario ahora es aumentar la actividad económica. Y esto pasa por fomentar la inversión empresarial”.

José Luis Curbelo, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad Camilo José Cela, expresa su coincidencia con el análisis y las recetas planteadas por Sara de la Rica y advierte que “la sociedad en su conjunto ha de ser consciente de que el problema del desempleo será un problema central de la sociedad española en los años futuros, frente al cual será preciso contemplar una amplia panoplia de apoyo y servicios sociales (también generadores de empleo) para romper el circulo vicioso de paro-pobreza-falta de educación-baja productividad-desempleo”. Curbelo, además, cuestiona la propuesta lanzada por la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, de reducir el salario mínimo para jóvenes con poca formación por el riesgo que representan de abundar en la precariedad laboral y su nulo impacto sobre la competitividad.

“Las medidas para favorecer la creación de empleo se deducen analizando las causas que han disparado el paro, sostiene José García Solanes, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Murcia. Sus recetas, por tanto, pasan por reanimar el crédito bancario; fortalecer las exportaciones y aumentar la flexibilidad interna del mercado de trabajo. “Creo que hay cierto margen para reducir las cotizaciones a la seguridad social, pero compensándolas con una ampliación de la base del impuesto de sociedades y no con subidas del IVA”.

Santiago Carbó, catedrático de Economía y Finanzas de la Bangor Business School, cambia el discurso y cree necesario saber exactamente cuál es el nivel real de desempleo en España porque “sin conocer con exactitud el problema al que nos enfrentamos será más difícil atajarlo”. Carbó cree que las políticas activas y de formación exigen mucho más esfuerzo del realizado hasta ahora y ve margen “para ampliarlas, aumentar sus exigencias y acercarlas mucho más a lo que necesitan las empresas”. A su juicio, “la reforma laboral terminará dando frutos” aunque reclama que esa reforma se complete, simplificando contratos o poniendo un mayor acento sobre políticas activas.

Juan Ramón Cuadrado, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alcalá, considera un acierto la tarifa plana en las cotizaciones a la Seguridad Social. “Considero que ha sido una iniciativa muy acertada. Un dato empieza a refrendarlo: los contratos indefinidos firmados en abril sumaron 122.621, lo que constituye el número más elevado de los últimos 18 meses y el mejor resultado para estos contratos desde abril de 2008”. A su juicio, el cambio debería ratificarse en los próximos meses, ayudada también por el impulso que supone —dice— al autoempleo. Cuadrado apunta que era de todos conocidos el problema en la gestión de los cursos de formación “pero ha tardado demasiado tiempo en estallar” y ahora solo pide al gobierno que actúe de forma decidida con un cambio radical de su gestión. Cuadrado propone incidir en la reducción del número de horas trabajadas como alternativa a los despidos. Y plantea varias medidas: compensar la reducción de jornada con desempleo; pactos transitorios entre trabajadores y empresas para esa reducción y la creación de un sistema de bolsas de horas, para reducir las horas extraordinarias. Se trata de “introducir medidas de flexibilidad horaria para atenuar el desempleo e incrementar la contratación”.

Hay 4 Comentarios

El problema es para todos los que pasen de 37 o 38 años, hasta con cuarenta es un drama encontrar trabajo.
La situación es simplemente ridícula, la experiencia no la quieren en las empresas, ya sea con razones a simplemente porque prefieren a alguien más joven.

http://elforexfacil.blogspot.com

las diferencias entre familiares hermanos en sus ingresoseconomicos suele ser un tema que aparece y sustenta una evidencia que la interpretación estadística manifiesta;la pobreza es un problema capital no solo arte de hecho de una moda sino de una realidad difícil de alterar y se manifiesta tal que un error ,son demasiados y todos tienen evidencias de su perpetuidad ,al igual que las deudas que el estado prefiere administrar y que libera por la necesidad ,no se si justificad ,pero de competencia,poneneen ventaja a la banca frente a otros tipos de negocios desaciendo su responsabilidad,aun nos queda la secularización económica amenaza crecida por los cambios .

Completamente de acuerdo con el comentario de Don Frenando, medidas como la tarifa plana etc...son parches, es necesario en España una apuesta importante por la educación y formación unida al cambio en el modelo productivo de este país, si no el paro estructural no será resuelto.

A nadie se le oculta que el problema del paro estructural es extraordinariamente grave y profundo en España. Por este motivo, me asombra que los distintos expertos cuyas opiniones se recogen en este artículo no entren de verdad en el meollo del asunto. Estoy de acuerdo en la importancia de mejorar y actualizar la formación profesional de los desempleados, así como en la incidencia positiva de medidas de estímulo fiscal a la contratación. Por supuesto, también puede ser muy útil rebajar las aportaciones empresariales a la Seguridad Social con el fin de fomentar la creación de empleo. Pero, al fin y al cabo, todas estas políticas son pequeños remedios que tienden a paliar en cierto grado los síntomas de la enfermedad, en lugar de ir al núcleo de la cuestión.
Y la cuestión es que, tras el colapso del sector inmobiliario en nuestro país, que vivió unos años de absoluta locura, el tejido productivo-empresarial español no ha sido capaz de absorber todo el excedente de mano de obra resultante. Me interesaría mucho escuchar y analizar las opiniones de los expertos económicos sobre cuestiones tales como reindustrialización, efectos negativos de la globalización y, algo que para mí es esencial, el uso y abuso de la deslocalización de empresas enteras, plantas productivas, servicios administrativos y comerciales o de atención al cliente. ¿Por qué no se mojan y entran a saco en estos últimos problemas? Sean valientes, dejen de andarse por las ramas y cojan el toro por los cuernos.
Saludos.

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