Los 10 platos más sobados del momento

Por: | 25 de julio de 2012

Carrilleras-puré-patata-manzana

Sobredosis de carrillera. / AINHOA GOMÀ

 

¿No tenéis la sensación de que todos los restaurantes sirven los mismos platos? Yo, a veces, sí. Exagero, claro: no son todos. Pero la repetición inmisericorde de la ensalada de rúcula con queso de cabra, el gazpacho de cualquier fruta que no sea tomate, las carnes a baja temperatura, el foie de mil maneras, la torrija caramelizada, el coulant de chocolate y demás topicazos que se repiten sin cesar en la mitad de las cartas de este país es preocupante. Y más preocupante aún es que te los encuentres en cualquier punto de la geografía española, desde los centros de las grandes ciudades a los pueblos más remotos de cada provincia, en perjuicio de especialidades locales mucho más apetecibles.

Es lo que el cocinero Xesco Bueno llama "la nueva cocina popular" o "la dictadura del tiramisú". "El virus de los platos mutantes está colonizando los restaurantes", afirma Bueno en su blog, Gastromimix. "Lo malo no son los platos en sí, que bien ejecutados pueden ser verdaderas joyas de la gastronomía. Lo malo son las libres interpretaciones y las versiones comerciales al por mayor que tanto abundan en las casas de comida". No puedo estar más de acuerdo.

Yo añadiría que todo se enmarca en la atroz tendencia a la uniformidad hacia la que camina nuestra alimentación. Siempre han existido modas en lo gastronómico, pero nunca habían sido tan invasivas y omnipresentes. Aparte de que cada vez estemos más intercomunicados, me da que el fenómeno está relacionado con la infantilización progresiva del paladar del español medio (recomiendo la lectura de este artículo de La Vanguardia sobre el asunto). El abanico de sabores que admite el personal se estrecha por momentos a causa de la mala educación alimentaria. Y los restaurantes no hacen más que reaccionar a lo que sus clientes demandan.

Pero no nos pongamos demasiado intensos. Vamos con la disección de los 10 platos más sobados del país, seleccionados por cinco personas que saben mucho de restaurantes.

Huevo a baja temperatura

¿Existe algún restaurante con aspiraciones gastronómicas que no haya integrado los huevos a baja temperatura en su carta? Carlos Maribona, crítico de ABC y autor del blog Salsa de Chiles, cree que no. "A 63 grados un huevo cuaja su clara pero no su yema. Es el huevo a baja temperatura", explica. "Con la roner se hacen perfectamente. Maravilloso invento que abrió nuevas posibilidades en la cocina. Maravilloso hasta que a todos los cocineros, sin excepción, les dio por incorporarlos. Y como siempre, del todo a la nada y viceversa. ¿Recuerdan aquellos deliciosos huevos pochados? Parece que los hemos perdido para siempre sepultados por esta nueva plaga".

Ensalada templada

La bloguera, twittera y agitadora gastronómica Garbancita dispara contra un invento inexplicable: la ensalada templada. "Llegó a nuestras vidas con el mismo ímpetu que el paté con mermelada, y en medio del frenesí gastronómico nadie se paró a hacer la más importante de las preguntas: ¿por qué? ¿Qué oscura necesidad ha llevado a la humanidad a mezclar alimentos calientes con delicadas lechugas que se ponen lacias al más mínimo contraste de temperatura?", se pregunta. "Para terminar de rematar este sindiós culinario, vamos e intentamos aportarle aristocracia al plato con un puñado de gulas. Pocos son los restaurantes que han resistido a ponerlo en su carta, y muchos menos los que lo han quitado. Esperemos que los mayas se encarguen de hacer justicia.

