Comida viejuna: melón con jamón

Por: | 16 de junio de 2011

La foto

El melón con jamón es una rara avis dentro de la comida viejuna. Normalmente los platos que se quedan anticuados suelen formar parte de modas pasajeras, innovaciones que no tienen demasiado arraigo en la cocina tradicional y tal como vienen, se van. Sin embargo, el melón con jamón sí que cuenta con una larga historia, aunque bien es verdad que su explosión se produjo, como el de tantos otros, en esa España del desarrollo ávida de modernidad. Hoy no lo sirve ningún restaurante con unas mínimas aspiraciones gastronómicas, aunque resiste en algunos establecimientos recalcitrantes.

En esta ocasión, el Equipo de Investigaciones Profundas de El Comidista no ha tenido ningún problema en encontrar al entrante en un bar de menús de Logroño. Lo más peliagudo ha sido entrevistar a sus dos ingredientes a la vez. Ambos se han negado en redondo a contestar a las preguntas como un plato unido.

¿Por qué no quieren hablar juntos? Se supone que eran uña y carne.

Melón: Yo no comparto las opiniones de esta cosa reseca y vieja.

Jamón: Prefiero ser una cosa reseca y vieja que una fruta gorda que retiene líquidos.

Entonces, es una leyenda que ustedes pegan.

J.: Pero vamos a ver, ¿cómo va a pegar una delicia como yo con eso? Soy lo mejor del cerdo, tengo un sabor único y un balance perfecto de carne tierna curadita, grasa suave y sal. ¿Cómo se le ocurre que puedo llevarme bien con una especie de pepino obeso y dulzón? ¡Por favor!

M.: Tú te darás muchos aires, querida pezuña, pero cuando la gente nos pedía en verano no era por ti, sino por mi frescura, mi cantidad de agua única en el mundo de las frutas, capaz de rehidratar al más bocaseca.

Pero a ver, ¿por qué les juntaban en el mismo plato?

M.: Pues no sé, una moda que vino de Italia. Por lo visto allí lo hacían desde tiempo inmemorial, porque a mí me tomaban al principio de la comida, y de ahí a mezclarme con ordinarieces de aperitivos como los fiambres, pues hay un paso.

J.: Yo tengo mi teoría personal sobre el asunto. Como el jamón italiano no es tan bueno como yo, que soy serrano, ibérico y español por los cuatro costados, pues les dio igual mezclarlo con lo primero que se les ocurrió.

Hombre, el contraste de salado y dulce que hacen no está tan mal.

J.: Pregunte a cualquier especialista en jamón ibérico a ver que le cuenta sobre el tema. La mayoría están en contra de este maridaje contra natura. ¡Es que este tío me mata el sabor!

M.: Tú sí que me matas con ese sabor a cerdo muerto. Me da asco tenerte encima. ¡Yo soy 100% vegano!

En privado parecen ustedes Pepa y Avelino, de 'Escenas de matrimonio'. Pero en público qué bien fingían, como si fueran amiguitos.

J.: ¡Qué remedio! La gente nos amaba así. Le debía de parecer de lo más exótico y elegante comerme junto a esto. Éramos una mezcla arriesgada hasta cierto punto: dulce y salado, jugoso y seco, fruta y cerdo... Y encima fácil de hacer.

M.: Teníamos tanto éxito que no nos quedaba más remedio que hacer el paripé de que nos llevábamos bien. Éramos como Ella Baila Sola, pero en aperitivo. Yo por supuesto era Marta, la más mona.

J.: Dios, no aguanto a este trucha.

Bueno, tranquilidad. ¿Por qué creen que pasaron de moda como pareja gastronómica?

J.: Mire usted, cuanto más sabía la gente de mí, del jamón ibérico del bueno, menos querían verme mezclado con un sabor tan agresivo como el de esta foca acuosa.

M.: ¿Es que no sabes hablar sin insultar? A ver, yo pienso que la gente moderna me prefiere en preparados más finos como una sopa, o directamente como postre, con hierbecitas y en bolitas y todas esas formas tan cuquis que hacen conmigo ahora. Más sano y ligero.

