Cuatro pequeños gestos para cambiar el mundo desde la cocina

Por: | 18 de julio de 2012

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Producción de cacao en Bolivia. / PATRICIO CROOKER-INTERMÓN OXFAM

 

Supongo que a nadie le sorprenderá saber que el sistema alimentario mundial es un desastre. No es una sensación ni una opinión: es un hecho. Mientras mil millones de personas pasan hambre, en los países industrializados más de la mitad de la población sufre sobrepeso y un tercio de la comida se va a la basura. La vida de los productores a pequeña escala y de los consumidores cada vez es más complicada por los vaivenes de los precios, y los efectos en el medio ambiente de todo el tinglado alimentario ni son positivos ni auguran un futuro demasiado feliz.

La solución al problema no es fácil. Y creo que si esperamos a que los gobiernos o las grandes empresas den con ella, lo llevamos claro. Por eso me parece interesante la campaña que Intermón Oxfam pone hoy en marcha bajo el nombre de CRECE, que apunta a lo que podemos hacer en casa para cambiar la situación. "Los que compramos, cocinamos y comemos los alimentos somos más poderosos de lo que creemos", aseguran en la ONG. "Si juntos decimos que queremos esto en lugar de aquello, nos convertimos en una fuerza que afecta al sistema. Los poderes existentes no pueden ignorarnos: o se adaptan para satisfacer nuestras demandas o, de lo contrario, otros ocuparán su lugar".

Estas afirmaciones pueden parecer muy teóricas, pero la iniciativa no se va por las ramas. Crece explica cuáles serían los efectos concretos de cinco sencillos actos, basándose en un estudio realizado en áreas urbanas de dos países desarrollados (Estados Unidos y Reino Unido), tres en desarrollo (Brasil, India y Filipinas) y uno en vías de subdesarrollarse (España).

No dejar nunca que se estropee la fruta

Una de cada seis manzanas que se venden en los seis países analizados en el estudio acaba en la basura. Es decir, 5.300 millones de manzanas al año. Toda esa fruta desaprovechada no es inocua: "La energía y los fertilizantes que se emplean para cultivar, recolectar, transportar y empaquetar todas esas manzanas tienen efectos sobre la atmósfera y el medio ambiente y ejercen una presión innecesaria sobre el sistema alimentario", dice el informe. "Este desperdicio sería responsable por sí solo de tantas emisiones de gases de efecto invernadero como las que generaría quemar 10 millones de barriles de petróleo".

Si compramos solo las manzanas que necesitamos, las conservamos en bolsas en la nevera y nos preocupamos de consumirlas todas, "estamos ayudando a proteger la capacidad de los agricultores de suministrarnos los alimentos que necesitamos", asegura Intermón Oxfam. Obviamente, las manzanas son sólo un ejemplo aplicable a todos los productos frescos: a nadie le gusta tirar comida, pero debemos hacer un esfuerzo por repudiar más aún esa práctica nociva y antieconómica. 

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Logo de la campaña CRECE. / INTERMÓN OXFAM

 

Comprar chocolate de comercio justo

Con que dos de las tabletas de chocolate que compramos al mes fueran de comercio justo, sólo en las zonas urbanas de Brasil, España, el Reino Unido y EEUU se venderían cada año más de 12.500 millones de tabletas. La venta de ese chocolate ayudaría a la gente que trabaja en 90.000 explotaciones agrícolas de cacao a pequeña escala. "El comercio justo puede transformar las vidas de las personas de los países en desarrollo", asegura el informe. "Ayuda a esas familias a salir de la pobreza, a lograr una independencia económica y a tener acceso a la propiedad. Fortalece a los pequeños productores para mejorar su acceso a los mercados, y asegura que los compradores actúen teniendo en cuenta su bienestar social, económico y medioambiental".

¿Y cómo es la vida de los productores si el comercio es injusto? Pues para decirlo en plata, muy puta, en buena parte por los vaivenes cada vez más frecuentes de los precios. Cuando bajan cobran menos, y cuando suben, los beneficios se suelen quedar en los intermediarios. "El comercio justo ayuda a garantizar que, incluso en esta situación, tengan dinero para poder comprar alimentos para sus familias y establezcan planes a largo plazo para sus explotaciones", explica el informe. Que, por cierto, incorpora un mal dato para España: más de la mitad de la población no compra nunca o casi nunca café de comercio justo, frente al 40% de Gran Bretaña o el 20% de Brasil.

