La vida en el planeta de la comida

Por: | 29 de noviembre de 2011

Zesty mower
Cortacésped de rallardura. / CHRISTOPHER BOFFOLI

 

En el mundo fotográfico de Disparity hay señoras que rallan una naranja con una cortadora, investigadores forenses que analizan la muerte de una mora o asistentas que aspiran migas de una tarta gigante de chocolate. Esta intrigante serie de fotografías, firmada por Christopher Boffoli y construida con alimentos y minúsculas figuritas humanas de plástico, reflexiona sobre la relación de los estadounidenses con la comida, pero son su plasticidad y su sutil sentido del humor los que la han convertido en un hit en Internet. Y no sólo allí: las imágenes han sido publicadas en más de 80 países y se venden en galerías de arte de todo el mundo.

Boffoli comenzó a hacer pruebas para su serie en 2002, inspirado en el trabajo de los hermanos Chapman  y en los 'Travelers' de Walter Martin y Paloma Muñoz. Las primeras imágenes datan de 2006, y no ha dejado de producir hasta hoy. "Desde que mis fotografías se han hecho famosas por la Red este año, alguna gente me ha mandado enlaces de otros artistas que hacen cosas parecidas. No me han influido, porque no los conocía, pero no me sorprende la coincidencia: los juguetes y la comida son de las cosas más comunes del mundo. Pero es importante que la gente entienda que el mensaje de mi trabajo es único, a pesar de los parecidos", explica Boffoli por mail desde la ciudad en la que reside, Seattle.

Parte de ese mensaje consiste en llamar la atención sobre la sobreexplotación de los recursos en Estados Unidos. "La mayoría de los americanos tenemos acceso a un montón de bienes, pero con demasiada frecuencia no caemos en el verdadero coste de esta bonanza, en su efecto en el resto del mundo y en el medio ambiente. Cuando ve una de mis imágenes, la gente podría decir: '¡Quiero ser esa personita que está sentada al lado de un bizcocho de chocolate 10 veces más grande que yo! ¡Quiero comerme un muro de chocolate! Pero en realidad, cuando tenemos demasiada abundancia de algo que nos gusta, nos cansamos de ello rápidamente. A veces la escasez de algo lo hace más dulce".

Blackberry C.S.I.
'CSI de mora'. / CHRISTOPHER BOFFOLI

 

Cereal ball pit
El pozo de las bolas de cereales. / CHRISTOPHER BOFFOLI

 

Para Boffoli, los estadounidenses tienen una relación disfuncional con la comida. Cada año producen montañas de libros de cocina fantásticos y pueden ver canales dedicados por completo a la cocina. "Y sin embargo, muchos niños están tan acostumbrados a comer comida procesada que no saben ni identificar las verduras cuando las ven. Demasiados de nosotros comemos mala comida en cadenas de restaurantes o peor aún en casa".

Por suerte para el espectador, en la obra del fotógrafo la crítica llega bañada en cierto sentido del humor. Boffoli es consciente de que sus imágenes triunfan gracias a las sonrisas que despiertan, pero no le gusta que el público se quede ahí. "Es un gran logro entretener a la gente, pero si eso es todo lo que les llega, en algo he fallado, puesto que es el mensaje profundo lo que me importa. Hacer reír es fácil, pero a veces es mejor hacer pensar o sentir".

El artista se queja de que el uso sin permiso de sus imágenes en Internet contribuye a que pierdan parte de su sentido. "Por un lado está bien que la gente publique mis fotos porque les gustan y las quieren compartir con sus usuarios, pero por desgracia muchas veces sólo lo hacen para tener contenido gratis, conseguir tráfico e ingresos publicitarios. Más allá de que lo hagan sin mi permiso, me parece frustrante que se presenten como algo gracioso sin explicar su contexto o su intención".