He visto por ahí recreaciones de todo tipo de los dos juntos.

J.: Sí, como en nuestro formato tradicional de loncha de jamón sobre rodaja de melón ya nos hemos quedado viejunos, ahora nos ponen en pinchos, en láminas, o hasta en vasitos. Mi forma favorita es cuando le trituran bien triturado a éste y le ponen a él de sopa y a mí de guarnición.

M.: Pues la mía cuando te meten a ti al horno y te dejan bien crujiente. En fin, a mí o como soy muy actual me encanta que nos esferifiquen y hagan experimentos extraños con nosotros en plan Ferran Adrià.

¿Formalizarán algún día su separación?

J.: ¡Qué va! ¿Adónde va a ir éste sin mí?

M.: Uy no, yo prefiero quedarme como estoy que igual me acaban sirviendo con chorizo.

Hay 113 Comentarios

pues aunque me he partido de la risa leyéndolo, tengo que decir que a mi sí me gusta, y que creo que es un plato que se queda con nosotros, ya que es muy práctico cuando no tienes tiempo de preparar cena, tienes un melón empezado que ya no sabes como gastar y te queda jamón, que aguanta mucho tiempo sin ponerse malo.
Y porqué estoy leyendo esto tan tarde???

Hola Comidista:))
Te he citado en el último post
http://cuinacinc.blogspot.com.es/2013/08/els-tres-colors-del-melo.html
saludos,

Reabro el debate. Parece que la cosa está reñida, pero va ganando el melón con jamón. Todavía permanece como primer plato en muchos menús del día. En mi caso me gusta el melón y me encanta el jamón, pero cada uno por su lado, sobre todo si es ibérico.

Será viejuno pero a mí me encanta! Aquí os dejo mi blog http://descubre-oriente.tublog.es/

Buenísimo!!!! La entrevista entretenida, divertida e inteligente!
Y el plato: como buena italiana no pasa verano sin que me zampe en gran cantidades en los días mas calurosos!! Adelante también con las inovaciones, que no falte de nada!!!
Me encanta este blog!

Entrante clásico que nunca falla y siempre encanta a los comensales :-)

siempre me ha gustado el melón con jamón, yo he probado esta receta: http://www.procomel.com/blog/?p=157 veréis que buena está! un saludo!

Yo aún conservo esos platos. La verdad es que son horribles

Buenas! Fíjate que para los ingleses no es tan viejuna... parece que a todo le pones nombre italiano y ya suena más actual... http://www.guardian.co.uk/lifeandstyle/2011/jul/17/nigel-slater-classic-prosciutto-melon

Me dice un amigo chileno "la idea es buena, los platos muy locales, en alguna conversación con amigos nos preguntabamos algo similar…
¿Qué fue de la palta reina?... del filete con papas duquesas? … y de la casata tricolor?... todos platos imperdibles de los "platos únicos bailables"…
Sugiero que la investigación viejuna incluya Iberoamérica

La entrevista me ha encantado!!!
Pero cual fue mi sorpresa cuando fui a Paris este fin de semana y vi en el menu del Maxim's el melon con jamon de parma!!! A lo mejor es q el Maxim's tb es un restaurante viejuno... pero los precios son bien actuales!! Un saludo, me encata este blog!

No me puedo creer que te paguen por esto, menudo pureta estas hecho amigo. No le veo la gracia. Vete a escuchar un disco de Mocedades y deja esto que nos aburrimos.

Joder! Acabo de leer algún comentario y la gente es super borde...
Cómo está el plantel! Qué falta de sentido del humor!!
Se ofenden porque dices que el melón con jamón está pasado de moda... la gente está fatale.

Jajajaja!!! No puedo evitarlo y me pongo de parte del melón. 100% vegano, jajaja!!!

A mi abuelo le encantaba, tambien los huevos fritos con patata, el gazpacho ... y todo es viejuno.
Pero que esta bueno no se lo quita nadie.