3. Ahorrar energía al cocer verduras

Reducir en un 70% la cantidad de energía que empleamos al cocer una verdura es sencillo. Basta con seguir tres normas: utilizar sólo el agua suficiente para cubrirlas, usar una cazuela baja y taparla, y reducir el fuego cuando empiece a hervir. Si todos los hogares urbanos de España y los otros países analizados por el estudio llevaran a cabo estos pasos, se ahorrarían cada año más de 30 millones de megavatios-hora de energía. "El beneficio para el medio ambiente sería aún mayor que si cada uno de estos hogares plantara la semilla de un árbol y la dejara crecer durante 10 años", dice el informe. Hablamos de 540 millones de árboles.

Otro frente es el de los electrodomésticos encendidos en reposo. "Hasta la mitad de la electricidad que utilizan los microondas, por ejemplo, se puede gastar en el reloj que llevan incorporados, en lugar de para calentar alimentos". Yo ya he desenchufado el mío, horrorizado tras conocer este dato.

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Maíz listo para ser molido en Guatemala. / PABLO TOSCO-INTERMÓN OXFAM

 

4. No tomar carne en una de las comidas semanales

En alguna ocasión he hablado de la iniciativa Lunes Sin Carne, y de mis dificultades para seguirla por mi pésima memoria. Lo que sí he logrado es reducir de forma notable mi consumo de este alimento, algo que mi salud, mi bolsillo y mi planeta me agradecen. Según Intermón Oxfam, si los hogares urbanos de EEUU, el Reino Unido, España y Brasil tomaran una comida sin carne una vez a la semana, cambiando la carne de vacuno por legumbres, se criarían cada año cerca de nueve millones y medio menos de vacas. "Eso significaría que se dejarían de producir más de 900.000 toneladas de metano al año [generado por los gases de los animales y su estiércol], lo que tendría el mismo impacto en el medio ambiente que si se quitaran 3,7 millones de coches de las calles durante un año".

Nos podemos tomar a risa lo de los pedos de las vacas, pero el ganado es responsable del 18% del total mundial de emisiones de gases de efecto invernadero. Por si fuera poco, la ganadería también emplea una enorme cantidad de agua: "Cerca de un 8% del uso mundial de agua que realizan los seres humanos se destina a cultivar alimentos solo para las reses".

Si comparamos, producir medio kilo de carne de vacuno requiere 6.810 litros de agua, mientras que cultivar la misma cantidad de alubias sólo requiere 818. 6.000 menos en una sola comida. 17 bañeras llenas hasta el borde. "Elegir alubias en lugar de carne puede ayudar a aliviar la inmensa presión a la que ya se ven sometidos nuestros recursos hídricos y contribuir a garantizar el suministro de alimentos seguros para el futuro de todo el mundo", explica el estudio.

Ademas de estos cuatro gestos, Intermón Oxfam recomienda consumir productos locales y de temporada. No insistiré demasiado porque en los dos años que lleva online este blog ya he dado suficientemente la caca con este asunto. Sólo diré que no hacerlo es una absoluta memez: lo estacional sabe mejor, es más barato y castiga menos el medio ambiente. Esto no significa renunciar a los alimentos lejanos si es que no se producen en tu región: es una cuestión de puro sentido común.

Hay 86 Comentarios

Siempre decimos que la comida que sale cara es la que se tira.
La campaña más larga que va a tener IO hasta ahora.
Esperamos que la gente la entienda y se sume a ella.
Un saludo

Estupendos consejos!! ¿Te puedo copiar el artículo en mi blog? Por supuesto citándote y poniendo un enlace al tuyo. Un saludo!!

Amén hermano!

La campaña lanzada, creemos que va a hacer reflexionar a mucha gente, pensando seriamente que hay personas que no comen ni 1 sola vez al día.
Y sobre la carne… quien dice que casi no come -o come 1 o 2 veces por semana- piensan en los embutidos, los enlatados y los envasados que comen a la semana… eso también es carne aunque no lo crean.
Y el lunes sin carne es interesante Mikel aplicate que hay que dar ejemplo :-))
Un saludo

¿Pero es que hay gente que come carne TODOS los días? ¡Qué barbaridad!