Chocolate crumb vacuum
Aspiradora de migas de chocolate. / CHRISTOPHER BOFFOLI

 

Green bean sawmill
Aserradero de judías verdes. / CHRISTOPHER BOFFOLI


Rice funeral
Funeral de arroz. / CHRISTOPHER BOFFOLI

 

Para construir sus fantásticas imágenes, Boffoli trabaja siempre con productos reales. "Hay mucho engaño en la fotografía comercial de comida, en la que la cola puede sustituir a la leche porque sale más blanca. Pero a mí sólo me gusta usar cosas comestibles. Ni siquiera utilizo pegamento para fijar las figuras en la comida, sino sirope de agave u otros alimentos pegajosos". Por si fuera poco, la comida suele ser de temporada. "Suelo ir al mercado y mirar qué tiene buen aspecto. Me lo llevo a casa, lo limpio, lo corto y lo arreglo. Después empiezo a colocarlo de forma que quede bonito ante la cámara. Sólo entonces eligo las figuritas y empiezo a considerar cómo disponerlas sobre la comida".

A pesar del mal tiempo habitual en Seattle, el fotógrafo también procura usar siempre luz natural, porque cree que es la mejor para subrayar la belleza y el color de la comida. Afirma que crear imágenes para esta serie puede ser muy tedioso, pero resulta más fácil de lo que parece. "Las figuras miden menos de 20 milímetros y mis manos son bastante grandes. Es difícil colocarlas. A veces, la combinación de figuras y comida no funciona, y hay que cambiarlo todo. Sin embargo, otras veces todo fluye y sale muy rápido".

Más allá de la dificultad técnica, hay algo en las imágenes de Boffoli que no sólo atrae de inmediato la atención, sino que genera una fuerte empatía en el espectador. Para el autor, la capacidad evocativa de su obra está relacionada con las muchas referencias culturales de "gente pequeña en mundos grandes" que manejamos. "Cuando yo era un crío en los ochenta, había un montón de series y películas de ese estilo, pero la idea viene de más atrás, de las películas de ciencia-ficción de los cincuenta, con insectos enormes que cazaban a personas diminutas. Y por supuesto, si miramos aún más atrás, están los habitantes de Liliput de Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift en el siglo XVIII". 

¿Y por qué fascina tanto al ser humano la visión de gente minúscula en un mundo sobredimensionado? "Quizá porque cuando somos niños vivimos en un mundo que no está a nuestra escala, con los adultos alrededor. Y también de niños jugamos con juguetes que replican cosas grandes como coches, trenes o aviones a pequeña escala".

Hay 51 Comentarios

Que risa, buenísimas! :D

le monde miniature de Sasgarion :

http://oyats.over-blog.com

las fotos son chulísimas, pero, leñe, vaya tío más plata con lo de su mensaje, que cansino

Cuánto de lo que ellos hacen allí muchos ya lo hacen aquí. Pero aquí no lo llaman sobrexplotación sino "lo normal". No critiques a la industria cárnica porque siempre saldrá alguien diciendo "el cerdito más bonito es el que me comí antes de ayer" o "pobrecitas las zanahorias ¿es que ellas no sufren". No dan para más, el problema es que acabarán con todo.

Muy divertida está idea de sacar las cosas de contexto. Me encantan los colores. Por cierto, en EEUU se come muy bien, hay de todo y uno puede elegir comer lo quiera igual que en todas partes. A mí me encantan las pastelerías de España sobre todo los merengues que los echo mucho de menos.

A mi tambien me gusta hacer montajes con muñequitos en miniatura, pero yo los hago con cosas viejas que encuentro en la playa. Tengo que probar con alimentos.
http://50maneras.blogspot.com/

las fotos me gustan y la escritura sobre la pobreza tambien

"La vida en el planeta de la comida mala", sería el titular correcto. Vivo en los USA y alucino que en las fotos salgan frutas y verduras, como si fuesen alimentos habituales por aquí. Echo de menos en las fotos las hamburguesas, las pizzas, los perritos calientes o los donuts. En resumen, una oportunidad perdida de hacer una crítica constructiva y necesaria a ese desaguisado que es la dieta yanki. Este artículo parece una gracieta ñoña, solo que sin gracia. Porque a arte tampoco llega. Habrán pagado una pasta a El País por publicitar a los autores??

ME ENCANTAAAAAAAAA......

La del césped es transexual. Fijaos bien que lleva bulto y no es un tumor. Gracias, Patricia por dar el queo.