Otra comida viejuna son "los espárragos con mayonesa".
Pero he de decir (sí lo admito en público) que me encanta (con mayonesa casera).

Jajajaja! Me gusta el melón con jamón, en versión tradicional casera y en versión "tuneada" (sopa fría, bolitas, cucharas, etc).
Y me parto de la risa con la entrevista a esta pareja tan mal avenida, de los ni contigo ni sin ti. Casi me da un algo con ese final de "me quedo con éste, no sea que les dé por servirme con chorizo" ¡juassssssss!!!

Como aportacion adicional. El melon original de esta receta es Canteloupe. Y el jamon, jamon salado, sea de Bayona o de Parma. En ambos casos, y ademas del sabor, (la textura cuenta) el jamon va fileteado mucho mas sutilmente que el español. Es decir, el melon de Canarias y el jamon de jabugo juntos son una muy mala traduccion española del original europeo. Saludos. Jose

ups, pues eso mismo voy a comer yo hoy! Será viejuno, pero está bueno!

Sí que es viejuno este plato, hasta en alguna boda de principios de los '80 lo comí de entrante.
Yo he cambiado el melón por la piña, que ahora abunda, no como hace años que sólo se veía en navidad...!!

¿nadie recuerda la ternera mechada, ni el vitel tonné, como ejemplo de comidas viejunas, viejunas? creo que no llegaron a sobrevivir a los sesenta, pero aquel horror de lomo punzado y relleno de morrón, aceitunas, pepinillos huevo duro y no sé cuantas cosas más que se les ocurrían a las abuelas de entonces para hacer una comida de fiesta, esos son monumentos de la cocina camp

Al final va a terminar poniéndose de moda el término "viejuno", y lo bueno es que es algo que deberíamos apoyar. Toda la cocina tradicional es viejuna. ¡Pues viva lo viejuno! ¡Vivaaaaa!

Ese plato lo trajeron a España los turistas franceses a principios de los 60, y aquí nos hacíamos cruces. Este país pasó mucho hambre. El gazpacho que ahora tiene tantas variantes era lo que comían en campo jienense en verano, y no llevaba ni tomate ni pepino ni nada parecido, era pan, aceite agua y sal. En invierno comían pan y aceite... no había más, solo hambre.

Este plato se ha comido desde siempre en la zona española donde se ha cultivado el melón inmemorialmente, es decir, en las comarcas de La Sagra toledana y Las Vegas madrileña. Es un plato que refresca y sacia, momentáneamente, el estómago con lo que no es precisamente una delicadeza. Es viejuno cuando pretende ser algo "fino", pero perdurará en su zona tradicional.

El plato de Arcopal que sostiene en la foto a estos Pimpinella gastronómicos también se las trae... ¡¡Yo lo tuve en los 90!!

Si se me permite la pedantería, no soporto las cucurbitáceas. Me quedo con el jamón (ibérico).

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El Comidista

Sobre el blog

El Comidista trata todos los aspectos de la realidad relacionados con la comida. No sólo da recetas fáciles de hacer, habla de restaurantes accesibles o descubre los últimos avances en trastos de cocina, sino que comenta cualquier conexión de lo comestible con la actualidad o la cultura pop. Todo con humor y sin ínfulas de alta gastronomía.

Sobre los autores

Mikel López Iturriaga

es periodista y bloguero, y lo más decente que ha hecho en su vida es crear El Comidista en 2009. Escribe en EL PAÍS y habla en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser, después de haber pasado por Canal +, El País de las Tentaciones, Ya.com o ADN. Aprendió a guisar con su madre y, después, en la Escuela Hofmann, pero sigue siendo cocinillas antes que cocinero.

Mónica Escudero

es DJ, madre, escribe, cocina y pone la mesa para El País Semanal, ejerce de Comidista adjunta, y no necesariamente en ese orden. Dirigió las revistas Barcelonés y Madriz, y colaboró en medios como Marie Claire, SModa, Vanidad, Yo Dona o La Luna. Ha escrito A vueltas con la tartera, y lo que más le gusta es cocinar, la michelada y los gatos (pero no para comérselos).

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