Yo voy más lejos. Como mucho, como carne O pescado un día en semana. Con el tipo de vida que llevamos en occidente eso es más que suficiente para cubrir nuestras necesidades de proteína animal.
Además, desde hace años no consumo nada de fruta ni verdura que no sea de proximidad. Por supuesto eso conlleva sacrificios: en invierno no se comen tomates, y en verano no se comen manzanas. Pero, ¡coño!, es lo lógico ¿no?

Y al que dice que la dieta de los 100 km es una estupidez... bueno, puedes pensar lo que quieras, de todos modos tendrás que acostumbrarte a ella cuando el precio del combustible sea tan estratosférico que consumir aguacates caribeños te saldrá por un ojo de la cara. Mientras tanto, algunas personas tratamos de hacer algo para no ir directos al desastre ecológico al que nos conduce gente como tú.

Ah!! y, por supuesto, añadiría lo de cultivar un huerto. En macetas, como sea. Aprender a producir aunque sea algo de lo que comemos. Es un pequeño gesto de gran impacto.

Buenísima la clasificación de país en Subdesarrollo...

Muchas gracias Mikel!! Muy buen post.

Una cosa más, NO dejemos que nuestros mercados tradicionales se mueran, o se conviertan en atracciones para turístas.

Muchas gracias de nuevo!

http://cocinaorientalgurumasala.blogspot.com.es/2012/07/ma-po-tofu-tofu-braseado-al-estilo-de.html

Siempre tan compromentido, gracias Mikel, eres de los pocos.

Personalmente creo que deberíamos reducir mucho más el consumo de carne que eso, pero por algo se empieza.

Me encanta esta entrada, su valor didáctico y a nivel personal me ha chiflado ponerme cruces en casi todo!Sólo añadiría una cosa más, ahora que es verano y nos vamos de vacaciones...

NO DEJEN NADA EN EL CONGELADOR, Y MENOS CARNE!!!

(sí, tengo el disgusto reciente)

A C.

También sin ánimo de polémica. Para mí no es una cuestión de cargarse a Nestlé ni nada por el estilo. Pero sí una cuestión de replantear ciertas cosas.

Nestlé y otras compañías pueden controlar, por ejemplo, el precio que pagan por la materia prima al productor, que sospecho será bastante bajo, so pena de no vender nada. Así que, en general, a los productores no les queda mucha más alternativa, a no ser que puedan encontrar un canal de distribución directa o de comercio justo. (otro ejemplo, los productores de naranjas que venden directamente por Internet, frente a lo que pueden ganar con las grandes distribuidoras).

Lo que quiero decir es que ante estas compañías los pequeños productores no tienen ningún poder, a no ser que puedan abrir una vía de distribución competitiva (en suma, que no estén prácticamente obligados a vender su producto por un precio de miseria), como puede ser la del comercio justo o la venta directa, que les otorgue poder de negociación.

Por otro lado, está el factor de la economía de escala, que permite a Nestlé y a otras compañías, producir mucho más barato por poder producir masivamente. Y luego está la manipulación de precio final que pueden hacer para posicionar un producto, incluso vendiendo por debajo de coste para conseguir cuota de mercado.

En suma, el problema para mí no es que Nestlé haga negocio, sino que lo haga de manera que productores o incluso competidores, no puedan ganarse la vida.

Las iniciativas de comercio justo son una manera, pero yo no las veo como limosna, ya que no se trata de subvencionar, sino de que pequeños productores puedan desarrollar una forma de vida y obtener unos beneficios dignos a cambio de su trabajo. Lo alternativa que tienen es malvender lo que producen.

Gracias por hacernos pensar un poco...es verdad, simples gestos pueden hacer grandes cambios, pero los hábitos son !tan dificiles de modificar!...poco a poco. bss Acaramelada

Buenas!
Muy interesante este artículo, sobre todo porque nos hace pararnos y reflexionar el qué estamos haciendo con el mundo y qué queremos hacer con él a partir de ahora y lo más importante que es lo que vamos a hacer "ya" para arreglar o al menos intentar paliar lo que le hemos hecho de aquí para atrás.
Algunas cosas que has nombrado las sabía, otras las suponía y el resto me han sorprendido.Me considero una persona cívica y me gustaría dejar para mi hija un mundo algo mejor del que nosotros nos hemos encontrado. Así que las cosas que no sabía y que ahora gracias a ti conozco, pienso ponerlas en práctica a partir de ya. Por ejemplo lo del reloj del microondas que pienso desenchufar ya!!
Gracias por despertar nuestras conciencias!
Saludos!