Patricia, el del cortacesped tiene tetas. Creo que has visto sexismo donde no lo hay. Además no sé si las figuritas las hace este hombre o las compra en tiendas de maquetas. Si las compra, te apuesto lo que quieras a que le resultará imposible encontrar una de una mujer aserrando. Puede que eso sea sexista, pero qué quieres que te diga? Yo no he serrado un árbol en mi vida, y sí que he cortado el césped, pasado el aspirador, llevado a un niño en brazos... Hombre, tampoco he procesado una escena del crimen, si te digo la verdad.

El CSI de mora es brutal, jaja... mmm, me han entrado ganas de tomarme mi zumito de naranja

http://www.ingenioconsaboralaca.com/2011/05/el-zumito-de-naranja.html

Además, Patricia, me parece que el sexismo está más en tus ojos que en otro sitio. ¿Te has fijado bien? El "cortador de césped" es en realidad la "cortadora de césped"?
---
¿Dónde está el prejuicio? ¿En la foto o en tu cerebro?
***

me ha gustado mucho las fotos

Patricia, ¿y tú qué sabes si el artista es sexista o no? Ha escogido esas opciones por su imaginario, del que no tiene por qué sentirse culpable. Me parece que hay que tener un poco de tolerancia y sentido común, y no estar siempre sacándole punta a las cosas. A mí me parece un práctica artística delicada, minuciosa y bella al fin.

¿Por qué ñas mujeres siempre están representadas limpiando? ¿Por qué los hombres serrando, pasando la máquina del cesped? Unas fotos muy "in" y muy sexistas también.

Me parecen unas fotos frikis que no aportan nada.

Además del mensaje ecológista interesante, el recurso creativo es muy resolutivo. El blogero Sweet Paul, lo ha usado también en su última revista, pero su intención aquí es más bien estética.
www.sweetpaulmag-digital.com

Un saludo,
gourmetsterribles.com

¡Qué interesante la obra e ideas de este Boffoli! Su crítica de la abundancia.

Lo pequeño es a veces lo más grande. Original este mundo liliputiense.

Nos encanta porque ver las cosas desde otro punto de vista enriquece siempre... y más desde arriba ;) Lindas y mágicas fotos que también nos hacen pensar en el mensaje que quiere transmitir el artista. Muy interesante y cargado de razón...
www.porfincocinaras.com

Ay Mikel, que te me pones artístico y me tocas el corazoncito. Y encima con espíritu de maqueta: yo que me veo las expos de arquitectura como el verbo intentando averiguar qué se ve a través de esas ventanas de peep show.
El CSI de mora es bueniiiiiisimo!

Fascinante

Me encantan las fotos. Están super conseguidas :)

Me han encantado las fotos y la entrada Mikel! Sobre todo la foto de las judías verdes... :-) Si ayudan a que reflexionemos y nos acerquemos a una alimentación más sensata, cuidada y cercana... bienvenidas sean! Saludos! Raquel

Buenas las fotos! Interesante reflexión la de la abundancia...
http://www.losbonvivant.com/

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Sobre el blog

El Comidista trata todos los aspectos de la realidad relacionados con la comida. No sólo da recetas fáciles de hacer, habla de restaurantes accesibles o descubre los últimos avances en trastos de cocina, sino que comenta cualquier conexión de lo comestible con la actualidad o la cultura pop. Todo con humor y sin ínfulas de alta gastronomía.

Sobre los autores

Mikel López Iturriaga

es periodista y bloguero, y lo más decente que ha hecho en su vida es crear El Comidista en 2009. Escribe en EL PAÍS y habla en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser, después de haber pasado por Canal +, El País de las Tentaciones, Ya.com o ADN. Aprendió a guisar con su madre y, después, en la Escuela Hofmann, pero sigue siendo cocinillas antes que cocinero.

Mónica Escudero

es DJ, madre, escribe, cocina y pone la mesa para El País Semanal, ejerce de Comidista adjunta, y no necesariamente en ese orden. Dirigió las revistas Barcelonés y Madriz, y colaboró en medios como Marie Claire, SModa, Vanidad, Yo Dona o La Luna. Ha escrito A vueltas con la tartera, y lo que más le gusta es cocinar, la michelada y los gatos (pero no para comérselos).

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