Foie

"La plaga del fuagrás poêlé no remite", asegura el crítico gastronómico de El Periódico Pau Arenós. Y vive Dios que tiene toda la razón: nadie parece saturarse de este producto que en pequeñas dosis es una delicadeza, y en grandes, un empalago insoportable. "Siempre hay un chef que se aferra al hígado como un descubrimiento y, en esa epifanía, sugiere alguna mermelada, de higos a tomate, para compensar lo graso. Un ejercicio hepatítico y cansino. Y peligroso: si la víscera no es de primera calidad, el charco de líquido amarillento convertirá el plato en una marisma".

Carpaccio de todo lo 'carpacciable'

Primero fue la carne. Luego el bacalao. Después la sandía. Y finalmente, todo alimento finamente fileteable que se ponga por delante. "Lo carpacciable se extiende por las cartas de los restaurantes inexorablemente", afirma Xesco Bueno. "Todo aquello que se pueda enrular, congelar y laminar es digno de presentar como carpaccio. Las más de las veces le acompaña un insulso aliño y las también omnipresentes virutas de parmesano".

Los espaguetis y el pollo con patatas del menú infantil

Txaber Allué, videobloguero y alma de El Cocinero Fiel, apunta a un territorio fuera de las miradas de los gourmets, pero pasto de la repetición más desvergonzada: la comida infantil. "Me gusta que mi hija Nora me acompañe a los restaurantes", relata. "Aunque come bien, tiene siete años, así que no tiene mucho sentido que le pida un plato de adulto. No puede con él y pagar por pagar es tontería. Así que las opciones se limitan al menú infantil. ¿Son una versión de la carta convencional con dosis más pequeñas? No, con suerte hay dos primeros y dos segundos para elegir, y los espaguetis o los macarrones con tomate son todo un clásico. En ocasiones hay suerte y están bien, pero habitualmente, como es para los niños, no es más que pasta pasada de punto con tomate de bote".

Otra desgracia clásica del menú infantil es el pollo con patatas. "Lo cierto es que puede ser una maravilla de plato. Un buen pollo a l'ast, especiado y jugoso, con patatas de verdad, nada de congeladas, fritas con aceite de oliva no muy usado. Se me hace la boca agua. Pero como es para los niños... Una buena montaña de patatas congeladas junto a un trozo seco de pollo. Así que, teniendo en cuenta que hay muchas excepciones, en general el menú infantil es una asignatura pendiente".

Carrillera

Siempre he defendido la recuperación de piezas cárnicas olvidadas en tiempos de bonanza. Pero coincido plenamente con Carlos Maribona en que lo de la carrillera ha llegado demasiado lejos. "Nos gusta, y mucho, la casquería", afirma. "Nos gusta, y mucho, la carrillera o carrillada. No nos gusta nada el abuso que se ha cometido con ella hasta vulgarizarla. De bocado exquisito y casi exclusivo a la saturación absoluta. No hay carta que se precie sin carrilleras de cerdo, de ternera o de buey. Estofadas, con queso, al vino tinto, al oporto, a la cerveza, con arroz, con puré de patata, en hamburguesa... Hasta los restaurantes orientales la han incorporado en variantes con curry. Eso sí, se habrán percatado de que en los últimos tiempos todas las carrilleras son “de ibérico”. ¿Hay tantos cerdos de esta raza? Mucha cara (carrillera) es lo que hay".

El crítico atribuye el exceso a tres factores: "Es un plato agradecido que gusta prácticamente a todos (menos a los vegetarianos, claro); son relativamente fáciles de trabajar en la cocina y, por encima de todo, son un producto muy barato. Ahí es nada".

Vieiras

"La vieira es buena, barata y regular: por eso es tan habitual en el restaurante soy-un-pelín-moderno", defiende Pau Arenós. En efecto, el molusco se ha extendido en la restauración como el mejillón cebra por el Ebro. "La vieirización es epidémica, algo menos dañina que el ébola. No hay degustación sin la preceptiva porción de vieira, contrastado llenabuches. Algunos piensan que la mejor amiga de la vieira es la rúcula, hierbajo hastiante, en busca de horizontes amargos. Se consume tanta vieira y sobran tantas conchas que quiebran las fábricas de ceniceros".