Yo ya le compro las naranjas directamente al agricultor.

Dos cosas. Una sobre la proximidad: No seamos dogmáticos. Un sindicalista minifundista de 70 años del Caribe colombiano me dijo una vez que ellos no querían "ayuda", ellos querían vender sus aguacates sin aranceles en Europa. Creo que siempre que la soberanía alimentaria esté garantizada, el comercio no hace mal a nadie. Estamos muy mal educados con el cuento del plátano canario: Si la agricultura canaria tiene que vivir de un monocultivo mal vamos.

La otra cosa...en Marte debe haber vacas bajo la arena.

Buenas tardes amigos!
Hoy me ha gustado mucho el articulo, es cierto que si la humanidad en si misma fuera mas inteligente no habriamos llegado al punto en el que estamos, segun dicen los expertos, muy pronto sin retorno, asi que dudo mucho que ahora todos y cada uno de nosotros nos mentalicemos y cambiamos dichos habitos, para mi son cosas de sentido comun... Calcular para no tirar absolutamente nada a la basura, esta claro que a nadie le gusta tirar nada a la basura, pero es que vamos, he leido por ahi que hay una persona que espera a que se ponga la fruta pocha para poder tirarla sin cargo de conciencia... estamos locos o que? porque no tiras un billete de 20€ a la basura, o no, mejor prendele fuego primero para que no te de remordimiento... yo la verdad es que no lo entiendo... si no consumis mucha fruta o verdura, pues comprar poca cantidad... no se, haya cada cual con su bolsillo, yo desde luego no tiro nada! y si se pone madura, mermelada, bizcochos o zumos!...
Lo del microondas cierto que nunca lo he hecho, pero ya esta apagado, jejeje, es la hostia, porque uno no lo piensa, es verdad que el micro hay dias que ni lo uso, normal que solo el reloj gaste tanto comparado con su gasto en funcionamiento!
Mikel, hay cosas que me parecen autenticas utopias, y se si hicieran tal y como tu comentas, descompensarias otras cosas por otro lado... pero bueno, muy de acuerdo con casi todo, hoy me ha encantado el articulo!
Un saludo a todos amigos!

Estimado "ogan", te recomendaría que te informaras acerca de la parida que acabas de decir. La FAO ha admitido que una dieta vegetariana es necesaria para frenar la deforestación y el cambio climático. Busca el Youtube "meat the truth".
Esto de la carne (y pescado) es algo que muy pocos saben y otros tantos ridiculizan. Pura ignorancia.
Soy vegetariano. Un saludo.

Recomendaciones para tener en cuenta y no empeorar más el estado del planeta, algunas nos acompañan hace tiempo y otras las vamos trabajando. Os dejo una receta sencilla que reúne alguna de estas ideas: es vegetal, ayuda a recuperar algunas hortalizas que amenazan con suicidarse en la nevera, suelen ser de huerta de proximidad y permiten hacer conservas cuando son abundantes y están en su mejor momento. Buen provecho.
http://persucar-hipa.blogspot.com.es/2012/01/samfaina.html
Saludos

Bueno, Mikel, ya solo me queda decirte que te amo (blogueristicamente hablando), porque parece compartimos las mismas preocupaciones y porque tus recetas salen riquísimas (acabo de probar una versión de la ensalada de sandia light con lo que pillé por casa y ha salido rica, la original seguro que mejor aún).

Bueno, basta de peloteo. Solo unas pequeña aclaraciones, el problema del metano no es por los pedos de las vacas, es por los eructos. Al ser rumiantes su estómago es una especie de reactor bioquímico con sus bacterias trabajando para sacarle todo el jugo a la hierbecita que comen, de resultas sale el metano y logicamente les sale más facil eliminarlo por la boca que por el ano. Lo de hierbecita es un decir, porque a dia de hoy salvo escasíiisimas excepciones que salen por un pico, las vacas de carne se alimentan de pienso y un poco de paja por eso de la fibra. No estoy de acuerdo en que se les de de comer mierda, aunque depende de se opine sobre la soja y el maiz transgénicos que forman parte de su ración. Lo que tendría yo que investigar es si comiendo pienso sueltan más metano.

