Comida viejuna: la tarta al whisky

Por: | 31 de marzo de 2011

El Comidista inicia una serie de entrevistas a platos pasados de moda de los que nunca más se supo. Las rancias viandas que hicieron furor en décadas pasadas y que ya no se ven más que los restaurantes casposillos (o en los modernillos, en plan 'retro') son las protagonistas de este 'Qué pasó con...' de la gastronomía.

Tarta whisky retro

La tarta helada al whisky fue un hit incontestable en la España de los sesenta y los setenta. Comenzó siendo un postre muy sofis, propio de restaurantes elegantes y casas con posibles, pero la popularización de las cámaras frigoríficas la llevó hasta la plebe, que la devoró con entusiasmo en los tórridos veranos españoles. Sin embargo, hoy no se encuentra en la carta de casi ningún restaurante. ¿Por qué declinó su estrella? ¿Qué ha sido de ella desde entonces? La propia tarta nos responde.

Antes de nada, y para los lectores que no habían nacido cuando usted triunfaba, ¿podría contarnos de qué está hecha?

Por supuesto. Tengo muchas versiones, pero básicamente soy un bizcocho acompañado con helado aromatizado con whisky y caramelo. Me suelen poner azúcar quemado por encima, y una preciosísima decoración de nata montada por el borde. Soy una tarta muy cañí, una especie de Bim Bam Bum de los postres.

Y después de tantos años, ¿cómo se encuentra?

Bueno... he pegado un bajón, pero aguanto. El hecho de ser una tarta helada y alcoholizada me ha ayudado a conservarme.

¿Cuándo empezó su decadencia?

Yo diría que en los ochenta. De repente me pasé de moda, y ya sólo me servían en los restaurantes de pueblo, el extrarradio de las ciudades, algunos chiringuitos de playa... En los noventa la cosa no mejoró, y ahora pues nada, malvivo como puedo en los cajones de congelados de los hiper.

¿Por qué cree que gustaba tanto en esas épocas pretéritas?

Hombre, es que un postre con helado y whisky era lo más chachi en aquellos tiempos. Eran los días del desarrollo, las suecas, la ropa de poliéster, las boîtes... Yo no era cualquier cosa, había que tenerme en el congelador. Era como muy moderna y avanzada, y muy internacional a la vez al llevar scotch y no anís o cazalla o esa clase de vulgaridades.

Yo pensaba que la hacían con DYC o cosas peores.

Eso son habladurías. Mi versión original siempre ha sido con escocés.

¿Es cierto que usted colocaba?

Yo no diría tanto. Daba un puntito y ponía piripis a las señoras menos habituadas al licor. Y desde luego los niños se morían por comerme con la esperanza de yo estuviera fuerte y así ponerse pedo.

Sí, reconozco que yo la tomaba por eso... pero en fin, ¿por qué pasó de moda?

Pssss... ni idea. Supongo que llegó un momento en el que la gente se hartó de postres mazacotes de bizcocho y helado. El alcohol duro mezclado con lo dulce también tuvo su momento, con los pasteles borrachos y todo eso... pero se pasó. Así que dejé de ser algo chic y me convertí en un plato de lo más hortera.

Perdone que sea tan sincero con usted, pero a mí siempre me pareció un horror.

Quizá es que me tomó siempre hecha de fábrica y no natural. Seguro que su madre era una de esas frescas que no sabía cocinar.

Pues sí que sabía, aunque nunca le gustó el alcohol y digo yo que por eso no la haría. En cualquier caso, en la mayoría de los restaurantes no era usted casera.

Como soy una tarta helada, las empresas de congelados industriales enseguida se hicieron con mi monopolio. Y sí, he de reconocer que en muchos casos yo estaba asquerosa: tufaba a güiscacho, el helado era puro sebo y el bizcocho, de esos que parecen espumilla tipo foam. He sido una tarta maltratada durante muchos años, lo he pasado fatal.

Pobre. ¿Cree que todavía hay gente a la que le gusta?

¡Por supuestísimo! Hay marcas muy importantes como Frigo o Miko que me siguen fabricando. Lo que demuestra que hay un público para mí ahí afuera, aunque ustedes los periodistas finolis no lo quieran reconocer.

Para acabar, ¿qué proyectos tiene?

Siendo sincera, no muchos. Vivo esperando que algún chef estrella o algún bloguero influyente me pongan otra vez de moda. En ese sentido, cuando me meto en Internet y veo recetas mías por ahí como la de El Cocinero Fiel me entran esperanzas de estar de nuevo en la onda. ¿No volvieron las Victoria? Pues yo igual.

¿Tienes alguna sugerencia de comida viejuna a la que quieres que entrevistemos? Escríbelo en los comentarios.

Hay 361 Comentarios

Pobre tarta, con lo rica que esta, habrá que ponerla de moda de nuevo!
Felicidades por la sección ¡me encanta!

Excelente entrevista ja ja

Siendo niño, era fiel a esta tarta en los restaurantes... Aunque he de decir que me comía lo de arriba y lo de abajo... El resto... Pues ahí se quedaba... El sabor sigue estando bien, pero es que es un mazacote lo que venden, así no hay manera...

Entrevista al Banana Split y a la Dama Blanca, estoy segura de que tienen mucho que contar!!!

Pues ahora en todos los sitios hay tarta de queso hecha de cualquier forma y brownie con helado ... Chachi y guay tampoco me parece ... No todo tiempo pasado fue peor.