Pichón

Este ave no es en absoluto habitual en los menús más modestos. Pero en los restaurantes de cierto nivel, se ha convertido en un must. "Además del nombre cariñoso que uso para referirme a mis seguidores en las redes sociales, es sin duda alguna el plato revelación de los últimos años en cualquier buen restaurante que se precie", asegura Garbancita. "Después de un interesante duelo de pájaros, consiguió desplazar al omnipresente foie y ganar un protagonismo que lo manteniente en el top five de la alta cocina. De todos modos hay que reconocer que la pechuga de pichón con esa insinuante carne rosada, poco hecha, es un bocado excelente".

La ensalada con rulo de cabra

Posiblemente, el plato que más detesto de toda esta lista. ¿Cuándo, cómo y por qué se decidió que una ensalada no está completa hasta que se le planta un buen plastón de rulo de cabra, a poder ser caramelizado con miel? Xesco Bueno relaciona la invasión con la fiebre de las ensaladas tibias antes mencionadas. "Con frecuencia aparece en ellas el super rulo de queso de cabra y la falsa reducción de falso vinagre de Módena, otro de los virus mutantes que culminan las más variopintas presentaciones. Reducciones quemadas, amargas, de licores a granel de dudosa calidad. Saturadas de azúcar por aquello de la rentabilidad. ¿En serio hay tanto vinagre en Módena? ¿Y tanta búfala para tanta mozzarella?".

Tiramisú

La madre de todos los tópicos en los postres, cuyo retrato me reservo para mí. Nadie sabe a ciencia cierta en qué momento España se convirtió en líder mundial de tiramisús, superando la producción de Italia, Argentina y Estados Unidos juntos. La fiebre no ha traído consigo una mayor calidad, sino todo lo contrario: lo que entendemos por tiramisú en este país suele ser un bizcocho aguachado con café y cubierto por una buena plastorra de nata chunga por encima. Ni rastro del queso mascarpone de la receta original italiana, que es muy caro y estamos en crisis.

 

¿Cuáles son para ti los platos más sobados en los restaurantes? Cuéntalo en los comentarios.

Hay 183 Comentarios

entonces dejad de ir a lugares de perfil bajo y dejar la crisis segun vosotros a un lado, gastaros un poquito de dinero para salir informaros bien a donde vais a comer o cenar, eso si informarse no es mirar foros, porque hay mucho chicote suelto por las redes eso si os lo digo con todo el respeto del mundo porque alguno piensa que pagando 10 e un menu le van a servir calidad y dejad que os diga que la calidad es como la fama tiene un precio

Y las ensaladas de hojas pasadas, mezclum podrido, con aliños dulces y exóticos...el mango, el Pedro Ximenez reducido hasta sólido ... y el todo lo que me queda en la nevera...

Tienes toda la razón en la uniformidad de platos, aunque para modas gastronómicas terribles, sin duda, la de añadir a todos los platos un espolvoreado de cebollino, o lo peor de lo peor, ese "churretón" de módena reducido que se empeñan en poner sobre cualquier plato. La última vez fué en Aranda de Duero, el cocinero "creativo" roció sobre mi arroz cremoso de boletus unas pinceladas del espeso líquido vinagroso. El mismo dibujo pegajoso apareció en el plato de merluza... Dios mío, que atrocidad. Que pensarían todos los comensales a los que les parece bien esta práctica si sobre cualquier plato que pidiesen, el cocinero vertiese un artístico chorreón de "ketchut"????

El sempiterno "Cheesecake" D:

Jajaja... no me puedo creer que con las vacaciones casi me pierda este post. Qué grande eres Mikel!! Te faltaría un postre que no falta en ningún restaurante últimamente: el couland de chocolate con helado. Da lo mismo que vayas a un restaurante japones, comas chinchos en el chiringuito de la playa o pidas churrasco hasta hartate, que el couland va a estar ahí, esperando encabezando la carta de postres en todos ellos...