Respecto a lo de no comer carne, hay que acordarse de que los embutidos (jamon de cerdo o de pavo, salchichas, etc) también contabilizan como carne, no solo los filetes de ternera. Y es más, las granjas de cerdos y aves también comen y cagan. Ah, y si lo que preocupa es el metano, las vacas de leche también lo producen.

Por lo demás, enhorabuena por la entrada. voy a compartirla ahora mismo en el facebuque, si puedo con una foto que va que ni pintada.

Y para fomentar el consumo de verduras de calidad, de temporada y de kilómetro cero (es decir que sean de cerca de nuestra casa para minimizar las emisiones de CO2)... ¿qué tal la alternativa de huertos urbanos, en casa, en la terraza, ecológicos, comunitarios, etc.?

Lo del día sin carne es una verdadera imbecilidad. En lugar de dejar de comer carne una vez a la semana, mejor compra carne que haya sido alimentada EXCLUSIVAMENTE con pasto. El problema del metano no viene de la pobre vaca, viene de la mierda que le dan para comer.


Veo que hay gente que come carne más de un día a la semana y que gasta el chocolate y el café una vez al mes.
Del café de comercio justo puedo decir que está bien bueno y a precio competitivo.
Y que como ya han dicho, el punto 1 debería ser no consumir agua embotellada.
Aunque no creo que con eso cambiemos el mundo. Yo apostaría por no pagar la factura de la luz y del teléfono, todos a una. Las infraestructuras son Españolas, pues que no nos cobren. Devolvíamos el "préstamo" cagando leches.

fe de erratas: abría restaurante

Lo de la dieta de los "100 kilómetros" es muy chistoso. Quiero decir esa dieta, nada menos, que los habitantes de Madrid, además de aguantar los pobreticos lo que aguantan, no pueden comer ¡pescado! Nada menos. Me recuerda al tristemente fallecido Santi Santamaria que, mientas prconizaba esa historieta de los 100 km. habría restaurante en Dubai que, como todos sabemos, es el paraíso de la dieta de los 100 km: joroba de camello con jugo de tierra del desierto al aroma de petróleo, debería haber sido su plato estrella. Lo de los 100 km es la cosa más impostada, falsa y antieconómica del mundo, además de injusta, por cierto. Se trata de comer bien, balanceado y si el producto es de cerca pues muy bien y si es de más lejos, pues qué se le va a hacer.

Han olvidado un punto: hervir los alimentos sólo hasta que estén cocinados, sin dejarlos abandonados sobre el fogón hasta que se pasan o incluso se queman!! Cada alimento tiene su tiempo de cocción y hay que respetarlo por el bien del plato y del medio ambiente

Gracias Mikel!! Muchas son recomendaciones de "sentido común", que parece que como sociedad hemos olvidado!!! Nos comportamos como "nuevos ricos", pensando que los recursos son ilimitados, tirando comida, malgastando recursos...

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Sobre el blog

El Comidista trata todos los aspectos de la realidad relacionados con la comida. No sólo da recetas fáciles de hacer, habla de restaurantes accesibles o descubre los últimos avances en trastos de cocina, sino que comenta cualquier conexión de lo comestible con la actualidad o la cultura pop. Todo con humor y sin ínfulas de alta gastronomía.

Sobre los autores

Mikel López Iturriaga

es periodista y bloguero, y lo más decente que ha hecho en su vida es crear El Comidista en 2009. Escribe en EL PAÍS y habla en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser, después de haber pasado por Canal +, El País de las Tentaciones, Ya.com o ADN. Aprendió a guisar con su madre y, después, en la Escuela Hofmann, pero sigue siendo cocinillas antes que cocinero.

Mónica Escudero

es DJ, madre, escribe, cocina y pone la mesa para El País Semanal, ejerce de Comidista adjunta, y no necesariamente en ese orden. Dirigió las revistas Barcelonés y Madriz, y colaboró en medios como Marie Claire, SModa, Vanidad, Yo Dona o La Luna. Ha escrito A vueltas con la tartera, y lo que más le gusta es cocinar, la michelada y los gatos (pero no para comérselos).

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