Ciertamente nos trae recuerdos de la infancia, debe de ser una de las primeras tartas heladas que probe.

jaja que bueno......nos hemso reído mucho...a Nosotras! hoy nos ha dado por meternos en la cocina receta dulce: velas de chocolate...!! http://petitecandela.blogspot.com.es/2013/06/receta-dulce-velas-de-chocolate.html

En Can Ferran (www.masiacanferran.com/) aún tienen la Tarta de whisky en la carta, mi padre se la pidió la última vez que fuimos.
Lo viejuno vuelve!!

Me encanta esta tarta aunque la he probado ya de grande, pues en America Latina no se estila la tarta de whisky
Saludos!

Los helados de Naranja y Limón, que yo los amaba, los venden en la Sirena!!!

Creo que se podría entrevistar al Pixín Alangostado... Plato navideño que se repite en casa de mis padres año tras año desde tiempos inmemoriables...
Y no deja de ser un cacho de pescao rebozao en pimentón pa aparentar ser una langosta :-( qué triste

Postre viejuno: Helado de Málaga o de ron con pasas.
Oiga, que está muy rico, pero su dorado esplendor ya pasó.

No sé si los gallegos somos viejunos, pero por esas tierras, doy fé de ello acabo de pasar unos días por allí, en casi todos los restaurantes te ofrecen de postre tarta al wishky, y como antes, con su chorrito añadido del liquido que le da nombre.

¿Para cuándo los "entremeses de la casa", los "canelones", el "lenguado Menier" o la "macedonia de frutas"?

Y los alimentos soviéticos?

El filete ruso y la ensaladilla rusa?

Y los caribeños?

El arroz a la cubana con su platano frito calórico, su tomate de bote bien rojo y el arroz bien bien cocido para que absorba bien la yema

Los huevos pasados por agua que tan ricos hacía mi amdre.
Los chanquetes, enormes platos soperos hasta arriba de diminutas crías que acabaron extinguiendose y las han prohibido.


La ensalada tropical, esa con palmitos brasileiros de bote, piña en lata y litros de mayonesa. Sencillamente repugnante.

El pijama, el soufle de merenge con una barra de helado dentro, el lenguado meuniere, el plato de entremeses (con su bola de ensaladilla) y como nó, el vino de la casa.

Melón con jamón

Limón o naranja helada!!!!!!!! eso si era un postre de verdad... También había cocos que luego te llevabas a casa y se convertían en ceniceros!

jajajajajaja Que buena entrevista oye!!!!! Ya sabía yo que todos esos platos olvidados tenían que andar por ahí de parranda todos juntos!!!!!!! Si es que desde que todos comemos para cenar totilla de patatas deconstruida se ha perdido la esencia española oye!!!!
P.D.: Por cierto a riesgo de parecer tontiña, que leñes es el pijama???!!!! Es la primera vez que lo veo!!! Un bico!!!

Me encantaría una entrevista al conjunto de los "entremeses variados": croquetas, calamares, jamón york y rodaja de lomo...

En ste orden:

1. Pijama
2. Entremeses con bola de ensaladilla rusa en el centro
3. Pan y recipientes con allioli y tomate triturado para montarte tus tostadas mientras esperas que te sirvan la comida. Hace unos años estaba en cualquier celebración de restaurante como bautizo o comunión. Y mi madre lo sigue sacando en Nochevieja, como si fuera lo más. Hasta procura que el pan sea rústico, que queda mejor... Ya está bien! Que quita el hambre y no vale ná!

Sugerencia de comida viejuna: el pastel de cabracho. Aunque es algo más moderno ha seguido el mismo recorrido: de receta excelsa Arzak al escaparate de colmados modestos en mercados.

No se preocupe señora tarta que todavía tiene usted fieles fans. Mazacote power!

... pues el cocinero de mi universidad debe ser una reliquia de esas épocas pretéritas porque la tarta al whisky no falta en el menú de los viernes, ni los entremeses variados con ensaladilla rusa y no vemos las gambas Orly de boda de casualidad ... ay, alguien hablaba del brazo de gitano ... qué sadismo, la peor gastroenteritis de mi infancia fue con un trocito de brazo de gitano que debía llevar trinito torueno en la nata porque un poco más y no lo cuento ...

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El Comidista

Sobre el blog

El Comidista trata todos los aspectos de la realidad relacionados con la comida. No sólo da recetas fáciles de hacer, habla de restaurantes accesibles o descubre los últimos avances en trastos de cocina, sino que comenta cualquier conexión de lo comestible con la actualidad o la cultura pop. Todo con humor y sin ínfulas de alta gastronomía.

Sobre los autores

Mikel López Iturriaga

es periodista y bloguero, y lo más decente que ha hecho en su vida es crear El Comidista en 2009. Escribe en EL PAÍS y habla en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser, después de haber pasado por Canal +, El País de las Tentaciones, Ya.com o ADN. Aprendió a guisar con su madre y, después, en la Escuela Hofmann, pero sigue siendo cocinillas antes que cocinero.

Mónica Escudero

es DJ, madre, escribe, cocina y pone la mesa para El País Semanal, ejerce de Comidista adjunta, y no necesariamente en ese orden. Dirigió las revistas Barcelonés y Madriz, y colaboró en medios como Marie Claire, SModa, Vanidad, Yo Dona o La Luna. Ha escrito A vueltas con la tartera, y lo que más le gusta es cocinar, la michelada y los gatos (pero no para comérselos).

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