El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, advertía recientemente del riesgo de que se estén formando burbujas en la deuda periférica entre otros motivos por las medidas de expansión monetaria que está llevando a cabo la entidad. Pero los expertos de Economismo no tienen una posición unánime a la hora de valorar si el comportamiento de esos títulos sigue la trayectoria propia de una burbuja de activos o si es la conjunción de diversos factores la que lo explica.
“Cuando los tipos de interés son bajos, e incluso negativos en términos reales, siempre hay riesgo de que se formen burbujas”. Así de contundente se muestra Mauro Guillén, director del Lauder Institute en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania. Pero Guillén justifica el estímulo monetario como vía para reducir el desempleo. “Es un riesgo, pero el riesgo de deflación y estancamiento económico es aún mayor”, subraya.
Para Mónica Melle, profesora titular de Economía Financiera de la Universidad Complutense de Madrid, la responsabilidad de la burbuja de deuda en la periferia de la eurozona no es exclusiva de la política de expansión monetaria y explica que también las peores expectativas de crecimiento económico en los países emergentes han provocado una huida de capitales, preferentemente hacia Europa y, en menor medida, hacia EE UU. Por mucho que Melle no sea partidaria de que el único destino de esa liquidez sea la compra de activos financieros, apoya las medidas adoptadas por el BCE “que considero muy necesarias, aunque llegan tarde” y exige que se penalice a los bancos si la nueva liquidez finalmente no llega a la economía real.
José Luis Martínez, estratega de Citigroup para España, prefiere hablar de exceso que de burbuja. “Sí, existe probablemente un exceso en la deuda periférica”, dice, un fenómeno que atribuye a otros factores. “Es la deuda norteamericana, con tipos reales casi nulos, la que está provocando distorsiones en los tipos de interés a medio y largo plazo a nivel mundial”. Pero Martínez advierte que, si bien las políticas de expansión monetaria han servido para facilitar las condiciones de financiación, “tan relevante es tomar la decisión de aplicarla como de iniciar su normalización ante los potenciales riesgos de inestabilidad financiera a plazo”.
Guillermo de la Dehesa, presidente del Center for Economic Policy Research (CEPR) en Londres, sostiene que la mayor parte de los movimientos de las rentabilidades de la deuda pública en la zona euro desde 2007 se explica por la creciente aversión internacional al riesgo que en los factores económicos domésticos y de riesgo soberano. En su opinión, “tan iluso era que, en 2007, la rentabilidad de la deuda española fuera igual o menor que la de Alemania”, como ahora “que su rentabilidad sea menor que la deuda de Estados Unidos”. De la Dehesa apunta, asimismo, que “la recuperación económica de la eurozona y de España está ya descontada”.
Santiago Carbó, catedrático de Economía y Finanzas de la Bangor Business School, recoge una idea de Atif Mian y Amir Sufi, autores de House of Debt, y asegura que “la crisis puede no sólo no haber solucionado los problemas de deuda sino, en algunos aspectos, haberlos empeorado”. Carbó defiende que los inversores se han lanzado hacia la compra de bonos europeos, muchos de ellos periféricos, “en una caza de la rentabilidad que puede acabar dando la vuelta”, lo que supone que si los tipos siguen reduciéndose, las posiciones podrían retirarse. “Se impone el rigor para controlar el aumento de la deuda pública. También ser precavidos con la posible evolución de las primas de riesgo en este contexto”, advierte.
José García Solanes, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Murcia, descarta que los inversores vayan a deshacer, de manera profunda y desordenada, sus posiciones en deuda soberana periférica en los próximos meses. Primero porque los riesgos de impago —dice— de los Estados periféricos son prácticamente nulos; segundo porque los bonos de los países económicamente más fuertes son ahora relativamente menos atractivos. “Mientras que pocos piensan que las rentabilidades de los bonos de los países más ricos van a bajar más, [...] es bastante generalizada la creencia de que en los países periféricos los tipos de interés reales todavía se contraerán por la debilidad del crecimiento económico y porque sus tasas de inflación están listas para dejar, poco a poco, los bajísimos niveles actuales”, subraya. Como última razón, García Solanes argumenta que las expectativas de que el euro se mantendrá fuerte es también un incentivo para que sigan entrando capitales en los países periféricos de la zona euro. “Por todo ello, no creo que exista, ni que se esté larvando por ahora, una burbuja en la deuda soberana periférica”, aunque admite que las autoridades deben permanecer alerta. Por ejemplo, “será muy conveniente que el BCE valore muy bien la conveniencia de adoptar medidas de flexibilización cuantitativa y de su adecuada dosificación, para evitar la creación de burbujas tanto en la deuda soberana como en los activos privados”, concluye.
Vicente Esteve, catedrático de Economía de la Universidad de Valencia, hace gala de su capacidad didáctica y defiende que los movimientos a la baja de los tipos de interés de los bonos de los países de la eurozona se pueden explicar “a través de un modelo empírico de estructura temporal de tipos de interés, y sin necesidad de apelar a una burbuja en ese mercado”. Esteve explica, como no podía ser de otra manera, los fundamentos de dicho modelo y sostiene que hay diversos elementos que justifican el reciente comportamiento del mercado de deuda. Por un lado, “la contribución de las expectativas inflacionarias ha ido cayendo drásticamente a medida que la eurozona registraba tasas de inflación cercanas a cero”. En segundo lugar, “las expectativas sobre los tipos de interés reales a corto plazo se han reducido sensiblemente desde el inicio del mandato de Mario Draghi al frente del BCE”. Por último, la “prima por plazo” [el rendimiento adicional que los inversores esperan obtener por la tenencia de títulos de deuda pública a largo plazo] también ha disminuido considerablemente desde 2012 y se sitúa en valores negativos”. Con esos elementos, Esteve sostiene que la correlación de los precios de los bonos de deuda pública y los precios de las acciones en la zona del euro se ha situado en valores negativos, lo que provoca que los bonos de deuda pública sean más atractivos como refugio seguro que otros activos alternativos. El catedrático valenciano asegura, finalmente, que las decisiones adoptadas por el BCE en su última reunión han aumentado las presiones a la baja del rendimiento de los títulos.
Hay 2 Comentarios
El problema es que el acceso al dinero sigue estando restringido, solamente hay acceso fácil en los mercados FOREX En el resto bufff, que cualquier emprendedor intente ir a un banco a por 30000 euros para un negocio local y comprobará que no se lo dan, sin embargo para especular ... el que quiera.
Saludos
http://trabajoserio.ws/vamos-entender-forex-de-una-manera-sencilla-y-facil/
Publicado por: Trabajo enRed | 15/06/2014 9:44:44
¿ Y ninguno de los sabios responde "no tengo ni idea de qué pasará" ?
Pues el problema real es ese, "los sabios" no saben. Pero es necesario que acepten que no saben para que todos podamos empezar a saber. Mientras tanto habrá millones de opiniones que leer, escuchar, pagar, televisar y contrargumentar por otras tantas opiniones.
No se puede distinguir una burbuja porque el sistema financiero no lo permite porque no está diseñado a esos efectos por el simple motivo de que no está diseñado sino parcheado a lo largo de los tiempos por "los correspondientes sabios" de las épocas.
Yo, tras muchos años estudiando economía , he llegado a dos conclusiones:
1- Actualmente lo más sabio que puedo decir es que "no sé nada".
2- Si todo el mundo opinase igual sobre ellos mismos... SÍ HABRÍA SOLUCIÓN AL SISTEMA, y bastante sencilla por cierto. Pero no antes porque beneficia "saber" sin Saber.
Publicado por: Pabloj | 14/06/2014 9:16:41