Nosotros pensamos que los restaurantes ya sean tradicionales como los referentes en el articulo, sino también otros como Marisquerías, Asadores, Pizzerías entre otros, incluyen en sus Cartas aquellos platos que el público solicita. Ya sea en Madrid, Barcelona, Pontevedra o Soria, por ejemplo.
Otro asunto es que lleguen a ser platos secundarios en sus Cartas. Por la demanda del público en general. En todo tipo de capas sociales. Enfocados en los servicios para las distintas categorías existentes, como pueden ser restaurantes de hoteles, para empresas, rurales, de menú, para bodas, de vales, con espectáculo, etc.

Solomillo al whisky!!! al whisky, al roquefort, al PX, al cabrales, a la mostaza pero sobre todo, sin duda al Whisky!!! No sé si pasa en toda España o si las existencias de solomillo las acaparan los bares de la ciudad de Sevilla, pero con lo bueno que está lo tengo aborrecidíiiisimo!

A ver si convenzo a mis padres y esta noche llamo a Telepizza y me consigo otro Angry Bird que son súper chulos para coleccionarlos.

Y que me decis del secreto ibérico? de donde sale? de verdad su origen es secreto? yo estoy harto de verlo a la brasa en los menus de los restaurantes (me pregunto si todos ellos tendran parrillas) del poligono en el que curro... Otra técnica de cocina que no has mentado es el wok, que ha perdido su capacidad para cocer las verduras dejandolas deliciosas y crujientes para convertirse en una excusa para crear fusiones culinarias variopintas... una lastima, porque un buen cocinero oriental hace maravillas

¿No tendrá que ver con la comercialización de productos de quinta gama destinados a hostelería que con un calentón y un poco de maquillaje en formato guarnición van directamente a la mesa? Lo digo porque efectivamente en todas las cartas hay carrilleras o rabo de toro deshuesado... preparaciones que llevan sus buenas horas de cocción previa y que antes eran por encargo...

Mikel....todos los platos a los que te refieres, serán comida viejuna dentro de unos años: antes en toda carta estaba el melón con jamón. Ahora las espantosas y vomitivas ensaladas tibias....que le vamos a hacer....es mas de lo mismo.

Pinto, suscribo lo del engaño del buey. Este fin de semana estuve departiendo acerca de eso con Señores Sabios de Pueblo. Me dijeron que apenas hay bueyes en la piel de toro, de manera que nos venden gato por liebre o lo que es muy distinto: vaca vieja por buey. Mentirosillos.

Algunos, que por la crisis o por desidia o por falta de costumbre, solo vamos a comer a un restaurante de higos a brevas, estamos encantados de tropezar con toda esta "new age de viejunismos" que citáis -cuando están bien hechos, huelga decirlo-.

Eso sí, ya el melón con jamón y el cóctel de gambas no lo tolero. Faltaría plus.

Pues Valentina, tienes toda la razón. Pero desgraciadamente también en Italia se maltrata la comida italiana, porque anda que cuando viajas a Italia flipas con lo que te sirven en algunos sitios. ¿Y en España no se maltrata la comida española? Porque he visto cada cosa denominada "paella" que si yo te contara...

A mí me parece un poco triste que los platos más maltratados pertenezcan a la cocina italiana: tiramisú, carpaccio, vinagre de modena, pasta, pizza...como italiana que vive en este país me gustaría no ver a mi tradición tan maltratada, nunca, repito, nunca, he visto algo hecho bien..no entiendo el porqué: tampoco a los españoles les gusta que se maltraten sus platos y sus tradiciones, no?

Lo peor de lo peor? La ensalada cabrese con tomates de porexpan y una mozzarela que parece chicle... Y evidentemente acompañada con la maldita reducción de módena.

Pues a mi me encanta la rucula, la tomaría hasta mojada en el café....

Tienes toda la razón, todo es muy repetitivo, por eso nos encanta recuperar las recetas de nuestras madres y abuelas... vamos las de toda la vida, sin duda son las mejores!
JUEGO DE SABORES

Dentro de poco en Inglaterra llamaran al fish&chips "crujiente de merluza" y al vinacazo q le meten a las papas fritas "tuberculo en su punto con reduccion de acetico"...manda guevos...sin embargo a mi la rucula me mola, la llamo ensalada en 5min, algo verde variado, cebolla y tomate y pal gaznate...mola el saborcillo amargo q tiene y a los q se quejan de secreto me gustaria verlos viviendo en el extranjero q no tienes acceso a semejante delicia...

¡Cuánta razón!
A mi me sobran todas esas reducciones de Pedro Ximénez que se ven a expuertas, las minihamburguesitas que se han hecho un hueco infalible entre los pinchos "obligados", las salsas de mostaza-miel, los coulant de chocolate que ya son congelados por todas partes, esas tartas insípidas de queso (también congeladas-pre hechas), las brochetas de pollo teriyaki...

¡Qué aburrido todo ya!

Falta el solomillo con salsa de PX, oporto o cualquier vino dulce semejante. El coulant de chocolate, Pato (ya sea magret o confit) con peras, o en su defecto compota de manzana. Como bien dicen más arriba, cualquier ensalada con algo templado y reduccion de Módena. Rissotos de boletus y crema de leche (esquisítos, vamos)

Hay más, muchos más. Suerte que bajo mi opinión, ha desaparecido - o eso me parece - la fantástica moda de hacer aires de cosas con la fórmula: Cualquier chorrada + lecitina de soja. También van desapareciendo - aún que más lentamente - las espumas con los sifones isi.

Añado el cambiar las cocciones habituales por vacíos y bajas temperaturas, sólo porqué vende más y la carta queda mas chic.

Me he reído mucho tanto con Mikel como con los comentarios. Y sí yo ya he sustituído el vinagre balsámico por otros: vinagres o limones.
Lo del menú infantil es una estupidez pedirlo compensa que los niños vayan probando hasta que encuentren algo que les guste.
Alguien ha nombrado a las tostas?? o las tapas o pinchos sobre una rebanada de pan.
Ay y los palitos de cangrejo?

El falso coulant de chocolate se prodiga en demasía, pasado de horno, congelado, magdalena de chocolate, nada tiene que ver con la realidad. A su creador le deben zumbar los oidos por culpa de los impostores que con sus "creaciones" industriales surten a muchos restaurantes de "alta gastronomía".

La lista es digna de todos los restaurantes con pretenciones cool... Por suerte, todavía quedan sitios a los que no les avergüenza servir "clásicos" y que no deliran por ser el sitio más top de la ciudad. Muchos de esos restaurantes los reseñamos en nuestro blog: http://www.losbonvivant.com/

Son las comidas viejunas del futuro sin duda!

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Sobre el blog

El Comidista trata todos los aspectos de la realidad relacionados con la comida. No sólo da recetas fáciles de hacer, habla de restaurantes accesibles o descubre los últimos avances en trastos de cocina, sino que comenta cualquier conexión de lo comestible con la actualidad o la cultura pop. Todo con humor y sin ínfulas de alta gastronomía.

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es periodista y bloguero, y lo más decente que ha hecho en su vida es crear El Comidista en 2009. Escribe en EL PAÍS y habla en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser, después de haber pasado por Canal +, El País de las Tentaciones, Ya.com o ADN. Aprendió a guisar con su madre y, después, en la Escuela Hofmann, pero sigue siendo cocinillas antes que cocinero.

Mónica Escudero

es DJ, madre, escribe, cocina y pone la mesa para El País Semanal, ejerce de Comidista adjunta, y no necesariamente en ese orden. Dirigió las revistas Barcelonés y Madriz, y colaboró en medios como Marie Claire, SModa, Vanidad, Yo Dona o La Luna. Ha escrito A vueltas con la tartera, y lo que más le gusta es cocinar, la michelada y los gatos (pero no para comérselos).

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